La sumisa encara la forma correcta de ejercitar cada tarea desnuda con la mayor naturalidad ante su Maestro. La desnudez del sometido ha de ser total : corporal, mental, y espiritual.
Es importante que una persona sumisa aprenda a sentirse cómoda desnuda; a unas les humilla, a otras les da rubor, otras disfrutan… pero las sumisas sabrán que es una obligación que complace al amo y demuestra su disponibilidad a sus deseos.
La desnudezPrescindir de las prendas de ropa interior, para estar en disposición de ofrecerse; pensar siempre como sumisa y con atención a lo que el maestro desea. Pensar siempre que un amo orgulloso de la educación, docilidad y obediencia de su sometido, tiene el control absoluto sobre el cuerpo de la sumisa, y por ello puede disponer de él para disfrutar mirándolo o mostrándolo a otros, ayuda a enfrentarse al aprendizaje sobre la desnudez con mayor energía a pesar de que el exhibicionismo no sea una cualidad propia de la naturaleza especifica de su sumisa.
Todo se aprendeTanto en su presencia física, como cuando no se puede dar; cuando hablan por teléfono, chatean, etc. la sumisa acata las órdenes de su Maestro sobre como presentarse ante él, cada maestro puede tener gustos propios.
Para inculcar en la sumisa la disponibilidad, el Maestro le impondrá ejercicios y pautas de conducta y comportamiento que debe observar en todo momento, aunque con dependencia de la oportunidad o la situación, puedan ser modificadas en momentos puntuales.
Lo adecuado es mostrarse siempre desnuda ante el Maestro, esté presente físicamente o por Chat, mensajes de mail, el teléfono, etc. Completamente desnuda, si por algún motivo de importancia no fuera posible, (situación familiar, enfermedad, clima) al menos sin ropa interior y con las piernas abiertas, en señal de disponibilidad. Se puede completar la desnudez mediante el uso de cámara web o mostrando al Maestro fotografías o grabaciones de vídeo de su sumisa obedeciendo las órdenes recibidas, los “deberes” realizados o cualquier actividad que pueda agradar a su Amo.
Acostumbrarse a la desnudez puede resultar complicado al principio si se comparte casa y no se conocen los horarios de cada persona que viva en ella, es imprescindible controlar los momentos en que se pueden efectuar los ejercicios para el Maestro con tranquilidad y concentración, si se tiene la precaución de tener siempre cerca un batín o algo que permita cubrirse, los problemas derivados de ser sorprendida dejarán de ser un obstáculo.
EjerciciosComenzar por permanecer una hora seguida desnuda haciendo las tareas cotidianas es adecuado, se irá ampliando el número de horas y momentos, adoptando costumbres nuevas en cuanto a la forma de dormir, (desnuda siempre) por ejemplo. Si no hay problemas para vivir desnuda, un ser sumiso debe permanecer así en su casa en perfecta disposición de obedecer al instante las órdenes que puede recibir de su amo en cualquier momento.
El EspejoEnsayad ante el espejo, mejorad la postura, controlad cada día más la gracia y la desenvoltura al adoptar las posiciones básicas de espera, humillación, servicios concretos. Prueba a controlar el lenguaje corporal, diviértete haciéndolo, juega… sé una puta viciosa, una dama o un perrito faldero para tu amo, un criado, etc. La sumisa crecerá en seguridad al poder ejecutar correctamente cualquier cosa que el Maestro le demande. Verse reflejado en un espejo en actitud y postura de sumisión, ayuda a que el sentimiento se vaya afianzando en el sometido.
https://cuadernosbdsm.blogspot.com/2013/07/cuadernosbdsm-especial-n-2.html?m=1
Me he encontrado con diversas personas en ésta página. En su mayoría, sólo desean experimentar, conocer, aprender y otras, exhibirse. Lejos de vivir realmente como un estilo de vida sexual, el bdsm.
Respeto y aprecio la buena disposición de much@s pero existe un sólo tipo de personas que NO tolero!!!... los seudo dominantes.
Bajo mi experiencia, aquella persona, generalmente identificado con el género masculino que bajo una etiqueta, la de "dominante", se hace pasar por aquel, exhibiendo su currículo como si de postular a un trabajo se tratase. Algunos, se presentan imponentes, desde el primer momento, sin educación, ni una presentación previa, pretendiendo a la fuerza generar un estado de control sin ningún grado confianza. Otros, más sutiles, pero no menos seudo, se presentan amables y experimentados en el tema, y a los segundos de conversación, pretenden que les envies una foto o buscan un encuentro. He observado que muchos se aferran a ésta página, intentando obtener sexo fácil bajo la ignorancia respecto al bdsm y bajo la apariencia de "dominante" o "amo".
Quieres sexo fácil? Paga.
Dudo que las sumisas más experimentadas caigan en el juego. Llega a ser cómica tu desesperacion por obtener sexo fácil.
Lejos de considerar todos los rasgos psicológicos de los seudo dominantes como su inseguridad, falta de atención, carencias afectivas y frustraciones sexuales, que no vienen al caso.
Quiero decirte que...
1. Tú ausencia de tacto, no te hace más o menos dominante.
2. Lejos de atraer a las sumisas, las espantas.
3. Tu desesperación por sexo casual y fácil, es tan evidente que resulta ser cómica.
4. El nivel de confianza previo es fundamental para establecer una relación dominante - sumisa.
5. El dominante no elige la sumisa. Es la sumisa quien selecciona a su dominante pues es, a partir del punto anterior que se establece dicha relación.
6. Las sumisas tienen límites que debes respetar.
7. Las sumisas tienen códigos que debes respetar.
8. El auto control es fundamental (pero para esto no estás preparado si solo pretendes disfrutar tú y obtener placer tú).
9. Ves mucho porno y haz confundido a la sumisa con un objeto que no piensa que no decide.
10. No soy sumisa.
11. Y las sumisas piensan y deciden.
12. Así que ahorrate el discursito barato respecto a que estoy obligada a servirte y complacer tus deseos.
13. Porque no es así.
14. Y jamás será así.
15. Quieres sexo fácil? Paga.
16. Y a las sumisas les digo.
17. Si encuentran a un seudo dominante, chicas, mejor cobren. Sean más astutas.
18. Pero si encuentran un verdadero dominante, disfruten de su experiencia, al máximo.
Me saludaste tímidamente, ocultando tu lado perverso, aquel que posteriormente, me embrujaria y es que en el mundo virtual, toda fantasía es válida y cualquiera precisa de ángel enmascarado.
Me presenté ante ti con un arnés de cuerpo entero que había diseñado y confeccionado, el cuál sólo cubria lo necesario, ligado a una tanga negra, descubriendo mis senos. Tenía unas panti medias de malla de color negro ajustadas hasta un poco más allá de la rodilla y cubriendo mi cuerpo tímido, una camisa de botones masculina, de esas anchas y largas que cubrían mi trasero. Un amigo me había regalado la camisa y aún conservaba su perfume mmmm.
Verme así despertó en él sus más oscuros deseos...
en su mente pensaba atarme, vendarme, colgarme de los brazos con la mordaza y las pinzas en los pezones, darme nalgadas...
Todo ello paso por su mente en tan sólo un segundo al verme y al volver a la realidad, sólo tuvo deseo de expresarlo...
No se contuvo y me dijo, quiero follarte como a una puta. Ordenó, ponte el vibrador en el coño. Sólo así, no preguntó mi nombre, tampoco quería conocerme, como un diálogo fisiológico, mi química ya le hablaba y lo deseaba, era un llamado mudo, un llamado donde las palabras no tenían lugar, solo los gestos, sonidos, expresiones corporales.
Fue entonces que me ordenó. «"Ponte el vibrador en el coño y arrodillate en el suelo"», lo hice y enfáticamente me dijo, «abre tu camisa, lento, para mi, muestrame tu cuerpo»...
lento comence a desabrochar los botones de mi camisa ancha cuando se asomaron mis senos, mis pezones ya erectos por una orden que no comprendia el por qué me excitaba tanto, tome un poco de lubricante y meti el vibrador en mi coño, con fuerza, empujando...
Me dijo, «buena perra tengo»... ahora, «arrodillate y camina a 4 patas hacía la pared, lento, quiero ver menear ese culo, te pondría el collar en el cuello y te pasearia como mi perra».
Sin pensarlo y estando a su merced, sin cuestionar y en confianza absoluta, hice lo que me ordenó y empezó a hacer vibrar mi juguete (si, el tenía el control), salieron de mi boca pequeños gemidos y sentía pequeñas pulsaciones en mi coño, ligeras que me obligaban instintivamente a poner mi mano sobre mi clítoris, pero el enfáticamente decía, «"no te he autorizado a que te toques, alto, no puedes tocarte"», eso, definitivamente, me puso a mil, no fue una orden con desprecio sino para aumentar mi placer, una orden casi que consentida y deseada.
Me di vuelta, y regrese a 4 patas, estaba muy cachonda sin entenderlo, mis jugos empezaron a brotar de mi coño y me ordeno «Alto! ahora, chupa la polla, tragatela entera cuando vibre tu coño, sólo cuando vibre!!!», estaba en éxtasis, sólo deseaba lamerle la polla, tragarmela toda y no parar de hacerlo.
Las vibraciones me hacían desear devorarme su polla.
Fue entonces que después de algunas vibraciones, se detuvo y me dejó babeando, casi suplicando comerme su verga. Me dijo, "buena perra, escupe tus tetas, te quieres tocar?, puedes hacerlo ahora", comencé a frotar mi clítoris, mientras él, le subía la intensidad a mis vibraciones, mi coño gozaba en jugos hasta que se detuvo y preguntó quieres otro juego? Jadeando le dije, si!!!, AMO!!!.
Por primera vez y naturalmente, esa palabra cobraba sentido y salía espontáneamente de mi boca, sin que él, si quiera hubiera considerado la posibilidad de pedirme que lo llamara de tal forma.
Posteriormente, me dijo, «eres una zorra, te recompenzare si te portas bien».
Expectativa, a lo que iba a suceder, continuaba jadeando y esperando en 4 patas.
Me dijo, «ahora pensarás un número del 1 al 10, y lo escribire en una hoja para tener respaldo, si aciertas, te premiare, si no lo haces, no serás castigada pero tampoco premiada».
Continuaba tan excitada, que accedí.
Inicio el juego. En una hoja blanca escribió el número, alce la cabeza y me dijo, «baja la cabeza zorra, no mires».
Sumisa, baje la cabeza y me dijo, listo, tienes 4 oportunidades. Dije, «está bien, amo».
Dije un número, en seguida el otro, el tercero y un cuarto, todos, fallidos, lo mire y le suplique, «por favor, una última oportunidad amo» (pues su ausencia de premio no era total, pequeñas y sutiles vibraciones me hacían desearlo más) haciendo suplicar más. Dijo, «quieres jugar de nuevo?». Le dije «si!!!, por favor amo!!!». Me dijo, «ok. Nuevamente tienes 4 oportunidades», le dije, «5 oportunidades?». Dijo, «ok. Iniciemos».
La primera, piensa bien, dije un número y falle nuevamente. Decidida a acertar y obtener mi premio, (añoraba correrme), le dije, 3, y en seguida, un conjunto de vibraciones continuas en mi coño, me hacían saltar y gemir de placer, «¿acerte amo?», pregunté y el sólo respondió.... «correte para mi, puta, meate, ahora eres mía»......
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