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La Dominación/sumisión (D/s) es un tipo de relación alternativo, en la cual, un Dominante, controla las acciones, emociones y destino de una sumisa. 

Un aspecto interesante es que una relación D/s no tiene por qué hacer referencia al sexo intrínsecamente, aunque no es descartable.

El Dominante seduce a su sumisa con su poder, la sumisa seduce a su Dominante con su humildad y servilismo.

La relación D/s consiste en dos personas adultas que mutuamente consienten en tener este tipo de relación y acuerdan que una de ellas toma el rol controlador, dominante, y la otra, la sumisión, el rol controlado.

Como en cualquier otra clase de relación, es una vía de dos sentidos, aunque a los no iniciados pudiera no parecérselo, es decir, ‘quid pro quo’.

El Dominante necesita a la sumisa de la misma manera que la sumisa necesita al Dominante, dependiendo el uno del otro para satisfacer sus necesidades. Cada uno de ellos tiene diferentes necesidades, que se definen con sus roles de Dominante o sumisa y los dos están satisfechos, aunque de diferente forma. Cada relación tiene su propia manera de vivirla. 

Cada relación D/s es diferente, aunque hay algunas reglas básicas que son universales.

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Rendirse no es perder. Es descubrirse. Es abrir el alma en un acto de entrega tan puro que trasciende el cuerpo y la razón. No es sumisión vacía, sino un sacrificio cargado de significado, un himno a la devoción.

Cuando un sumiso se rinde por completo, no lo hace por debilidad, sino porque ha encontrado un propósito más allá del ego. Su voluntad se convierte en un obsequio, su obediencia en un poema escrito en miradas y gestos. Ya no hay resistencia, solo el placer de pertenecer, de ser moldeado, de ser guiado con firmeza y deleite.

Es un viaje sin retorno hacia la libertad más auténtica: la de no cargar con la carga del control, la de confiar ciegamente en manos que saben exactamente qué hacer con él. Es el equilibrio perfecto entre deseo y destino, entre caos y disciplina, entre la más profunda vulnerabilidad y la más sublime adoración.

Porque rendirse, en su máxima expresión, no es caer. Es elevarse. Es volverse eterno en la voluntad de quien merece su entrega.

Hola a tod@:

Siguiendo con el post anterior y la reflexión sobre la sumisión.

Ante todo, como Dom se puede decir que no hay nada tan fantástico como poder conocer a una Mujer y sentirla totalmente tuya.

De todos modos, no es fácil.

Las principales dificultades se basan en el abandono progresivo de la voluntad propia.

Se terminó el tomar decisiones sin permiso, incluso las más nimias.

Después de un tiempo de prueba se puede pasar a un segundo nivel: el Dom empieza a probar, de la sumisa, que adivine sus deseos.

Se supera este nivel cuando se consigue asumir como propios los pensamientos de su Dom. 

Un paso más en la irreversibilidad de la pérdida de la propia voluntad para asumir la de tu Dominante.

Resumiendo: la sumisa pierde el libre albedrio y debe empezar adquirir nuevos hábitos de vida y de ocio, que dependen absolutamente de la voluntad de su Dom.

Saludos a tod@

1.No nos conocemos en persona, apenas un breve contacto por chat, solo sabemos lo básico el uno del otro, lo suficiente como para tirar la moneda al aire, lo deseamos y lo deseamos ya, ahora... La impaciencia te consume :
Un lugar neutro, esperas mi llegada en un hotel, durante la espera, habras tenido tiempo de preparar el encuentro según mis indicaciones. Musica, iluminación, tu ropa, etc etc.
Te hago esperar, tu impaciencia es mi forma de aumentar tu excitacion:
Llamo a la puerta, abres y súbitamente te empujo dentro,cerrando la puerta tras de mí, ya eres mia, ya no hay vuelta atrás....solo la incertidumbre de lo que está por venir.

2.Quedamos en un pub, pequeño, tenuemente iluminado, bebemos, hablamos, nos tentamos, mi reacción a las tentativas aumenta, gradualmente, un agarron del brazo o del muslo, una caricia furtiva, alguna orden pervertida ... Nos vamos, deprisa, sin tiempo que perder, llegar al coche, te atrapo entre la carrocería y mi cuerpo. Agarro tu pelo, te empujo dentro. Nos vamos, de camino a nuestro destino,paro , te saco del coche, te (varias posibilidades) , vuelvo a meterte en el coche. Repito la acción anterior una vez mas? Quizá dos...tres?
Llegamos, no puedes ocultar tu estado,sientes vergüenza, estas muy excitada, quien te vea lo nota...
La noche continua,por fin , en total intimidad