Un Tutor BDSM, es una persona que instruye, guía y hasta cierto punto dirige a otra en un determinado rol o tendencia BDSM. También se puede tutelar el aprendizaje de un determinado aspecto de ese rol.
La finalidad de la tutoría es ante todo pedagógica. Por ello el Tutor en principio NO domina, al menos de manera continuada, se podría admitir que de manera puntual lo hiciera, pero sólo a efectos de enseñanza, nunca para su propia satisfacción como dominante. Una tutelada está bajo los consejos de su Tutor, no bajo sus órdenes.
En la Red he visto que se usa también un término relacionado: El “Mentor” y la “pupila”. Parece ser que el Mentor es aquél que sólo aconseja sin ir más allá. No hay ningún compromiso de seguir con sus enseñanzas. Tampoco realiza ninguna clase de prácticas. Y por supuesto NO domina en ningún momento.
Resumiendo y para aclarar conceptos, estableceremos tres niveles: el MENTOR aconseja, el TUTOR dirige y el AMO domina.
¿Qué diferencias hay entre un Tutor y un Amo?
Un Amo educa a su sumisa para que sea feliz en su sumisión hacia él, en función de los gustos y necesidades de ambos. Un Tutor educa orientando la formación de su tutelada casi exclusivamente en función de ella, su carácter y su tendencia, sin que para nada tenga en cuenta sus propias tendencias o sus necesidades.
La finalidad de la educación de una sumisa es la sumisión a su propio Amo, la actual y la futura. En cambio a la tutelada se le educa en la sumisión en general, pero teniendo en cuenta su carácter y sus tendencias como sumisa, pues se supone (aunque ya sé que es mucho suponer) que encontrará a un Amo cuyas tendencias se ajustarán en lo posible a sus necesidades y carácter sumiso.
Aunque la tutoría suele llevarla a cabo una sola persona (lo más frecuente es la modalidad de la tutoría de una persona Dominante hacia otra sumisa), recomiendo vivamente, si ello es posible, que la sumisa del Tutor intervenga también como parte activa en la tutoría. Y ello por las siguientes razones:
· -Con esta modalidad de tutoría, la tutelada tiene una visión más completa y equilibrada de la sumisión al ser tutelada por dos tendencias complementarias.
· La sumisa entiende mejor a otra sumisa porque ambas son de la misma tendencia y además del mismo sexo. Es normal que se establezca una mayor confianza entre ambas.
· La sumisa con Amo ha recorrido el camino que ella va a recorrer. Es evidente que el Amo NO lo ha hecho (excepto que haya pasado por una tendencia sumisa anterior). Esto facilita una mayor complicidad entre ambas.
· Por último, y quizá la ventaja más importante de esta modalidad de tutoría consiste, en que la probabilidad de abusos por parte del Tutor disminuye notablemente debido a la presencia de la sumisa del mismo en todo el proceso.
1. Etapas de una tutoría completa
Aunque la tutoría puede realizarse en sólo un determinado aspecto del BDSM, estos consejos tratan de ayudar a realizar una TUTORÍA COMPLETA. Es decir, la clase de tutoría de la que hablo está indicada para una sumisa que no conoce apenas nada del mundo BDSM y que se le guía en un proceso que se supone termina cuando encuentra a su Amo.
IMPORTANTE: Las etapas que PROPONGO no son compartimentos estancos, pueden solaparse. El orden en que están expuestas tampoco es inamovible.
1) Adquisición de conocimientos básicos de BDSM. El Tutor le guiará en las lecturas que le permitirán la adquisición de contenidos imprescindibles, resolviendo dudas y aclarando conceptos.
2) Instrucción en las normas, costumbres, procedimientos y protocolo del mundo BDSM.
3) Exploración de posibles tendencias reales en sesiones puntuales: Introducción a las diferentes técnicas y conocimiento del sentimiento de sumisión.
4) Análisis y conocimiento de la tendencia:
-¿La tendencia sumisa es una necesidad real y profunda o es sólo una fantasía pasajera?.
-¿Qué nivel quiere para su sumisión?:¿Siente la necesidad de una relación 24/7 o sus necesidades se limitarán a hacer sesiones?.
-¿Se siente sólo sumisa o también Dominante?.
-Etc
5) Introducción y presentación de la tutelada en la sociedad BDSM. Acompañamiento y asistencia a comidas y fiestas.
6) Elección del Amo:
-Si es su deseo anunciarse, ayudarle en la redacción del anuncio como sumisa aconsejándola sobre cómo y dónde publicitarse.
-Si la tutelada manifestara el deseo de tener su propio blog, su Tutor podría instruirla en su confección.
-Sugerencias sobre cómo responder a los candidatos a Dominantes.
-Las conversaciones. El uso del Messenger y programas de Chat. Defensas contra el asedio.
-Ayudarle de la manera más imparcial y objetiva posible en la elección de su Amo.
-Por último hacer de enlace de seguridad en las primeras sesiones con su futuro Amo.
7) FIN: Una vez que la tutelada ha elegido su Amo, la labor orientadora del tutor ha terminado. Lo normal es que el Tutor pase a ser un amigo y confidente.
Soy partidario de que antes de comenzar una tutoría, Tutor y tutelada hablen lo más exhaustivamente posible sobre ella. Por ejemplo, antes de empezar debería hablarse sobre...
· Cuánta dedicación va a emplear el Tutor. Cuánto va a durar esa dedicación.
· Qué tipo de tutoría va a llevarse a cabo, si va a ser completa o parcial.
· Si va a ser una tutoría sólo sobre los aspectos teóricos del BDSM o va a haber también dominación, sesiones, prácticas, protocolos etc y hasta qué nivel (ver el siguiente párrafo al respecto).
¿Es ético que un Tutor domine y hasta realice sesiones con su tutelada?
Actualmente en la red existe una gran controversia sobre si es ético que un Tutor domine a su tutelada y si puede realizar o no sesiones con la misma. Al respecto quiero hacer dos reflexiones:
1) ¿Si la sumisa no pasa por la experiencia de una sesión, cómo va a saber qué tipo de sumisión quiere, qué nivel desea, los límites que quiere para su sumisión y en consecuencia (y esto es lo más importante) qué tipo de Amo necesita?
2) ¿Si una sumisa sólo necesita que se le enseñe sobre la teoría del comportamiento sumiso, por qué elegir a un Dominante como Tutor, no sería más lógico elegir para ello una sumisa? Con ello disfrutaría de la ventaja (que no tendría en el caso de disponer de un Dominante como Tutor), de que una sumisa entiende mejor a otra sumisa, porque ambas son de la misma tendencia y además del mismo sexo. ¿Entonces por qué elegir un Dominante como Tutor? La respuesta es evidente: Porque sólo con un Dominante puede sentir la dominación, aunque sea sólo en ciertos momentos puntuales, cosa difícil de sentir con una sumisa (excepto que ésta sea switch).
Sin embargo hay una cosa que un Tutor siempre ha de tener en cuenta si ejerce su dominio sobre la tutelada: que su dominación y las sesiones que pudiera haber deberían dirigirse exclusivamente a la práctica y demostración de las diferentes técnicas, en ningún caso para el disfrute del Tutor.
Es importante que el Tutor y su tutelada intenten ser lo más asépticos posible en su relación, tratando de no implicarse emocionalmente. Sé que esto es difícil, pero al menos debería intentarse.
¿Quiere esto decir que un Tutor NO puede convertirse, nunca, en ningún caso, en el Amo de su tutelada?: En absoluto, un Tutor puede perfectamente llegar a ser un día el Amo de su tutelada, si ése es el deseo de ambos. Todo ello con la condición de no utilizar su ascendencia sobre ella para influir en la decisión.
Por otra parte, es lógico que cuando la sumisa encuentre un Dominante, lo compare con su Tutor. El Tutor siempre será un patrón de medir, eso es inevitable, pero el Tutor debe influir en su tutelada para que lo haga con la mayor objetividad posible. Debería ser lo suficientemente honesto para recordarle que él, sólo por ser su Tutor y por ser el primer Dominante que seguramente haya conocido, no es necesariamente el mejor Amo posible para ella.
¿Qué características debería reunir un tutor?
En ningún caso un Amo o sumisa, pueden nombrarse Tutores a sí mismos. No hay títulos homologados de Tutor. A mi entender es la sumisa la que juzga quién es un buen Tutor para ella (luego explicaré con qué criterios y de qué modo ha de hacerlo).
La primera virtud que se exige a un dominante es la del respeto. A un tutor también. Pero yo haría especial hincapié en una virtud que es consecuencia directa del respeto: la HONESTIDAD:
El Tutor debe ser honesto para:
· No considerar la tutoría como una manera de conseguir sexo fácil.
· No influir en la persona tutelada para hacer de ella un miembro más de su “cuadra”.
· No limitar la tutoría sólo a la parte “práctica“.
· Que en la práctica y demostración de las diferentes técnicas se haga especial hincapié en la enseñanza de las mismas, en lugar de hacerlas para el disfrute del Tutor.
· No desviar la sumisa hacia un tipo de sumisión que no es apropiada para ella, pero que al Dominante le gusta.
· Ir paso a paso, con el ritmo y el nivel que cada sumisa requiere y no el ritmo y el nivel que a él le plazca.
· Formar a su tutelada de la manera más completa posible, según sus limitaciones.
· No abandonar la tutoría cuando a él le plazca, por cansancio o capricho.
· Recordarle frecuentemente a la sumisa que su estilo de dominación no es el único y verdadero, que seguramente el Amo que elija la dominará de manera diferente.
Debe ser persona de cierta experiencia, esto es evidente. ¿Cuánta?, cuánta más mejor, pero serán más importantes sus Virtudes Morales que su experiencia. Hay que tener sobre todo en cuenta, que la tutelada, suele ser una persona sin ninguna experiencia en el mundo BDSM y por lo tanto de fácil manipulación, por ello la solvencia moral del Tutor es primordial.
Debe disponer de suficiente tiempo para dedicar a su tutelada. Además debe tener cierta madurez emocional y ser una persona responsable, nunca un ser inmaduro que sea incapaz de un mínimo de constancia.
Si la persona tutelada manifiesta a su Tutor el deseo de realizar sesiones, éste debería ser especialmente delicado con una sumisa que normalmente empieza su andar en el BDSM. La primera sesión es especialmente delicada y marcará a la futura sumisa para siempre. La primera sesión es para muchas cosas, pero NO para hacer maravillas. Sólo un Tutor estúpido desplegará en ella los que él supone extraordinarios conocimientos en una sesión que sobre todo debe estar dedicada a que a la sumisa descubra su sumisión. Si la sumisa es primeriza, lo primero que intentará conseguir un Tutor inteligente es que esté lo más tranquila posible en su entrada a este mundo apasionante, del que su Tutor sabe que ha fantaseado mucho, pero que más que sus fantasías ha de lograr su tranquilidad y su confianza.
El Muro