Algunos, pocos seguramente, estarán de acuerdo con este post, sin embargo, como aquí se trata de aportar algo, yo aportare mi punto de vista sobre el asunto. Puesto que desde "mi" punto de vista dentro de la Dominación se pueden dar tres variantes. Una Dominación Mental exclusivamente, una Dominación Física exclusivamente o una combinación de las dos, que es lo mas corriente.
Si van a los manuales de Psicología verán que muchas veces se confunde la Dominación mental con el Control Mental, que para el BDSM es preferible no confundirlos ni asociarlos. Porque? pq el control mental conlleva cambios en la personalidad.
Ahora salgamos de los manuales de Psicología y vayamos a "mi" manera de verlo. Entiendo como la Dominación Mental como la capacidad que tiene una persona para convencer a otra para que haga algo por y para esta primera. Es un tipo de manipulación? si, seguramente; pero también es algo que se ha de consensuar. Puesto que yo trato de convencer y la otra persona se ha de dejar convencer.
Si van también a los manuales de psicología, blog u otras fuentes, les relataran cientos de formas y técnicas para poder ejercer una Manipulación mental, pero este no es el tema, el tema es la Dominación Mental dentro del BDSM.
La técnica que para mi suele mejor funcionar es simplemente "saber escuchar" a la otra persona. Las personas son seres sociales por naturaleza y necesitan comunicarse, si se las escucha se las puede llegar a entender, llegándolas a entenderlas se puede llegar a tener un grado de "empatía con ellas" y teniendo un grado de empatía con ellas, se las puede convencer.
Que es escuchar?
A diferencia de oír, que simplemente es captar ruidos con nuestros pabellones auditivos, escuchar es prestarle atención a lo que se nos esta diciendo. Mucha gente cree que escucha o mas bien que las escuchan. No se engañen, ni se dejen engañar. Aquella persona que dice mm, ahh, aja etc mirándoles a los ojos y después de usted acabar de hablar lo primero que le suelta es: pues yo, yo creo, yo ....Esa persona no la ha escuchado, simplemente ha dejado que usted suelte lo que tuviese que soltar, para luego el apuntillar "su propio" punto de vista. El Ego domina su capacidad de percepción y se darán cuenta cuando de repente, si usted esta enfermo y le duele algo, a esa persona o le paso algo parecido o le duele mas o le duele menos, porque psicológicamente tiende a ponerse en un grado superior a nosotros. Para lo bueno o para lo malo.
Que es la empatía?
se entiende por empatía, o mejor dicho, yo entiendo por empatía, "la capacidad de ponerse en lugar de otra persona". Como antes, es imposible ponerse en lugar de otra persona si, yo me pongo en el lugar de la otra persona, es decir, si yo pido un consejo y alguien me dice: "si yo fuera tu" o "yo en tu caso haría...". Esa persona, ni antes nos escucho, ni se esta poniendo en nuestro lugar. Se esta poniendo ella (ego) en una situación que le hemos contado, pero actuando como ella, no como nosotros.
Para poder ponerme en el lugar de otra persona, tengo que saber como es esa persona y como creo yo que siendo ella actuaria. Es complicado, pero se puede lograr. Como? escuchando a la otra persona y aprendiendo de ella.
Dicho esto, pasamos al caso que nos ocupa, y diremos que la Dominación mental busca que se produzca un vinculo de dependencia emotivo-emocional con la persona Dominante. Dicho así, igual queda un poco fuerte, pero es lo que todo Progenitor busca en alguien a quien Protege.
Igual lo que voy a poner ahora no le gustará leerlo a muchas personas, pero ahí va. El/La Dominante capta la atención de un ser sumis@, este empieza a relatar "su" vida al Dominante, el Dominante escucha y al ser escuchad@, el ser sumis@ se siente confortable con esa persona que la escucha.
La secuencia de los actos suele ser esta:
El ser sumis@ busca la atención de quien escucha, quien escucha busca que se le preste atención, en cuanto cree que se debe modificar algo del carácter para mejorar los problemas del quien quiere ser escuchado. El ser sumis@ ve mejora en sus cosas cotidianas con estos consejos y "demanda, pide, quiere" mas de esa atención. Y ahí es cuando tenemos creado el vinculo creado. A partir de aquí, el ser sumis@ busca esa "gratificación" de ser escuchado pues para esa persona, nadie la "entiende" como quien la escucha.
Problemas? en principio ninguno, pues es un acto de adultos en el cual los dos, uno que quiere ser escuchado y alguien que quiere escuchar, se entrelazan para tener una conversación o algo mas.
Pero esa es la teoría, la realidad es que, puede haber gente manipuladora y puede haber gente que sea demandante de atención en ambos roles, ambas cosas son patologías y si no se esta bien del "tarro" es mejor no jugar con las personas, ni con sus sentimientos.
Cuando ya se ha creado el vinculo, lo de ir convenciendo a la otra persona, va poco a poco.
La Dominación Física creo que no hace falta que entre en ella pues esta relacionada con todo tipo de disciplinas, de las mas conocidas dentro del BDSM, como pueden ser el Spank, Bondage, pinzas, ceras agujas etc.
Para "mi" la Base de una Dominación Física es la Dominación Mental.
y ya para finalizar el tostón entramos en lo peligroso, el Control Mental.
Se entiende y "entiendo" el Control Mental aquellas pautas de conducta que conllevan modificación de carácter.
El Dominante Mental no busca cambiar la personalidad de su sumis@, pues es esto precisamente, su carácter y su personalidad, lo que le atrajo de el/ella. El Controlador Mental si busca ese cambio de carácter, a veces para hacerle su sumis@ ideal, a veces para hacer lo que se desea sin que " se rechiste o se queje" nadie.
Normalmente suele pasar que cuando alguien modifica la conducta de otra persona para hacerla la ideal, ya no encuentra aliciente en modificar nada, pues esta todo ya en lo ideal y esta persona que ya lo que suele pasar es que aburra. Esto suele pasar solo con los Dominantes? pues no, suele pasar en muchas facetas de nuestra vida y a nuestro alrededor, desde la mujer que hace a su marido que sea su marido ideal, como el jefe que crea a su empleado ideal, como aquel que quiere crear a su mujer ideal.
Cuando alguien se aburre de ese cambio, la parte mas débil emocionalmente, suele ser la perjudicada y en estos casos, muy perjudicada. Pues ha cambiado su forma de ser totalmente o en mucho para "agradar " a "otra" persona y ahora esta "otra" ya no encuentra aliciente en convivir con esa idealidad. Suele pasar que quien se aburre, se marcha y ..... que hace ahora la otra persona que ha modificado su conducta? en resumen amargarse, deprimirse etc.
pasa lo mismo cuando se modifica el carácter para "yo" Dominante hacer lo que me plazca sin que nadie me diga nada, pues al final, el resultado es que me aburro y la otra persona se queda "sola"
Otra cosa que suelen utilizar los Dominantes mentales que quieren controlar, es lo que se suele llamar "ausencia". Que es? pues, suele ser una putada, pues es como darle un caramelo a un niño, dejar que lo chupe un par de veces y quitárselo para escondérselo. Es decir, el Dominante "desaparece" sin poder contactar con El/Ella durante un tiempo variable, con lo que, la persona que "depende" emocionalmente del Dominante, se siente frustrado y a veces hasta perdido. Para que se suele utilizar? para reforzar ese vinculo de dependencia, pues como con el niño y el caramelo, cuando se le vuelve a dar, el niño no solo deja de llorar, sino que se pone el doble de contento.
En Resumen y para acabar, les hablo ahora a ustedes que empiezan:
Si te crees Dominante, no actúes con mala fe, pues ya ves las consecuencias emocionales que puedes crear a la otra persona y sobre todo, como dice el viejo dicho Español: "Manolete, si no sabes torear, pa que te metes?
si te crees sumis@, no te guies solo por lo que tu corazón de dicte, pues como ves, tu mente puede ser engañada. Tomate tu tiempo, conoce a quien puede ser "tu" Dominante, y cuando realmente ambas partes estén seguros de los pasos que dan, entonces si, avanti.
Firmado:
Ecero Dom
No soy esa mujer que anda por la vida mendigando cariño,
No me gusta la ropa de marca,
No tengo una colección de zapatos,
Muchas veces no alcanzo a maquillarme
No me preocupa cuántas calorías tiene un pastel, pues lo como y ya
Ni si una chaqueta luce demasiado masculina
Pues de eso si se, de tener los cojones que a algunos les falta.
Se lo que es caerse, sacudirse y levantarse solita.
También soy frágil, no se crean,
Necesito de las caricias, la cobija, tengo alma de niña...
Se ser amiga en las duras y las maduras, se escuchar, se contener, pero me quiebro y lloro a mares cuando le pasa algo a algunos de los míos
Ahhhh, pero pobre del que ataque a algunos,de los que quiero, pues conocerá a una verdadera leona enfurecida... No se metan con los míos!!!
De decepciones se mucho, pero soy de las que no se arrepiente de nada, sin esas caídas, no sería quien soy... Con los ladrillos que me lanzaron creé mi fortaleza, no me destruyeron, por el contrario, me fui fortaleciendo.
Soy tan cabrona, que agradezco detalles tan simples como contestar un post, o un buenos días, o un buenas noches, no necesito de grandes regalos...Quien está conmigo sabe que amo las cosas simples, los detalles...
Me da lo mismo que crean que una little, es tonta, inmadura o pedinche...
Yo se lo q es ser mujer, lo que es salir adelante, lo que es separarse con un hijo en el vientre, porque ningún pinche cabron, se iba a reír de mi, el engaño no me asienta...
Se lo que es sacar fuerzas de la nada.
Se lo que es caminar kilómetros, por no tener un puto peso para transporte
Quien me tenga, que me cuide, y no lo digo de soberbia, sino porque sé lo que me costó armarne muchas veces y aprendí a golpes a darme valor...
Se lo que valgo y lo que soy
Una niña en cuerpo de mujer... pero una mujer con cojones....
#Maffy
Sabemos que mi fantasía es rara pero estamso buscando a alguien que lo quiera hacer con ella dormida o borracha, ya lo hicimos una vez y nos encantó....
La lluvia tiene ese sonido constante, inminente, permanente. Es un manto de sonido que lo envuelve todo y las gotas infinitas bañan la casa, se estrellan en todo una y otra vez. Una y otra vez, una y otra vez. La habitación es cálida pero más aún su cuerpo desnudo y de pie frente al espejo. Un espejo largo como un ventanal la muestra de cuerpo entero. Su dueño la había desnudado y puesto a contemplarse a sí misma. Incómoda inicialmente le costaba verse desnuda, y lo primero que sus ojos buscaron fueron determinar imperfecciones, asimetrías, manchas, marcas, detalles que la avergonzaban. Se sonrojó completamente cuando su dueño se le acercó y le comentó suavemente al oído: “¿Los sentidos te averguenzan? Yo creo que no. Aceptarte te cuesta. Pero ahora sin un sentido mirarás con otros ojos. Como ya te dije, esta vez seremos dos”.
En ese momento con un pañuelo de textura suave empieza a cubrirle los ojos y ella siente de pronto que su piel adquiere otra temperatura. Trata de recordar la habitación. La cama, el par de sillas en una esquina, el espejo pero no tiene tiempo de mucho puesto que su dueño la coge de la mano y le conduce por la habitación. Ella siente sus pies sobre el piso, siente una ligera briza rozar su torso, siente su propia respiración que se acelera un poco. Después de dar unos cuantos pasos pequeños, un poco temerosa de chocarse con algo, siente que se detiene y escucha una puerta que se abre.
Entra otra briza de aire que le da de lleno en la espalda. Quiere voltear como si no tuviese sus ojos cubiertos, como si quisiera mirar a través de la tela que ha dejado todo oscuro para ella. Escucha susurros y siente que se le acercan. Su dueño le dice al oído otra vez: “A él se le tiene prohibido hablar y a ti también se te tiene prohibido hablar salvo la palabra de seguridad”.
Ella asiente con la cabeza y su dueño le dice al otro sujeto que se acerque. Escucha nuevamente susurros y sin estar prevenida siente que algo se le acerca al cuerpo, no sabe si son sus manos, no sabe si es un objeto hasta que siente esa corriente de aire que solo podría ser de la respiración humana. ¿Será la boca?. No lo es, por su espalda siente una filosa, amenazante, curiosa, expandida nariz que la olfatea. Le olfatea el cabello, siente que se mueve como un pájaro alrededor de ella, olisqueando su cuello, sus senos, su vientre. Siente el roce de la punta de la nariz bajando hacia su sexo donde se detiene y aspira profundamente como si quisiera retener ese aroma. Continúa por la cadera y las piernas hasta que se detiene y siente unas manos que la fuerzan a inclinarse hacia adelante. Esas manos hacen que sus manos se recuesten sobre la cama y la dejan en posición inclinada con la cola empinada. Nuevamente las manos le indican que abra las piernas y ella obedece. Y otra vez, esa nariz, esa nariz empieza en las caderas y busca otra vez su sexo que se entremete entres sus labios vaginales. Una ligera cosquilla le hace ladearse y sonríe pero una palmada certera le hace quedar quieta otra vez. La nariz pasa a olfatearle el ano y sube por su espalda. Siente otra vez ese cosquilleo pero se aguanta para no recibir otra nalgada. La nariz se aleja y es puesta de pie nuevamente, erguida. Mentalmente ella se ubica nuevamente en la habitación. Sabe que frente a ella está la cama, sabe…. de pronto siente en su boca otra boca. Un beso imprevisto, se posa en su boca y mueve los labios. Ella inicialmente no sabe si son los labios del otro sujeto o son los labios de su dueño pero rápidamente reconoce la forma de besar de su dueño. Una forma suave inicialmente y luego con esa lengua curiosa que le gusta abrirle los labios, con esos dientes que la mordisquean. Es un beso largo y apasionado que continúa hasta mordisquearle el cuello, besarle los hombros, y en ese afán siente otra boca que empieza a besarla desde la espalda bajando hacia sus nalgas. Y la otra boca se detiene en sus senos turgentes y juega con sus pezones que están super sensibles y siente, las bocas que la recorren, siente el aliento caliente de los corazones excitados. La presión de los dientes en sus pezones, ella suspira, y también se agita. Siente el otro rostro hundido entre sus nalgas, y una lengua pequeña, apenas perceptible queriendo lamerle el ano y un poco la vagina. Ella no sabe si inclinarse o quedarse quieta puesto que su dueño, piensa ella, está ocupado con sus senos, mordiéndolos a su antojo pero la otra boca pareciera padecer entre sus nalgas y se imagina el rostro. Piensa, y si presiono las nalgas para complicarle la tarea, o si trato de adivinar cómo es su rostro con la sensibilidad de mis nalgas. Se le dibuja una sonrisa en la mente y quizá en el rostro pero siente que le jalan el cabello y escucha la voz de su dueño que le dice: “de rodillas perra…”
Ella obedece en el acto y siente su peso sobre sus rodillas y no sabe qué pasa hasta que una mano le toca con curiosidad sus labios y mete un dedo que ella chupa con recelo. No es el dedo de su dueño, es un dedo más largo y delgado que el de su dueño. De pronto imagina al sujeto como alto y delgado, como huesudo y sintió algo de incomodidad pero no tuvo tiempo de seguir reflexionando puesto que de pronto sintió en su boca entrar una verga que en el acto ella reconoció como la verga de su dueño. Para ella siempre le pareció adecuada, ni larga ni corta, ni gruesa, ni delgada. Saboreó la verga de su dueño mientras sentía otra vez esa otra boca mordisqueando sus hombros mientras la verga de su dueño, entraba y salía de su boca con frenesí. Y ella sentía su respiración entrecortada cuando entraba toda la verga en su boca, sentía la punta asomarse por la garganta y sentía su saliva, sus ojos que en la oscuridad lagrimeaban. Y de pronto la otra boca desapareció. No sabía si se habría retirado o se preparaba para otra cosa. Hasta que sintió que la ponían en cuatro y otra vez esa boca concentrada en sus caderas y sus nalgas. La verga de su dueño otra vez se acomodaba para que ella pudiera chuparla y lamerla una y otra vez y estaba en ese trance cuando sintió como una electricidad que le recorriera su cuerpo una mordida certera en la nalga, una mordida profunda y con fuerza. Ella lanzó un grito de dolor pero fue reprimida con una cachetada que le propinó su dueño gritando: “silencio!!!”. E inmediatamente sintió que su dueño hundía su verga en su boca y ella dio un par de arcadas pero no fue impedimento para que su dueño siga penetrándole la boca. Y la otra boca seguía hundiendo su lengua en su ano y su vagina. Era placentero pero no podía más con la verga de su dueño en su boca y otra mordida profunda en el muslo la hizo estremecerse otra vez pero no hizo ruido alguno. Otra vez le jalaron el cabello para ponerla de rodillas otra vez. Su boca salivaba bastante y trató de incorporarse pero sintió otra verga en su boca, más pequeña y gruesa que entraba con fuerza. Pero esta verga no le daban arcadas pero su le cubrían toda la boca, no le dejaba respirar bien. La sentía rugosa y gruesa llenándole la boca. No podía repelerla sino degustarla y sentirla diferente hasta acostumbrarse hasta que esa verga salió de su boca y entró la otra verga, la de su dueño quien arremetía profundamente y otra vez las arcadas y esas lágrimas en la oscuridad que le hacían sentir diferente. De pronto parecía que no estaba ciega sino que había cerrado los ojos porque quería ver más, quería sentir más. En ese razonamiento estaba y sentía las dos vergas turnarse en su boca, cada una a su ritmo, cada una con su sabor, cada una ensalivadas por ella. Pero otro tión de su cabello la desubicó completamente. Se sintió llevada, dirigida, arrastrada hasta que sintió el borde de la cama donde fue tumbada boca arriba. Unas manos fuertes le abrieron las piernas y sentía que encima de ella alguien se acomodaba hasta que sintió los dedos de su dueño que le abrían la boca y sin contemplación otra vez su verga que se metía a profundidad. Y la otra boca arremetía con su lengua buscando la profundidad de su vagina. Con todas esa emociones no sabría si sentirse dichosa o apabullada de sensaciones. Esa boca indiscreta e impetuosa que le sorbía sus líquidos, que succionaban su clítoris con fuerza, que se hundía entre sus labios buscándola, lamiéndola, olfateándola. Y la verga de su dueño ensartada en su boca, ella también lamiéndola, también tratando de sorber esas gotitas que ella imagina transparentes que salen de la cabecita de su verga. Sentía su cuerpo hervir de sensaciones, sentía su vagina muy húmeda y mojada y no sabía si eran sus líquidos o la saliva de la otra boca. Pensar, es algo complicado cuando tus sentidos están disparados a todos lados y las sensaciones la inundaban por completo. No sabía si eso era un orgasmo o solo un estertor de placer hasta que de pronto escuchó a su dueño decirle. “faltan otros sentidos, no te desaparezcas…”
D.
Voy manejando mi carro por el centro de la ciudad. Suena el celular, y contesto rápidamente: es mi dueña.,al sentir su voz, pienso que debe ser urgente para que se haya dignado llamarme. Me tiene aleccionado para que cuando ella diga aló, yo reconozca su voz y le conteste: A sus pies, mi ama! De lo contrario, ella me castigará. Me excita y causa temor el pensar que se enoje conmigo, y trato siempre de no darle motivos de disgusto.
- ¡Aló, a sus pies, mi ama.!contesto.
- Mira, mi sirviente: Necesito que estés hoy en el Hotel Hilton a las 9 p.m.. Una de mis jefes viene del exterior hoy y le ofrecí un sirviente para que pase varios días sirviéndola y así olvide el stress del trabajo. Es muy importante para mí, ella es un poco mayor y mi futuro depende de que se sienta satisfecha del servidor que le voy a prestar. Obedécela en todo. No quiero quejas ni reclamos de ella , al mínimo disgusto de su parte, te castigaré y te arrepentirás. Si lo haces bien, a lo mejor te permito que me beses todo el cuerpo y me chupes donde sé que te gusta., ¿entendiste, bruto?
- Si, mi señora, le contesto, lo que Ud. ordene! Ud. dispone de mí como lo desee le contesto.
- Bueno, ya sabes, a las 9 p.m. preguntas en la recepción por la Srta. Camila Sterling, diciéndole que vas de mi parte. ¡Ahora, apúrate, que mi tiempo sí es importante!,despídete con respeto!
- A sus pies, mi señora
- OK: Chao.
Paso toda la tarde en medio de una gran expectativa, porque no imagino como puede ser esta dueña ocasional que me envía mi ama, y porque tengo miedo de fallar y no poderles cumplir. Salgo del trabajo hacia la casa, y no tengo tiempo de comer. Regreso al centro y llego al Hotel justo a las 9.55, con temor de retrasarme y ser castigado. Hay una muchacha en la recepción. me mira de arriba a abajo y me dice:
- La señorita Camila lo espera en la Suite 422.Me dejó dicho, que al llegar Ud. Lo envíe. Que entre, se siente en el living y la espere mientras ella puede salir.
Subo, entro a la suite, al encontrar la puerta abierta y llego a un pequeño recibidor con varias silla, sofá, mesa y revistas en las esquinas. Hay un ambiente de oscuridad, un solo bombillo lateral alumbra el espacio. Dos puertas separan este salón de un salón más grande en el que otras puertas deben ser habitaciones. Me siento en una de las sillas, inmóvil y espero al menos diez minutos. Luego, las puertas se abren de repente y aparece mi ama ocasional.
Camina lentamente, con mucha seguridad y altivez que se deben al hecho de sentirse hermosa y además con poder sobre las personas. Tiene el pelo largo, rojizo, una edad entre los 35 y los 40 años y una elegancia de aquellas personas acostumbradas a lo mejor. Observo en todo su cuerpo una piel suave, con pecas y vellos amarillos en las partes visibles. Viste un vestido negro y ceñido donde se observa claramente la marca de unas tangas , sin nada arriba. El vestido es corto, al agacharse se notan sus senos y al caminar observo sus rodillas redondas y hermosas. Calza zapatos de tacón altísimo con bastante facilidad a pesar de la alfombra gruesa que cubre toda la suite. Se dirige hacia mí con cara de enfado, me mira lentamente, y me ordena: ¡De pie! al mismo tiempo que bate sus palmas para reforzar la orden. No me saluda ni me hace ningún gesto de cortesía.
Me levanto un poco nervioso y asustado. ¡Acércate! su voz es delgada y delicada y no corresponde a una mujer de su edad. Parece la voz de una quinceañera mimada y caprichosa. Pero sus gestos y ademanes son muy autoritarios. No me sonríe. En su rostro se nota el hecho de saberse superior a mí y lo disfruta.
- Tu ama me ha prestado su juguete. Me ha dicho que eres un sirviente bastante entrenado, me dice, si lo hizo bien debes saber que las amas no permitimos miradas directas hacia nuestra persona. Yo no las tolero, a menos que te lo pida directamente. Eso debes saberlo. No tienes ningún derecho de observar a tu ama y menos mirarla a la cara como lo has hecho. Tu mirada cuando estés frente a mí, debe apuntar al suelo, a mis zapatos, ¿entendiste, sirvientillo? Yo sí soy estricta y parece ser que mi amiga no te ha entrenado lo suficiente. ¡Acércate más!
Me acerco otro poco más y siento su perfume, cuidando ahora sí de tener la mirada en los pies de mi ama. Siento una cachetada fuerte en una mejilla y sin reponerme de la sorpresa, otra en la otra mejilla. Las siento calientes y me arden. Todo fue inesperado.
- Ahora, arrodíllate, y me lambes los zapatos uno por uno como agradecimiento por mi trabajo de corregirte.
Me arrodillo rápidamente sintiendo todavía el ardor en mis mejillas y comienzo por su zapato derecho. Lo acerco con mi mano y veo que cometí otro error.
- No me toques, animal , ni siquiera los zapatos sin mi permiso. Debes besarlos y chuparlos como puedas, aunque yo me mueva . Ese es tu problema y más vale que lo hagas bien.
Acerco mi cara al otro zapato y comienzo mi labor aunque de verdad, los zapatos se ven relucientes. Me canso en esa posición y trato de levantarme pero eso la enfurece otra vez.
- ¡No te he dicho que te levantes, flojo y bruto! ¡Continúa hasta que yo
te lo diga!
Sigo con el otro zapato por la punta, el tacón y los lados. Ella aparta sus pierna un poco para permitirme besar la parte interna de sus zapatos entre uno y otro. Cuando está satisfecha, levanta un pie, lo apoya en mi hombro y me empuja bruscamente hacia atrás. Es repentino y caigo violentamente sobre mi espalda. Entonces, la veo sonreír. ¡Yo, la divierto, por fin! Eso me agrada porque tengo que complacerla ,no debo hacer enojar a mi ama y no quiero que me castigue. Me incorporo con la cabeza agachada, esperando que ella se dirija a mí recordando que no debo hablarle si ella no me habla primero.
- ¡Así me gusta, pedazo de esclavo! Vas aprendiendo que eres un objeto que me prestaron hoy y no tienes derecho a hablar, opinar, a moverte, ni mirarme si yo no te lo autorizo, ¿entiendes?
- Sí mi ama, entiendo.
- Quédate quieto mientras regreso, me dice, y sale hacia la cocina.
La veo de reojo regresar colocándose guantes de látex en las manos. Comienza a explorar minuciosamente mis genitales, con ojo crítico, lentes una seriedad que me cohíbe.
- Todo lo que tengo en las manos me pertenece ahora y lo voy a utilizar para divertirme y creo que lo haré cada vez que me venga en gana. Me divierte agarrar tu pequeño miembro, esclavo, me hace olvidar mis problemas de trabajo. Creo que mi amiga va a tener que cederme este esclavo cada vez que yo lo necesite, a lo mejor los fines de semana. Le preguntaré si no tiene objeciones para afeitarte todo este pelo que tienes por las bolas, no quiero que se enoje conmigo si te devuelvo así, rasurado y ella no lo desea. Ahora, mientras yo te observo te vas a desnudar, y te dejas las medias y los zapatos, ¿ok?
Pasa para el salón de la suite, me dice abriendo las puertas que dan acceso a un salón grande con un enorme ventanal encortinado desde donde se divisa un paisaje marino totalmente azulado. Me señala un sitio en el centro del salón para que cumpla su orden.
¡Vamos, hazlo ya!, dice dando otra palmada de forma impaciente. Se sienta entonces en un sofá cruzando sus bellas piernas ,apoyando los brazos detrás de la cabeza mientras me observa apreciativamente. Ven acá, me dice, como llamando un perrito para darle comida chasqueando los dedos. Yo todavía no había empezado a desnudarme un poco aturdido por sus maneras autoritarias.
¡En cuatro patas! me grita viendo que yo me acercaba de pie. Al llegar cerca de ella, se acerca agarrándome la camisa por los costados y de un tirón, la rompe botándole algunos botones, luego empieza a rasgarla con determinación hasta quitármela toda violentamente.
- ¡Fuera toda esa ropa! ¡Dame las gracias por ayudarme a desvestirte!
- Gracias , mi ama, le digo.
Abre la boca ahora, me dice mientras se quita un zapato de su pie derecho y me mete el pie totalmente hasta la garganta de un solo envión. Lo tiene un rato hasta que me siento presionado y sin aire, luego de lo cual lo saca con la misma fuerza.
- Ahora, lo vas a tomar en tus manos con delicadeza, y poco a poco vas a besar palmo a palmo todos los dedos, pasando la lengua con cuidado por las separaciones , no olvides la planta de abajo, el tobillo y tómate tu tiempo, animal, porque esos pies que tienes en las manos merecen la mejor atención de una bestia como tú.
Comienzo y durante un largo rato me concentro en chupar cada dedo que tiene uñas muy cuidadas y rojas, sintiendo un saborcito un poco salado pero agradable. Además, es un pie pequeño y bello. A la altura del tobillo tiene una cadena delgada que lo envuelve dándole un toque de gracia. Parece satisfecha observándome mientras se oye el chasquido de mi lengua. De reojo la veo recostarse en el sofá , con sus bellos ojos apuntando al techo y deja escapar un suspiro. Siento que disfruta mi trabajo y el hecho de tener totalmente humillado a sus pies a un sumiso dócil, y complaciente. Yo dentro de mí agradezco que se digne permitirme tomar sus pies, besarlos y acariciarlos. Me siento en éxtasis y quisiera que se prolongara mucho tiempo. Pasa un largo rato y voy perdiendo la noción del tiempo, porque este bello pie me excita mucho.
Luego de un rato, siento un tirón fuerte en el pelo y la vocecita acaramelada de mi ama :
- ¡Empieza con el otro ,veo que te estás emocionando!
Agarro el otro pie y empiezo a repetir mi labor, viendo que le agrada mucho y procura no demostrármelo, Al cabo de un largo rato, me ordena:
- ¡Basta ya, es suficiente. Levántate porque esas rodillas ya no te deben aguantar! Camina hasta aquella esquina y te vas quitando el pantalón y el interior, pero te colocas luego los zapatos, dándole la cara a la pared.
Me quito el pantalón, el interior y me dejo las medias luego me coloco los zapatos. Pienso que ella me verá así un poco más ridículo, desnudo totalmente, pero con medias y zapatos. Se acerca y me ordena acostarme sobre el espaldar de una silla, con las nalgas en alto y las manos apoyadas en el piso. Mis pies quedan colgando y así siento expuestas todas mis partes íntimas a su disposición.
- Para mi gusto prefiero todo esto sin pelos, ni obstáculos para poder jugar.,creo que te voy a rasurar completamente si mi amiga lo autoriza. Ahora, prepárate porque te voy a calentar esas nalgas con mis manos. Lo haré porque quiero sentir el calor y porque espero con ello demostrarte que soy una ama estricta y te voy a domesticar a mi gusto, eso me encanta. Además, serás entrenado para recibir mis azotes o palmadas aunque no
haya razón ninguna.
Al decir esto, empieza a darme fuertes palmadas en ambas nalgas alternativamente, siento el ardor y parece que a ella le gusta porque lo hace más rápido y con más fuerza cada vez. Sólo se escucha el sonido y su respiración jadeante. El ardor se mezcla en mí con una sensación de placer por saber que mi ama lo disfruta y le pertenezco por ahora. Al cabo de un rato se quita los guantes para sentir en sus manos el contacto directo con mi carne. El ardor es bastante fuerte y siento que sus golpes aumentan de intensidad a cada momento.
- Tienes unas nalgas bastante blancas: pero cuando yo termine, estarán totalmente rojas. Debes acostumbrarte a mis palmadas porque eso me divierte , me excita y me relaja, y porque es parte de tu entrenamiento como sumiso de mi propiedad.
Al decir esto, siento que aparta duramente mis nalgas con las manos ordenándome:
- Coloca tus manos una en cada nalga y las abres todo lo que puedas, manteniéndote así hasta que yo te lo ordene. ¡Ya!
Siento su orden acompañada de otra palmada. En la posición en que me encuentro y con lo adoloridas que siento mis nalgas, se me hace difícil obedecerla. Pero aún así, lo hago apartando mis nalgas todo lo que puedo. Siento cerca su respiración mientras me examina detalladamente.
- Me encanta ese huequito virgen. Desde ahora, es mío y debes saber que lo voy a acostumbrar a mis caprichos . Ahora, vas a caminar con mucho cuidado y te arrodillas aquí a mis pies porque te voy a dar unas instrucciones: ¿O.K? ¡YA!
Así lo hago, me bajo con cuidado de la incómoda posición con ardor en las nalgas y una extraña sensación en mi recto.
- Estas son mis órdenes: vas a limpiar mi cuarto. vas a tender la cama, cuidadosamente , vas a lavar minuciosamente el baño , vas a guardar la ropa que he comprado y vas a lavar mis pantaletas y sostenes. Quiero el trabajo bien hecho. Si encuentro algo que no me guste, vas a ser castigado.
Me tiende un delantal bastante femenino.,con tira para amarrar y encaje en la parte inferior.
- ¡Colócatelo!
Lo amarro a mi cintura, apenas me tapa el miembro y por supuesto, mis nalgas quedan a su vista. Eso la divierte. Se acerca, me lo agarra fuertemente y con una palmada más finaliza su inspección.
- Mi sumiso debe ser además mi mucamo y mi sirviente. Hablaré con tu ama, mi amiga, porque de ahora en adelante te voy a entrenar con mucha dedicación y vas a tener que venir bastante seguido. Tengo mucho trabajo contigo para convertirte en el sirviente que necesito. Debes aprender a leerme el pensamiento, a obedecer rápidamente cualquiera de mis órdenes,, a estar dispuesto a mis pies en posición de saludo cuando me veas, a no hablar nunca si no te lo ordeno, a cuidar de mi cuerpo cuidadosamente. Y además, a atender mis reuniones con amigas sobre negocios. Quiero exhibirte obediente , pero lo haré solamente cuando vea que estás totalmente domesticado. Luego, tomaré control total sobre tu miembro y no vas a botar ni una gota
de semen sin mi permiso.. Con el control cuidadoso que voy a llevar, sabré si me has desobedecido. De ahora en adelante, cero masturbación sin mi permiso, y mucho menos sexo con nadie a menos que yo lo autorice, entendiste, ¿tonto?
- Si, señora, como Ud. disponga.
- Ahora, de doy dos horas para que realices tus labores en mi cuarto y con mi ropa. Voy a estar en la sala examinando unos papeles de trabajo. Si escuchas una palmada, es señal de que algo se me ofrece. No quiero repetir mis instrucciones nunca, porque eso me molesta. No me importa qué estés haciendo: cuando escuches la palmada, corres donde yo esté. Y, para mí, no tienes nombre. Eres mi cosa, mi propiedad. No esperes que te llame de ninguna manera, sólo los golpes de mis manos son el sonido que debes reconocer como tu llamado, por lo menos mientras estés entrenado, domesticado y te hayas ganado tu nombre. Cuando llegue ese momento, te llamaré como me plazca...