En todas las relaciones, que han tenido el spanking, como
nexo de unión he tenido esa sensación, la de estar empezando la casa por el
tejado.
No sé si a ustedes les habrá pasado, pero al menos a mi si,
eso en principio puede parecer una desventaja, pero al mi al menos, a la larga
me ha sido ventajoso. En una relación digamos que “normal”, empiezas por una
atracción física en principio y después vas quemando etapas, en cambio cuando
he conocido a alguien a causa del spanking, he hecho el camino a la inversa, he
empezado, por donde antes terminaba, por conocer los secretos de la otra persona,
he comparado sus secretos con los míos y cuando han habido coincidencias, he
pasado a conocer a la persona, supongo que el hecho de conocer esos secretos,
hace que también sea más fácil conocer a la persona, como que se tiene menos
que esconder, como que ya desnudada la intimidad el resto, no supone tanto
esfuerzo, así sin darte cuenta se crea un vínculo de unión especial, la
conversación monotemáticas abre a muchos más campos, incluidos esos que suelen
estar prohibidos, que solo son para los elegidos y cuando ya se llega a dar el
paso definitivo, el paso de pasar a confirmar en la vida real, el momento de descubrir,
si toda esa magia, esa complicidad, esa unión es más que una sensación, es un
momento difícil, pero en este caso hay mucho camino hecho y sobre todo, al
menos a mí me paso, se va a esa primera cita, con los prejuicios enterrados,
como las libre y eso que sigo pensando que empezamos la casa por el tejado.
El Muro