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Sucu's Blog

Éste era un día frío y lluvioso. Despertó somnolienta con el sueño interrumpido y el cansancio perturbaba la mente. En la mañana los pensamientos lujuriosos se reducían a cero, mientras se encontraba en casa sin ropa interior. Será que ya se había adaptado?. No. Faltaba ese pequeño estímulo sensorial que llevara al éxtasis.


Al leer su mensaje todo cobro vida nuevamente. Aquella niña tímida despertaba del letargo de su psiquis cuando leyó de las palabras de su dueño detalladamente como deseaba ser usada. Algo se activó en ella. Y en consecuencia, la reacción de su tranquilo cuerpo. Algunos jugos empezaban a brotar de su interior. Y se intensificaban al tener permiso de tocarse y correrse de inmediato pues su cuerpo estaba seco, y su lujuria dormia ese día junto al sol. No podía permitirsele ese lujo. Era su objeto de complacencia. No debía bajar la guardia.


Entonces... recostada en su confortable refugio, cerro los ojos y se abrazo a la lubricidad. Acostada boca arriba, vestida, sin ropa interior, llevo sus delicados dedos sobre el camison de hilo y masajeo sus pezones. Éstos, reaccionaron al contacto, de forma inmediata, erectándose alcanzando la cumbre. Imaginando ser las manos de hombres extraños que querían poseer y domarla a su antojo. La piel pedía más. Y las manos bajaron al punto deseado. Con los dedos sobre los labios mayores de la vulva, sin tocar el interior, masajeando, pellizcando, estirando, burbujeaba la entrada de la vagina. Pedía a gritos ser tocada, pero no era el momento. Demasiado rápido.


En su mente yacían pensamientos respecto a lo dicho por su dueño, salir a algún lugar bohemio con falda corta sin ropa interior, dejando entrever su sexo, "interactuar, pero sin dejarse tocar , nada mas , calentarlos y sentir las manos de este debajo de su falda , de varios , cual puta fácil que se deja por ellos , una zorra que solo está para entregar sus agujeros . En la salida se topa con varios, la llevan a un costado del edificio , manosean y abusan de su cuerpo , en su papel de niña intenta resistirse pero se va dejando fácil , el placer y lujuria es demasiado fuerte , accede a sus miembros , su vagina chorrea de necesidad de esos hombres , asi se toman sus agujeros y por turnos la empiezan a tomar , cada quien un hueco de su persona , puede sentir el embate de cada uno , tamaño , grosor , énfasis , como se embuelven en lujuria solo por usted , su boca es usada , chorrea entre sus labios el semen del oral majestuoso que propina a cada uno"...


Su mente lasciva explota deseando ser poseída por su amo. Sus dedos se desplazan entonces en los labios interiores, apretandolos, rozandolos de arriba, abajo. Mientras más húmeda más deseaba ser propiedad de su amo. Ser presa fácil de esos hombres a quién su amo queria entregar, y brindar sus agujeros sin resistir. Introdujo un dedo en su vagina, luego otro y luego otro, ruidosa y cálida... burbujeante cada vez más húmeda, más lasciva, más mojada, saliendo aquellos gemidos de su boca, poseída en el deseo y sus pensamientos, una y otra vez penetrandose con sus dedos imaginando la verga de su amo, texturas, formas y tamaños de otros... No pudiendo contener más embarrada en sudor y placer...


Grita... soy tuya amo!!!... úsame!!!...

Esclava de mis pensamientos lujuriosos, lluviosa de deseo desperté ansiosa y expectante al nuevo día...


Era un día soleado, caluroso. Decidida a salir a la calle sin sostén, me puse una blusa con escote pronunciado, al mirarme al espejo, mi blusa tomaba la forma de mis senos y al caminar, tambaleaban de lado a lado, libres. ¡¡¡Nooo!!!, demasiado para mi psiquis, no podría soportar la humillación.


Así que busque el sostén más voluptuoso para resaltar mi escote, me vestí con la  blusa y un jean rojo ajustado a la cintura, sin bragas. El día era muy caluroso, desee tener falda en ese momento para sentir la frescura del aire ventilando mi vagina pero no me es posible estando en la ciudad.


Salí con la misma expectativa del día anterior. Al dar algunos pasos, el roce de las costuras del jean comenzaban a hacer lo suyo. Sólo a unas cuadras de mi casa, ya  empezaba a mojar mi intimidad. Llegue al taller donde repararian mi bicicleta. Toque al timbre y me abrio aquel hombre de apariencia descuidada, barba blanca, pelo corto y de aproximadamente unos 60 años de edad. Me fijé en que mi escote no pasó desapercibido ya que fue lo primero que observó de mi, aquel hombre. Conversamos poco y me dijo que aún faltaba incorporar el porta caramañola, así que se agacho casi a la altura de mi pelvis y me pidió sostuviera la bici. Me puse algo nerviosa al intuir que podía oler mis jugos, mi humedad, mi excitación, mis feromonas... esas anhelantes de carne fresca, de ser poseída... pero sólo respondió, alzando su mirada y sonriendo...


Le agradecí con sonrisa tímida y me sugirio probar la bici antes de irme para comprobar que su trabajo estaba bien hecho. No había considerado subirme y no era mi plan hacerlo, pues ésta acción podría causarme mayor humedad. Sin embargo, lo hice.

Monte mi bici como si fuera una verga, rozando la silla con expresión de placer, y el culo abierto, expuesto (también ansioso de ser follado). Me perdí un segundo en éstos pensamientos y volví a la realidad. Comencé a pedalear y recorrer las calles, sentía las miradas en mi culo, que al no llevar bragas, se hundía la costura del jean en medio del ano.


Llegando a casa, estaba completamente húmeda, humillada en mis propios jugos. Fui al baño, baje mi jean mojado, lo oli un poco, oli mi placer, un olor suave, atrapante y orine. Seque mi humedad, respire y mire mi celular. Era un mensaje tuyo, un mensaje guía para contenerme y magnificar mi placer. Me indicabas que podía pellizcar mis pezones y labios mayores de la vulva para tranquilizar mis deseos de tocarme y contenerme hasta la noche, cuando estuviera sola, desnuda. Fueron excitantes tus palabras y al mismo tiempo, una tortura, cada día quería más de ti.


Terminé de sacarme la ropa y me duche con agua tibia para tranquilizar mi mente pervertida. El jabón resbalaba con suavidad en mi piel y al llegar mis dedos a mi vulva y entrada de mi vagina la sentí húmeda y caliente. No fue suficiente haberla secado o lavado, parece que cobraba vida propia y quería más. No logré secarla completamente. Así que me entregué a su terquedad y la deje así. Al abrir mis piernas, noté que salían pequeñas burbujas en la entrada de mi vagina y hacian ruido, me hablaba. Pero recordé que debía contenerme, que debía aprender a aceptar ser el objeto de placer de su dueño. Respire. Suspire.


Me vestí entonces con un pantalón suelto para evitar rozar mi vagina y tranquilizarme un poco y como lo indicaste, me quedé sin sostén en casa para acostumbrarme a la sensación. Quizá de esa forma, mis pensamientos lujuriosos me dejarían en paz, al menos un rato. Pero no fue así. El pantalón suelto hizo que más aire entrara a mi vagina y que al abrir las piernas deseara ser chorreada de semen e intercambiar fluidos. Pero recordé, que debía contenerme lo más que pudiera pues entre más me contuviera, más puta, más zorra, más deseosa. Así que fui al baño, me seque, pellizque mis pezones y mis labios mayores para tranquilizarme. Subí mi pantalón. Respire.


Pero a los pocos minutos, de nuevo estaba húmeda y ya no podía aguantar hasta la hora de dormir o estar desnuda. De modo que me recoste boca abajo, deslice mi mano hacía mi vagina, húmeda, caliente y palpitante... leí tus palabras... "Despertar en la mañana, sentirse sucia , pero completa , sentir el cansancio de sus piernas , el temblor de ellas , como si el placer al cual fue sometida fue inmenso . Saber esta para complacer , su único objetivo es complacer . Salir con una falda , en la noche , una mano en los cachetes de su cola , una falda corta pero suelta , si el viento es memorable se puede ver parte de su sexo , su clítoris al presente , y solo seguir caminando , obligada a dar mamadas a su dueño en el parque , sabiendo otros estan pasando cerca pero no distinguen la forma de lo que sucede , ser tomada y usar sus agujeros luego , exibir su singular humedad , levantarse y seguir caminando , sentir como cae el chorro de semen por entre sus piernas al dar cada paso" e ida en el éxtasis... Me corrí en un orgasmo profundo e intenso....


Quisiera poder usar bragas de vez en cuando para no sentirme tan húmeda y puta todo el tiempo....

En medio de las conversaciones sugeriste elegir una prenda: sostén o bragas. La humillación que despierta exponerse en público sin ropa interior es más potente cuando la seguridad del sostén se desvanece y el movimiento de los senos subiendo y bajando al caminar y el frío erecta los pezones. La mente engañada trae a alusión toda clase de pensamientos pervertidos y al mismo tiempo, humillantes. Distorsionada, comunica a los sentidos que está expuesta a todas las miradas de los transeúntes, que es vulgar, que es el centro de atención, que es obscena, y que es una puta de fácil acceso. Una jugada mental mediada entre la realidad y la fantasía.


Bragas. Dispuesta y atrevida a salir a la calle sin bragas, llevaba un jean y una camiseta de tiras con un escote pronunciado pero con sostén. En la curiosidad de arriesgar un poco más de lo sugerido, abierta a más experiencias, en un primer intento, pobré lubricando e insertando un tapón anal debajo de mi jean pero al sentirlo dentro mi cuerpo, éste exigía más sensaciones, más placer. Empezaba a hablar mi vagina. Así que tome un vibrador y sin pensarlo, lo introduje en mi vagina. Entró con suavidad, por la expectativa lujuriosa de mi mente. Sentí incertidumbre y temor por la salida involuntaria de aquellos dos objetos, así que deslice una cuerda por mi cintura, ano, labios mayores y sostén para sujetar aquellos objetos y que no cobraran vida en un infame acto por soltarse.


Me subí el jean. Al inicio el morbo era demasiado, salí a la calle y sentí la necesidad de tocarme pero no podía puesto que estaba al frente de mi casa un vecino que me observaba por la ventana. Tuve que agacharme para recoger las llaves y sentí temor porque el tapón y el vibra decidieran salirse. Me empecé a sentir incómoda con el tapón, comenzó a apretarme y la sensación era de un dolor molesto. Así que decidí que no era el día de portar éste objeto. Entré nuevamente a la casa, lo saqué suavemente y dejé únicamente el vibrador.


Salí finalmente con el vibra en mi vagina, sin bragas, con sostén y un escote pronunciado. Las sensaciones fueron varias... por temor a que saliera el vibra,  contraí y aprete mi vagina fuertemente mientras caminaba. Al agacharme fue la misma sensación... de temor... además iba acompañada, así que, se incrementó ésta sensación. El hecho de andar sin bragas en general, fue liberadora, de seguridad y confianza... como cuando he estado en medio del bosque, desnuda.


Al regresar a casa, corrí al baño, saque el vibra y lave la vagina y la cuerda... decidí quedarme sin bragas durante todo el día. En general, me sentí empoderada y dueña de mi cuerpo donde el otro (con el que tuve contacto, vendedor, distribuidor, transeunte, etc) se hizo pequeño a mi lado.


El no llevar bragas en la casa y con el jean me ha resultado excitante y es difícil contener el deseo de tocarme, con cada roce, al sentarme, la sensación es casi imperceptible pero al agacharme y abir mis piernas, siento como se abren mis labios mayores dejando al descubierto mi clítoris con ganas de ser rosado y al cerrar las piernas siento también un pequeño roce, o al caminar, un poco después de haberme agachado y mis labios abiertos, la cremallera del jean, rosa mi clítoris y me es difícil contenerme, no desnudarme, no tocarme, todo ello no lo percibía con bragas.


Sumergida en mis perversidades, fui por más. La situación pública me había dejado cachonda durante todo el día. Aplique una pequeña cantidad de pasta de dientes en el ano, de acuerdo a sus indicaciones y en los labios superiores y entrada de la vagina. El efecto fue inmediato. Comence a sentir ardor en mi ano y vagina, deseo de sacarme la pasta dental y a la vez, contenerme. Me contuve, no estaba sola, el ardor en ano y vagina se incrementaba, al tiempo que una rara excitación. A los pocos minutos sentí un calor profundo y ganas de desnudarme, deseos de quitarme el sostén y rodear los pezones con pasta. Al primer momento sola, baje mi sostén y aplique pasta en mis pezones, el efecto de la pasta en mi ano disminuía así que aplique un poco más. La sensación no era tan intensa como la primera vez, pero mis deseos de tocarme y ser penetrada crecían aún más...

Entonces, baje me jean, saque un dildo, una mordaza que puse en mi boca, aceptando ser una puta, tome la cámara y comencé a grabarme. Me puse la mordaza en la boca, el dildo en el piso, de rodillas en el piso, de espalda a la cámara comencé a saltar sobre el dildo, gimiendo desenfrenada, me poseía el deseo. Pero recorde sus palabras acerca de verme a la cara, verme puta... así que me di vuelta, de frente a la cámara, montando el dildo, saltaban mis tetas y chorreaba baba, goteaba muchísimo. Sentí que hacía falta algo... así que me puse las pinzas en los pezones, pero éstas se soltaban de mi fuerte cabalgada y no apretaban lo suficiente. Así que fuí al patio de la casa y tome un par de pinzas de plástico de ropa. Las puse de inmediato y era justo la sensación deseada. Subí de nuevo a mi habitación. Activé nuevamente la cámara y vi como babeaba aún más, apretaban las pinzas, tome mi vibra y continúe cabalgando. Las tetas saltando, mi rostro de puta ido en el placer, deseaba más y más, babeando, escurría saliva a mis tetas, a mis pezones, me chorreaba entera. Tome el vibra y lo puse en mi clítoris, mientras seguía gozando y saltando, gimiendo, babeando,  hasta que tuve un largo e intenso orgasmo, fue tan intenso que no logré mantener el vibra en el clítoris y lo solté. Quizá si lo hubiera mantenido me hubiera meado o quizá otro orgasmo, no lo sé... pero fue muy intenso.


El próximo paso, dormir desnuda, salir sin sostén y permanecer sin bragas.....

No aguanto más...


Abro los ojos y estás ahí, observando en la ventana...

Con esa sonrisa ligera, no alcanzo a ver tu mirada. Tan sólo esa barba, la espalda ancha y en tu mano un cordón de calzado.


Despierto de mi trance y escucho el sonido de la puerta, intrigada y nerviosa, decido abrir y eres tú... imponente, formal, de corbata y con ese cordón entrelazando las manos, sonríes y... dices, ¡Te he visto!...


Sonrojada, imaginando que aquello no fue mi mente, que estabas ahí, en la ventana, observandome.

Respondo, co como?.


Dices, si, te he visto!!!, se lo que deseas, se porque lo haces, y se que te gusta que te observen.


Mis piernas tiemblan, algo extraño que no puedo controlar, que no puedo detener, recorre mi cuerpo.


Puedo pasar?, dices.


Claro!, digo con nerviosismo.


Desnuda!!!, dices.


Qué?, respondo.


Desnuda te vi, Sucu.


Qué?, cómo pudo ser?, me vio!!!, siento curiosidad por saber que más observó, será que alcanzo a ver...


Te vi completamente, no podrás ocultar nada. Esa prenda que llevas puesta es necesaria?.


Mi cabeza explotara, que pretende?, a qué a venido a tocar mi puerta?, por qué mis pezones sienten frío, por qué su porte es tan imponente, por qué tiemblan mis piernas?, que es lo que deseo? Y qué es lo que el quiere de mi.


Uhm... Si?... respondo.


NO!!!Y no deberías avergonzarte de tu desnudez, esas caderas anchas, tus curvas que se confunden en las sombras y la luz, esos senos prominentes, cómo globos que quieren explotar, esos pezones grandes, piernas tonificadas y tu culo de azote.


Cu... culo de azote?.


Si!!!

Me encanta tu figura prominente, abierta al placer, a la lujuria, deseas ser poseida. Lo sé, he visto tu alma, la quiero para mi. Quiero que mojes tus bragas al escuchar mi nombre, que tiembles al darte una orden, que gimas cuando lo pida, que vistas como deseo, te quiero desnuda, quiero tu piel, tu sexo, tu mente...

Bajo el efecto de ella...


Después de inhalar en la ventana esa escencia afrodisíaca y con los sentidos alerta: olfato, gusto, tacto, oido, vista múltiplicados al cuádruple, las sensaciones eran más intensas... sumergida en la oscuridad de la noche, sólo alumbraba la majestuosidad de la luna llena, reflejando con sus brillosos destellos mi cuerpo, que se escabullia entre sombras y luz.


La cortina abierta y tú observandome desde la otra ventana, apenas veía tu sonrisa pues la oscuridad te envolvía.


Deseaba que me observaras. Me recoste sobre la cama, tome aceite y lo empecé a gotear por mis senos, abdomen, brasos, piernas, muslos, esas gotitas ligeras que abren los poros de la piel para estar lista a nuevas e intensas sensaciones.


Deslice mis dedos sobre mi cuerpo lentamente, haciendo masajes circulares, desde el cuero cabelludo, cuello, abdomen, muslos, piernas, lento, mi cuerpo se arqueaba en cada tacto, en cada presión leve, un pequeño gemido se escapaba, deseaba tocar mis senos, tocar mi clítoris pero era muy pronto para eso...


Imagine aquel hombre que me observaba por la ventana, transportarse a mi alcoba y colocarme la mordaza en la boca, apretarla y decir, ¡Quieta!... recorrer mis senos con sus dedos, jalar mis pezones, estirarlos, hacerme gemir y pinzarlos, pinzarlos fuerte.

Vendarme los ojos e inmovilizar mis piernas, recogidas y muy abiertas, expuesta mi vagina a su juego.


Recorrerme con la fusta delicadamente y posteriormente, pequeños y ligeros azotes en los pezones mientras tira de las pinzas, y me dice... "¡Serás mía!"... mientras me cuelga de las pinzas y mis pezones se estiran, continúa recorriendome con la fusta hasta tocar mi clítoris y azota con un golpe seco, pero ligero.


Húmeda sedienta, jadeando, salivando, mis babas llegan a mis pezones, mi vagina desea ser penetrada. Pero juegas conmigo, sonries y dices... ¡Aún no!...

Tomás un guante de látex, sabes como me pone el látex... Mmmm... lo lubricas y das ligeros masajes en la entrada de mi ano, poco a poco, siento como se dilata y te pide más, lo introduces un poco más y se contrae, entonces, te detienes, sientes la presión de las paredes del ano esa contracción involuntaria que te impide continuar, entonces, te detienes y lo mueves un poco, circularmente.


Dejas un hielo en mi clítoris por unos segundos y lo retiras, mi cuerpo, arqueado, gimiendo, estremecido, no puede más, te desea... entonces aprovechas el momento para introducir aún más, el dedo, mi ano te pide más, desea más, así que sacas el dedo y me penetras con un dildo... lo dejas allí... y...

Me dices... !quién es tu amo ahora!?... No lo digo, te torturo, me torturo, no quiero que el placer termine, no quiero un orgasmo que finalice la tortura placer pero mi cuerpo lo exije y sabes que no me correre sino lo digo, me torturas.


No aguanto más...


Abro los ojos y estás ahí, observando en la ventana...

Recomiendo ésta página para aquellos que deseen conocer técnicas, prácticas, sesiones, etc y por qué no, también, el lado oscuro del bdsm...


https://cuadernosbdsm.blogspot.com/2013/07/cuadernosbdsm-especial-n-2.html?m=1

Me he encontrado con diversas personas en ésta página. En su mayoría, sólo desean experimentar, conocer, aprender y otras, exhibirse. Lejos de vivir realmente como un estilo de vida sexual, el bdsm.

Respeto y aprecio la buena disposición de much@s pero existe un sólo tipo de personas que NO tolero!!!... los seudo dominantes.

Bajo mi experiencia, aquella persona, generalmente identificado con el género masculino que bajo una etiqueta, la de "dominante", se hace  pasar por aquel, exhibiendo su currículo como si de postular a un trabajo se tratase. Algunos, se presentan imponentes, desde el primer momento, sin educación, ni una presentación previa, pretendiendo a la fuerza generar un estado de control sin ningún grado confianza. Otros, más sutiles, pero no menos seudo, se presentan amables y experimentados en el tema, y a los segundos de conversación, pretenden que les envies una foto o buscan un encuentro. He observado que muchos se aferran a ésta página, intentando obtener sexo fácil bajo la ignorancia respecto al bdsm y bajo la apariencia de "dominante" o "amo".

Quieres sexo fácil? Paga.

Dudo que las sumisas más experimentadas caigan en el juego. Llega a ser cómica tu desesperacion por obtener sexo fácil.

Lejos de considerar todos los rasgos psicológicos de los seudo dominantes como su inseguridad, falta de atención, carencias afectivas y frustraciones sexuales, que no vienen al caso.

Quiero decirte que...

1. Tú ausencia de tacto, no te hace más o menos dominante.
2. Lejos de atraer a las sumisas, las espantas.
3. Tu desesperación por sexo casual y fácil, es tan evidente que resulta ser cómica.
4. El nivel de confianza previo es fundamental para establecer una relación dominante - sumisa.
5. El dominante no elige la sumisa. Es la sumisa quien selecciona a su dominante pues es, a partir del punto anterior que se establece dicha relación.
6. Las sumisas tienen límites que debes respetar.
7. Las sumisas tienen códigos que debes respetar.
8. El auto control es fundamental (pero para esto no estás preparado si solo pretendes disfrutar tú y obtener placer tú).
9. Ves mucho porno y haz confundido a la sumisa con un objeto que no piensa que no decide.

10. No soy sumisa.

11. Y las sumisas piensan y deciden.

12. Así que ahorrate el discursito barato respecto a que estoy obligada a servirte y complacer tus deseos.

13. Porque no es así.

14. Y jamás será así.

15. Quieres sexo fácil? Paga.

16. Y a las sumisas les digo.

17. Si encuentran a un seudo dominante, chicas, mejor cobren. Sean más astutas.

18. Pero si encuentran un verdadero dominante, disfruten de su experiencia, al máximo.



Me saludaste tímidamente, ocultando tu lado perverso, aquel que posteriormente, me embrujaria y es que en el mundo virtual, toda fantasía es válida y cualquiera precisa de ángel enmascarado. 


Me presenté ante ti con un arnés de cuerpo entero que había diseñado y confeccionado, el cuál sólo cubria lo necesario, ligado a una tanga negra, descubriendo mis senos. Tenía unas panti medias de malla de color negro ajustadas hasta un poco más allá de la rodilla y cubriendo mi cuerpo tímido, una camisa de botones masculina, de esas anchas y largas que cubrían mi trasero. Un amigo me había regalado la camisa y aún conservaba su perfume mmmm. 


Verme así despertó en él sus más oscuros deseos... 


en su mente pensaba atarme, vendarme, colgarme de los brazos con la mordaza y las pinzas en los pezones, darme nalgadas... 


Todo ello paso por su mente en tan sólo un segundo al verme y al volver a la realidad, sólo tuvo deseo de expresarlo... 


No se contuvo y me dijo, quiero follarte como a una puta. Ordenó, ponte el vibrador en el coño. Sólo así, no preguntó mi nombre, tampoco quería conocerme, como un diálogo fisiológico, mi química ya le hablaba y lo deseaba, era un llamado mudo, un llamado donde las palabras no tenían lugar, solo los gestos, sonidos, expresiones corporales. 


Fue entonces que me ordenó. «"Ponte el vibrador en el coño y arrodillate en el suelo"», lo hice y enfáticamente me dijo, «abre tu camisa, lento, para mi, muestrame tu cuerpo»... 

lento comence a desabrochar los botones de mi camisa ancha cuando se asomaron mis senos, mis pezones ya erectos por una orden que no comprendia el por qué me excitaba tanto, tome un poco de lubricante y meti el vibrador en mi coño, con fuerza, empujando...


 Me dijo, «buena perra tengo»... ahora, «arrodillate y camina a 4 patas hacía la pared, lento, quiero ver menear ese culo, te pondría el collar en el cuello y te pasearia como mi perra». 


Sin pensarlo y estando a su merced, sin cuestionar y en confianza absoluta, hice lo que me ordenó y empezó a hacer vibrar mi juguete (si, el tenía el control), salieron de mi boca pequeños gemidos y sentía pequeñas pulsaciones en mi coño, ligeras que me obligaban instintivamente a poner mi mano sobre mi clítoris, pero el enfáticamente decía, «"no te he autorizado a que te toques, alto, no puedes tocarte"», eso, definitivamente, me puso a mil, no fue una orden con desprecio sino para aumentar mi placer, una orden casi que consentida y deseada. 


Me di vuelta, y regrese a 4 patas, estaba muy cachonda sin entenderlo, mis jugos empezaron a brotar de mi coño y me ordeno «Alto! ahora, chupa la polla, tragatela entera cuando vibre tu coño, sólo cuando vibre!!!», estaba en éxtasis, sólo deseaba lamerle la polla, tragarmela toda y no parar de hacerlo. 


Las vibraciones me hacían desear devorarme su polla. 


Fue entonces que después de algunas vibraciones, se detuvo y me dejó babeando, casi suplicando comerme su verga. Me dijo, "buena perra, escupe tus tetas, te quieres tocar?, puedes hacerlo ahora", comencé a frotar mi clítoris, mientras él, le subía la intensidad a mis vibraciones, mi coño gozaba en jugos hasta que se detuvo y preguntó quieres otro juego? Jadeando le dije, si!!!, AMO!!!. 


Por primera vez y naturalmente, esa palabra cobraba sentido y salía espontáneamente de mi boca, sin que él, si quiera hubiera considerado la posibilidad de pedirme que lo llamara de tal forma. 


Posteriormente, me dijo, «eres una zorra, te recompenzare si te portas bien». 


Expectativa, a lo que iba a suceder, continuaba jadeando y esperando en 4 patas. 


Me dijo, «ahora pensarás un número del 1 al 10, y lo escribire en una hoja para tener respaldo, si aciertas, te premiare, si no lo haces, no serás castigada pero tampoco premiada». 


Continuaba tan excitada, que accedí. 


Inicio el juego. En una hoja blanca escribió el número, alce la cabeza y me dijo, «baja la cabeza zorra, no mires». 


Sumisa, baje la cabeza y me dijo, listo, tienes 4 oportunidades. Dije, «está bien, amo». 


Dije un número, en seguida el otro, el tercero y un cuarto, todos, fallidos, lo mire y le suplique, «por favor, una última oportunidad amo» (pues su ausencia de premio no era total, pequeñas y sutiles vibraciones me hacían desearlo más) haciendo suplicar más. Dijo, «quieres jugar de nuevo?». Le dije «si!!!, por favor amo!!!». Me dijo, «ok. Nuevamente tienes 4 oportunidades», le dije, «5 oportunidades?». Dijo, «ok. Iniciemos». 


La primera, piensa bien, dije un número y falle nuevamente. Decidida a acertar y obtener mi premio, (añoraba correrme), le dije, 3, y en seguida, un conjunto de vibraciones continuas en mi coño, me hacían saltar y gemir de placer, «¿acerte amo?», pregunté y el sólo respondió.... «correte para mi, puta, meate, ahora eres mía»......

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