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Sucu's Blog

Dispuesta a entregarme a mi AMO como una PUTA lujuriosa, lechosa, sedienta de semen, habiendo entrenado mis agujeros con anterioridad para él.


Júbilo y gozo al ver su rostro justo enfrente de mi.


Estoy en camisa y short sin ropa interior como una niña inquieta, una niña traviesa, una PUTA golosa.


Me habla con perspicacia, me da instrucciones.


"Siéntate en la cama, saca tu camisa y tú short"!!!


Me dispongo a hacerlo, un tanto nerviosa. Primera vez ante mi AMO, desnuda.


Saco mi camisa y se asoman mis tetas. Los pezones erectos, las tetas firmes y duras.


"Sacate el short", insiste.


Tomo cada botón como si fuese el símbolo de castidad. El primero suelta fácil, el segundo con dificultad, bajo la cremallera y se asoma mi sexo. Una ligera línea de vello púbico, diciéndole a mi AMO, "éste es el camino a recorrer", directo a mi agujero, "úselo, se lo ofrezco", "haga de él su depósito de semen, cuántas veces quiera, en donde y cómo quiera".


Me ordena con firmeza... "abre las piernas, Tócate PUTA, eres la PUTA de tú AMO!!!"... "empiece a masturbarce para su AMO como él lo haría, como él la usaría"


Comienzo tocando mis tetas, pensando en que son las de mi AMO, las aprieto y jalo ligero mis pezones (ya erectos).


Me dice... "espera, toma las 3 pinzas de ropa, una y una en la parte superior de las tetas, tomando el más grande pedazo de piel que pueda y la tercera en el labio superior de la vulva".


Con dificultad, logro pellizcar un pedazo de piel en cada teta. Imagino los dientes de mi AMO, succionando y jalando mis pezones. Masajeando, y torturando mis tetas, quizá con algo de cera que cause un poco más de picor.


Interrumpe mi pensamiento y me pregunta...


"Que siente?"


Le respondo con risa nerviosa. "Dolor!!!"


Mi vulva y pechos gozaban y sufrían al mismo tiempo y sin compasión. Incómodo y excitante momento.


Quitatelos!!!... ordena. Ponte pasta dental!!!.


Tomo un poco, lo suficiente para calentar mi cuerpo, y cubro mis pezones y clítoris con la pasta.


Al cabo de segundos, mi vagina está húmeda.


Toco ligeramente mi clítoris y empiezo a mover mi cadera lentamente.


Mi AMO me dice al oído....


Eso, tócate como la PUTA y zorra que eres. Imagina ser el tanque de semen del AMO. Siempre dispuesta a ser usada cuando él lo disponga, siempre húmeda. Esperandolo desnuda y de rodillas en la puerta de la casa para usar esa boca, esos labios gruesos amantes del semen. No pararas hasta que lo diga!!!. No te correras hasta que lo diga!!!. Eres el depósito de semen del AMO y él dispone del cuando correrse. Imagina estar en la plaza con él AMO, en falda corta, y él metiendo la mano por debajo de ésta, hundiendo los dedos en la vagina de su PUTA, humedeciendola hasta abrirla y meter la mano"...


Jadeo, mi respiración se agita, no aguanto el deseo de penetrarme. Es más fuerte que yo. Tomo el dildo y me penetro. Me siento en él y lo monto.


"Mmmm estás caliente" dice con cierta ironía mi AMO. "Es porque eres una PUTA golosa, deseosa de la verga de su AMO, viciosa. Metetelo más, mucho más, adentro, TODO!!!... Que las bolas peguen con tú clítoris, así, justo así... TODO ADENTRO PUTA VICIOSA!!!... Imagina montar al AMO, así, respiración agitada, caderas contoneandose encima, quieres más, no quieres parar, 40 minutos montando y quieres más, más rápido PUTA, más rápido, así, como deseas, como quieres ser vaciada"...


Salto en el dildo, mis tetas balanceandose, saltando, bailando, dichosas. Yo soy la puta del amo que me degusta, me usa con él y con otros, degrada mis agujeros, los abre y los toma cuando se le da la gana, hace lo imposible por poseer mi sexo y se lo entrego 24/7 todo mi cuerpo, asi él hará arte de el.


Me quiero correr por favor AMO. Le suplico.


Me dice, aún no.


"Es un tanque de semen dispuesta a ser llenada y vaciada solo cuando su amo lo decida , tanto como este le necesite usar. Y quiero más. 40 minutos masturbandose y puede más".


Le imploro de nuevo. Mis brazos tiemblan, tengo sed, sed de semen.


Me ordena. "Córrase!!!", "hágalo", "puede hacerlo si piensa en su AMO".


Deseando ser vaciada, vejada, estar llena de semen en mi interior y exterior 24/7....


Me corrooooo!!!!


Mi AMO extasiado pregunta como me sentí y siento. Quiere más y me ordena mantener el dildo dentro tanto como pueda, mientras me habla al oido y me hace imaginar una sumisión 24/7 alejada de los temas laborales, sólo sirviendole y complaciendole sin preocupación alguna.


Húmeda, y lujuriosa pero cansada mental y físicamente, entro en un profundo sueño.


Al día siguiente, sorprendentemente despierto húmeda. Tomo el dildo y me masturbo de nuevo imaginando cada detalle de la noche anterior... todo el día permanezco húmeda...


Soy la PUTA de mi AMO que me usa cuando lo decide con él y con otros.

De seguro te haz jalado el ganso hasta derramar la última gota de esperma que pueda brotar de tus entrañas viendo alguna hembra adicta a las ajenas vergas que ni por casualidad considera la tuya ni en sus más sucias pesadillas... o aquella chiquilla inquieta, la ninfa del sexo, adicta, sudorosa, con su cara transformada y su piel caida de tanto darle... imágenes pornográficas que hacen del ser humano un dios y el sexo, la acción más perfecta.


De seguro te dejaste llevar por tú instinto salvaje cerebral de aquella vocecilla interna que te dice y súplica... "arráncame de ti oh señor cómo si fuese la última vez de todas las pajas mentales y manoséame con furor cual fiera en celo drogada"...


Pues si señores... así tal cuál se hace presente el sexo vacío y sin sentido. Sin un guía, sin un camino. Perdiéndose en la masturbación propia del deseo innato de un cuerpo sin alma, que sólo goza sin sentir, que sólo eyacula por proceso y que sólo reacciona por estimulación directa.


Aquel ser sin alma que deambula rogando por ser visto. Alguna mujer caritativa que os vea su semental miembro aunque no sea de su agrado o sólo por lástima. Rogais por veros o porque os veáis para aliviar la melancolía de pajearse en solitario. Que ya de por sí, es agonizante.


Pero esa dama no existe señores. Desea ser complacida, no veros jalarse el ganso cuál toquete de trompetas. Que te pongais en su lugar y eleveis su mente a los más profundos océanos. Que en barco naufraguen hacía la nada dispuestos a hundirse entre tiburones. Que esteis dispuesto a entregar el alma y el cuerpo si así lo quisiere, enteramente, sin prejuicios o temores. Que voleis juntos hacía los colores del espacio. Que le ordeneis con firmeza pero con amor en igual intensidad. Que la abraceis y castigueis de la misma forma y con el mismo interés. Que la hicieres ser de parte de otro mundo. Que su mundo, no seas vos, pero tampoco sin vos. Que vivreis juntos pero sobre todo que no te acobardeis con las piedras insignificantes sino que esteis dispuesto a juntarlas y construir con tú espalda su pared si de ello dependiese su vida.


Oh dioses del Olimpo!!!... llevadle el mensaje, traedme su ser...


Te deseo

Esta es una historia real, producto de un acuerdo consensuado entre las personas involucradas. Deseosa de llevar al límite duro su fantasía da rienda suelta a las sensaciones. No apta para personas suceptibles.

La Historia:

Mucha gente me ha pedido que escriba sobre mi experiencia en cautiverio. Y si bien me he sentido bastante cómoda publicando fotos y contando pequeñas historias en las descripciones de las fotos, la experiencia está todavía muy cruda para mí. A pesar de que no soy cercana a mis captores, lo siento como algo muy íntimo, como algo que no quiero compartir con nadie más que con ellos.

¡Pero…! A mí me encanta escribir y hacerlos partícipes de mi vida ha demostrado ser muy útil para procesar algunos de mis sentimientos. Me gustaría compartir un poco de mi historia con ustedes, mis amigos… y mostrarles algo de lo que significó para mí lo que pasé durante esas 30 horas. No voy a entrar en demasiados detalles sobre el fin de semana, pero lo que voy a tratar de hacer es explicar algunas de las sensaciones y algunos de los desafíos que enfrenté. Cómo me sentí entonces y cómo me siento ahora.

La semana pasada fui secuestrada y encerrada en un pequeño cuarto durante un período de 30 horas por dos sádicos que sólo había visto una vez antes. Había sido planeado durante varios meses y aunque sabía lo básico de lo que iba a ser mi cautiverio, sabía poco de los detalles y confiaba en ellos para que me llevaran tan lejos como pudieran sin quebrarme por completo.

Durante mi cautiverio, me dieron poca comida y me mantuvieron despierta mediante luces estroboscópicas y música fuerte o sonidos horribles. Me golpearon sin piedad y sin previo aviso. Me torturaron con electricidad, ahogamientos, me violaron y humillaron.

Estaba avergonzada, profundamente avergonzada.

Me decían apodos denigrantes, me dejaron encadenada al armazón de la cama sin colchón. Tenía frío, estaba sola y lloraba. Me interrogaron, golpes de nuevo. Rogué para que se detuvieran. Me vertieron agua con hielo en la cara. Me quedé en mi propia suciedad, ahogada en mi propia orina. No tuvieron piedad ni mostraron afecto alguno. No fue fácil, no fue divertido.

Pero fue una experiencia poderosa. Me cambió.

Al principio tuve miedo. Durante mucho tiempo no vi nada, mis captores nunca me hablaron, sólo me golpeaban sin descanso, nunca me dejaron saber cuándo estaban o no en la habitación. Eventualmente me quebraron.

A través de la humillación y la tortura, ellos me llevaron de un lugar de miedo a un lugar de aceptación, un lugar donde comprendí mi destino. Yo era de ellos para ser usada y no había nada que pudiera hacer al respecto.

Para entonces ya había sido degradada a algo menos que humano. Quedé en una jaula hasta la putrefacción. Ya no sabía qué hora era, qué día era. Mi cuerpo ya no era mío.

Yo trataba de mantenerme en una sola pieza. Un trozo de ropa, un pedazo de pan, cualquier cosa para no hundirme más allá de la realidad.

Pero ellos lo tomaron todo… el pedazo de pan, lo arrebataron de mis manos. Mi ropa, rasgada de mi cuerpo y cualquier momento de intimidad… denegado.

Y esa fue la parte más dura para mí. No los golpes o la tortura, la violación o la vergüenza… fue la crueldad.
Mis captores apenas permitían un momento para respirar de la tortura en curso. Cuando me administraban el agua, mantenían mi mandíbula abierta, forzándome a beber más de lo que necesitaba.

Al ser golpeada, me agarraba de una pierna, para no perder el equilibrio; sólo para ser pateada lejos. Me fue dada una manta por un tiempo, solo para quitármela luego, pero fue dejada suficientemente cerca como para verla.

Me obligaron a acostarme temblando del frío. Cada golpiza era difícil, cada nueva tortura era más exigente. Les dije que haría lo que ellos quisieran, ellos respondieron que ya lo estaban haciendo.

Rara vez me hablaron, sólo para amenazarme, interrogarme, o para decirme lo vergonzosamente puta que era.
Y tenían razón. Yo era vergonzosamente una puta sucia. Porque yo quería todo de esa experiencia. Yo quería acostarme por primera vez en una pila de mi propia suciedad. Yo quería ser humillada, violada hasta correrme una y otra vez sólo para tener el condón sucio en la cara.

Ansiaba tanto el toque humano que yo esperaba que fueran a violarme, porque eso significaba un nivel de cercanía humana que necesitaba desesperadamente.

Me encantó la degradación, la vergüenza. Yo estaba constantemente empapada. Cuando algo especialmente atroz iba a pasar, ellos se encargaban de comprobar y sentir mi deseo: riendo y asqueados por el pequeño juguete sucio.
Pensando sobre lo que podía ser ese fin de semana, creí que iba a estar aburrida durante los tiempos entre torturas, debido a que hubo muchos momentos en los cuales no pasó nada.

No estuve ni cerca. Bastante pronto empecé a quedar en un estado de trance cuando me dejaban sola. El llanto finalmente paraba y mi respiración se calmaba. Mi consciencia se perdía, hasta el punto en que hubo ocasiones en que mis captores se alcanzaron a preocupar porque no me movía en absoluto.

Y no pensaba en otra cosa que en ese instante. Esa habitación, ese momento.

No pensaba en las cosas que me acababan de hacer. No pensaba en mi casa o mi perro o mi vida fuera de esas paredes. Rápidamente las paredes se convirtieron en mi única realidad, la cama de alambres en mi nuevo hogar. La única cosa que realmente pensaba era en qué momento volverían y al principio me daba miedo, no quería que volvieran porque sabía que me iban a hacer daño.

Pero lentamente eso cambió. Empecé a esperar desesperadamente que volvieran porque los necesitaba. Yo quería mostrarles que podía ser buena y tal vez podría incluso tocar a uno de ellos o complacerlos en lo que quisieran… Tal vez me dejarían tocarlos.

Al final de todo, me quedé por mucho tiempo boca abajo y sin moverme. Como fuera que ellos me dejaran, me quedaba en esa posición. No quería enfadarlos, quería mostrarles que podía ser buena…

Estuve ahí tirada durante mucho tiempo y de pronto se hizo la luz y alguien entró a la habitación a decirme: “eres libre”.

Y luego se fue.

Y me quedé ahí, fría, tiritando, sola. Finalmente libre.

Pero no me podía mover.

Una breve nota al margen: Esta fue una experiencia muy poderosa, horrible, sexy, sucia y maravillosa para mí. Creo que sigo lidiando con eso, pero no siento sino calidez en mi corazón hacia mis secuestradores. Me dieron exactamente lo que quería (y mucho más) y soy muy afortunada porque estaban dispuestos a hacer realidad el sueño de este pequeño y sucio juguete sexual. Así que sí. Gracias.

Historia original: https://fetlife.com/users/1769826/posts/3345837

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Prejuicios, bajas expectativas y un mundo dominado por depredadores la confunden y la cohiben de recorrer los caminos como aquella niña indefensa que conoce los peligros pero aún así decide adentrarse a recorrer el bosque. 


En ocasiones a oscuras, a veces, de día. Supone no hay diferencia o colores en un mismo mundo.


Ella se siente insegura, desconfiada, e incrédula pero aún así, se arriesga. Prohibición?, quizá. O su curiosidad es superior y sus fantasías, infinitas. 


El miedo a lo desconocido nunca ha sido un obstáculo, no sería el primero.


Llegaste sigilosamente como un demonio protector. Como una sombra en las tinieblas que ilumina el andar y da cuenta de cada piedra en el camino. Ilustras mi mente con tú conocimiento y experiencia. Haz sido viajero de éstos caminos por mucho tiempo pero tú forma, me atrapa, me seduce, me intriga.

Escuchas, intuyes y recoges las semillas. Sabes donde y cómo sembrarlas exactamente. No burdo o explícito. Sutíl y sigiloso. Como un tigre que quiere devorar a su presa pero disfrutando de la cacería. Un ser sádico que goza del sufrimiento de su presa y a la vez la lame suave delicadamente, saboreando, disfrutando cada centímetro.


Y es que ella era una niña perdida en sus lúgubres deseos, sin motivación alguna, o reconocimiento de sus hazañas hasta que llegó su Daddy y la cobijo en un mar infinito de ideas con la única satisfacción de obtener un objeto pensante, con carácter y fuerte mentalmente. Sin historias falsas de relaciones mágicas que transforman vidas, sin idealizaciones, sin endiosar a ninguno. Entendiendo que cada uno es persona mortal pero que cada uno posee cualidades que los hacen únicos.


Daddy toma forma humana y con el foco de luz, alcanza su mano y le enseña a saltar entre avismos, a soportar piedrecillas y a dejarse llevar por sus sentidos. La invita a cerrar sus ojos, desnudar su alma, confiar por una vez y dejarse tocar, entera. Sin prejuicios, sin contemplaciones, sin miedos, libre. Allí en medio del bosque, en la oscuridad, le pide le complazca, le explica el por qué y para qué de cada paso y el objetivo del mismo. Transparentemente. Dispuesto a responder cada inquietud porque la desea toda, sumisa o esclava sadomasoquista. Pero segura, imponente, fuerte.


Aquella niña que vestía con trapos del cuello hasta los pies, cubriendo cada partecilla de su cuerpo, era ahora una hembra imperfecta sin temor a presentarse desnuda ante el mundo, o a dar rienda suelta a sus fantasías sádicas, humillantes masoquistas vouyeristas frente a las féminas y exhibicionistas.


De la mano con su Daddy, amada, fuerte, segura, protegida, anhela más, desea más, ruega por más...