¿Es posible "amar" dentro de una relación de intercambio de poder?. ¿Es posible modificar el sistema fisiológico y cerebral del cuerpo a través de una relación de intercambio de poder?. ¿Es posible dejar huellas imborrables en la memoria y condicionamientos irrompibles en una relación de intercambio de poder?. ¿Es posible llegar a ser la extensión del otro en un amor leal e incondicional?. La respuesta es...
definitivamente, sí.
Al establecer relaciones "vainilla" existen patrones de personalidad aprendidos y heredados que determinan nuestras formas de relacionarnos, el nivel del vínculo al cuál podemos llegar e incluso, el apego del mismo. Se han estudiado casos en los que los niveles de dopamina, serotonina, testosterona y estrógenos influencian en los rasgos de personalidad y PREFERENCIAS respecto a la pareja que elegimos y es que si bien, nuestras elecciones dependen de mapas mentales aprendidos, también están altamente relacionados con lo que nuestras hormonas y fisiología ORDENA.
Generalmente, el "amor" lo concebimos como un estado de alta excitación, donde nuestro cuerpo reacciona, acelerando el corazón, resecando la boca, bloqueando el habla e incluso, paralizándonos. Éste mismo estado hace que percibamos que nos hemos "enamorado" y se genera cada vez que vemos o sentimos o pensamos en el "otro". Pero cuánto nos dura éste "amor mágico". Bueno, algunos creen que 2 a 3 años. Mientras el estado se mantiene "activo" y aquello que nos "cautiva" responde automáticamente. Luego, se desarrolla el "apego" y es allí donde el "amor" pasa de ser de, una mera reacción fisiológica a "algo más profundo".
Tradicionalmente en las relaciones "vainilla" el apego que se desarrolla raya en lo tóxico. Por qué?. Porque dicho apego se basa en una falsa idea de propiedad y se construye en un ideal de persona que está lejos de ser la realidad. Me explico, el sujeto o sujeta proyectan una imágen de ellos mismos para atraer al otro que no necesariamente es coherente con la realidad. Muchas veces, esa imágen es falsa y sólo con el objetivo de "atraer la presa". Entonces quien se enamora lo hace de un "ideal imaginario" y no del sujeto o sujeta "real". ¿Me expliqué?.
Bueno, en las relaciones de intercambio de poder, el concepto "amor" es diverso pero si algo se tiene en común es... la admiración mútua... el conocimiento de ambas partes y la construcción en el COMO se desarrolla el vínculo, hace que dicho vínculo sea mucho más fuerte que las relaciones tradicionales. Por qué?. Pues porque existe todo un "entrenamiento mental" y "cambio de chip" para obtener los objetivos deseados.
Algunos experimentan sensaciones físicas como el llanto cuando se quiebra esa relación, ansiedad e incluso, ataques de pánico (algo parecido en las relaciones vainilla) a diferencia que, esas reacciones fisiológicas suceden generalmente por la pérdida o "muerte" del Dom o dómina y no por la caída del sujeto o sujeta a quién se ha "endiosado".
Otros, llegan a establecer lazos tan profundos que los conceptos de "fidelidad", "lealtad", "entrega", "amor", "esclavitud", no son "opcionales", son una REGLA. Una regla que además de ser voluntaria, llega inevitablemente producto de la construcción del vínculo.
Ahora, ¿es "sano" o no "amar" de esa manera hasta el punto de inexistir sin su presencia?.
Bajo mi punto de vista, si aquella relación de intercambio de poder le ha hecho "madurar emocionalmente", hacerlo autónom@, hacerle consciente de sus propias reacciones fisiológicas enseñándole autocontrol, hacerle ver el "poder y talento" que tiene aún habiendo roto el vínculo, hacerle crecer como persona, hacerle un ser independiente al Dom o Domina, pleno, libre y feliz, mi respuesta es SÍ, es sano.
Pero, sí aquella relación le destruyó, bajo su autoestima, se cree objeto de otros sin ninguna consciencia de los riesgos, su vida es inexistente sí no está presente él o ella, se quedó en el "viaje" del ideal del Dom o la Domina sin tener en cuenta que existen personas distintas, que les puedes enseñar otros caminos, sí se quedan con una marca imborrable de cuyo resultado es dolor y sensaciones de pérdida o haber hecho "algo más"... Mi respuesta es NO, es un "amor tóxico".
El Muro