Hace unos días, alguien me preguntaba porque no usaba casi
nunca la palabra: dominación. Y tiene razón, uso poco esa palabra, de hecho es
una palabra que mas bien me gusta poco, al menos en el sentido que se le da
respecto a nuestros juegos.
Lo cual no quiere decir que no acepte o tenga claro, que en
los mismos hay un componente de dominación/sumisión, pero al menos para mi
limitado, circunscrito a un momento determinado, de todo un vinculo, por lo
tanto no me considero ni mucho menos dominante. Otra cosa bien distinta es que
pueda serlo, cuando la situación lo requiere, es mas que me guste y me excite
“dominar”, pero que nadie se lleve a engaño, al menos a mi , lo que me gusta no
es dominar a la persona, a mi compañera de juegos, lo que realmente me pone es
dominar la situación, cuando creo que debo hacerlo. Puede que haya a quien
sorprenda esta afirmación, así que voy a intentar explicarme.
L@s dominantes para cuales dominar a la otra persona, es el
aliciente de sus juegos, se crean un efecto placebo, no puedes dominar a quien
desea ser dominado, es así de claro le pese a quien le pese. Y vamos creo que
es un evidencia que en los juegos D/s uno quiere dominar y el otro quiere
someterse, ¿o no?. Entonces esta meridianamente claro, que quien se somete,
sigue manteniendo el control de la situación aun sometiéndose. En nuestros
juegos, bueno al menos en el tipo de juego que a mi me gusta, no se da ese
deseo de sumisión, como diría Cuca “unas acatan, otras atacan”. Así que no te
queda mas remedio, si quieres cumplir ese deseo de dominar la situación, que
conseguir que tu pareja de juegos, te ceda absolutamente el control, vamos que
tienes que trabajar para arrebatarselo, puesto que no te lo va a dar “ataca y
no acata”, solo cuando consigues ese control, solo en ese momento se podría
decir que si consigues esa dominación, que ademas es real, bastante mas real,
que la dominación que te regala alguien que desea desde el minuto cero
someterse, aunque en realidad esa sumisión, suponga toda una dominación de la
situación, le pese a quien le pese.
Por eso no me gusta la palabra dominación y la uso poco. No
aspiro a tanto, me conformo con llegar a dominar la situación cuando toca y así
disfrutar con la sensación de en ese momento tener el control, de verdad.
El Muro