Una azotaina siempre tiene un doble objetivo, que se fusiona
durante la misma: dolor y placer o más bien hacer de dolor un placer, pero la
forma en la que se aplica puede variar mucho la supremacía de una sensación
sobre la otra. Si se desea que predomine el placer, la azotaina debe de
aplicarse de forma gradual, dándole la oportunidad a la carne de aceptar su
entrega. Si lo que se pretende es potenciar la sensación de dolor, se trata de
crear una coreografía, para resaltar el dolor y la humillación (dentro de un límite).
Para ello la posición de la azotaina juega un papel
fundamental, si queremos que predomine el placer, una posición cómoda y
relajada, es lo ideal, Cuanto menos se dobla la cintura, el relleno natural de
las nalgas mejor absorbe el impacto, cuanto más se dobla la cintura, la piel y
los músculos quedan más tensos y mayor es la picadura de cada azote. Entonces
si buscamos una azotaina que potencie el placer no ha mejor posición que otk
(sobre las rodillas), ya que permite un vinculación directa y además la
sensación de luchar sin que tener que luchar contra la reacción instintiva de
huida, para así concentrarse en las sensaciones que está sintiendo y
transformarlas en placer. El contacto corporal directo que otorga esa posición
es tranquilizador y relajante, ya no solo la palma de la mano, si no que la
mano libre en la espalda o las piernas debajo provocan un contacto físico
constante, eso lleva a conseguir un disfrute del dolor, permanecer en la cima
del mismo, sin caer al abismo, que queda tapado por una bruma de endorfinas que
difuminan la dualidad entre dolor y placer.
“Si la intención es que domine el dolor, la posición elegida
será con la cintura más doblada, hay muchísimas posiciones con más o menos
grados de inclinación, en este caso no hay sujeción de ningún tipo, salvo la
orden de que debe mantener su posición hasta que se le diga, eso provocara una
lucha entre la reacción de huida y la reafirmación de su presentación y cada
segundo que permanece inmóvil aumenta la sensación de humillación y vergüenza.
En cuanto a mí, el placer de control absoluto ante la escena es inigualable.
Cuando se azota potenciando el placer, los azotes se
empiezan a aplicar de manera suave y progresiva, me gusta la idea de empezar
con la ropa puesta, seguir por encima de la ropa interior, para terminar con la
piel desnuda, haciendo pausas, para acariciar y comunicarse durante las mismas,
esas pausas son fundamentales, para que la próxima tanda se genere una natural
resistencia al dolor y se pueda aumentar el ritmo y la intensidad, conforme
vayamos notando un aumento del dolor, esas caricias se pueden transformar en más
íntimas, estimulando directamente la zona genital, mezclando así el ardor de
los azotes, con el placer de la estimulación sexual, con el objetivo de
mantenerse siempre en esa invisible frontera de dolor y placer, disfrutando de
como la piel va mutando del ligero rosado al brillante escarlata.
Cuando se trata de potenciar la experiencia dolorosa hay una
norma a tener en cuanta, el efecto de un azote, no puede diluirse antes de
recibir el siguiente, tal vez la mejor manera de asegurarse esa sensación, es
usar instrumentos, también hay que insistir en algunas zonas en especial, más
sensibles, como el pliegue de las nalgas con los muslos. También se trata de
aumentar la humillación y la vergüenza y contar los azotes por ejemplo es un
buen sistema, ya que se toma conciencia de cuantos más tiene que soportar y de
alguna manera es consorte de su propio castigo.
Una vez terminados los azotes, también debemos asegurarnos
de una correcta vuelta a la normalidad. Dependiendo de la intensidad del juego,
esa vuelta puede ser de muchas maneras, a veces basta con un abrazo o
simplemente con tiempo de silencio para permitirle que ella sola vuelva al
estadio inicial, otras puede derivar en sexo casi inmediato, en una larga
sesión de caricias con la aplicación de cremas o refrescar la zona, algo que
puede ser un placer en sí mismo. Otras veces se impondrá un periodo de
cuarentena, que alargue psicológicamente el castigo, un tiempo en el rincón, la
prohibición de aliviarse el escozor de ninguna manera, tener que sentarse en
una áspera silla o incluso ser poseída en la misma posición de la azotaina,
haciendo que a cada embiste las pieles choquen, la variedad de finales es muy
amplia y debemos elegir el que mejor se adapte a las sensaciones que queremos
crear.
Lo primero que tengo que decir, es que aunque alguien puede
pensar que yo poco puedo hablar del dolor, salvo si es por empatía, mi rol en
el juego es el de spanker, espero que cuando lea esto cambie de opinión.
El spanking es un juego mental, aunque al acto en si sea
físico. Pero creo que nadie me pondrá en duda que si solo tuviera ese
componente físico no tendría lógica, es cuando se pone la parte física dentro
de un contexto, cuando a través del spanking también le damos salida a nuestras
necesidades, deseos y anhelos, ósea que su influencia va más allá de las
sensaciones físicas.
Mucha gente lo puede ver como un juego de recompensas y castigos y yo me
pregunto ¿exactamente que es recompensa y que castigo?, porque la distinción se
me hace realmente difícil, así que tampoco me sirve, es algo más que pretender
un castigo, para luego obtener una recompensa. Por lo tanto el dolor como
sensación física es una parte del juego más, imprescindible, pero no
definitiva, sin todo los demás no sirve de nada.
El spanking es también un acto erótico y por supuesto
sexual, solo la intuición de un juego es
más que suficiente, para que todos nosotros sintamos excitación sexual y
todavía no he tenido juego real, durante el cual yo y la otra persona no
hayamos tenido una reacción corporal de excitación innegable.
Los humanos somos
seres sensuales, y hay una seria de sentimientos profundamente contradictorios
que se gestionan en las mismas áreas de nuestro cerebro, sentimientos y
sensaciones como el dolor, el placer, la ira, el miedo o la sensación de
confort, podríamos decir que son hermanos de sangre y a poco que conozcamos
como son los juegos, vemos que todos y cada uno de estos sentimientos aparecen
durante un juego, pero es que además somos capaces de hacer algo más, podemos
cambiar el significado de lo que sentimos según la experiencia y es ahí donde
sobrepasamos la línea de lo meramente fisiológica, para adentrarnos en algo más
profundo, la estimulación mental. Sin que se diera esa estimulación mental, lo más
probable es que el acto físico nunca seria erotizado.
¿Y porque cuento todo esto? Pues para intentar explicar mi
experiencia con el dolor, desde la distancia que mi rol tiene con el dolor
físico. Porque esa es la única sensación, que no siento durante un juego, ni
dolor ni placer físico, es todo mental, a diferencia de la parte spankee, que
durante el juego tiene un desahogo físico, el dolor puede ser un eficaz
desahogo físico, el spanker yo en este caso, siento miedo, siento confort,
siento excitación….pero siempre todas esas sensaciones son gestionadas desde la
contención. En un juego toda la fase previa del mismo, sirve para subir la
tensión hasta el punto máximo, hay que generar ese deseo mental del que
hablábamos para llegar a transformar la sensación física, pero el spanker lo
hace desde la dominación y el control, no tiene la válvula de escapa de la
parte física durante un juego y eso puede llegar a ser muy doloroso, no
físicamente, pero si mentalmente, el dolor de la contención, aprieta y aprieta
mucho a veces. Habrá quien piense que los azotes, pueden ser una forma de
evacuar ese exceso de contención, pero se equivoca los azotes, son el máximo
ejercicio de contención, que se puede dar en un juego, excitantes muchísimos
pero nunca puedes permitirte dejarte ir del todo.
Y la prueba de ello es como llegamos a la final de un juego,
ósea a ese momento donde podemos dejar la contención, porque volvemos a estar
en un mismo plano. Solo hay dos finales posibles, en uno urge el desahogo
sexual puro y duro, en el otro un punto de agotamiento placentero, de paz y
comodidad muy visible, como si acabarás de salir de la ducha después de correr
una marathon.
Cada vez tengo más claro, que spanker y spankee somos en
realidad masoquistas, que mientras unos (spankees) expresan su masoquismo a
través del camino recto, otros (spankers) lo expresamos paradójicamente a través
del sadismo.
Para entender esto que en sí parece una extraña contradicción,
solo hay que entender que todos disfrutamos tanto del acto, como de todo el
contexto donde se produce el acto y el contexto puede ser tan doloroso como el
acto en sí.
Pues voy a intentar compartiros lo que siento yo y lo que
ocurre cuando se terminan mis juegos.
Sin duda lo primero que siento es calma. Una calma similar a
la paz después de un orgasmo pero con el añadido que esa paz se dilata en el
tiempo más allá de unos minutos. Puede durar horas e incluso si el juego ha
sido muy intenso, tanto física como emocionalmente, esa paz interior me dura
días. Hay otros juegos que, por la carga pícara y traviesa que han tenido, sigo
guerrera e incluso quiero más.
Cuando se terminan los juegos, a ambos nos inunda una
energía que bien nos hace sucumbir a Morfeo, bien nos excita aún más y nos
lleva a otro tipo de juegos. Necesitamos tanto como deseamos colmar con
caricias, besos y algún que otro mordisco tu piel y la mía. Te inunda el deseo
tanto de frotarte las nalgas contra mi cuerpo como que lo hagas yo con descaro
y alevosía. Pero también hay otras ocasiones en las que buscas cobijarte en mis
brazos, estar junto a mí y nada más.
Eso es lo que ocurre y sientes en los momentos inmediatos a
los juegos. Pero según pasan las horas y los días las sensaciones van
cambiando, te inunda una sensación de seguridad sin igual. Te sientes radiante
y llevas contigo una sonrisa tan especial como las marcas que te acompañan en
las nalgas. Marcas que, unas veces sin querer y otras “sin querer queriendo”,
se rozan con tu ropa, recordándote las travesuras con las que tú y yo
transgredimos.
Me sientes tan segura que eres capaz de “comerte el mundo”. Energía y
optimismo se convierten en tus motores. Una energía que no dudaras en usar para
hacer alguna que otra travesura, buscarte las cosquillas o disfrutar de un juego
mental conmigo mediante una conversación banal.
Te sientes tan bien contigo misma y tan bonita que solo
tienes ganas de ser para mí, y de ser y
de estar conmigo
Todo un juego de sensaciones, que bien podría narrarse así.
Nervios:Es
ese torrente que fluye por tu vientre,
cuando te dicen te voy a azotar, nervios que se transforman en
excitación.
Es la excitación física de saber que dentro de nada vas a
estar en mis rodillas, medio vestida pero sintiéndote más desnuda que sin nada
de ropa, sintiendo mi cuerpo caliente y como mis manos fuertes y firmes te
tocan y te sujetan. Y excitación de pensar que cuando todo termine, nos reconciliaremos
a través de nuestros cuerpos.
Es la excitación mental de saber que ya no tienes el control,
que a partir de ahora, tu mente se bloquea para obedecerte, que te pongo a mi
disposición, que soy yo quien toma las
decisiones sin consultarte, sabes que yo decido
como y cuanto, te excita, es un
extraño placer, como en un baile que me une a ti. Me excita esa sensación de
confianza ciega y mutua, no tenemos muy
a menudo esa oportunidad de confiar a ciegas en alguien.
Sé que te va a doler, pero no te voy a hacer daño.
Miedo: Estas en mis rodillas, tienes el vestido
levantado, tu ropa interior están a mitad de camino de donde deberían, sé
que notas la presión de mi mano apoyada
en tu espalda, como paso mi pierna por encima de las tuyas, te siento indefensa, sin ningún control de la
situación, pequeña y vulnerable, eso da miedo, tu cabeza te dice que luches, que me vayas!, pero ese mismo miedo es a la vez atracción, porque
a la vez sientes que cuido de ti, que nada malo me puede pasar, que todo va
encaminado a sentir y a disfrutar, te siento totalmente comprometida contigo a
pesar del miedo, te siento segura.
Dolor:Los
primeros azotes duelen sobre todo por la sorpresa y la tensión, tu cuerpo esta
tenso, pero a media que van cayendo te
relajas y toda esa excitación hace de anestesia, me relajo y siento, poco a poco voy notando el calor que
sube y reaparece el dolor, esta vez no se diluye, va en aumento, cada nuevo
azote sube un poco más su intensidad y empieza a ser la sensación dominante, lo
que invade todo y tu cabeza empiezas a suplicar en silencio que pare, vuelve la
lucha, quieres poner las manos, gritar, pero no lo haces otra parte de cabeza te pide que aguantes un poco más, que vivas
esa experiencia, las sensaciones son contradictorias de nuevo, la impotencia de
no oponerte, no casa con la excitación que moja tu entrepierna y finalmente
cesan los azotes y solo notas picor, ardor que se irradia por todo tu cuerpo,
necesitas coger aire profundamente, estas agotada.
Necesidad: Después de ese
vacío de tiempo, empiezas a sentir nuevas necesidades que colmar, toda esa
mezcla de sensaciones tensión, nervios y miedo han desaparecido, solo continua
contigo el dolor, pero aparecen de nuevas, te siento pequeña, tierna y muy
vulnerable, siento que necesitas mis
brazos, que te toque, que te que
acaricie, necesitas decir algo pero no te salen las palabras, a veces incluso
tienes ganas de llorar, sabes que tienes
que esperar, a reordenar todas esas sensaciones, que necesitas un poco de
tiempo de soledad sin que me vaya.
Enseguida el dolor y el picor que todo lo invaden, se vuelve un ardor
agradable, tu cuerpo es todo ansia de placer, de experimentación, vuelves a ser
consciente a sentir la excitación, esta vez mucho más lasciva y sexual,
necesitas que te haga mía, sentir otra vez mis
manos, mis dedos y otras cosas
corrompiendo tu cuerpo, volver a sentirte mía de otra manera.
Paz:Es
la palabra que mejor describe, el final de todo este carrusel de sensaciones,
es lo que sienten nuestros cuerpos y mentes después de un juego, una sola palabra:
paz. Después de toda la guerra de sensaciones que acabamos de sentir, todo
termina en paz.
Hace unas semanas,
dentro de todo lo que me ha pasado este mundo me dio un pequeño respiro
y una spankee me hizo una pregunta, sobre la experiencia dolorosa, desde mi
lado del juego. Sé que suena extraño, que parece una paradoja y que haya quien
se pregunte ¿Pues como no te duela la mano?, que duele y no es broma, bueno más
bien pica, aunque también hay que reconocer, que es un picor soportable y que
si la mano pica, es seguro que otra parte del cuerpo de otra persona
literalmente hierve.
El dolor en el spanker, no es físico, es un dolor mental,
psicológico. Una de las características del dolor, es que es algo que no puedes
controlar, sin embargo un spanker durante el juego debe tener el control, sobre
la otra persona y sobre si mismo, por lo tanto debe controlar el dolor. El
dolor en el spanker no lo produce la realidad, no son unos receptores
estimulados que transmiten una información al cerebro y este responde creando
una sensación de dolor, el dolor se gesta directamente en el centro de
operaciones y lo crea el deseo contenido hacia la otra persona y a la vez la
autoexegencia contigo mismo y al ser un dolor que no depende de estímulos
internos, que se gesta desde dentro y por lo tanto controlas.
Pero que sea mental y controlado no significa que no duela,
es doloroso enfrentarte a todas y cada una de tus inseguridades para poder
jugar, inseguridades que además no se rinden fácilmente y hay que golpear duro
para que se rindan. de alguna manera necesito herirme para poder sentirme con
la seguridad suficiente para afrontar un juego, eso lleva a otro dolor, el que
provoca la auto exigencia llevada al límite, que a su vez implica el romper tus
propios valores, sacar tu parte más fría y calculadora, sin dejar de parecer
cálido y cercano, no es nada fácil y realmente doloroso, llevar dos batallas
paralelas, una contigo mismo y la otra evitando a toda costa que se transmita,
tienes que gestionar todas las dudas y titubeos que te asaltan por momentos, a
la vez mostrar la firmeza y determinación imprescindibles para jugar y todo
ello sin perder la concentración necesaria, para saber interpretar toda la
información que recibes de la otra persona. Los juegos son excitantes cierto,
pero también tienen para mí una carga dolorosa,
de tensión y exigencia, estoy
seguro que si no la tuviesen, perderían su encanto.
"En el juego de niños "Confia en mi", una persona está detrás de otra. La que está delante se deja caer hacia atrás, confiando en que la otra le cogerá antes de caer al suelo. "Confía en mi" contiene un elemento de peligro, el riesgo de no ser cogido a tiempo y de hacerse daño. La persona que se deja ir deposita una gran confianza en la persona que le va a coger. Cuando la persona que cae confía lo suficiente en la persona que le va a coger como para dejarse ir completamente, y el receptor actúa como está planeado, ambos jugadores experimentan un momento de euforia que es difícil de reproducir de cualquier otra forma.
Es acerca de la confianza
El BDSM es similar. El mito es que se trata de algo abusivo y raro - !látigos y
cadenas! En realidad se trata de confianza. Cuando la confianza sobrepasa la
posibilidad de sufrir algún daño, el resultado puede sentirse como
increíblemente íntimo y erótico.
Hay varios términos para el
BDSM: un juego de poder o de Dominación-sumisión (D/s) porque un amante tiene
el control sobre el otro, al menos nominalmente; sado-masoquismo (SM), que
implica azotes, flagelación u otros tipos de sensaciones intensas; y bondage y
disciplina (BD), que implica inmovilización. Pero el término actual es BDSM.
Mucha gente considera el BDSM
como algo pervertido, deshumanizante, o algo peor. Pero los aficionados la
consideran como la más amorosa, fortalecedora e íntima forma de contacto y de
juego entre humanos. La gente puede tener sexo sin conversar, sin negociar, o
sin ninguna conexión emocional. Pero en el BDSM, los jugadores siempre preparan
las cosas con antelación con una comunicación clara e íntima, lo que crea un
lazo especialmente erótico.
Solo otra forma de jugar
Pero toda la evidencia disponible señala que la gran mayoría de entusiastas del
BDSM son personas mentalmente sanas y típicas en cuanlquier aspecto - excepto
que encuentran el sexo convencional ("vainilla") insatisfactorio y
quieren algo más intenso e íntimo. Antes de condenar el BDSM, hay que recordar
que no hace mucho el sexo oral y la homosexualidad eran considerados
"perversiones".
De un 2 al 3 % de los adultos
americanos juegan con el BDSM, muchos ocasionalmente, otros a menudo y unos
pocos lo hacen únicamente de esta manera. Eso significa alrededor de 5 millones
de personas. Mientras tanto, alrededor de un 20% de los adultos reconoce
excitarse con las imágenes e historias del BDSM.
Hay clubs de BDSM públicos y
grupos privados en cada gran área metropolitana y a lo ancho y largo de la
América rural. Y muchas ciudades tienen más de uno.
Nunca abusivo
Si sientes repulsión por el BDSM, no juegues de esa forma. Pero la imaginería
del BDSM permea la sociedad. Henry Kissinger dijo que el poder "es el
mayor afrodisiaco". Los reyes y las naciones han luchado por dominar a otros.
El Capitalismo asume un mundo en el que el pez se come al pez, donde el éxito
significa ejercer el control. Y en el deporte, los jugadores se esfuerzan en
"humillar" a los oponentes.
Pero ¿qué tipo de persona se
excita con el dolor? Muchas personas que son perfectamente normales en
cualquier otro aspecto. De nuevo, consideremos el ejemplo del deporte. Cuando
un jugador de fútbol juega brillantemente, a menudo los otros jugadores le dan
unas nalgadas, le pellizcan, le dan puñetazos amistosos o le golpean el casco.
El receptor acepta este "abuso" agradecido, como una señal de aprecio
y afecto. O consideremos al escalador de una montaña: se quema con el sol y el
viento, está lleno de arañazos, y para cuando llega a la cima está dolorido y
exhausto. Pero se siente eufórico.
Desgraciadamente, el BDSM que
se ve en los medios ha distorsionado grotescamente el dolor que los sumisos
experimentan. Son más teatrales que realistas. Cuando este dolor es infligido
por Dominantes éticos y cuidadosos ("doms" o "tops"), el
BDSM no es nunca abusivo.
"Siempre es
consensuado", dice Jay Wiseman, autor de SM 101. "El abuso no existe.
No necesitas de ataduras, mordazas o látigos para abusar de alguien. En unas
manos amorosas, este equipo estimula la excitación sexual, permitiendo que
ambos jugadores disfruten de su interacción, o "escena", como un
buen, divertido y limpio juego erótico." Cuando el BDSM inflige dolor
real, siempre está cuidadosamente controlado por el sumiso ("sub" o
"bottom") que especifica claramente sus límites por anticipado.
Los sumisos son muy
particulares acerca de los tipos de dolor - muchos prefieren llamarlo sensación
intensa - que les proporciona placer. "Los sumisos experimentan las
picaduras de avispas o los puñetazos en la cara exactamente igual que cualquier
otra persona", dice Wiseman, "y les desagrada tanto como a los
demás".
Palabra de seguridad
El BDSM es más teatral que real. Las sesiones son llamadas "escenas"
y los participantes coreografían cuidadosamente sus movimientos por adelantado.
Primero, los participantes se
ponen de acuerdo en una palabra de seguridad, una señal para parar que el
sumiso puede invocar en cualquier momento. La palabra de seguridad
inmediatamente detiene la acción - al menos hasta que los jugadores discutan la
razón por la que el sumiso la ha invocado, y se ponen de acuerdo en continuar.
Una palabra de seguridad popular es "luz roja".
Algunos términos no se pueden
usar como palabras de seguridad, como "stop", "no", o
"basta", porque tanto dominantes como sumisos a menudo disfrutan con
las "súplicas" para detener el juego, en la seguridad de que no se
detendrá.
Cualquier dominante que no
cumpla con el acuerdo de detener el juego cuando el sumiso invoca la palabra de
seguridad está violando la confianza del sumiso y destruye la relación. Los
dominantes que incumplen este pacto son apartados de la comunidad BDSM.
Los sumisos están al cargo
Aunque los sumisos aparentan servilismo y sumisión, la ironía del BDSM es que
en realidad están al cargo. Los sumisos pueden invocar la señal de seguridad y
el dominante tiene que obedecer inmediatamente. Mientras tanto, el dominante
actúa como tal, pero también deben ser cuidadosos y atentos, llevando a los
sumisos hasta el límite que han acordado, pero nunca más allá. El BDSM provee
una oportunidad para todo el mundo de experimentar con el poder de tomar y
rendirse, sintiéndose siempre a salvo y atendido. La gente que disfruta del
BDSM afirma que se convierte en una asombrosa intensidad erótica.
¿Qué es la intimidad?
Las autoridades en relaciones humanas definen la intimidad como una
comunicación emocional clara, franca, y auto-reveladora. Pero mucha gente
equipara "intimidad" con"sexo". Ser íntimo es ser sexual y
viceversa. Solo que no es así. Se puede ser sexual con una persona a la que
apenas conoces, el "perfecto extraño".
Muchas parejas no discuten
demasiado sus relaciones sexuales, lo que disminuye la intimidad. Pero el BDSM
requiere absolutamente de una discusión detallada y continua. Los jugadores
deben planificar cada aspecto de la escena por adelantado, y evaluarlos
después. Muchos aficionados del BDSM dicen que estas conversaciones previas a
la escena son íntimas, eróticas y refuerzan la relación, tanto como las propias
escenas. Y las parejas que disfrutan ocasionalmente del juego de poder, pero no
están exclusivamente enmarcadas en el BDSM, a menudo señalan que esto potencia
su sexo no-BDSM o "vainilla" porque la práctica que adquieren
negociando las escenas les facilita el poder discutir otros aspectos de su
sexualidad. Las habilidades necesarias para el BDSM incluyen confianza, una
comunicación clara, auto-aceptación, y aceptación de la otra persona. Estas
mismas habilidades enriquecen las relaciones y el sexo - no importa como los
practiques."
Michael Castleman
PSYCHOLOGY TODAY
Probar nuevas cosas en el dormitorio es muy excitante, especialmente si es algo travieso... Además, la vida sexual diversa significa los orgasmos más frecuentes e intensos.
La trilogía "50 Sombras de Grey" ha animado a muchas personas a cruzar las fronteras del confort sexual e interesarse por BDSM (es una abreviatura del inglés - bondage, disciplina, sadismo, masoquismo) y cambiar tanto la manera de la que percibimos el sexo como el tipo de juguetes eróticos que elegimos. Por eso, en esta mini guía te invitamos a dar un paseo por BDSM para los principiantes.
Al principio queremos subrayar: no existe ningún código que regulara nuestro comportamiento durante este juego que va más allá de las fronteras impuestas por el tabú – BDSM será para tus relaciones sexuales lo que quieras que sea. Sin embargo, no será posible sin el acuerdo consciente, participación y la confianza mutuos. Es porque el BDSM no es un tipo de terapia que sirve para eliminar nuestra frustración relacionada con la relación con otra persona o con algo fuera de ella tras castigar a la pareja. No es un placer sacado de castigar a alguien o ser castigado – es solo un placer que sentimos por cruzar nuestros límites – mentales o físicos – y, en el caso de las personas que dominan, por ayudar a otros en cruzarlas. La relación entre la persona dominante y la persona sumisa se basa en la responsabilidad - la seguridad y satisfacción de esta segunda dependen de las actuaciones de la primera.
Si todavía tienes dudas, tienes que saber que BDSM puede tener buena influencia sobre tu relación. Resulta que las parejas que practican BDSM no se quejan tanto de las problemas con la mutua comprensión porque no limitan sus deseos a las normas comúnmente aceptadas y están de acuerdo con la sexualidad propia y de otra gente. Por consiguiente...
NO JUZGUES
Para algunos lo máximo de BDSM será atar a alguien a la cama con esposas con felpa y ya está. Para disfrutar de los juegos BDSM, hay que ajustarlos a nuestras necesidades y practicar lo que nos guste más. Lo de querer probar algo inusual en la cama no significa que tengas que hacer todo lo que se asocia con aquel estilo de vida. La verdad es que practicar algunos elementos relacionados con BDSM es más popular que parece. Comprendemos que, a pesar de que el sexo es para la gente, no todo es adecuado para todos.
MÉTODO PASO A PASO
Aunque BDSM sea algo que desde hace mucho tiempo aparece en tus fantasías sexuales, introdúzcalo poco a poco. Prepárate a aprender usar los accesorios junto con tu pareja, a probar lo que les gusta más y... a cometer errores. Puede que en tus fantasías estés atado/a la cama, tu pareja te rocíe con la cera caliente, además otra pareja lo observe, pero vamos que no es una buena idea para la primera noche con BDSM.
Primero Hablad. Como BDSM mueve significativamente nuestros límites, debería basarse en la comunicación franca. Solo a través de hablar entenderás que quiere tu pareja y señalarás lo que tú deseas. Hablar antes de probar las cosas nuevas es un modo ideal de negociar y reconocer si vuestras visiones de BDSM son similares, lo que sin duda os permitirá evitar las situaciones incómodas. Si queréis usar los accesorios, primero discutid los principios de seguridad y aseguraos que conocéis al menos los fundamentos de usar estos juguetes para no ocasionar daño a otra persona. Podéis también comprar una guía DVD sobre el arte de atar el cuerpo y ver algunas películas inspiradoras que traten de BDSM.
NUESTRO CONSEJO: ¡Haced la lista!
La lista de los juguetes que queréis probar - cuanto más detallada, mejor - os permitiré empezar vuestra aventura con BDSM. Preparad una tabla de cuatro cabeceras: "¿qué?", "sí", "no", "a lo mejor" y una columna "comentarios".
En "¿qué?" poned las actividades o juguetes sobre las que habéis hablado. "¿No sabéis con qué comenzar?" Las actividades más populares son: juego de rol, D/s, azotes, esposas, atar el cuerpo, vendas para los ojos, arrancar el pelo, disfraces, látigos, paletas, cera caliente, vibradores, dildos, tapones anales. Aunque sean las actividades que no querríais experimentar o tendríais dudas de probarlos, ponedlas en la lista. Esto os permitirá evitar la situación en la que otra persona, al ser creativa, empezará a hacer algo que no necesariamente querríais hacer.
Cread dos ejemplares de la lista y completadla individualmente, respondiendo "sí", "no" o "a lo mejor". Usad la columna "comentarios" para precisar todos los "a lo mejor". ¡Después comprobad ambas listas!
Aunque no necesitáis ningún acuerdo especial antes de introducir BDSM, os recomendamos establecer las fronteras, que, como se sabe, son la cosa muy individual. Sería bueno también pensar sobre algún tipo de la "palabra de seguridad" que constaría la contraseña para parar la acción cuando la persona dominante cruce dicha frontera o cuando el lado dominado se sienta incómodo. Cada palabra que no aparezca nunca durante el juego sexual puede ser la "palabra de seguridad". Podemos escoger por ejemplo la palabra "plátano" o, lo que es más frecuente en el mundo de kink, usar los colores de semáforo. "Amarillo" será un señal para la persona dominante para que se calme o reduzca la intensidad de mimos mientras que "rojo" parará la acción. "Verde", utilizado de vez en cuando, puede servir como la confirmación de que nos gusta lo que hace la pareja. Este tipo de código establecido servirá como ayuda aunque no queráis ir más allá de las guías basadas en usar las vendas para los ojos o esposas, porque significa un confort mental de la persona dominada que sabe que será capaz de parar la acción en cualquier momento.
NUESTRO CONSEJO: ¿Mejor ser dominado, dominante o ambos?
Comprueba si te sientes mejor como un lado dominante o sumiso. Para mucha gente esta división no es fija. Las parejas a veces cambian los papeles según las ganas o estado de ánimo.
¡Ojo!: Antes de empezar la sesión de BDSM, no olvidéis del juego sexual o los besos. Un calentamiento apropiado y excitación que aquel fomenta causan que nuevos elementos se introduzcan de manera más natural.
LOS ACCESORIOS BDSM PARA LOS PRINCIPIANTES
Empezar la aventura con los accesorios BDSM es muy fácil. Sin embargo, tenemos en cuenta que los principiantes pueden tener muchos problemas con elegirlos. Al mismo tiempo subrayamos que los accesorios modernos de este tipo no se limitan solo a los hechos de piel y otros de metal – los amantes de elegancia por cierto apreciarán los accesorios hechos de otros materiales. Recomendamos a las personas que empiezan con BDSM que elijan las combinaciones preparados antes que contienen los accesorios que son fáciles para usar y elegantes. Si quieres ir más allá, elija los cinturones para sumisos o la cinta especial. Son mejores que los productos disponibles en los talleres porque están fabricados de los materiales agradables al cuerpo que no causan las fracciones.
NUESTRO CONSEJO: Prueba la atadura mental
Si tienes dudas en cuanto a atar o ser atado de manera física, prueba la atadura mental. Durante este juego la "pareja atada" es solo un orden que exige quedarse inmóvil en una posición determinada. Es muy excitante, especialmente para las personas a las que les gusta romper las reglas porque saben que van a ser castigados.
Es un accesorio que no se refiere solo a BDSM. Lo podemos sustituir con éxito con corbata o chal. Sin embargo, las vendas para los ojos son más elegantes y no solo son más fáciles para usar sino que también enriquecen la vida sexual.
NUESTRO GUIÓN:
La versión cortés- ¡adivine qué es! Permite que tu pareja te mime con los objetos de diferentes temperaturas o superficies. Tu objetivo es adivinar de qué objeto se trata. Los golimbros pueden emplear en este juego la comida.
La versión picante– propón a la persona con los ojos vendados una serie de azotes. Cambia el ritmo e intensidad de los golpes - esto permitiré conectar la excitación con un poquito de inseguridad.
ATADURA
Atar el cuerpo es un arte empleado con frecuencia en BDSM, pero el Shibari profesional exige un poco de trabajo y compromiso. Recomendamos a las personas a las que no les gusta esperar y perder tiempo que usen las esposas o los cinturones preparados antes que permiten atar las piernas y los manos (en forma de estrella de mar) a tu pareja a la cama, atar las manos sobre la cabeza o atar los tobillos.
Cuando leemos 50 sombras de Grey, no pensamos en discapacitados; pero también los hay
Raúl Gay 16/01/2014 - 19:56h
María Sejmet de Ra
María tiene 51 años y es discapacitada. A los 16 años le detectaron artritis reumatoide y tiene afectadas todas las articulaciones del cuerpo, desde las manos a la mandíbula. Eso no le impide llevar una vida normal y azotar con fuerza a sus sumisos.
Practica BDSM
y se define como dominante y sádica. Vive su sexualidad de una forma diferente a la mayoría de la población. Le excita humillar, someter y causar dolor a sus sumisos. También ellos disfrutan al ser humillados, sometidos y se excitan con el dolor.
Llego a ella a través de su blog
. Quería escribir sobre discapacitados que hacen cosas fuera de la norma y me acordé del best-seller de la temporada, 50 sombras de Grey. Pensé: ¿habrá algún retrón o retrona al que guste este tipo de vida?
María me explica que BDSM es un acrónimo que engloba una serie de prácticas sexuales alternativas. Viene de Bondage
; Disciplina; Dominación y Sumisión; y Sadismo y Masoquismo. Quienes lo practican se meten en un rol determinado con el que se identifican. Como el sexo es cosa de 2 (como mínimo), necesitan una persona que les complemente. En el caso de María, que es sádica, necesita hombres (y a veces también mujeres) masoquistas. Siempre, me insiste, son relaciones seguras, sensatas y consensuadas. Todo está pactado de antemano y hay una palabra de seguridad en caso de que una de las partes quiera detener la sesión (el tiempo dedicado a realizar una serie de actividades BDSM específicas).
Sejmet y 2 sumisos
Si en la España de 2014 el BDSM es un tabú, una retrona practicando BDSM es un tabú al cuadrado. María utiliza muletas para caminar desde hace más de 20 años. Su Harley, las llama. Dentro de sus posibilidades hace lo que puede... y se atreve a un poco más.
Comenzó en el mundillo hace una década, después de estar 20 años con un hombre que no la satisfacía sexualmente. “Yo llegué a pensar que era lesbiana o frígida,” me dice a través de Skype. Un día conoció a un hombre a través de un chat, un periodista llamado José que le hizo descubrir su verdadera sexualidad. María no es dómina profesional, no cobra.. Tampoco ejerce como tal 24 horas al día, sólo cuando sesiona, cuando tiene encuentros de BDSM con sus sumisos. Entonces se convierte en Ama Sejmet
. Eligió este nombre en recuerdo a la diosa egipcia.
Como en otros ámbitos de la vida, la discapacidad a veces supone un freno a la hora de ejercer el BDSM... debido a la percepción del otro. Ahora Sejmet está reconocida como Dómina pero en el pasado le han dicho que no servía o que iban a utilizar sus muletas como consoladores hasta dañarla (por decirlo de forma suave). También hubo un militar con el que chateó durante un tiempo pero a la hora de dar el paso y conocerse cara a cara, se negó; argumentó que le había engañado al no hablarle de su discapacidad. Dos años después se encontraron y el militar reconoció que la discapacidad era una excusa: en realidad, tenía miedo.
Dice Sejmet que los insultos ya no le afectan; para evitar encontronazos y sorpresas ha escrito un aviso en su perfil de una red social especializada:
"Antes que nada decir que soy discapacitada, sí como lees. Si esto te horroriza, por el bien de los dos (sobre todo el mío) no hace falta que sigas leyendo. El poder de la dominación se ejerce con la mente, no con la fuerza bruta."
Sejmet y su máscara
Pero la discapacidad no es un obstáculo a la hora de sesionar. Si necesita ayuda, el sumiso se la da porque “un sumiso está para atender en todo momento a una dómina. Si se me cae un látigo, el sumiso debe recogerlo”. Cuando acude a locales liberales siempre hay alguien cerca para echarle una mano. “No me he cortado nunca en pedir ayuda. No voy de pobrecica... No lo soporto. Pero si la ayuda la necesito de verdad no dudo en pedirla”.
Termina la entrevista con una declaración de intenciones: “ Es necesario conocer a los discapacitados, tanto a los vainilla (los que practican el sexo de la forma habitual) como a los bedesemeros. A mí me han llegado a decir que soy un monstruo, que estoy tarada y debería ir a un profesional. La verdadera discapacidad es mental”.
Sejmet no es la única retrona
que practica el BDSM. Conoce a una sumisa sordomuda, a un dominante que utiliza silla de ruedas, a un sumiso ciego... Me pone en contacto con Douce_sumisa, una universitaria de 21 años que va en silla de ruedas. Por privacidad, no quiere dar su verdadero nombre. Su Amo tampoco le permite mostrar ninguna imagen suya, aunque no le se reconozca.
También por Skype, Douce_sumisa me cuenta que sufre una enfermedad genética que afecta al sistema nervioso. No camina desde la adolescencia y tiene poca fuerza en las manos. Hace algo más de un año, descubrió el BDSM a través de novelas eróticas y quiso saber más. Ella asegura que tiene mucho carácter y en su vida cotidiana no es nada sumisa.
Conoció a su actual Amo a través de su cuenta ordinaria de Twitter. Fue instantáneo: “Sus tuits eran muy interesantes, y sensatos. En esto la sensatez es primordial. Era misterioso. Yo me considero una mujer muy inteligente y valoro eso en un hombre, mucho, y sus respuestas lo eran”. Comenzaron a hablar a todas horas. Douce_sumisa no consideró necesario plantear de entrada su discapacidad: “Como no me impide estar integrada, no voy diciéndolo por ahí. No lo dije por eso, no porque tuviera miedo”. Al tiempo, antes de quedar cara a cara, se lo anunció. Reaccionó bien. “Lo que me gusta de Él también es que no tiene eso en cuenta para nada”.
Douce_sumisa no puede caminar pero tiene movilidad. Realizan las sesiones en la cama, el sofá, el suelo. Doy vueltas a la relación entre sus sexualidad y su discapacidad y finalmente pregunto: “¿Tu discapacidad influye en algo en tu relación con tu Amo?”. La respuesta llega rápido: “No”.