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Little_Darkness M

No soy esa mujer que anda por la vida mendigando cariño,

No me gusta la ropa de marca,

No tengo una colección de zapatos,

Muchas veces no alcanzo a maquillarme

No me preocupa cuántas calorías tiene un pastel, pues lo como y ya

Ni si una chaqueta luce demasiado masculina

Pues de eso si se, de tener los cojones que a algunos les falta.

Se lo que es caerse, sacudirse y levantarse solita.

También soy frágil, no se crean, 

Necesito de las caricias, la cobija, tengo alma de niña...

Se ser amiga en las duras y las maduras, se escuchar, se contener, pero me quiebro y lloro a mares cuando le pasa algo a algunos de los míos

Ahhhh, pero pobre del que ataque a algunos,de los que quiero, pues conocerá a una verdadera leona enfurecida... No se metan con los míos!!!

De decepciones se mucho, pero soy de las que no se arrepiente de nada, sin esas caídas, no sería quien soy... Con los ladrillos que me lanzaron creé mi fortaleza, no me destruyeron, por el contrario, me fui fortaleciendo.

Soy tan cabrona, que agradezco detalles tan simples como contestar un post, o un buenos días, o un buenas noches, no necesito de grandes regalos...Quien está conmigo sabe que amo las cosas simples, los detalles...

Me da lo mismo que crean que una little, es tonta, inmadura o pedinche...

 Yo se lo q es ser mujer, lo que es salir adelante, lo que es separarse con un hijo en el vientre, porque ningún pinche cabron, se iba a reír de mi, el engaño no me asienta...

Se lo que es sacar fuerzas de la nada.

Se lo que es caminar kilómetros, por no tener un puto peso para transporte


Quien me tenga, que me cuide, y no lo digo de soberbia, sino porque sé lo que me costó armarne muchas veces y aprendí a golpes a darme valor...

Se lo que valgo y lo que soy


Una niña en cuerpo de mujer... pero una mujer con cojones....

#Maffy


Little_Darkness M
 El Amo ideal sabe que su autocontrol es básico para dominar a su sumisa. Como Amo, es firme hasta el punto de hacer que las lagrimas fluyan y, como amante, no duda en lamerlas de su rostro. Acepta la veneración de su sumisa y corresponde con la ternura de quien sabe que su posición no se resiente por expresar sentimientos hacia ella. Consciente de la diferencia entre realidad y fantasía, no duda en olvidarse de los roles para ser un amigo cuando ella le necesita Él entiende que para poseer a una mujer, se debe cortejar su mente con inteligencia y humor; ganar su alma con pasión y calidez, y su cuerpo con firmeza y determinación. Actúa como galante caballero movido por un antiguo código de honor que, los que no conocen critican o, en el mejor de los casos, aceptan sin comprender. De naturaleza protectora, defiende el honor de su sumisa que, por extensión, siente como suyo. Y es consciente de que la diferencia de los roles no implica inferioridad Él es un sutil sádico que utiliza el dolor para extender las fronteras del placer pero sin que ese dolor produzca daño. Es el tutor y el guía que hace volar a su sumisa proporcionándole la motivación para dar el salto inicial, el coraje para arrojarse al vacío, la determinación para mantenerse en vuelo y la osadía de perseguir cimas más altas. Pero no es un mago. Es simplemente un egocéntrico que persigue entrar en lo mas intimo y afianzarse en ese lugar.
Little_Darkness Jun 20 '18 · Rate: 5 · Comments: 16
MEGUSTAQUEMEDIGAN H
Busco mujer dominante que le guste humillar y darme tareas humillantes, sea por chat voz y video o personalmente soy de argentina.
MEGUSTAQUEMEDIGAN Jun 18 '18 · Comments: 3
Flacalulu9 M

Sabemos que mi fantasía es rara pero estamso buscando a alguien que lo quiera hacer con ella dormida o borracha, ya lo hicimos una vez y nos encantó....



Flacalulu9 Jun 10 '18 · Comments: 3
Kevintailee12599 H
Gracias a todos por leer este blog les agradezco que se hayan tomado la molestia mi fantasía es la siguiente:  yo estaba en la casa tranquilamente de noche tipo 7:pm cuando oigo que suena el timbre pienso quien será a esta hora le digo que ya voy cuando de repente oigo que suena la vos de mi ama - que haces esclavo haciéndome esperar  te doy 3 segundos para que me abras o verás lo que te espera esta noche - yo con solo oír eso salí disparado a abrirle a mi ama y ponerme de rodillas le dije que no sabía que iba a llegar a lo que ella me dijo - Yo vendré cuando quiera tienes que estar atento me entendiste esclavo-  si mi Ama no se volverá a repetir ella se sentó en el sofá que estaba en la sala de estar y con la mirada me dijo que me desnudara y que estuviera de 4 patas en el suelo yo acate de inmediato ella puso los pies encima de mí y yo le pedí permiso para masajearles los pies ella me dijo que si y me puse a hacerlo de inmediato cuando ya ella estaba mejor me dió la orden de llevarle en 4 patas el collar de perro y yo lo hice de inmediato cuando llegue donde ella me puso la correa y me dió la orden de lamerle los pies con delicadeza así lo hice después de un rato de estar así me dió la orden de ir al cuarto y esperarla contra la pared mientras tanto ella estaba tomando un vino sabiendo que a mí me estaba poniendo nervioso por no saber en qué momento va a entrar mientras tanto yo estaba arriba cuando de repente siento una mano en el cuello oigo la voz de mi ama diciendo que estoy solo para satisfacerla que mi cuerpo es solo un objeto para el placer de ella que ella me va a torturar como ella desee a lo que respondo si mi ama mi cuerpo le pertenece ahí es cuando veo que saca una fusta y se lo que va a hacer me pongo de 4 patas que el trasero quede al aire mientras veo como ella se deleita con cada azote que me da a lo que digo gracias ama después de un buen rato azotandome ella me pregunta que si estoy erecto le digo que si ama ella me dice que me voltee lo hago cuando veo que ella me agarra el pene por las bolas y siento un golpe yo me retuerzo del dolor pero me pongo en posición como estaba antes ella me pregunta que si me dolió yo le digo que un poco y ella continua golpeándome las bolas no solo con las manos si no también con los pies al rato de estar así veo que saca una última cosa veo que es un aparato de castidad yo le pregunto cuánto tiempo estare así ella me responde el tiempo que ella desee
Kevintailee12599 Jun 3 '18 · Rate: 3 · Comments: 6 · Tags: sumison
Diorr H

La lluvia tiene ese sonido constante, inminente, permanente. Es un manto de sonido que lo envuelve todo y las gotas infinitas bañan la casa, se estrellan en todo una y otra vez. Una y otra vez, una y otra vez. La habitación es cálida pero más aún su cuerpo desnudo y de pie frente al espejo. Un espejo largo como un ventanal la muestra de cuerpo entero. Su dueño la había desnudado y puesto a contemplarse a sí misma. Incómoda inicialmente le costaba verse desnuda, y lo primero que sus ojos buscaron fueron determinar imperfecciones, asimetrías, manchas, marcas, detalles que la avergonzaban. Se sonrojó completamente cuando su dueño se le acercó y le comentó suavemente al oído: “¿Los sentidos te averguenzan? Yo creo que no. Aceptarte te cuesta. Pero ahora sin un sentido mirarás con otros ojos. Como ya te dije, esta vez seremos dos”.

En ese momento con un pañuelo de textura suave empieza a cubrirle los ojos y ella siente de pronto que su piel adquiere otra temperatura. Trata de recordar la habitación. La cama, el par de sillas en una esquina, el espejo pero no tiene tiempo de mucho puesto que su dueño la coge de la mano y le conduce por la habitación. Ella siente sus pies sobre el piso, siente una ligera briza rozar su torso, siente su propia respiración que se acelera un poco. Después de dar unos cuantos pasos pequeños, un poco temerosa de chocarse con algo, siente que se detiene y escucha una puerta que se abre.
Entra otra briza de aire que le da de lleno en la espalda. Quiere voltear como si no tuviese sus ojos cubiertos, como si quisiera mirar a través de la tela que ha dejado todo oscuro para ella. Escucha susurros y siente que se le acercan. Su dueño le dice al oído otra vez: “A él se le tiene prohibido hablar y a ti también se te tiene prohibido hablar salvo la palabra de seguridad”.
Ella asiente con la cabeza y su dueño le dice al otro sujeto que se acerque. Escucha nuevamente susurros y sin estar prevenida siente que algo se le acerca al cuerpo, no sabe si son sus manos, no sabe si es un objeto hasta que siente esa corriente de aire que solo podría ser de la respiración humana. ¿Será la boca?. No lo es, por su espalda siente una filosa, amenazante, curiosa, expandida nariz que la olfatea. Le olfatea el cabello, siente que se mueve como un pájaro alrededor de ella, olisqueando su cuello, sus senos, su vientre. Siente el roce de la punta de la nariz bajando hacia su sexo donde se detiene y aspira profundamente como si quisiera retener ese aroma. Continúa por la cadera y las piernas hasta que se detiene y siente unas manos que la fuerzan a inclinarse hacia adelante. Esas manos hacen que sus manos se recuesten sobre la cama y la dejan en posición inclinada con la cola empinada. Nuevamente las manos le indican que abra las piernas y ella obedece. Y otra vez, esa nariz, esa nariz empieza en las caderas y busca otra vez su sexo que se entremete entres sus labios vaginales. Una ligera cosquilla le hace ladearse y sonríe pero una palmada certera le hace quedar quieta otra vez. La nariz pasa a olfatearle el ano y sube por su espalda. Siente otra vez ese cosquilleo pero se aguanta para no recibir otra nalgada. La nariz se aleja y es puesta de pie nuevamente, erguida. Mentalmente ella se ubica nuevamente en la habitación. Sabe que frente a ella está la cama, sabe…. de pronto siente en su boca otra boca. Un beso imprevisto, se posa en su boca y mueve los labios. Ella inicialmente no sabe si son los labios del otro sujeto o son los labios de su dueño pero rápidamente reconoce la forma de besar de su dueño. Una forma suave inicialmente y luego con esa lengua curiosa que le gusta abrirle los labios, con esos dientes que la mordisquean. Es un beso largo y apasionado que continúa hasta mordisquearle el cuello, besarle los hombros, y en ese afán siente otra boca que empieza a besarla desde la espalda bajando hacia sus nalgas. Y la otra boca se detiene en sus senos turgentes y juega con sus pezones que están super sensibles y siente, las bocas que la recorren, siente el aliento caliente de los corazones excitados. La presión de los dientes en sus pezones, ella suspira, y también se agita. Siente el otro rostro hundido entre sus nalgas, y una lengua pequeña, apenas perceptible queriendo lamerle el ano y un poco la vagina. Ella no sabe si inclinarse o quedarse quieta puesto que su dueño, piensa ella, está ocupado con sus senos, mordiéndolos a su antojo pero la otra boca pareciera padecer entre sus nalgas y se imagina el rostro. Piensa, y si presiono las nalgas para complicarle la tarea, o si trato de adivinar cómo es su rostro con la sensibilidad de mis nalgas. Se le dibuja una sonrisa en la mente y quizá en el rostro pero siente que le jalan el cabello y escucha la voz de su dueño que le dice: “de rodillas perra…”
Ella obedece en el acto y siente su peso sobre sus rodillas y no sabe qué pasa hasta que una mano le toca con curiosidad sus labios y mete un dedo que ella chupa con recelo. No es el dedo de su dueño, es un dedo más largo y delgado que el de su dueño. De pronto imagina al sujeto como alto y delgado, como huesudo y sintió algo de incomodidad pero no tuvo tiempo de seguir reflexionando puesto que de pronto sintió en su boca entrar una verga que en el acto ella reconoció como la verga de su dueño. Para ella siempre le pareció adecuada, ni larga ni corta, ni gruesa, ni delgada. Saboreó la verga de su dueño mientras sentía otra vez esa otra boca mordisqueando sus hombros mientras la verga de su dueño, entraba y salía de su boca con frenesí. Y ella sentía su respiración entrecortada cuando entraba toda la verga en su boca, sentía la punta asomarse por la garganta y sentía su saliva, sus ojos que en la oscuridad lagrimeaban. Y de pronto la otra boca desapareció. No sabía si se habría retirado o se preparaba para otra cosa. Hasta que sintió que la ponían en cuatro y otra vez esa boca concentrada en sus caderas y sus nalgas. La verga de su dueño otra vez se acomodaba para que ella pudiera chuparla y lamerla una y otra vez y estaba en ese trance cuando sintió como una electricidad que le recorriera su cuerpo una mordida certera en la nalga, una mordida profunda y con fuerza. Ella lanzó un grito de dolor pero fue reprimida con una cachetada que le propinó su dueño gritando: “silencio!!!”. E inmediatamente sintió que su dueño hundía su verga en su boca y ella dio un par de arcadas pero no fue impedimento para que su dueño siga penetrándole la boca. Y la otra boca seguía hundiendo su lengua en su ano y su vagina. Era placentero pero no podía más con la verga de su dueño en su boca y otra mordida profunda en el muslo la hizo estremecerse otra vez pero no hizo ruido alguno. Otra vez le jalaron el cabello para ponerla de rodillas otra vez. Su boca salivaba bastante y trató de incorporarse pero sintió otra verga en su boca, más pequeña y gruesa que entraba con fuerza. Pero esta verga no le daban arcadas pero su le cubrían toda la boca, no le dejaba respirar bien. La sentía rugosa y gruesa llenándole la boca. No podía repelerla sino degustarla y sentirla diferente hasta acostumbrarse hasta que esa verga salió de su boca y entró la otra verga, la de su dueño quien arremetía profundamente y otra vez las arcadas y esas lágrimas en la oscuridad que le hacían sentir diferente. De pronto parecía que no estaba ciega sino que había cerrado los ojos porque quería ver más, quería sentir más. En ese razonamiento estaba y sentía las dos vergas turnarse en su boca, cada una a su ritmo, cada una con su sabor, cada una ensalivadas por ella. Pero otro tión de su cabello la desubicó completamente. Se sintió llevada, dirigida, arrastrada hasta que sintió el borde de la cama donde fue tumbada boca arriba. Unas manos fuertes le abrieron las piernas y sentía que encima de ella alguien se acomodaba hasta que sintió los dedos de su dueño que le abrían la boca y sin contemplación otra vez su verga que se metía a profundidad. Y la otra boca arremetía con su lengua buscando la profundidad de su vagina. Con todas esa emociones no sabría si sentirse dichosa o apabullada de sensaciones. Esa boca indiscreta e impetuosa que le sorbía sus líquidos, que succionaban su clítoris con fuerza, que se hundía entre sus labios buscándola, lamiéndola, olfateándola. Y la verga de su dueño ensartada en su boca, ella también lamiéndola, también tratando de sorber esas gotitas que ella imagina transparentes que salen de la cabecita de su verga. Sentía su cuerpo hervir de sensaciones, sentía su vagina muy húmeda y mojada y no sabía si eran sus líquidos o la saliva de la otra boca. Pensar, es algo complicado cuando tus sentidos están disparados a todos lados y las sensaciones la inundaban por completo. No sabía si eso era un orgasmo o solo un estertor de placer hasta que de pronto escuchó a su dueño decirle. “faltan otros sentidos, no te desaparezcas…”

D.

Diorr May 22 '18 · Comments: 1
Kevintailee12599 H
Mi sueño fue que estaba en mi casa a punto de almorzar cuando de repente suena el teléfono y veo que es mi ama inmediatamente contesto si ama ella me dice - esclavo que estás haciendo -  yo le respondí ama estaba a punto de almorzar ocupa que este humilde servidor  haga algo? - si esclavo para que crees que te llame ocupo que me recogas  ahora mismo me entiendes- lo que yo le respondí si ama de inmediato la recogo me dice - tienes 30 Minutos para venir por mí si duras demasiado te castigare severamente lo entendiste - si mi ama ella me cuelga y yo salgo corriendo en la moto para recogerla llego al lugar y ahí veo a mi ama le digo ama he llegado tal como me lo ordeno sin verla a los ojos ella me respondió bien echo   luego de llevarla hasta mi casa yo ya sabía que en la precensia de ella tenía que estar desnudo y así lo hice rápidamente ella por mientras tanto se sentó en el sofá y me llamo y yo llegue de 4 patas como el perro de ella y mi ama me preguntó que si había cenado yo le dije que aún no entonces ella me dijo que era lo que pensaba almorzar yo le dije que pensaba hacer una pasta en salsa blanca ella me dijo que tenía 30 minutos para alistarlo yo me dispuse a hacerlo y termine justo a tiempo servi la comida a mi ama cuando me disponía a comer mi ama me pregunta que hace un perro sentado en la mesa yo le pedí perdón que no volvería a pasar ella me dijo que tenía 5 minutos para comer y que la esperara en el cuarto desnudo pegado a la pared y  que me castigaria severamente que alistara  una fusta y dos velas prendidas  y unas esposas   yo estaba contra la pared atento a que mi ama llegara  ella lo hace silenciosamente que  solo puedo sentir que ella me agarra la mano y me da la vuelta las alza formando una X me esposa y amarra a la pared  me venda los ojos y me dice que de gracias por casa fustazo que me va a dar y que no va a parar hasta que ella esté satisfecha yo le digo que si ama que estoy para complacerla ella  comienza lento y despacio luego va aumentando la fuerza y la rapidez  en un momento siento que para y es para agarrar la vela y me la echa encima mientras que me ordena que  diga gracias ama por poder tener el gran honor de servir a una ama y diosa con usted  y empieza otra vez con la fusta y una vez  que mi ama está satisfecha me ordena bañarme y le agradezco por déjar que me bañé Ella para finalizar me pone un cinturón de castidad que cada vez que se me ponga dura voy a sentir una pequeña descarga de corriente
ramona H

Voy manejando mi carro por el centro de la ciudad. Suena el celular, y contesto rápidamente:  es mi dueña.,al sentir su voz,  pienso que debe ser urgente para que se haya dignado llamarme. Me tiene aleccionado para que cuando ella diga aló, yo reconozca su voz  y le conteste: A sus pies, mi ama! De lo contrario, ella me castigará. Me excita y causa temor el pensar que se  enoje conmigo,  y trato siempre de no darle motivos de disgusto.


- ¡Aló, a sus pies, mi ama.!contesto.

- Mira, mi sirviente: Necesito que estés hoy en el  Hotel Hilton  a las 9 p.m.. Una de mis jefes viene del exterior hoy y le ofrecí un sirviente para que  pase varios días sirviéndola y así olvide el stress del trabajo. Es muy importante para mí, ella es un poco mayor y mi futuro depende de que se sienta satisfecha  del servidor que le voy a prestar. Obedécela en todo. No quiero quejas ni reclamos de ella , al mínimo disgusto  de su parte, te castigaré  y te arrepentirás. Si lo haces bien, a lo mejor te permito  que me beses todo el cuerpo y me chupes donde sé que te gusta., ¿entendiste, bruto?

- Si, mi señora, le contesto, lo que Ud. ordene! Ud. dispone de mí como  lo desee le contesto.

- Bueno, ya sabes, a las 9 p.m. preguntas en la recepción por la  Srta. Camila Sterling, diciéndole que vas de mi parte. ¡Ahora, apúrate, que mi tiempo sí es importante!,despídete con respeto!

- A sus pies, mi señora

 

- OK: Chao.

Paso toda la tarde en medio de una gran expectativa, porque no imagino como  puede ser esta dueña ocasional que me envía mi ama, y porque tengo miedo de  fallar y no poderles cumplir. Salgo del trabajo hacia la casa, y no tengo tiempo de comer. Regreso al centro y llego al Hotel  justo a las 9.55, con temor de retrasarme y ser castigado. Hay una muchacha en la recepción. me mira de arriba a abajo y me dice:

- La señorita Camila lo espera en la Suite 422.Me dejó dicho, que al llegar Ud. Lo envíe. Que entre, se siente en el living y la espere mientras ella puede salir.


Subo, entro a la suite, al encontrar la puerta abierta y llego a un pequeño recibidor  con varias silla, sofá, mesa y revistas en las esquinas. Hay un ambiente de oscuridad, un solo bombillo lateral alumbra el espacio. Dos puertas separan este salón de un salón más grande en el que otras puertas deben ser habitaciones. Me siento en una de las sillas, inmóvil y espero al menos diez minutos. Luego, las puertas se abren de repente y aparece mi ama ocasional.

Camina lentamente, con mucha seguridad y altivez que se deben al hecho de  sentirse hermosa y además con poder sobre las personas. Tiene el pelo largo, rojizo, una edad entre los 35 y los 40 años y una  elegancia de aquellas personas acostumbradas a lo mejor. Observo en todo su cuerpo una piel suave, con pecas y vellos amarillos en las partes visibles. Viste un vestido negro y ceñido  donde se observa claramente la marca de unas tangas , sin nada arriba. El vestido es corto, al agacharse se notan sus  senos  y al caminar observo sus rodillas redondas y hermosas. Calza zapatos de tacón altísimo con bastante facilidad a pesar de la  alfombra gruesa que cubre toda la suite. Se dirige hacia mí con cara de enfado, me mira lentamente, y me ordena: ¡De pie! al mismo tiempo que bate sus palmas para reforzar la  orden. No me saluda ni me hace ningún gesto de cortesía.

Me levanto un poco nervioso y asustado. ¡Acércate! su voz es delgada y delicada y no corresponde a una mujer de su edad. Parece la voz de una quinceañera mimada y caprichosa. Pero sus gestos y ademanes son muy autoritarios. No me sonríe. En su rostro se nota el hecho de saberse superior a mí y lo disfruta.

- Tu ama  me ha prestado su juguete. Me ha dicho que eres un sirviente bastante entrenado, me dice, si lo hizo bien debes saber que las  amas no permitimos miradas directas hacia nuestra persona. Yo no las tolero, a menos que te lo pida directamente. Eso debes saberlo. No tienes ningún derecho de observar a tu ama y menos mirarla a la cara como lo has hecho. Tu mirada cuando estés frente a mí, debe apuntar al suelo, a mis zapatos, ¿entendiste, sirvientillo? Yo sí soy estricta y parece ser que mi amiga no te ha entrenado lo suficiente. ¡Acércate más!

Me acerco otro poco más y siento su perfume, cuidando ahora sí de tener la  mirada  en los pies de mi ama. Siento una cachetada  fuerte en una mejilla y sin reponerme de la sorpresa,  otra en la otra mejilla. Las siento calientes y me arden. Todo fue inesperado.

- Ahora, arrodíllate, y me lambes los zapatos uno por uno como agradecimiento por mi trabajo de corregirte.

Me arrodillo rápidamente sintiendo todavía el ardor en mis mejillas y comienzo por su zapato derecho. Lo acerco con mi mano y veo que cometí otro error.

 

- No me toques,  animal , ni siquiera los zapatos sin mi permiso. Debes besarlos y chuparlos  como puedas, aunque yo me mueva . Ese es tu problema y más vale que lo hagas  bien.

Acerco mi cara al otro zapato y comienzo mi labor aunque de verdad, los zapatos se ven relucientes. Me canso en esa posición  y trato de levantarme pero eso la enfurece otra vez.

- ¡No te he dicho que te levantes, flojo y bruto! ¡Continúa hasta que yo
te lo diga!

Sigo con el otro zapato por la punta, el tacón y los lados. Ella aparta sus  pierna un poco para permitirme besar  la parte interna de sus zapatos entre uno y otro. Cuando está satisfecha, levanta un pie, lo apoya en mi hombro y me empuja bruscamente hacia atrás. Es repentino y caigo violentamente sobre mi espalda. Entonces, la veo sonreír. ¡Yo, la divierto, por fin! Eso me agrada  porque tengo que complacerla ,no debo hacer enojar a mi ama y no quiero que me castigue. Me incorporo con la cabeza agachada, esperando que ella se dirija a mí recordando que no debo hablarle si ella no me habla primero.

- ¡Así me gusta, pedazo de esclavo! Vas aprendiendo que eres un objeto  que me prestaron hoy y no tienes derecho a hablar, opinar, a moverte, ni mirarme si yo no te lo autorizo, ¿entiendes?

- Sí mi ama, entiendo.

- Quédate quieto mientras regreso, me dice, y sale hacia la cocina.

La veo de reojo regresar colocándose guantes de látex en las manos. Comienza a explorar minuciosamente mis genitales, con ojo crítico, lentes una  seriedad  que me cohíbe.

 

- Todo lo que tengo en las manos me pertenece ahora y lo voy a utilizar para  divertirme y creo que lo haré cada vez que me venga en gana. Me divierte  agarrar tu pequeño miembro, esclavo, me hace olvidar mis problemas de trabajo. Creo que mi amiga va a tener que cederme este esclavo cada vez que yo lo necesite, a lo mejor los fines de semana. Le preguntaré si no tiene objeciones para afeitarte todo este pelo que  tienes por las bolas, no quiero que se enoje conmigo si te devuelvo así, rasurado y ella no lo desea. Ahora, mientras yo te observo te vas a desnudar, y te dejas las medias y los zapatos, ¿ok?

 

Pasa para el salón de la suite, me dice abriendo las  puertas que dan acceso a un salón grande con un enorme ventanal encortinado  desde donde se divisa un paisaje marino totalmente azulado. Me señala  un sitio en el centro del salón  para que cumpla su orden.
¡Vamos, hazlo ya!, dice dando otra palmada  de forma impaciente. Se sienta entonces en un sofá cruzando sus bellas piernas ,apoyando los brazos detrás de la cabeza mientras me observa apreciativamente. Ven acá, me dice, como llamando un perrito para darle comida chasqueando los dedos. Yo todavía no había empezado a desnudarme un poco aturdido por sus maneras autoritarias.


¡En cuatro patas! me grita viendo que yo me acercaba de pie. Al llegar cerca de ella, se acerca agarrándome la camisa por los costados y de un tirón, la rompe botándole algunos botones, luego empieza a rasgarla con determinación  hasta quitármela toda violentamente.

 

- ¡Fuera toda esa ropa! ¡Dame las gracias por ayudarme a desvestirte!

- Gracias , mi ama, le digo.

Abre la boca ahora, me dice mientras se quita un zapato de su pie  derecho y me mete el pie totalmente hasta la garganta de un solo envión. Lo tiene un rato hasta que me siento presionado y sin aire, luego de lo cual lo saca con la misma fuerza.

- Ahora, lo vas a tomar en tus manos con delicadeza, y poco a poco vas a besar palmo a palmo todos los dedos, pasando la lengua con cuidado por las separaciones , no olvides la planta de abajo, el tobillo y tómate tu tiempo, animal, porque esos pies que tienes en las manos merecen la mejor atención de una bestia como tú.

Comienzo y durante un largo rato me concentro en chupar  cada dedo que tiene  uñas muy cuidadas y rojas, sintiendo un saborcito un poco salado pero agradable. Además, es un pie pequeño y bello. A la altura del tobillo tiene una cadena delgada que lo envuelve dándole un toque de gracia. Parece satisfecha observándome mientras se oye el chasquido de mi lengua. De reojo la veo recostarse en el sofá , con sus bellos ojos apuntando al techo y deja escapar un suspiro. Siento que disfruta mi trabajo y el hecho de tener totalmente humillado a sus pies a un sumiso  dócil, y complaciente. Yo dentro de mí agradezco que se digne permitirme tomar sus pies, besarlos y  acariciarlos. Me siento en éxtasis y quisiera que se prolongara mucho tiempo. Pasa un largo rato y voy perdiendo la noción del tiempo, porque este bello  pie me excita mucho.

Luego de un rato, siento un tirón fuerte en el pelo y la vocecita acaramelada de mi ama :

 

- ¡Empieza con el otro ,veo que te estás emocionando!

Agarro el otro pie y empiezo a repetir mi labor, viendo que le agrada mucho y procura no demostrármelo, Al cabo de un largo rato, me ordena:

 

- ¡Basta ya, es suficiente. Levántate porque esas rodillas ya no te deben aguantar! Camina hasta aquella esquina y te vas quitando el pantalón y el interior, pero te colocas luego los zapatos, dándole la cara a la pared.


Me quito  el pantalón, el interior y me dejo las medias luego me coloco los zapatos. Pienso que ella me verá así un poco más ridículo, desnudo totalmente, pero con medias y zapatos. Se acerca y me ordena  acostarme sobre el espaldar de una silla, con las nalgas en alto y las manos apoyadas en el piso. Mis pies quedan colgando y así siento expuestas todas mis partes íntimas a  su disposición.

 

- Para mi gusto prefiero todo esto sin pelos, ni obstáculos  para poder jugar.,creo que te voy a rasurar completamente si mi amiga lo autoriza. Ahora, prepárate porque te voy a calentar esas nalgas con mis manos. Lo haré porque quiero sentir el calor  y porque espero con ello demostrarte que soy una ama estricta y te voy a domesticar a mi gusto, eso me encanta. Además, serás entrenado para recibir mis azotes o palmadas aunque no
haya razón ninguna.

Al decir esto, empieza a darme fuertes palmadas en ambas nalgas alternativamente, siento el ardor y parece que a ella le gusta porque lo hace más rápido y con más fuerza cada vez. Sólo se escucha el sonido y su respiración  jadeante. El ardor se mezcla en  mí con una sensación de placer por saber que mi ama lo disfruta y le pertenezco por ahora. Al cabo de un rato se quita los guantes para sentir en sus manos el contacto directo con mi carne. El ardor es bastante fuerte y siento que sus golpes aumentan de intensidad a cada momento.

- Tienes unas nalgas bastante blancas: pero cuando yo termine, estarán  totalmente rojas. Debes acostumbrarte a mis palmadas porque eso me divierte , me excita y me relaja, y porque es parte de tu entrenamiento como sumiso de mi propiedad.

Al decir esto, siento que aparta duramente mis nalgas con las manos ordenándome:

 

- Coloca tus manos una en cada nalga y las abres todo lo que puedas, manteniéndote así hasta que yo te lo ordene. ¡Ya!

 

Siento su orden acompañada de otra palmada. En la posición en que me encuentro y con lo adoloridas que siento mis nalgas, se me hace difícil obedecerla. Pero aún así, lo hago apartando mis nalgas todo lo que puedo. Siento cerca su respiración mientras me examina detalladamente.

- Me encanta ese huequito virgen. Desde ahora, es mío y debes saber que  lo voy a acostumbrar a mis caprichos . Ahora, vas a caminar con mucho cuidado y te arrodillas aquí a mis pies porque te voy a dar unas instrucciones: ¿O.K? ¡YA!

Así lo hago, me bajo con cuidado de la incómoda posición con ardor en las nalgas y una extraña sensación  en mi recto.

 

- Estas son mis órdenes: vas a limpiar mi cuarto. vas a tender la cama, cuidadosamente , vas a lavar minuciosamente el baño , vas a guardar la ropa que he comprado y vas a lavar mis pantaletas y sostenes. Quiero el trabajo bien hecho. Si encuentro algo que no me guste, vas a ser castigado.

Me tiende un delantal bastante femenino.,con tira para amarrar y encaje en  la parte inferior.

 

- ¡Colócatelo!

 

Lo amarro a mi cintura, apenas me tapa el miembro y por supuesto, mis nalgas quedan a su vista. Eso la divierte. Se acerca, me lo agarra fuertemente y con una palmada más  finaliza su inspección.

- Mi sumiso debe ser además mi mucamo   y mi sirviente. Hablaré con tu ama, mi amiga, porque de ahora en adelante te voy a entrenar con mucha dedicación  y vas a tener que venir bastante seguido. Tengo mucho trabajo contigo para convertirte en el sirviente que necesito. Debes aprender a leerme  el pensamiento, a obedecer rápidamente cualquiera de mis órdenes,, a estar dispuesto a mis pies en posición de  saludo cuando me veas, a no hablar nunca si no te lo ordeno, a cuidar de mi  cuerpo cuidadosamente. Y además, a atender mis reuniones con amigas sobre negocios. Quiero  exhibirte obediente , pero lo haré solamente cuando vea que estás totalmente domesticado. Luego, tomaré control total sobre tu miembro y no vas a botar ni una gota
de semen sin mi permiso.. Con el control cuidadoso que voy a llevar, sabré si me has desobedecido. De ahora en adelante, cero masturbación sin mi permiso, y mucho menos sexo con nadie a menos que yo lo autorice, entendiste, ¿tonto?

- Si, señora, como Ud. disponga.

- Ahora, de doy dos horas para que realices tus labores en mi cuarto y  con mi ropa. Voy a estar en la sala examinando unos papeles de trabajo. Si escuchas una palmada, es señal de que algo se me ofrece. No quiero repetir mis instrucciones nunca, porque eso me molesta. No me importa qué estés haciendo: cuando escuches la palmada, corres donde yo esté. Y, para mí, no tienes nombre. Eres mi cosa, mi propiedad. No esperes que te llame de ninguna manera, sólo los golpes de mis manos son el sonido que debes reconocer como tu llamado, por lo menos mientras estés entrenado, domesticado y te hayas ganado tu nombre. Cuando llegue ese momento, te llamaré como me plazca...

ramona May 20 '18 · Rate: 5 · Tags: humillación, servidumbre
ramona H

Voy manejando mi carro por el centro de la ciudad. Suena el celular, y contesto rápidamente:  es mi dueña.,al sentir su voz,  pienso que debe ser urgente para que se haya dignado llamarme. Me tiene aleccionado para que cuando ella diga aló, yo reconozca su voz  y le conteste: A sus pies, mi ama! De lo contrario, ella me castigará. Me excita y causa temor el pensar que se  enoje conmigo,  y trato siempre de no darle motivos de disgusto.


- ¡Aló, a sus pies, mi ama.!contesto.

- Mira, mi sirviente: Necesito que estés hoy en el  Hotel Hilton  a las 9 p.m.. Una de mis jefes viene del exterior hoy y le ofrecí un sirviente para que  pase varios días sirviéndola y así olvide el stress del trabajo. Es muy importante para mí, ella es un poco mayor y mi futuro depende de que se sienta satisfecha  del servidor que le voy a prestar. Obedécela en todo. No quiero quejas ni reclamos de ella , al mínimo disgusto  de su parte, te castigaré  y te arrepentirás. Si lo haces bien, a lo mejor te permito  que me beses todo el cuerpo y me chupes donde sé que te gusta., ¿entendiste, bruto?

- Si, mi señora, le contesto, lo que Ud. ordene! Ud. dispone de mí como  lo desee le contesto.

- Bueno, ya sabes, a las 9 p.m. preguntas en la recepción por la  Srta. Camila Sterling, diciéndole que vas de mi parte. ¡Ahora, apúrate, que mi tiempo sí es importante!,despídete con respeto!

- A sus pies, mi señora

 

- OK: Chao.

Paso toda la tarde en medio de una gran expectativa, porque no imagino como  puede ser esta dueña ocasional que me envía mi ama, y porque tengo miedo de  fallar y no poderles cumplir. Salgo del trabajo hacia la casa, y no tengo tiempo de comer. Regreso al centro y llego al Hotel  justo a las 9.55, con temor de retrasarme y ser castigado. Hay una muchacha en la recepción. me mira de arriba a abajo y me dice:

- La señorita Camila lo espera en la Suite 422.Me dejó dicho, que al llegar Ud. Lo envíe. Que entre, se siente en el living y la espere mientras ella puede salir.


Subo, entro a la suite, al encontrar la puerta abierta y llego a un pequeño recibidor  con varias silla, sofá, mesa y revistas en las esquinas. Hay un ambiente de oscuridad, un solo bombillo lateral alumbra el espacio. Dos puertas separan este salón de un salón más grande en el que otras puertas deben ser habitaciones. Me siento en una de las sillas, inmóvil y espero al menos diez minutos. Luego, las puertas se abren de repente y aparece mi ama ocasional.

Camina lentamente, con mucha seguridad y altivez que se deben al hecho de  sentirse hermosa y además con poder sobre las personas. Tiene el pelo largo, rojizo, una edad entre los 35 y los 40 años y una  elegancia de aquellas personas acostumbradas a lo mejor. Observo en todo su cuerpo una piel suave, con pecas y vellos amarillos en las partes visibles. Viste un vestido negro y ceñido  donde se observa claramente la marca de unas tangas , sin nada arriba. El vestido es corto, al agacharse se notan sus  senos  y al caminar observo sus rodillas redondas y hermosas. Calza zapatos de tacón altísimo con bastante facilidad a pesar de la  alfombra gruesa que cubre toda la suite. Se dirige hacia mí con cara de enfado, me mira lentamente, y me ordena: ¡De pie! al mismo tiempo que bate sus palmas para reforzar la  orden. No me saluda ni me hace ningún gesto de cortesía.

Me levanto un poco nervioso y asustado. ¡Acércate! su voz es delgada y delicada y no corresponde a una mujer de su edad. Parece la voz de una quinceañera mimada y caprichosa. Pero sus gestos y ademanes son muy autoritarios. No me sonríe. En su rostro se nota el hecho de saberse superior a mí y lo disfruta.

- Tu ama  me ha prestado su juguete. Me ha dicho que eres un sirviente bastante entrenado, me dice, si lo hizo bien debes saber que las  amas no permitimos miradas directas hacia nuestra persona. Yo no las tolero, a menos que te lo pida directamente. Eso debes saberlo. No tienes ningún derecho de observar a tu ama y menos mirarla a la cara como lo has hecho. Tu mirada cuando estés frente a mí, debe apuntar al suelo, a mis zapatos, ¿entendiste, sirvientillo? Yo sí soy estricta y parece ser que mi amiga no te ha entrenado lo suficiente. ¡Acércate más!

Me acerco otro poco más y siento su perfume, cuidando ahora sí de tener la  mirada  en los pies de mi ama. Siento una cachetada  fuerte en una mejilla y sin reponerme de la sorpresa,  otra en la otra mejilla. Las siento calientes y me arden. Todo fue inesperado.

- Ahora, arrodíllate, y me lambes los zapatos uno por uno como agradecimiento por mi trabajo de corregirte.

Me arrodillo rápidamente sintiendo todavía el ardor en mis mejillas y comienzo por su zapato derecho. Lo acerco con mi mano y veo que cometí otro error.

 

- No me toques,  animal , ni siquiera los zapatos sin mi permiso. Debes besarlos y chuparlos  como puedas, aunque yo me mueva . Ese es tu problema y más vale que lo hagas  bien.

Acerco mi cara al otro zapato y comienzo mi labor aunque de verdad, los zapatos se ven relucientes. Me canso en esa posición  y trato de levantarme pero eso la enfurece otra vez.

- ¡No te he dicho que te levantes, flojo y bruto! ¡Continúa hasta que yo
te lo diga!

Sigo con el otro zapato por la punta, el tacón y los lados. Ella aparta sus  pierna un poco para permitirme besar  la parte interna de sus zapatos entre uno y otro. Cuando está satisfecha, levanta un pie, lo apoya en mi hombro y me empuja bruscamente hacia atrás. Es repentino y caigo violentamente sobre mi espalda. Entonces, la veo sonreír. ¡Yo, la divierto, por fin! Eso me agrada  porque tengo que complacerla ,no debo hacer enojar a mi ama y no quiero que me castigue. Me incorporo con la cabeza agachada, esperando que ella se dirija a mí recordando que no debo hablarle si ella no me habla primero.

- ¡Así me gusta, pedazo de esclavo! Vas aprendiendo que eres un objeto  que me prestaron hoy y no tienes derecho a hablar, opinar, a moverte, ni mirarme si yo no te lo autorizo, ¿entiendes?

- Sí mi ama, entiendo.

- Quédate quieto mientras regreso, me dice, y sale hacia la cocina.

La veo de reojo regresar colocándose guantes de látex en las manos. Comienza a explorar minuciosamente mis genitales, con ojo crítico, lentes una  seriedad  que me cohíbe.

 

- Todo lo que tengo en las manos me pertenece ahora y lo voy a utilizar para  divertirme y creo que lo haré cada vez que me venga en gana. Me divierte  agarrar tu pequeño miembro, esclavo, me hace olvidar mis problemas de trabajo. Creo que mi amiga va a tener que cederme este esclavo cada vez que yo lo necesite, a lo mejor los fines de semana. Le preguntaré si no tiene objeciones para afeitarte todo este pelo que  tienes por las bolas, no quiero que se enoje conmigo si te devuelvo así, rasurado y ella no lo desea. Ahora, mientras yo te observo te vas a desnudar, y te dejas las medias y los zapatos, ¿ok?

 

Pasa para el salón de la suite, me dice abriendo las  puertas que dan acceso a un salón grande con un enorme ventanal encortinado  desde donde se divisa un paisaje marino totalmente azulado. Me señala  un sitio en el centro del salón  para que cumpla su orden.
¡Vamos, hazlo ya!, dice dando otra palmada  de forma impaciente. Se sienta entonces en un sofá cruzando sus bellas piernas ,apoyando los brazos detrás de la cabeza mientras me observa apreciativamente. Ven acá, me dice, como llamando un perrito para darle comida chasqueando los dedos. Yo todavía no había empezado a desnudarme un poco aturdido por sus maneras autoritarias.


¡En cuatro patas! me grita viendo que yo me acercaba de pie. Al llegar cerca de ella, se acerca agarrándome la camisa por los costados y de un tirón, la rompe botándole algunos botones, luego empieza a rasgarla con determinación  hasta quitármela toda violentamente.

 

- ¡Fuera toda esa ropa! ¡Dame las gracias por ayudarme a desvestirte!

- Gracias , mi ama, le digo.

Abre la boca ahora, me dice mientras se quita un zapato de su pie  derecho y me mete el pie totalmente hasta la garganta de un solo envión. Lo tiene un rato hasta que me siento presionado y sin aire, luego de lo cual lo saca con la misma fuerza.

- Ahora, lo vas a tomar en tus manos con delicadeza, y poco a poco vas a besar palmo a palmo todos los dedos, pasando la lengua con cuidado por las separaciones , no olvides la planta de abajo, el tobillo y tómate tu tiempo, animal, porque esos pies que tienes en las manos merecen la mejor atención de una bestia como tú.

Comienzo y durante un largo rato me concentro en chupar  cada dedo que tiene  uñas muy cuidadas y rojas, sintiendo un saborcito un poco salado pero agradable. Además, es un pie pequeño y bello. A la altura del tobillo tiene una cadena delgada que lo envuelve dándole un toque de gracia. Parece satisfecha observándome mientras se oye el chasquido de mi lengua. De reojo la veo recostarse en el sofá , con sus bellos ojos apuntando al techo y deja escapar un suspiro. Siento que disfruta mi trabajo y el hecho de tener totalmente humillado a sus pies a un sumiso  dócil, y complaciente. Yo dentro de mí agradezco que se digne permitirme tomar sus pies, besarlos y  acariciarlos. Me siento en éxtasis y quisiera que se prolongara mucho tiempo. Pasa un largo rato y voy perdiendo la noción del tiempo, porque este bello  pie me excita mucho.

Luego de un rato, siento un tirón fuerte en el pelo y la vocecita acaramelada de mi ama :

 

- ¡Empieza con el otro ,veo que te estás emocionando!

Agarro el otro pie y empiezo a repetir mi labor, viendo que le agrada mucho y procura no demostrármelo, Al cabo de un largo rato, me ordena:

 

- ¡Basta ya, es suficiente. Levántate porque esas rodillas ya no te deben aguantar! Camina hasta aquella esquina y te vas quitando el pantalón y el interior, pero te colocas luego los zapatos, dándole la cara a la pared.


Me quito  el pantalón, el interior y me dejo las medias luego me coloco los zapatos. Pienso que ella me verá así un poco más ridículo, desnudo totalmente, pero con medias y zapatos. Se acerca y me ordena  acostarme sobre el espaldar de una silla, con las nalgas en alto y las manos apoyadas en el piso. Mis pies quedan colgando y así siento expuestas todas mis partes íntimas a  su disposición.

 

- Para mi gusto prefiero todo esto sin pelos, ni obstáculos  para poder jugar.,creo que te voy a rasurar completamente si mi amiga lo autoriza. Ahora, prepárate porque te voy a calentar esas nalgas con mis manos. Lo haré porque quiero sentir el calor  y porque espero con ello demostrarte que soy una ama estricta y te voy a domesticar a mi gusto, eso me encanta. Además, serás entrenado para recibir mis azotes o palmadas aunque no
haya razón ninguna.

Al decir esto, empieza a darme fuertes palmadas en ambas nalgas alternativamente, siento el ardor y parece que a ella le gusta porque lo hace más rápido y con más fuerza cada vez. Sólo se escucha el sonido y su respiración  jadeante. El ardor se mezcla en  mí con una sensación de placer por saber que mi ama lo disfruta y le pertenezco por ahora. Al cabo de un rato se quita los guantes para sentir en sus manos el contacto directo con mi carne. El ardor es bastante fuerte y siento que sus golpes aumentan de intensidad a cada momento.

- Tienes unas nalgas bastante blancas: pero cuando yo termine, estarán  totalmente rojas. Debes acostumbrarte a mis palmadas porque eso me divierte , me excita y me relaja, y porque es parte de tu entrenamiento como sumiso de mi propiedad.

Al decir esto, siento que aparta duramente mis nalgas con las manos ordenándome:

 

- Coloca tus manos una en cada nalga y las abres todo lo que puedas, manteniéndote así hasta que yo te lo ordene. ¡Ya!

 

Siento su orden acompañada de otra palmada. En la posición en que me encuentro y con lo adoloridas que siento mis nalgas, se me hace difícil obedecerla. Pero aún así, lo hago apartando mis nalgas todo lo que puedo. Siento cerca su respiración mientras me examina detalladamente.

- Me encanta ese huequito virgen. Desde ahora, es mío y debes saber que  lo voy a acostumbrar a mis caprichos . Ahora, vas a caminar con mucho cuidado y te arrodillas aquí a mis pies porque te voy a dar unas instrucciones: ¿O.K? ¡YA!

Así lo hago, me bajo con cuidado de la incómoda posición con ardor en las nalgas y una extraña sensación  en mi recto.

 

- Estas son mis órdenes: vas a limpiar mi cuarto. vas a tender la cama, cuidadosamente , vas a lavar minuciosamente el baño , vas a guardar la ropa que he comprado y vas a lavar mis pantaletas y sostenes. Quiero el trabajo bien hecho. Si encuentro algo que no me guste, vas a ser castigado.

Me tiende un delantal bastante femenino.,con tira para amarrar y encaje en  la parte inferior.

 

- ¡Colócatelo!

 

Lo amarro a mi cintura, apenas me tapa el miembro y por supuesto, mis nalgas quedan a su vista. Eso la divierte. Se acerca, me lo agarra fuertemente y con una palmada más  finaliza su inspección.

- Mi sumiso debe ser además mi mucamo   y mi sirviente. Hablaré con tu ama, mi amiga, porque de ahora en adelante te voy a entrenar con mucha dedicación  y vas a tener que venir bastante seguido. Tengo mucho trabajo contigo para convertirte en el sirviente que necesito. Debes aprender a leerme  el pensamiento, a obedecer rápidamente cualquiera de mis órdenes,, a estar dispuesto a mis pies en posición de  saludo cuando me veas, a no hablar nunca si no te lo ordeno, a cuidar de mi  cuerpo cuidadosamente. Y además, a atender mis reuniones con amigas sobre negocios. Quiero  exhibirte obediente , pero lo haré solamente cuando vea que estás totalmente domesticado. Luego, tomaré control total sobre tu miembro y no vas a botar ni una gota
de semen sin mi permiso.. Con el control cuidadoso que voy a llevar, sabré si me has desobedecido. De ahora en adelante, cero masturbación sin mi permiso, y mucho menos sexo con nadie a menos que yo lo autorice, entendiste, ¿tonto?

- Si, señora, como Ud. disponga.

- Ahora, de doy dos horas para que realices tus labores en mi cuarto y  con mi ropa. Voy a estar en la sala examinando unos papeles de trabajo. Si escuchas una palmada, es señal de que algo se me ofrece. No quiero repetir mis instrucciones nunca, porque eso me molesta. No me importa qué estés haciendo: cuando escuches la palmada, corres donde yo esté. Y, para mí, no tienes nombre. Eres mi cosa, mi propiedad. No esperes que te llame de ninguna manera, sólo los golpes de mis manos son el sonido que debes reconocer como tu llamado, por lo menos mientras estés entrenado, domesticado y te hayas ganado tu nombre. Cuando llegue ese momento, te llamaré como me plazca...

ramona May 20 '18 · Tags: dominio, humillación
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