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DomOctavio's Blog

Vuelvo a la carga con la serie de mecanismos de defensa de la mente y como estos están muy presentes en el desarrollo de los juegos.

 

El que vamos a tratar hoy es uno de los cumbre en nuestros juegos, es el mecanismo de defensa de racionalización. ¿Y en que consiste o como se manifiesta?:

 

Pues bien tenemos que partir de la base que la mayoría de actos no tienen una única motivación. La racionalización es el mecanismo que escoge aquella motivación que justifica el acto, sin que este entre en conflicto ético/moral, reduciendo la ansiedad que puede provocar una determinada conducta. La persona se convence a si misma de una manera ficticia, se da explicaciones a si misma para reducir la ansiedad que pensar que esta haciendo algo intolerable o irracional. O también se usa para auto convencerse de que una situación mala, es buena. De alguna manera es un engaño que nos hacemos a nosotros mismos para hacer algo que puede generarnos un conflicto.

 

¿Y como se manifiesta la racionalización en nuestros juegos?. Pues hay una manera muy gráfica y que todos conocemos, el ejemplo máximo de la racionalización aplicada a los juegos, son los: castigos.

 

Creando esa figura ficticia, de alguna manera hacemos racional el juego y evitamos que nos genere conflictos, con la moral y lo políticamente correcto. En el caso de la parte spankee, esa racionalización llega por el hecho de que ha cometido alguna tropelía que se merece ese “castigo” o “corrección” haciendo así mas asumible el mismo. Y en el caso del spanker, exactamente lo mismo, racionaliza su deseo de dar esos azotes, en el hecho de que estos son consecuencia de acto de la spankee y que se “deber” es corregir ese error.

 

Así que como veis, este mecanismo de defensa es fundamental en el devenir de nuestros juegos, diría que incluso es necesario para mucha gente.

No soy muy partidario de los ecuatoriales y demás, cada cual vive sus deseos, según su propio parecer y expectativas sin embargo, he encontrado estos diez pequeños consejos que me parecen muy de sentido común y que creo que vale la pena compartir. Son diez pequeñas sugerencias para conseguir que una relación de spanking funcione, aunque de algún modo se podría hacer extensivo a cualquier tipo de relación, lo cierto es que las características especiales del juego, obligan a trabajar un poco más algunos detalles. Y además me encanta la metáfora del spanking como viaje que nos dejan estas diez sugerencias para tener un buen viaje al mundo del spanking.

 

1. Tomate tu tiempo, las prisas no son buenas en este viaje, disfruta de cada uno de los pasos del viaje.

 

2. Viaja con seguridad; conoce a tu pareja de viaje, déjate conocer, comparte fantasías, muestra tus límites y comprende los límites de la otra persona.

 

3. No es necesario el equipaje en este viaje: Se tu mism@ en todo momento, los roles está muy bien para un rato, pero si tu intención es un viaje más largo, muéstrate siempre tal y como eres, no es necesario andar interpretando siempre.

 

4. Haz del viaje algo divertido: No es necesario estar permanentemente serio, ríe, bromea, quita trascendencia a las cosas, permítete reírte hasta del propio juego, haz que la intimidad y la desinhibición también consigan momentos solo de reír por reír.

 

5. Comparte tus impresiones sobre el viaje con tu compañer@: Este es un viaje que no se hace en solitario, no tengas miedos en compartir tus impresiones, emociones y sentimientos del mismo, con tu compañer@ de viaje.

 

6.Se paciente: No quieres llegar antes de tiempo al destino, piensa siempre que es un viaje en común y que habrá momentos, en las circunstancias obligaran a hacer alguna parada, a reponer fuerzas y descansar.

 

7. Aprovecha la oportunidad de crecer durante el viaje: Un viaje en compañía, siempre da la oportunidad de aprender, de ver las cosas con otros ojos y de experimentar nuevas maneras de viajar, aprovecha esa oportunidad que te brinda el viaje para crecer y experimentar.

 

8 Siempre que se viaja hay el riesgo de sufrir un accidente: Si eso pasa, úsalo como aprendizaje, toda experiencia incluso las fallidas, te pueden servir para definir lo que quieres y prevenir repetir errores en un futuro.

 

9. No compares con otros viajes: Cada nuevo viaje es una experiencia distinta, aunque repitas destino, no compares con viajes anteriores, ni con otros compañeros de viaje, date y da la oportunidad de vivir una nueva experiencia.

 

10. Recuerda siempre que no viajas solo: Este viaje al mundo del spanking es siempre un viaje en compañía, haz que sea un viaje divertido, íntimo, en constante comunicación y conexión con tu compañer@ de viaje, abraza esa maleta de sensaciones y quien sabe tal vez el viaje sea eterno.

Hace unos días, alguien me preguntaba porque no usaba casi nunca la palabra: dominación. Y tiene razón, uso poco esa palabra, de hecho es una palabra que mas bien me gusta poco, al menos en el sentido que se le da respecto a nuestros juegos.

 

Lo cual no quiere decir que no acepte o tenga claro, que en los mismos hay un componente de dominación/sumisión, pero al menos para mi limitado, circunscrito a un momento determinado, de todo un vinculo, por lo tanto no me considero ni mucho menos dominante. Otra cosa bien distinta es que pueda serlo, cuando la situación lo requiere, es mas que me guste y me excite “dominar”, pero que nadie se lleve a engaño, al menos a mi , lo que me gusta no es dominar a la persona, a mi compañera de juegos, lo que realmente me pone es dominar la situación, cuando creo que debo hacerlo. Puede que haya a quien sorprenda esta afirmación, así que voy a intentar explicarme.

 

L@s dominantes para cuales dominar a la otra persona, es el aliciente de sus juegos, se crean un efecto placebo, no puedes dominar a quien desea ser dominado, es así de claro le pese a quien le pese. Y vamos creo que es un evidencia que en los juegos D/s uno quiere dominar y el otro quiere someterse, ¿o no?. Entonces esta meridianamente claro, que quien se somete, sigue manteniendo el control de la situación aun sometiéndose. En nuestros juegos, bueno al menos en el tipo de juego que a mi me gusta, no se da ese deseo de sumisión, como diría Cuca “unas acatan, otras atacan”. Así que no te queda mas remedio, si quieres cumplir ese deseo de dominar la situación, que conseguir que tu pareja de juegos, te ceda absolutamente el control, vamos que tienes que trabajar para arrebatarselo, puesto que no te lo va a dar “ataca y no acata”, solo cuando consigues ese control, solo en ese momento se podría decir que si consigues esa dominación, que ademas es real, bastante mas real, que la dominación que te regala alguien que desea desde el minuto cero someterse, aunque en realidad esa sumisión, suponga toda una dominación de la situación, le pese a quien le pese.

 

Por eso no me gusta la palabra dominación y la uso poco. No aspiro a tanto, me conformo con llegar a dominar la situación cuando toca y así disfrutar con la sensación de en ese momento tener el control, de verdad.


Espectacular, deseado, extremo, agresivo, difícil… estos y muchos otros adjetivos llegan a la mente de los practicantes de BDSM cuando se toca el tema del látigo. Así que, con estas líneas trataré de arrojar un poco de luz acerca de este, por unos enaltecido y por otros satanizado, instrumento.

 

Primero definamos que en México utilizamos el término látigo (whip), para referirnos a látigos de una cola y el término flogger para látigos de muchas colas.

 

Estructura de un látigo

 

En términos generales podríamos decir que un látigo está formado por: un mango, un cuerpo trenzado (la parte principal del látigo), una caída (tira, generalmente de cuero que va sujeta al cuerpo trenzado) y un crack o chasqueador (comúnmente de hilo de nylon, pero puede ser de muchos otros materiales). Obviamente no todos los látigos de una cola se ajustan a esta conformación, como ejemplos tenemos al signalwhip que no tiene caída (el crack se une directamente con el cuerpo trenzado) o el escorpionwhip que no tiene ni caída ni crack (al final del cuerpo trenzado va el azotador).

 

Un látigo está hecho por hebras trenzadas de piel (tiras) alrededor de un alma central. Mientras más tiras tenga un látigo, más fuerte y flexible será.

 

El alma central de un látigo puede ser de muchos materiales (papel, cuerda, tela, etc.) lo ideal es que se trate de una tira de piel o, mejor aún, de balines de plomo conectados. Los balines agregan peso, lo que permite al látigo alcanzar una mayor velocidad.

 

Tipos de látigo más comunes

 

Existen varios tipos de látigos, pero me centraré en los 3 tipos que más fácilmente podríamos conseguir en EE. UU. (Tomo como referencia EE. UU. porque dicho país ofrece una mayor cantidad de proveedores de látigos de buena calidad, en comparación con las opciones que podemos encontrar en México).

 

Stockwhip: Tiene un mango largo (60-70 cm), el cuerpo trenzado es independiente al mango y va unido a éste por medio de tiras de piel -para determinar su largo se considera solo la parte trenzada (el mango, la caída y el crack son adicionales)-. Al contar con un mango largo, obtenemos mucha palanca, lo que lo convierte en el látigo más veloz y que más fácilmente crackea (claro, una vez entendidos y dominados los movimientos necesarios para manejarlo), pero también en el más impreciso para dar en el blanco.

 

Snakewhip: El mango y el cuerpo trenzado forman un solo ente que tiene la particularidad de ser muy flexible (incluso el mango puede enrollarse sobre sí mismo). El largo se considera desde el inicio del mango hasta el final del trenzado (la caída y el crack son adicionales). El tener un mango tan flexible casi no permite hacer palanca, por lo que los cambios de dirección son difíciles de realizar y da la sensación de ser un látigo pesado. Es el más difícil de dominar, pero tiene la ventaja de ser el más preciso para atinar a un objetivo.

 

Bullwhip: También en este tipo de látigo el mango y el cuerpo trenzado forman un solo ente; el mango es rígido y tiene una longitud de entre 20 y 30 cm, normalmente. El largo de este látigo se mide desde el inicio del mango hasta el final de la parte trenzada (la caída y el crack son adicionales). Podría decirse que es el punto medio entre un stockwhip y un snakewhip, con un mango mediano que permite una palanca adecuada; nos proporciona un balance entre dificultad de uso y precisión, siendo respectivamente intermedia y buena.

 

El látigo mexicano

 

A pesar de que he buscado en diferentes tiendas, lamento mucho decir que no he encontrado en la ciudad de México un lugar que venda látigos de alta calidad, desconozco si en otras ciudades sería posible encontrarlos. Si le vemos el lado bueno a este hecho, es que el látigo que podemos encontrar en México es relativamente barato… pero, por lo mismo, limitado en su funcionalidad. Lo que encontraremos en el DF son látigos tipo bullwhips, que muy comúnmente tienen la particularidad de que el mango tiene un tipo de conector que le permite girar sobre sí mismo. Los que han llegado a mis manos son limitados en su capacidad de generar un correcto crackeo y con muy poco peso, lo que hace necesario aumentar la fuerza para generar la velocidad que permita mejorar el manejo y control. Una buena noticia: entiendo que Krystal de Sade ya está muy avanzada en sus trabajos y creo que muy pronto podremos tener látigos de buen desempeño en el DF.

 

Látigos de piel

 

Tradicionalmente los látigos están hechos de piel, la que comúnmente encontramos es:

 

Piel de canguro: Indudablemente la elección ideal. Es la piel animal más resistente que existe y su poco espesor permite aumentar el número de tiras. La gran desventaja es que esta piel tiene un alto costo.

Redhide: Es piel de vaca curtida mediante un proceso especial –que la dota del color rojizo al que debe su nombre- para que sea más fuerte y flexible para su uso en la elaboración de látigos. Genera un bonito y fuerte crakeo. Es menos costosa que la piel de canguro.

Piel de vaca: Piel fuerte que hace un látigo bueno y económico.

También es posible encontrar látigos de piel de camello y de búfalo,   dependiendo de la zona geográfica donde nos encontremos.

 

Látigos de nylon paracord

 

Un látigo también puede ser elaborado de nylon paracord. Partamos de la base,   que todo lo que se puede realizar con un látigo de piel también se puede realizar con un látigo de nylon. La desventaja está en que el látigo de nylon no emulará los estímulos al tacto y al olfato que da un látigo de piel. Como contraprestación, los látigos de nylon tienen las siguientes ventajas:

 

Son más económicos que los látigos de piel.

Son más resistentes.

No requieren mantenimiento.

Se pueden mojar, e incluso se pueden usar mojados.

Por el momento lo dejaremos aquí, ya en la siguiente edición completaremos la información.


 

 

 

1.       Me amaré a mi misma sobre todas las cosas, incluso sobre mi Amo.


2.       Seré Sumisa, no SUMENSA ni SUTONTA.


3.       No me transformaré en sumisa por necesidad de seguridad y afecto. Tampoco confundiré BDSM con relación de abuso o codependencia.

4.       Sé decir NO.


5.       Leo y pregunto del tema. No me quedo con lo primero que me dicen sobre el BDSM. Me creo mi propio criterio.


6.       Seré responsable de la salud de mi cuerpo. Me cuido de las enfermedades y exijo condón si así lo deseo.


7.       Yo decido con quién, cuándo y dónde jugar. NO permito el acoso. Puedo decir claramente que no me interesa un juego con alguien.


8.       Si algo me asusta o mi instinto me dice que hay algo mal, ME ALEJO.


9.       Soy capaz de negociar y renegociar mis límites. Mi seguridad está ante todo.


10.   No me dejo chantajear si alguien me dice “si fuera sumisa, lo harías”. Tampoco hago cosas que no quiero y me hacen sentir mal sólo por dar gusto.

11.   No permitiré que NADIE me diga cosas que me hagan sentir mal; si me gusta la humillación es como parte del “juego”, no para que aplasten mi autoestima.


12.   No buscaré un Am@ para justificar mi “putería” ni para buscar que alguien me castigue por disfrutar de mi cuerpo teniendo sexo. Tengo la madurez suficiente para asumir mi sexualidad y cómo quiero expresarla.


13.   No teñiré las sesiones de romanticismo, cuando sé que son sólo eso, SESIONES. Si permito una buena sesión, no tengo porqué involucrar el corazón a menos que así lo haya acordado con el Am@. Soy lo suficientemente madura para entender que no hay “Amos Azules”.


14.   Conoceré al Am@ antes de sesionar con él.


15.   Tomaré todas las precauciones necesarias antes de una sesión: pediré referencias del Am@, le avisaré a un amigo dónde estaré. Negociaré previamente los límites. Estableceré mi palabra de seguridad.


16.   No me aíslo de mi mundo, ni dejo de hablarle a la gente sólo porque un “Am@” me lo pide. Si lo hago es porque yo así lo he decidido. Entiendo que el que me aíslen en contra de mi voluntad no es sensato, ni seguro.


17.   No permito que me tomen ningún tipo de imagen si apenas conozco a la persona. Soy consciente que si alguien me toma fotos o videos, éstos pueden aparecer en internet o en otros medios; en todo caso procuro tener una imagen del “Am@” en una circunstancia similar para que, en caso de que me quiera chantajear, no pueda hacerlo.


18.   Entiendo que no por ser sumisa debo de hablarle de usted a cuanto dominante se me ponga enfrente. Sé que los protocolos forman parte de los acuerdos entre el Am@ y la sumisa cuando ya tienen una relación.


19.   No tendré miedo de mostrar enojo o sentimientos propios. Si mi Am@ es real, me incitará a expresarme y decir lo que siento, no me ridiculizará ni me dirá que no puedo hacerlo por ser sumisa.


20.   Entiendo que ser sumisa no es igual a ser masoquista. No soportaré dolor en contra de mi voluntad, ni siquiera como castigo.

En mis juegos diría que hay tres tipos bien definidos de azotes, que aun formando parte de un todo, juegan un papel distinto y le dan a cada juego un enfoque diferente.

 

El primer tipo serian los que se dan por pura diversión y cuyo único objetivo es la búsqueda de una mutua excitación sexual. Estos no necesitan de desencadenante, ni ritual alguno.

 

El segundo tipo son los que yo denomino por “pecado venial”. En este caso serian su causante ciertas actitudes mas que actos en concreto, por ejemplo comportamiento orgulloso, nerviosismo, mal carácter…con lo que el objetivo de los juegos en este caso, seria el de aliviar esas tensiones, que provocan esas actitudes. En este caso, si hay un desencandenante y tienen que tener también su ritual, para que quede claro el motivo de llevarlos a cabo. Aunque también ese alivio de tensión del juego, va a terminar seguramente debajo del edredón.

 

Y el tercer tipo serian los de “corrección”. En este caso se busca o se pretende corregir un acto “real” y concreto. Un comportamiento nocivo o peligroso, el incumplimiento de una norma…En este caso, también hay un desencadenante y tiene que haber un ritual en consecuencia  a la gravedad de la “falta”, donde no pueden faltar una reprimenda, con su consiguiente azotaina y terminar con el tiempo de reflexión en el rincón. En este caso el objetivo no es sexual, aunque es cierto que toda la fase “consuelo” lo mas probable es que termine en la cama, no sera de inmediato, puesto que el objetivo es una corrección “real”.

 

Yo diría que los tres tipos, conviven en perfecta armonía dentro de los juegos entre mi pareja  y yo. No diría que hay ninguno preferido, simplemente se dan según las circunstancias. Y a pesar de lo que pueda parecer todos tienen su componente erótico, incluso los que parecen “educativos” tienen un especial erotismo, como el recordar después, lo que puede pasar, cuando se porta mal.

Una azotaina siempre tiene un doble objetivo, que se fusiona durante la misma: dolor y placer o más bien hacer de dolor un placer, pero la forma en la que se aplica puede variar mucho la supremacía de una sensación sobre la otra. Si se desea que predomine el placer, la azotaina debe de aplicarse de forma gradual, dándole la oportunidad a la carne de aceptar su entrega. Si lo que se pretende es potenciar la sensación de dolor, se trata de crear una coreografía, para resaltar el dolor y la humillación (dentro de un límite).

 

Para ello la posición de la azotaina juega un papel fundamental, si queremos que predomine el placer, una posición cómoda y relajada, es lo ideal, Cuanto menos se dobla la cintura, el relleno natural de las nalgas mejor absorbe el impacto, cuanto más se dobla la cintura, la piel y los músculos quedan más tensos y mayor es la picadura de cada azote. Entonces si buscamos una azotaina que potencie el placer no ha mejor posición que otk (sobre las rodillas), ya que permite un vinculación directa y además la sensación de luchar sin que tener que luchar contra la reacción instintiva de huida, para así concentrarse en las sensaciones que está sintiendo y transformarlas en placer. El contacto corporal directo que otorga esa posición es tranquilizador y relajante, ya no solo la palma de la mano, si no que la mano libre en la espalda o las piernas debajo provocan un contacto físico constante, eso lleva a conseguir un disfrute del dolor, permanecer en la cima del mismo, sin caer al abismo, que queda tapado por una bruma de endorfinas que difuminan la dualidad entre dolor y placer.

 

“Si la intención es que domine el dolor, la posición elegida será con la cintura más doblada, hay muchísimas posiciones con más o menos grados de inclinación, en este caso no hay sujeción de ningún tipo, salvo la orden de que debe mantener su posición hasta que se le diga, eso provocara una lucha entre la reacción de huida y la reafirmación de su presentación y cada segundo que permanece inmóvil aumenta la sensación de humillación y vergüenza. En cuanto a mí, el placer de control absoluto ante la escena es inigualable.

 

Cuando se azota potenciando el placer, los azotes se empiezan a aplicar de manera suave y progresiva, me gusta la idea de empezar con la ropa puesta, seguir por encima de la ropa interior, para terminar con la piel desnuda, haciendo pausas, para acariciar y comunicarse durante las mismas, esas pausas son fundamentales, para que la próxima tanda se genere una natural resistencia al dolor y se pueda aumentar el ritmo y la intensidad, conforme vayamos notando un aumento del dolor, esas caricias se pueden transformar en más íntimas, estimulando directamente la zona genital, mezclando así el ardor de los azotes, con el placer de la estimulación sexual, con el objetivo de mantenerse siempre en esa invisible frontera de dolor y placer, disfrutando de como la piel va mutando del ligero rosado al brillante escarlata.

 

Cuando se trata de potenciar la experiencia dolorosa hay una norma a tener en cuanta, el efecto de un azote, no puede diluirse antes de recibir el siguiente, tal vez la mejor manera de asegurarse esa sensación, es usar instrumentos, también hay que insistir en algunas zonas en especial, más sensibles, como el pliegue de las nalgas con los muslos. También se trata de aumentar la humillación y la vergüenza y contar los azotes por ejemplo es un buen sistema, ya que se toma conciencia de cuantos más tiene que soportar y de alguna manera es consorte de su propio castigo.

 

Una vez terminados los azotes, también debemos asegurarnos de una correcta vuelta a la normalidad. Dependiendo de la intensidad del juego, esa vuelta puede ser de muchas maneras, a veces basta con un abrazo o simplemente con tiempo de silencio para permitirle que ella sola vuelva al estadio inicial, otras puede derivar en sexo casi inmediato, en una larga sesión de caricias con la aplicación de cremas o refrescar la zona, algo que puede ser un placer en sí mismo. Otras veces se impondrá un periodo de cuarentena, que alargue psicológicamente el castigo, un tiempo en el rincón, la prohibición de aliviarse el escozor de ninguna manera, tener que sentarse en una áspera silla o incluso ser poseída en la misma posición de la azotaina, haciendo que a cada embiste las pieles choquen, la variedad de finales es muy amplia y debemos elegir el que mejor se adapte a las sensaciones que queremos crear.

Lo primero que tengo que decir, es que aunque alguien puede pensar que yo poco puedo hablar del dolor, salvo si es por empatía, mi rol en el juego es el de spanker, espero que cuando lea esto cambie de opinión.

 

El spanking es un juego mental, aunque al acto en si sea físico. Pero creo que nadie me pondrá en duda que si solo tuviera ese componente físico no tendría lógica, es cuando se pone la parte física dentro de un contexto, cuando a través del spanking también le damos salida a nuestras necesidades, deseos y anhelos, ósea que su influencia va más allá de las sensaciones físicas.

 

Mucha gente lo puede ver como un  juego de recompensas y castigos y yo me pregunto ¿exactamente que es recompensa y que castigo?, porque la distinción se me hace realmente difícil, así que tampoco me sirve, es algo más que pretender un castigo, para luego obtener una recompensa. Por lo tanto el dolor como sensación física es una parte del juego más, imprescindible, pero no definitiva, sin todo los demás no sirve de nada.

 

El spanking es también un acto erótico y por supuesto sexual, solo la intuición de  un juego es más que suficiente, para que todos nosotros sintamos excitación sexual y todavía no he tenido juego real, durante el cual yo y la otra persona no hayamos tenido una reacción corporal de excitación innegable.

 

Los  humanos somos seres sensuales, y hay una seria de sentimientos profundamente contradictorios que se gestionan en las mismas áreas de nuestro cerebro, sentimientos y sensaciones como el dolor, el placer, la ira, el miedo o la sensación de confort, podríamos decir que son hermanos de sangre y a poco que conozcamos como son los juegos, vemos que todos y cada uno de estos sentimientos aparecen durante un juego, pero es que además somos capaces de hacer algo más, podemos cambiar el significado de lo que sentimos según la experiencia y es ahí donde sobrepasamos la línea de lo meramente fisiológica, para adentrarnos en algo más profundo, la estimulación mental. Sin que se diera esa estimulación mental, lo más probable es que el acto físico nunca seria erotizado.

 

¿Y porque cuento todo esto? Pues para intentar explicar mi experiencia con el dolor, desde la distancia que mi rol tiene con el dolor físico. Porque esa es la única sensación, que no siento durante un juego, ni dolor ni placer físico, es todo mental, a diferencia de la parte spankee, que durante el juego tiene un desahogo físico, el dolor puede ser un eficaz desahogo físico, el spanker yo en este caso, siento miedo, siento confort, siento excitación….pero siempre todas esas sensaciones son gestionadas desde la contención. En un juego toda la fase previa del mismo, sirve para subir la tensión hasta el punto máximo, hay que generar ese deseo mental del que hablábamos para llegar a transformar la sensación física, pero el spanker lo hace desde la dominación y el control, no tiene la válvula de escapa de la parte física durante un juego y eso puede llegar a ser muy doloroso, no físicamente, pero si mentalmente, el dolor de la contención, aprieta y aprieta mucho a veces. Habrá quien piense que los azotes, pueden ser una forma de evacuar ese exceso de contención, pero se equivoca los azotes, son el máximo ejercicio de contención, que se puede dar en un juego, excitantes muchísimos pero nunca puedes permitirte dejarte ir del todo.

 

Y la prueba de ello es como llegamos a la final de un juego, ósea a ese momento donde podemos dejar la contención, porque volvemos a estar en un mismo plano. Solo hay dos finales posibles, en uno urge el desahogo sexual puro y duro, en el otro un punto de agotamiento placentero, de paz y comodidad muy visible, como si acabarás de salir de la ducha después de correr una marathon.

 

Cada vez tengo más claro, que spanker y spankee somos en realidad masoquistas, que mientras unos (spankees) expresan su masoquismo a través del camino recto, otros (spankers) lo expresamos paradójicamente a través del sadismo.

 

Para entender esto que en sí parece una extraña contradicción, solo hay que entender que todos disfrutamos tanto del acto, como de todo el contexto donde se produce el acto y el contexto puede ser tan doloroso como el acto en sí.


 

Pues voy a intentar compartiros lo que siento yo y lo que ocurre cuando se terminan mis juegos.

 

Sin duda lo primero que siento es calma. Una calma similar a la paz después de un orgasmo pero con el añadido que esa paz se dilata en el tiempo más allá de unos minutos. Puede durar horas e incluso si el juego ha sido muy intenso, tanto física como emocionalmente, esa paz interior me dura días. Hay otros juegos que, por la carga pícara y traviesa que han tenido, sigo guerrera e incluso quiero más.

 

Cuando se terminan los juegos, a ambos nos inunda una energía que bien nos hace sucumbir a Morfeo, bien nos excita aún más y nos lleva a otro tipo de juegos. Necesitamos tanto como deseamos colmar con caricias, besos y algún que otro mordisco tu piel y la mía. Te inunda el deseo tanto de frotarte las nalgas contra mi cuerpo como que lo hagas yo con descaro y alevosía. Pero también hay otras ocasiones en las que buscas cobijarte en mis brazos, estar junto a mí y nada más.

 

Eso es lo que ocurre y sientes en los momentos inmediatos a los juegos. Pero según pasan las horas y los días las sensaciones van cambiando, te inunda una sensación de seguridad sin igual. Te sientes radiante y llevas contigo una sonrisa tan especial como las marcas que te acompañan en las nalgas. Marcas que, unas veces sin querer y otras “sin querer queriendo”, se rozan con tu ropa, recordándote las travesuras con las que tú y yo transgredimos.

 

Me sientes tan segura que eres  capaz de “comerte el mundo”. Energía y optimismo se convierten en tus motores. Una energía que no dudaras en usar para hacer alguna que otra travesura, buscarte las cosquillas o disfrutar de un juego mental conmigo mediante una conversación banal.

 

Te sientes tan bien contigo misma y tan bonita que solo tienes ganas de ser para mí, y  de ser y de estar conmigo

Todo un juego de sensaciones, que bien podría narrarse así.

 

Nervios:Es ese torrente que fluye por tu  vientre, cuando te  dicen te voy  a azotar, nervios que se transforman en excitación.

 

Es la excitación física de saber que dentro de nada vas a estar en mis rodillas, medio vestida pero sintiéndote más desnuda que sin nada de ropa, sintiendo mi cuerpo caliente y como mis manos fuertes y firmes te tocan y te sujetan. Y excitación de pensar que cuando todo termine, nos reconciliaremos a través de nuestros cuerpos.

 

Es la excitación mental de saber que ya no tienes el control, que a partir de ahora, tu mente se bloquea para obedecerte, que te pongo a mi disposición, que soy yo  quien toma las decisiones sin consultarte, sabes que yo decido  como y cuanto, te  excita, es un extraño placer, como en un baile que me une a ti. Me excita esa sensación de confianza ciega y  mutua, no tenemos muy a menudo esa oportunidad de confiar a ciegas en alguien.

 Sé que te  va a doler, pero no te voy a hacer daño.

 

Miedo: Estas en mis rodillas, tienes el vestido levantado, tu ropa interior están a mitad de camino de donde deberían, sé que  notas la presión de mi mano apoyada en tu espalda, como paso mi pierna por encima de las tuyas, te  siento indefensa, sin ningún control de la situación, pequeña y vulnerable, eso da miedo, tu cabeza te  dice que luches, que me vayas!, pero  ese mismo miedo es a la vez atracción, porque a la vez sientes que cuido de ti, que nada malo me puede pasar, que todo va encaminado a sentir y a disfrutar, te siento totalmente comprometida contigo a pesar del miedo, te siento segura.

 

Dolor:Los primeros azotes duelen sobre todo por la sorpresa y la tensión, tu cuerpo esta tenso, pero a media que van cayendo te  relajas y toda esa excitación hace de anestesia, me relajo  y siento, poco a poco voy notando el calor que sube y reaparece el dolor, esta vez no se diluye, va en aumento, cada nuevo azote sube un poco más su intensidad y empieza a ser la sensación dominante, lo que invade todo y tu cabeza empiezas a suplicar en silencio que pare, vuelve la lucha, quieres poner las manos, gritar, pero no lo haces otra parte de cabeza  te pide que aguantes un poco más, que vivas esa experiencia, las sensaciones son contradictorias de nuevo, la impotencia de no oponerte, no casa con la excitación que moja tu entrepierna y finalmente cesan los azotes y solo notas picor, ardor que se irradia por todo tu cuerpo, necesitas coger aire profundamente, estas agotada.

 

Necesidad: Después de ese vacío de tiempo, empiezas a sentir nuevas necesidades que colmar, toda esa mezcla de sensaciones tensión, nervios y miedo han desaparecido, solo continua contigo el dolor, pero aparecen de nuevas, te siento pequeña, tierna y muy vulnerable, siento que  necesitas mis brazos, que te toque, que  te que acaricie, necesitas decir algo pero no te salen las palabras, a veces incluso tienes  ganas de llorar, sabes que tienes que esperar, a reordenar todas esas sensaciones, que necesitas un poco de tiempo de soledad sin que me  vaya. Enseguida el dolor y el picor que todo lo invaden, se vuelve un ardor agradable, tu cuerpo es todo ansia de placer, de experimentación, vuelves a ser consciente a sentir la excitación, esta vez mucho más lasciva y sexual, necesitas que te haga mía, sentir otra vez mis  manos, mis  dedos y otras cosas corrompiendo tu cuerpo, volver a sentirte mía de otra manera.

 

Paz:Es la palabra que mejor describe, el final de todo este carrusel de sensaciones, es lo que sienten nuestros cuerpos y  mentes después de un juego, una sola palabra: paz. Después de toda la guerra de sensaciones que acabamos de sentir, todo termina en paz.

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