es
  • Image 01

    ¡Descubre sensaciones completamente diferentes!

  • Image 02

    ¡Atrévete a cumplir tus fantasías más perversas!

  • Image 03

    ¡Encuentra a un amante que logre complacer tus deseos!

  • Image 04

    ¡Conoce los fetiches más secretos de las personas!

  • Image 05

    ¡Entra a un mundo lleno de erotismo y sensualidad!

  • Image 06

    ¡El camino al placer sólo depende de ti!

Blogs del usuario

Resultados de la búsqueda del tag: "relato"
Orionnorion H

Después de unos cuantos besos más tomo su top y se deshizo de el, lo mismo hizo con sus leggis y para su sorpresa no llevaba nada bajo ellos, su pelvis no estaba depilada al 100%, había vello en ella, sin embargo no era abundante, y sus vellos crecían como si a diario fueran peinados, lo cual lo excitaba aún más, la alzo en sus hombros de tal forma que sus piernas quedaran hacia el frente y su rostro hacia atrás a sus espaldas, la dejo caer sobre una de las bancas en la cual se postraba una barra con discos de peso a cada lado, acomodo sus piernas entre la barra y la banca de tal forma que sus pies lograba verlos acostada, se dirigio hacia la zona de calentamiento y tomo 3 de los lazos que allí se encontraban, con uno amarro ambos pies a cada costado de la barra y con los otros dos cada brazo al lateral de la banca impidiéndole el movimiento, su nalgas  quedaron levantadas, de tal forma que su acceso a su vagina era realmente fácil, saco la corbata de su bolso y vendo sus ojos, le planto un beso en los labios y mientras jalaba uno de sus pezones le susurro al oído- eres perfecta-  ahhh- solto ella sin poder contenerlo, rodeo la banca y llego al otro costado, paso su lengua por su vagina, de principio a fin, haciendola estremecer, lo cual provoco que flujo de su vagina saliera, se quedo observando su vagina, el como salia flujo de ella, lo recogio con su lengua probándolo, su sabor contenía una mezcla de dulce acido, de esos que te hacen querer más y más, su sabor era embriagante y delicioso, volvio a pasar su lengua por vagina, esta vez con un poco más de presión, repitió el proceso nuevamente pero está vez no se detuvo al llegar a la entrada su vagina, se abrió camimo dentro de ella, metiendola hasta el fondo -ahhhh - gimio ella, la saco y volvió a introducirla, una, dos, tres veces y continuo con el vaivén de lengua entrando y saliendo de su vagina - ahhh ahhh ahhh aaahhh- gemia ella con cada embestida, una de sus manos jugaba con su clitoris haciendo que los gemidos aumentarán, saco su lengua, con una de sus manos subio la piel cercana a su clitoris logrando un acceso directo a el, llevo su lengua a su clitoris y empezo a dar suaves lengüetazos mientras dos de sus dedos de la mano libre entraban en vagina, inicio a a hacer la seña de "ven" con ambos dedos dentro de su vagina - aaaaaahhahahahahhhhh, ahhh ahhh ahhha aahahahahah ahahahaha aahahha aaaaha ahahhha ahhha- gemia ella con cada ida y venida de sus dedos, su lengua aumentaba los lametones al mismo ritmo de sus dedos y gemidos de ella

Orionnorion Sep 14 '20 · Tags: relato, historia, gemidos
DomOctavio H

“Te parece si vamos a tomar algo cuando salgas”.

 

Alicia, lee el mensaje que acaba de recibir, medio  a escondidas (está en la oficina), contesta.

 

“Ok, saldré pronto si puedo, quedamos donde siempre, muuuuuaaaaaaks”.

 

Alicia sale a la hora de siempre, se monta en el coche y se dirige al lugar de la cita desenfadada, escuchando música y cantando a viva voz, apenas 15 minutos más tarde ya está aparcando el coche en el centro de la ciudad, un pequeño paseíto y llega al lugar de la cita, Sergio ya está allí, un abrazo y un beso, en forma de que ganas tiene de verte mutuo.

 

-Que tal el día mi niña?

-Uffffffff, no me hables, he tenido a mi jefe todo el día encima….

-Que pesadito esta últimamente….cada día me caer peor.

-No te preocupes….ya se le pasara….y tú que tal el día?

-Bien, con muchas ganas de verte y salir un rato…esta mañana cuando me fui estabas bien dormida.

 

Alicia, no dice nada, baja un poco la mirada y medio sonríe…

 

-Jooooooooooo, es que tenía mucho sueño, se esta tan bien en la cama.

-Valeeeeeeeeeeeee, todo el mundo tiene derecho a hacerse el dormido un día, pero princesa, no te acostumbres, ya sabes que no me gusta, después vas con prisa y de malhumor todo el día…

-Sí, de verdad, que si…

-Pues dame un beso

 

Alicia y Sergio se besan y juguetean un rato….

 

-Y bueno, miraste lo del viaje?

-Ufffffffffffff, que va no he tenido tiempo

-No si ya veras, al final, nos quedamos sin reserva.

-Ya lo sé, pero ni  he tenido tiempo y tampoco me he acordado…

-Princesa, haberme avisado y lo miro yo

-Jooooooooo, no me regañes por eso ahora….ya lo haré!!!

-Pero si no te estoy regañando, solo te estoy diciendo, que si no puedes me lo digas y lo hago yo

-Pues no me he acordado ni de una cosa, ni de la otra.

-Alicia, si no puedes hacerlo, para que te comprometes?

-Lo ves, como me estas regañando? Fufé!!!!!!

-Alicia!es que siempre es lo mismo, no te das cuenta?

-Pero si no puedo, no doy abasto, entre el trabajo, la familia, tu….no puedo más!!!

-Ves en eso estoy de acuerdo contigo, deberías empezar a organizarte un poco y donde no llegues delegar, quieres abarcar todo y luego pasa lo que pasa.

-Encima, que hago lo que puedo, acabo recibiendo yo, me voy fuera a fumar...

 

Alicia,  se levanta, deja a Sergio con la palabra en la boca y sale fuera del local, enfadada. Sergio resopla, ya se le pasara piensa, lo mejor ahora es no hacer nada, al poco entra Alicia, se sienta no dice continua enfadada.

 

-Ya te ha dado el aire un poco?

-es que no es justo!!!!

-Quieres saber lo que no es justo??

-No empieces…..que estoy cansada.

-Yo si estoy cansado princesa, estoy cansado que a la mínima, te portes como una mocosa caprichosa, malcriada y orgullosa, estábamos hablando, te estaba aconsejando, porque me preocupo por ti y tu en vez de al menos escucharme, te levantas con una pataleta y me dejas con la palabra en la boca.

-Pero, es que te pones muy pesado

-Si eso encima pesado, llevas tres semanas haciendo lo que te gana, estoy siendo muy comprensivo, porque sé que estas bastante agobiada y ahora el malo soy yo?

-Pues, si después, me vas a echar las cosas en cara, prefiero que no perdones nada!!!!!

-Baja el tono de voz, estamos en un sitio público y que sea la última vez, que te levantas y me dejas con la palabra en la boca está claro?

 

Alicia, baja la mirada, el tono de Sergio lo conoce perfectamente.

 

-Voy a pagar y nos vamos a casa, no te muevas de aquí.

 

Sergio, paga la cuenta vuelve a la mesa.

 

-Vámonos

 

Alicia se levanta, salen los dos y van de camino a casa dando un paseo, Alicia coge la mano de Sergio, miran algún escaparate, charlan y la tensión, se rebaja. Al llegar casa los dos se dan una ducha, se ponen cómodos.

 

-Cariño, que te apetece cenar?

-Cualquier cosa no tengo mucha hambre, pero antes ven que quiero hablar contigo.

 

Alicia cierra los ojos y piensa.

 

-Dime cariño

-Siéntate por favor

-Princesa sigo dándole vueltas a lo que paso en el bar.

- vaya olvídalo…un mal día, ya está.

-Pero es que no puedo, sabes que no puedo cuando te dan esos ataques de niña malcriada, no lo soporto.

- tampoco ha sido para tanto….

-No te das cuenta verdad?, que no se puede hablar contigo con calma, que a la que te digo algo, te lo tomas a la tremenda, esto no puede seguir así, no voy a permitírtelo más.

-Cariñoooooo……

-Lo siento mucho Alicia, pero tienes que aprender como son las cosas aquí, tienes que aprender a respetarme y a obedecer.

-Si ya lo intento cariño, pero a veces…

-Pues a partir de ahora con el intento no vale, vas a tener que aprender a medirte, porque este tipo de reacciones, no te las voy a permitir más, van a empezar a tener consecuencias.

-Me vas a castigar?

- perdóname, venia nerviosa del trabajo….

-Yo no tengo la culpa, me parece que he sido bastante comprensivo con eso, así que no me vale de excusa y encima levantarte y dejarme, sin pedirme permiso….señorita así conmigo no.

 

Alicia se levanta orgullosa.

 

-Vete al rincón de rodillas a pensar un rato.

 

Alicia, no se mueve desafiante,

 

-Alicia, que te acabo de decir?

 

Alicia, sigue sin moverse, Sergio se levanta la coge del brazo, Alicia se resiste y Sergio le da un par de azotes, mientras tira de ella.

 

-No te compliques más el día señorita!!!!!!!

 

Al final, Alicia cede un poco y a regañadientes se deja llevar al rincón.

 

-De rodillas ya!!!

 

Alicia, hace lo que Sergio le dice de mala gana y refunfuñando.

 

-Te voy a tener ahí, hasta que me canse….al final aprenderás.

 

Durante un buen rato Sergio hace sus cosas ignorando a Alicia, que con el tiempo, empieza a estar incomoda, aburrida y nerviosa.

 

-Puedes venir

 

Alicia se levanta, ya empezaban a doler las rodillas…se dirige a donde esta Sergio. Sergio se levanta y se desabrocha el cinturón, cuando Alicia esta delante, sabe perfectamente que esa visión aterra a Alicia.

 

-Ya puedes bajarte el pantalón del pijama y ponte sobre al apoya brazos del sofá!!!

-Sergio…cariño…. perdóname, por favor….

-Alicia bájate el pantalón o lo hago yo.

 

Alicia, hace un mueca de desaprobación, pero obedece, la capacidad de disuasión que tiene el cinturón en su mente es muy importante.

 

-Sergio….con el cinturón no porfaaaaaa

-Bájate la ropa interior  también

-Sergio…no….no estas siendo justo….

 

Sin tiempo a terminar la frase, un plan resuena en la habitación, Sergio da un bofetón a Alicia, que inmediatamente se da cuenta, que ha colmado la paciencia de Sergio, así que decide que es mejor colaborar.

Se coloca donde Sergio le ha dicho y recibe un severo castigo y largo castigo a base de cinturón doblado.

Cuando Sergio crees que es suficiente detiene el castigo.

 

-Ahora, te levantas y te vas a la habitación, hasta que tengas algo que decirme, mientras no salgas para nada de allí, está claro??

 

Alicia, asiente sin articular palabra, se viste como puede y se encierra en la habitación.

 

Al rato, vuelve a aparecer, está cansada, dolorida, arrepentida y triste…

 

-Tienes algo que decir?

-Si…..que lo siento mucho…que no debí pagar el día malo contigo, que me perdones por favor.

-Ven aquí anda, sabes que te voy a perdonar, pero espero que esto no se vuelva a repetir de acuerdo?

-Si cariño….voy a intentarlo al menos.

-Entonces, te vas a portar como una mujer?

-En ello estamos, quieres que te lo demuestre?

DomOctavio Ene 15 '16 · Comentarios: 1 · Tags: relato
DomOctavio H

“Alicia, acuérdate que esta semana, te toca a ti el piso, que ayer no te mataste mucho”

 

Son las 10 de la mañana, Alicia está haciendo un café en la oficina, cuando recibe este SMS.

 

“No te preocupes bicho, soy consciente”.

 

Alicia, responde el día transcurre con normalidad, desde hace unos días, Alicia hace el horario de verano, cuando llegan las 4 de la tarde, sale de trabajar, piensa en el mensaje, Sergio no llega hasta la 7, así que tiene tiempo de sobra y se va a tomar algo con las compañeras.

 

Son las 7 de la tarde, cuando Sergio llega a casa, ha sido un difícil, está cansado le apetece darse una ducha y salir un rato a tomar algo para desconectarse.

 

-Alicia, estas???

 

No obtiene respuesta, Alicia no está y no solo eso sino que la casa esta tal y como la dejaron por la mañana “será posible, cada día mas niña caprichosa”, piensa.

 

Suena el móvil de Alicia, está sentada en un terraza al solecito de la tarde, echando una risas con las amigas “Se puede saber dónde estás? en 15 minutos te quiero en casa”

 

Alicia, se pone blanca mira el reloj y piensa “que mal, se me fue la hora, a ver cómo me libro de esta”, muy apresurada de despide de sus amigas, con una mala excusa y se va.

 

En apenas 10 minutos aparece en casa, sin dar tiempo a Sergio a decirle nada, dice

 

-Perdóname cariño…se me fue el rato, fui a tomar un café con las compañeras y al salir me llamo Marta, no me di cuenta de la hora, perdóname.

-Mi niña, ayer no hiciste nada y ya te lo pase, pero es que hoy encima te he avisado.

-Ya…cariño... pero no te preocupes, yo me pongo ahora y lo hago todo, no pasa nada.

-Pero eso no es princesa, tenías tiempo de sobra, que sales a las 4!!!!

-Joooo si ya lo sé…pero entiéndeme…me entretuve, lo siento.

-Mira mi niña, ayer ya te columpiaste mucho, pero bueno un día no pasa nada, pero dos seguidos, como que no, además por tu culpa ahora se me estropean los planes, me apetecía mucho, darnos una ducha vestirnos, salir un rato a cenar o al cine y después ir a tomar algo y ahora por los caprichitos de la niña, me tengo que quedar!!!!.

-Que no, que me pongo y nos da tiempo, ya verás.

-Si es que ya se me quitaron las ganas señorita…ya veo que contigo no puedo tener manga ancha, solo entiendes una cosa.

-Que noooo!!!

-No me contestes así, maleducada

-Tú también lo  has dicho

-Que no me repliques te digo!!!! Yo digo lo que me da la gana, que sea la última o te enteras! que ya bastantes problemas tienes esta tarde, así que no te busques más.

-Joooo, cariño…no te pongas así.

-No me dejas más opción, que castigarte.

-Jooooooooooooooooooo, dame una oportunidad….

-Sabes perfectamente que lo mereces, así que yo de ti lo acataría sin rechistar.

 

Alicia, se queda mirando el suelo, juega nerviosa con las manos, sabe que se lo ha ganado, pero también le gustaría librarse o al menos intentarlo.

 

-Me das una oportunidad??

-Otra? Anda y vete el rincón a pensar, pero vuela!!!!

 

Mientras esta, en el maldito rincón del salón, ese que tiene ya tan visto, oye como Sergio mueve las sillas, abre la puerta de un armario  y la vuelve a cerrar.

 

-Has pensado algo mi niña?

-Si….cariño

-Pues soy todo oídos

-Pues…que tienes… razón que debí hacer mis tareas, tú las hiciste la semana pasada y esta me toca a mí, me sabe muy mal, que yo lleve 3 horas sin hacer nada y que cuando tu llegues este la casa patas arriba, cuando me toca a mí.

-Entiendes que merece el castigo verdad?

-Si…..lo entiendo

-Bien, pues ya sabes, colócate apoyada en la silla, para recibir tu castigo

-Si cariño.

 

Alicia, sabe perfectamente lo que Sergio quiere decir y sabe que si el castigo es en la silla, es ella misma, quien debe bajarse los pantalones y la ropa interior ,antes de colocarse, lo hace a sabiendas que en caso de no obedecer, solo puede empeorar su situación.

 

-Bien, mi niña, me parece que tu falta de hoy, es bastante seria, es una falta de disciplina, que debe ser corregida severamente, vas a recibir 12 azotes con la vara.

 

Alicia traga saliva, sabe perfectamente que Sergio solo usa la vara, para castigarla, cuando está enfadado de verdad, solo la ha usado un par de veces anteriormente y solo en casos extremos, es consciente que el castigo va a ser duro, se agarra con fuerza al respaldo de la silla, siente como Sergio apoya la fría vara, en sus nalgas, calculando donde va a aplicar los azotes, de repente el silbido de la vara cortando el aire y el impacto del primer azotes resuenan en todo el piso, Sergio decide poner algo de música ,no es cuestión de desvelar intimidades a los vecinos, aplica el castigo con energía y sin compasión, esta vez Alicia, ni se mueve aguanta su castigo con entereza, a pesar de que a cada azote, es como si unas cuantas avispas, la picaran en sus nalgas, cuando termina el castigo, Sergio deja recuperar el aliento unos instantes a Alicia, mientas observan las 12 líneas que las atraviesas, algunas cruzándose entre sí.

 

-Levántate princesa.

 

Alicia lo hace buscando consuelo….no ha llorado, pero se siente vulnerable necesita que la reconforten y la perdonen, hace el gesto de ir en busca de un abrazo.

 

-Desnúdate de cintura para abajo!!!!

 

Alicia.. Obedece desconcertada….

 

-Ahora, vas a recoger la casa, que es lo que tenías que haber hecho antes.

-Si cariño….

 

Alicia, abandona el salón, desnuda de cintura para abajo y se pone a hacer lo que debería haber hecho antes ,al cabo de algo más de una hora la casa esta impecable, Alicia vuelve al salón donde esta Sergio mirando la tele.

-Ya he acabado, puedo vestirme ya?

-No aun, no de hecho no lo vas a hacer en lo que queda de día, pero ven aquí siéntate conmigo y dame un abrazo.

Alicia, hace lo que Sergio le pide, de hecho lleva un buen rato deseándolo…

-Sabes mi niña, al menos con algo de lo que había pensado para esta tarde, no me voy a quedar con las ganas.

 

Los dos se miran y sonríen, pero lo que sigue ya es otra historia, si alguien quiere seguirla en su imaginación es libre.

 

Fin.

DomOctavio H

Este relato, sobre algo que muchos conocemos y sabemos lo difícil y emocionante que es, cuando conoces a alguien, que intuyes especial y entre los dos hay eso que llamamos distancia, que puede frenar muchas cosas, pero que no es nada frente al deseo ,el deseo no conoce de distancias. Espero que les guste.

 

Inés mira a la ventana, ya no siente nada y busca algo en la inmensidad del espacio, no sabe bien qué es. Héctor recoge sus cosas y se marcha. Esa misma noche, ambos encienden sus portátiles y entran al chat.

 

MissSunshine: Ya te echaba de menos por aquí.

FiveMinuts: No me lo puedo creer.

MissSunshine: Creételo.

 

Cuando Inés vio que Héctor se había conectado el corazón le dio un vuelco. No había dejado de pensar en la conversación del último día.

 

FiveMinuts: Pequeña Inés, ¿pensaste en lo que te dije?

MissSunshine: Cuando estaba tocando el piano esta mañana, no dejaba de pensar en la comparación de mi cuerpo con las teclas que tú tocarías en armonía.

FiveMinuts: ¿Eso es un sí?

MissSunshine: ¿Cuánto tiempo llevamos hablando, Héctor?

FiveMinuts: Como un mes, ¿por qué?

MissSunshine: Porque necesito sentir tus labios contra mi piel, necesito sentir tu delicadeza y tu brusquedad, yo no puedo quedarme sin probarte.

FiveMinuts: Mi dulce Inés… ¿aguantarías?

MissSunshine: ¿Lo dudas? Alomejor el que no aguanta mi ritmo eres tú.

 

Tras la conversación de esa noche Inés se tumbó en la cama. Sus pequeñas y blancas manos trataban de apartar el enmarañado pelo negro de la cara. ¿Qué podía haber visto Héctor en su figura etérea? Pero algo muy fuerte tenía que ser para que él se decidiera a coger el coche, ir a por ella, y llevársela a un hotel. Hacía tiempo que sus ojos grises miraban al techo de la solitaria habitación en la que se encontraba, buscando un Héctor que quisiera besar sus labios.

 

Mientras tanto él hacía la maleta pensando en ella. Imaginando desnudar suavemente su fina piel, imaginando pasar los dedos por su negro pelo y apartárselo de la cara, imaginando tener a Inés en su cama. Vivía convencido que con solo cogerla muy fuerte ya le dejaría marcas, que era el ser más delicado que conocía, que podía hacerle daño solo con mirarla. Pero necesitaba sentirse entre sus piernas. Ponerla a prueba, saborearla, palparla, verla entregada a él. Necesitaba sentirla suya aunque solo fuera una noche.

 

Un coche paró frente a la puerta de Inés. Ella salió colocándose el abrigo a toda prisa y olvidando liberar al pelo del cuello del jersey. Cuando Héctor la vio enmudeció. Era más bella aún ahora que podía sentir su perfume. El deseo candente se marcaba en sus ojos, deseaba a esa pequeña ninfa de mirada traviesa y despreocupada como probablemente no había deseado nada en mucho tiempo.

 

-Estás preciosa. –Los ojos le brillaban.

-Tú pareces el mismísimo Diablo.-Reía.

 

Y es que Inés hubiese hecho un trato con el Diablo solo para verse en los brazos del moreno de ojos verdes. Habría hecho lo imposible por acariciar su pelo, su pecho, besar su cuello. Confiaba en él, quería dejarse en sus manos. Enloquecía pensando en ese momento.

 

-Mejor nos saltamos la cena.-Apartaba un mechón rebelde de su cara.

-Buena idea, tengo más hambre de ti que de pasta.-La miraba con ternura.

 

La cena estaba prevista en un restaurante italiano, el favorito de Inés, pero ya no importaba. El hotel era sencillo y discreto, los típicos a los que van los amantes. Inés amaba eso, no quería una habitación lujosa y con jacuzzi o champán y rosas, ella solo quería cualquier cama en la que entregarse a Héctor. Con una ventana a la que mirar de madrugada, mientras él durmiera desnudo entre las sábanas mojadas. Y es que se compenetraban tan bien. Sus largas conversaciones habían dado frutos, y ahora creían que se conocían el uno al otro lo suficiente. La mirada que dio inicio al desnudo fue arrolladora. Héctor la miraba como quién mira al mayor logro de su vida. La blanca y fina piel de la ninfa iba siendo más visible a medida que el Diablo le arrebataba primero el jersey, luego la camisa, luego la falda, más tarde la dejaba en completa desnudez. De pie frente a él mientras la observaba, era una mezcla de pasión contenida y temor lo que corría por sus venas, un temor inexplicable, tal vez a acabar convirtiendo ese esperado encuentro en algo decepcionante. Entonces la fémina se acercó. Comenzó a despojarle de cada una de las prendas de ropa con habilidad y rapidez. Hasta que por fin pudo entrar en contacto con su fuerte y oscura piel.

Abrazados dos desconocidos, desprendidos de cualquier atuendo en un hotel. Inés jura que jamás ha sentido mayor armonía. Héctor la coge en brazos y la tiende sobre la cama, se abalanza sobre ella, lleva tanto tiempo esperando este momento que no se podrá contener. Los labios de ella se entreabren dejando escapar jadeos cuando las manos de su dueño bajan desde el vientre hasta el sexo. Y el Diablo besa a su presa con mayor fuerza, juegan las lenguas, se eriza la piel. Inés también acaricia, también sostiene, también enciende. Y cuando menos lo espera la pequeña ninfa suelta un grito. Y el cuerpo del uno embiste el de la otra y agarra con fuerza sus muslos.

Cuando separa los dedos han dejado marcas, tal y como él esperaba. La convierte en su gata y a ciegas y a gatas ella simula que escapa y él la agarra, la coge del pelo, acaricia su cuello, besa su espalda y la tranquiliza con suavidad. Y son sus manos las que agarran las nalgas y con fuerza arremete la cintura, y la gata no cesa en sus gritos. Y de placer la mata. Y cuando él así lo siente, la abraza. La besa. Mira con la esmeralda al lapislázuli. Roza los rojos labios con los dedos, sonríe y hasta se le escapa un te quiero.