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Diario de una exhibicionista, callejera fácil from Sucu's blog

Anhelaba ser presa fácil de aquel hombre fornido, espalda ancha, calvo, con barba, que sólo aparentaba rudeza pero era un niño en su interior. Las veces que iba a su encuentro, él al querer besarla, ella corría la cara con indiferencia, su mente estaba vacía, su cuerpo seco.


Recorre a la fiel guía de su señor para ser una buena zorra, una PUTA jugosa, apetitosa, con ganas de verga y de éste modo, entregarse a complacer.

"Serás un depósito de semen, quiero que seas su depósito de semen con dueño, deberás ir sin ropa interior. Vestir sin bragas y masturbarse antes de vestirse, es una orden!!!, llevar sostén es opcional", dijo su señor. Agregó, "Esta noche masturbece , corrase , tenga en mente una sola cosa , desde ahora su único fin es ser un deposito de semen". Ese pensamiento invadió mente y cuerpo la noche anterior. Desnuda en su cama, como cada noche, se entregó a su propio placer, corriendose tres veces en la noche y dos a la madrugada del día siguiente.


Despertó húmeda, brotando una fuente de lascividad. 


Dispuesta a cumplir obediente su tarea, recordando que su único fin era ser un depósito de semen. Recordó también que la pulcritud era lo más importante y lavo su sexo. Antes de vestirse, desnuda, sobre su cama, tocó ligeramente su clítoris, pellizcando, estimulando, sin ir más allá pero alcanzando una ligera humedad. Primera orden, cumplida. El sol se asomaba, auguraba un día muy caluroso. Se vistió de jean como frecuentaba, sin bragas. Segunda orden, cumplida. Y finalmente, dispuesta a cumplir correctamente su tarea, vistió de remera larga oscura y una tela ligera encima para dar una pequeña seguridad a sus voluptuosas tetas que anhelaban rebotar libres al caminar. Sin ropa interior, sin pensarlo mucho, sin dejarse embargar por pensamientos negativos, salió de casa.


El viento soplaba fuerte y aquella tela delgada volaba cuál cometa, exponiendo su escote y tetas sueltas. Pese al temor de dar un paso, sus tetas se mantenían firmes, se resistían a bailar a voluntad. Cosa que le dio una ligera tranquilidad. Sensación de libertad sin la prisión de la ropa interior, cabeza en alto, erguida, caminaba con una sonrisa, burlándose internamente de la esclavitud mental en la que el mundo vive, al tiempo que se dirigía a tomar el transporte que la llevaría a encontrarse con aquél hombre. Pocas personas caminaban por allí.


Tomó el bus con el mismo ímpetu, se sentó y se entregó a la tranquilidad que emana la libertad de la ropa interior. Sin embargo, por culpa de las calles rotas, inevitablemente sus tetas bailaban de cuando en cuando, saltando, brincando, llamando la atención de algunos hombres, sentados al frente de ella. No bajo la guardia, no demostró vergüenza, sonrrio al ver el nerviosismo de esos hombres, que entre ojos miraban su escote y no podían evitar retirar la mirada de esas tetas saltonas pero que disimulaban verlas y se intimidaban con su mirada fuerte, penetrante. Uno que otro tragaba saliva (no puede imaginar sus oscuras perversiones al ver sus tetas bailando, gozando, riendo) y uno que otro intentaba bajar su erección que ya se empezaba a notar, soltando el pantalón un poco.


Dichosa, plena y húmeda anhelando verga, llega al lugar de destino. Toca a la puerta y la abre él. También es evidente su nerviosismo. Ésta hembra no cabe de la dicha al poner de rodillas a todos esos hombres. De leguas se veía que salivaba y sólo deseaba manosearla. Saluda nervioso, invita a pasar y antes de tener tiempo de cerrar la puerta, la embiste por la espalda cuál perro rabioso, tocando sus tetas, masajeandolas, apretando sus pezones, al tiempo que le dice al oido temblando... "viniste sin sostén" a lo que ella responde riendo, "y también sin bragas", activando su salvajismo instintivo, casi rompe el botón de su jean, baja su cremallera y toca su sexo. Goza, se deleita con aquel regalo. Chupa sus dedos y le dice al oido... "hueles delicioso mujer". Ella sonríe, ríe y le lleva nuevamente las manos a sus tetas y sexo, desea que le hunda los dedos en su vagina, está hambrienta de verga y desea ser usada. Recuerda las palabras de su señor... sólo quiere ser un depósito de semen.


Entonces el caballero le da vuelta salvajemente y mete su lengua en la boca de ella, jala hacia abajo su remera dejándo a la vista sus grandes tetas, se arrodilla ante ella y la succiona con pasión, succiona como si nunca hubiera probado unas tetas tan exquisitas. Se deleita. Chupa, muerde del gozo... mmmm... Ella gime cuando la muerde y apreta su cabeza contra su pecho. Desea cada vez más la posea. Él, mete los dedos nuevamente por su húmedo y palpitante coño, mientras muerde sus tetas. Se detiene. La viste, y dice, "mejor subamos, nos pueden ver". No estaban solos, pero a ese punto, a diferencia de él, a ella le importaba poco la vieran o no, sumergida en lujuria sólo deseaba ser usada. Él intenta morder su cuello pero queda atrapado en  su cabellera.


Suben al segundo piso y saca una excusa para estar sólo unos minutos. Se la lleva a su oficina y la embiste nuevamente. Ella queda atonita de su frenesí. Será su aroma?, será que él puede oler su sexo?, su mente?... nuevamente mete su lengua simulando su falo, la retuerce dentro de la boca de ella, extasiado le pregunta si puede lamerla. Ella asiente. Y él le dice, "espera, quiero que cuando regrese, te desabroches el pantalón". Ella sigue su órden recordando las sabias palabras de su dueño... "estás para complacer a los hombres"... él cierra la puerta de su oficina, salvajemente baja el pantalón de ella, se agacha y lame su sexo, ella gime, jadea, babea. La besa para que ella pruebe su sexo y la obliga a arrodillarse. Ella está PUTA, zorra, caliente. Se inclina, el saca su verga con aroma a macho y la mete en la boca de ella. Ella empieza a lamerlo, chuparlo, succionarlo. Recuerda las palabras de su señor... "por lo menos una mamada", y "haga que ese hombre termine en su boca". Dando su mejor esfuerzo, en menos de un minuto de chupar su verga, éste empuja su verga fuerte a su garganta haciéndole tener arcadas y tragando su néctar, su semen. Ha cumplido su tarea. Es un depósito de semen. Extasiada por serlo, toma una foto a su señor del momento. Aunque plena, aún sigue húmeda sedienta de verga y orgasmo. 


En ese momento irrumpe un cliente.


Se despide ésta humilde servidora más húmeda que antes, deseosa de ser penetrada, humillada en jugos, lamida, sucia. Al bajar las escaleras, ella siente que le toman por la espalda nuevamente, las tetas y meten las manos por su jean, penetrandola con varios dedos, ella gime, jadea, pide que por favor detenga su agonía, se inclina y su culo sin bragas roza su verga dura, erecta, ella menea su culo masajeando su verga. Él no la quiere soltar, ella no quiere irse....


Sale entonces a su casa, pero se detiene a un local a comprar ropa. Humillada en sus jugos, elige algunos shorts, baja su jean y se toca en el vestidor del local. Quiere tener un orgasmo pero sólo se toca para tranquilizar su deseo. Chorreando se prueba algunas prendas, algunas las deja impregnadas de su olor, de sus jugos, ésto le calienta aún más y en lugar de secar su sexo, la situación le produce mayor excitación, mayor humedad. Elige un par y se va a casa.


En el camino nota que al haber sido manoseada, su remera está más suelta, desordenada y su pelo alborotado. Sus tetas parecen brincar mucho más, están dichosas de haber sido tocadas y succionadas. Miradas de hombres y mujeres van de cuando en cuando. Ella pellizca sus pezones un poco para mantenerlos erectos. Su humedad no desaparece. 


Llega al bus, se sienta y toca su sexo por encima de la ropa, sus piernas desean ser abiertas y sus tetas expuestas... le hablan, pasa por una construcción y saca una teta, se toca el pezon, un hombre queda asombrado y ella sigue su camino. Siente la necesidad de correrse ahí mismo pero se abstiene. Erecta sus pezones y se comporta como una PUTA, desea que sus pezones estén siempre erectos. Una buena zorra que es tomada fácilmente.......


El Muro

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