es
  • Image 01

    ¡Descubre sensaciones completamente diferentes!

  • Image 02

    ¡Atrévete a cumplir tus fantasías más perversas!

  • Image 03

    ¡Encuentra a un amante que logre complacer tus deseos!

  • Image 04

    ¡Conoce los fetiches más secretos de las personas!

  • Image 05

    ¡Entra a un mundo lleno de erotismo y sensualidad!

  • Image 06

    ¡El camino al placer sólo depende de ti!

Blogs del usuario

AD
Sucu M

Desperté con dificultad. Mis ojos se abrían  lentamente y cerraban de nuevo como si sostuviera un par de mancuernas en ellos, respiraba de forma intermitente y lograba escuchar a lo lejos el sonido de cadenas metálicas. Fue entonces, que fui consciente de mi situación. Del lugar en el que me encontraba y de la posición en la que estaba.


Desnuda. Gire la cabeza y mis brazos yacían colgados a un tubo de acero, rodeada de una fina cuerda que recorría mi cuello, pecho y terminaba enredada entre mis labios vaginales para finalizar en mis pies. Tenía alrrededor de mis muñecas esposas que me impedían el movimiento. Estaba sentada sobre un tubo de vidrio y tres cabezas gruesas amarradas al tubo. Desconocía su función. 


Bordeaba mi cuello, un collar con una pequeña argollita en el centro en forma de corazón con cachos, de los cuales colgaban dos pinzas. 


Miraba a mi alrrededor y sólo observaba oscuridad. Un lugar frío y una sensación de hormigueo e impresión me recorría la espalda.


No comprendía nada.


No comprendía cómo había llegado hasta ese lugar. Que hacia allí y que harían conmigo. Quien estaría detrás de toda ésta macabra planificación.


Observé una ligera luz al final de aquel lugar y escuche unos pequeños pasos. 


- Mi pequeña liitle girl por fin juntos - .


- Da... -


- shhh, caya - . Dijo aquella voz. - Voy a estallar tus sentidos. A extasiar tus agujeros. A envolverte en fuego. A encenderte. Tranquila, estás en buenas manos.


Apenas lograba ver una sonrisa pícara en aquella voz que me envolvía en su canto.

 Empezaba a entrar en un trance inexplicable.

 Miedo y éxtasis al tiempo. 


Miles de pensamientos invadian mi mente. Me invadian sin cesar. Que hago aquí?. Quién es aquel hombre?. Por qué estoy desnuda?. Por qué me trata con tanto afecto?. Por qué me siento segura aún encerrada y encadenada?. Por qué mis pezones se erectan al escucharlo y mi vagina brota humedad?. Por qué mi ano se resiste mientras mi vagina pide más?. Por qué mi boca se abre y sólo puede expresar ligeros sonidos? Por qué no quiero gritar y pedir ayuda? Por qué me siento en casa?


Se acerca, me huele y comienza a regar por mi cuerpo un liquido pegajoso y aceitoso. Lubrica toda mi piel, desde mi cabello hasta la punta de mis pies. Me riega todo cuánto puede hasta que mi piel queda brillante y pegajosa, comienzo a sentir calor. Lubricada entera externamente, me dice, - es momento de lubricarte internamente - . 


Retira el tubo de vidrio con el cual mi vulva roza, baja mis brazos y me inclina en posición de 4 patas. Abre mis piernas y entre medio coloca un largo palo de madera que encadena a mis pies y evitan cierre mis piernas.


Inserta en mi vagina y posteriormente en mi ano un espéculo para asegurarse abrirlos completamente e introducir aquel líquido pegajoso. Me invade un inmenso sudor por todo el cuerpo y terror. El sonrríe mientras con suavidad abre cada agujero y riega aquel líquido ahora de color blanco. Estoy inmóvil. Mi ano se contrae por reflejo. - relájate pequeña - dice con suavidad. - poco a poco tus agujeros irán abriéndose a más y serán mi gran depósito de semen, deben entrenarse bien - . 


De nuevo, entro en aquel trance y me dejo abrir sin mayor resistencia. 

- lista. Lubricada por dentro - dice.


Saca aquel instrumento con suavidad y sale aquel líquido sobrante por mi vagina y ano. 

Él ríe.

Me avergüenzo.

- PUTA lechosa -

Activa un chip en mi cerebro.

Y mis jugos se mezclan con aquel líquido. Gimo.

- Empieza a suplicar pequeña lechosa -


Mi respiración se agita. Mi espalda se curva. Me retuerzo en el suelo. Mi cuerpo habla. Mi vagina pide ser llenada. Mi ano y boca al unísono. Me resisto. No mucito palabra. 


Ajusta las pinzas en mis pezones. Toma una larga cadena y la ajusta en aquel corazón plateado del collar que rodea mi cuello y me ata a la chapa de la puerta. Me inclina al suelo, eleva mis brazos y ata mis manos a las patas de la cama. Mis pies siguen sin poder cerrarse. Estoy entera lubricada por dentro y por fuera. Sudando frío y retorciéndome en el suelo. 


No puedo moverme.


De repente, escucho un ruido intenso. Siento miedo. Se acerca cada vez a mí. Es un vibrador potente. Toca mis pezones. Grito. Con terror imagino lo que puede llegar a hacer en mi clítoris o ano si aquel roce es ya de por sí, aversivo.


Sudo. Pero me mantengo. No suplicó.

Él ríe.

Mientras pasa lentamente aquel instrumento por mi espalda hasta llegar a mi ano. Siento frío nuevamente. Mi ano se contrae. Baja hacía la entrada de mi vagina y lo apaga. Siento aliv... Lo enciende!!! Directo en mi clítoris!!!... Roza tres segundos y lo introduce lo más profundo que puede en mi vagina. Me retuerzo, gimo, pero no suplico. Sigo firme. Sigo aguantando. Lo apaga. Toma dos más. Uno lo introduce en mi boca, otro, se dirige a mi ano. Sale una lágrima de mis ojos. No pued... 


- Zaz -


Enciende los tres al tiempo.


Mi culo, vagina y boca vibran al unísono. Mi cuerpo tiembla. Tres vergas vibrantes. Mis dientes sienten la potencia, todo mi cuerpo vibra. Mi cerebro vibra. Quiero que se detenga pero no puedo hablar. No puedo moverme. 


Alarga unos minutos más mi agonía y detiene el vibrador de mi boca. Le gritó. 


- rojo!!! -

- por fa... -.

Él sonríe y dice, - ahora sí que estás lista para ser usada - .

- Como muestra de bondad. Te daré mi verga -.


La introduce en mi boca y me siento como una niña hambrienta y en calma. Cómo cuando le das un regalo a un bebé y le calmas. Deseo tener su verga en mi boca. Quiero mamarle su verga por horas y horas... 


- la tendrás por un buen tiempo hasta que me corra en tú garganta, pequeño depósito de semen - .


Feliz, gozosa la mamo y mamo hasta desvanecerme y quedar completamente inconsciente.


Sucu Sep 8 '21 · Valorar: 5 · Comentarios: 2 · Tags: #daddylittlegirl #secuestro #sadismo #sádico
lunasumisa_ M
....es una lastima descubrir que ya no queda personas respetuosas, que piensan que ser sumisa es bajar la cabeza sin mas, que al primero que me hable le debo obediencia.....


no ha nada mas erroneo, por que le debo obediencia a alguien que no conozco y que es irrespetuoso? que solo piensa que por llamarse Dom o Señor puede mandarme?


Las sumisas somos personas que primero se valoran a si mismas, que esperamos respeto y que solo bajamos la cabeza ante nuestro Amo, un Señor que te tratara ante todo con respeto y se ganara la sumision que tienes dentro, que te conquistara y te conocera.....


es la reflexion de este dia para mi.........

lunasumisa_ Abr 24 '21 · Valorar: 5 · Comentarios: 8
Little_Darkness M
 El Amo ideal sabe que su autocontrol es básico para dominar a su sumisa. Como Amo, es firme hasta el punto de hacer que las lagrimas fluyan y, como amante, no duda en lamerlas de su rostro. Acepta la veneración de su sumisa y corresponde con la ternura de quien sabe que su posición no se resiente por expresar sentimientos hacia ella. Consciente de la diferencia entre realidad y fantasía, no duda en olvidarse de los roles para ser un amigo cuando ella le necesita Él entiende que para poseer a una mujer, se debe cortejar su mente con inteligencia y humor; ganar su alma con pasión y calidez, y su cuerpo con firmeza y determinación. Actúa como galante caballero movido por un antiguo código de honor que, los que no conocen critican o, en el mejor de los casos, aceptan sin comprender. De naturaleza protectora, defiende el honor de su sumisa que, por extensión, siente como suyo. Y es consciente de que la diferencia de los roles no implica inferioridad Él es un sutil sádico que utiliza el dolor para extender las fronteras del placer pero sin que ese dolor produzca daño. Es el tutor y el guía que hace volar a su sumisa proporcionándole la motivación para dar el salto inicial, el coraje para arrojarse al vacío, la determinación para mantenerse en vuelo y la osadía de perseguir cimas más altas. Pero no es un mago. Es simplemente un egocéntrico que persigue entrar en lo mas intimo y afianzarse en ese lugar.
Little_Darkness Jun 20 '18 · Valorar: 5 · Comentarios: 16
Ninaxxx M
En mis relaciones pasadas mi pareja era el dominante, no era una relación D/S pero, yo era la que estaba abajo cuando follabamos. 



Cuando conocí a "Mamu" (apodo que le dí a mi amigo) él era todo lo contrario, siempre me preguntaba qué quería, qué me gustaba y me incitaba a que en nuestros encuentro fuera yo la que quedara satisfecha. Él me ponía arriba, no hubo ni una vez en donde lo besara y no estuviera encima de él. Gemía libremente estando debajo de mí, me ofrecía su labio cada vez para morderlo, echaba atrás su cabeza para ahorcarlo. 


Me embriagaba de poder y pensé "nunca más estaré abajo"

Ninaxxx Feb 28 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 1 · Tags: domina, sumiso
Sucu M


Advertencia!!! El próximo escrito no es como los anteriores y puede herir la suceptibilidad del lector o en el mejor de los casos, ocasionar emociones fuertes. Incluyen escenas de sadomasoquismo, humillación y animalismo extremo. Si UD es una persona sensible y moralmente correcta le pido por favor, no lo lea.


No siendo más.... A gozarlo.


7 días de encierro


Me pediste portara un traje sexy, corto ajustado al cuerpo, sin ropa interior como a tús ojos caníbales les encantaba degustarme. Me pediste, me presentará ante tí con mi piel impecable y perfumada. Mi cabello ordenado y fresco. Inquieta, por las ocurrencias de Daddy, lo hice, como siempre con la mayor dedicación y esmero, esperando de vuelta, halagos y ricos juegos.


Toqué a su puerta y lo primero que me intrigó, fue su mirada, sus ojos de fuego, parecía un lobo hambriento. Observo su rostro transformado. Sus cejas fruncidas. En sus labios se dibujaba una leve sonrisa y su mirada, no puedo olvidar su mirada... enceguecida.


- Dad...


- Entra PERRA!!! - lo dijo mientras lamía mi rostro.


Sonrojada y estupefacta por su trato, ingresé al lugar. Estaba diferente. Era un lugar oscuro y tenía un olor metálico. Había algunas sábanas tiradas en el suelo y dos puertas con llave. Di dos pasos atrás, no estaba segura de querer hacer eso....


- Desnúdate!!! - ordenó.


Así? Sin más? Pero...


- Desnúdate!!! - insistió.


Mis piernas temblaban, lentamente fuí sacándome el vestido de terciopelo que con tanto esmero había elegido para él. Se desliza por mi suave piel hasta caer en el suelo.


- Arrodíllate!!! - segunda orden


Mmmm no estoy segura de sus intenciones pero mi entrega me impide negarme a sus órdenes.


Me pongo de rodillas ante él y es cuando exclama su tercera orden, no sin antes, tomar una cadena metálica y que adornaba uno de los sillones. Adorna mi cuello con ella, la ajusta de tal forma que me es imposible escapar y ordena...


- Camina!!!


No menciona una sola palabra más.


Mis piernas tiemblan e intento ponerme en pie, no comprendo su orden.


- No!!! Exclama. - A cuatro patas!!! Me siento humillada. Me da ira su trato. No comprendo sus órdenes, su objetivo... Le digo...


- Soy tú pequeña, tú niña... Tú princesa...


Tira del collar metálico fuerte hacia abajo. Pisa mi rostro contra el suelo. Me levanta el culo hacía arriba y me propicia con rudeza 7 nalgadas tornándose de color rojo el pigmento de la piel .


- Si no acatas mis órdenes, la próxima no serán 7, serán 14!!!

Lloro, no comprendo éste juego. Pero confío tanto en Daddy que decido continuar.


Con mis nalgas rojas y en alto, me pongo de rodillas ante él. Toma un bozal con una pelota dura y la introduce en mi boca.


- Con ésto aprenderás a callar y hablar cuando se te pida!!!.


 Dice sonriendo.


Levanta su brazo izquierdo hacia una de las puertas que tiene un candado como enviándome una señal.


Entiendo el mensaje y me dirijo hacia aquella misteriosa puerta. Tiene las llaves en un collar que porta en su muñeca y procede a abrir la puerta.


Suena un leve crujido y...


Oh!!!


Me sorprende lo que observo.


Un espacio pequeño, frío, oscuro, no existe la iluminación natural, huele a anciano descuidado, el olor es fuerte y me incomoda, el piso se encuentra, destapado. En su interior, sólo hay una pequeña jaula de hierro, miles de consoladores de todas las formas y tamaños, ordenados de mayor a menor. Una cajita con arena, y un bowl pequeño y uno grande.


- Bienvenida a tú nuevo hogar - Dice con sadismo y una sonrisa.


Aterrada. Intento escapar a lo que fuertemente tira de la cadena y me detiene. Me inclina contra el piso y me propina 14 nalgadas. Jala de la cadena, estoy babeando por la pelota en mi boca, mi baba cae por mi pecho, gimo, lloro, jadeo. Mis nalgas hinchadas, rojas, palpitan, no  me puedo sentar.


- Eres una mala perra!!! Una perra necia. Tienes que aprender a obedecer a tú dueño.


No puedo defenderme. No puedo huir. No puedo hablar... Estoy aterrada y a su merced... A su sadismo.


Me señala la puerta de la jaula. Lo miro aterrada pero observo su mano. La levanta y hace un gesto. Un ademán que automáticamente me señala que el castigo será aún peor. Me dirijo sin más a la jaula, me empuja con su pie barroso para que entre completamente y me encierra con candado.


- Éste será tú nuevo hogar y hasta que no aprendas a comportarte no saldrás de aquí ni te quitaré el bozal. Lo comprendes perra necia?


Babeando, humillada en mi propia baba, con mis nalgas rojas, expuestas, encerrada en una pequeña jaula, indefensa, vulnerable, me coloco en posición fetal y cierro mis ojos hasta caer en un sueño profundo...


...


Al siguiente día, despierto con un fuerte olor y un sonido de lluvia. Alzo la vista y observo que se encuentra de pie, al frente del bowl más grande, con la verga flácida, derramando su líquido amarillo.


- Es hora de beber - me dice.


Lo miro aterrada. Había estado toda la noche durmiendo entre mi propia baba.


No haré eso. Reniego.


Abre la puerta de la jaula y me jala de la cadena. Acerca mi nariz al bowl y ordena.


- Bebe perra!!!


No!!!


Me intento dar vuelta. Definitivamente no lo haré.


- Está bien - Dice, mientras se dirige a la salida de la puerta.

Me tranquilice. Pensé que había recapacitado. Que pensaría que su trato estaba siendo fuerte. Que me abrigaria y tomaría en sus brazos como su niña.... Pero...


No duré ni tres minutos en mi estado de tranquilidad cuando...


Escucho la puerta abrirse y mi sorpresa es tal que casi me desmayo.


Portaba una caja mediana con muchos cables que sobresalían de ella como tentáculos queriendo buscar alimento. Se movían finamente y hacían sonidos extraños. Sentía el hedor de carne quemada en el aire.


Aterrada, corría por todo el lugar, intentando escalar las paredes, las arañaba con mis garras, gruñía, mujía, pero nada de lo que podía hacer, era suficiente para liberarme de lo que me esperaba. Me ví acorralada. Babeaba cada vez más fuerte. Hice un charco de orina en mi angustia. A lo que él respondió con una carcajada.


- que temerosa perra tengo - dijo. - ya aprenderás.


Me logra capturar y me posiciona en forma de cruz. Ata mis manos, pies y cuello a gruesas cadenas, comienza a propinarme 21 nalgadas secas, contundentes. Coloca los cables pellizcando mis labios vaginales uno en cada lado y otro par en mis pezones. Estoy babeando. Mi baba me cubre completa. Lloro. No puedo mover mi cuello para negarme. No puedo suplicarle. No puedo....


Primera descarga eléctrica.


Siento como la corriente atraviesa los cables a través de mi cuerpo llegando a mis terminaciones nerviosas, produciendo un pequeño espasmo, me retuerzo. Mis pezones se erectan de forma inmediata. No entiendo lo que me sucede. Mi cuerpo anhela más pero mi razón me pide, se detenga. Segunda descarga aún más fuerte.


- Lo estás disfrutando perra? - ríe sádicamente.


No... Yo ...


Sale una lágrima y babeo aún más. Se me escapa orina también y un líquido blanco.


Ríe.


- Si que disfrutas ser castigada perra caliente. Pero no es lo que deseo. Quiero que aprendas a impregnarte de mi hedor. A conocer a tú dueño, a serle fiel y reconocerle. Complacerle si hace falta - ...


Procede a tomar una fusta de cuero y me propina dos secos golpes en los pezones y en el clítoris, jadeo, me retuerzo, lloro. Mujo. Intento hablarle. Intento decirle que sí, que beberé de la suciedad de su cuerpo. Que me libere para suplicarle se detenga...


Me suelta y desprende de los cables.


Caigo al suelo, de rodillas a sus pies.


Ríe.


Ahora sí, beberas de mi suciedad?.


Hago un gesto con la cabeza en señal afirmativo.


- Buena perra - dice.


Me quita el bozal y dice.


- Alimentate del apestoso líquido amarillo del que eres parte. Nútrete de él. Siente como recorre tú sangre y te quema. Siente como llena tus riñones. Siente el pasar de aquel líquido en tú interior bajando por tus glándulas mamarias, llenándolas, abriéndose paso hacía tú estómago. Siente como te hidrata. Te completa -.


Sus palabras hacían eco en mi interior. Sentí algo extraño. Terror y deseo al mismo tiempo y con igual intensidad.

Me acerque al bowl sin mucitar palabra, incline mi cabeza, saque mi lengua y comencé a beberlo.


- Bebelo TODO!! - gritó. No quiero una sola gota desperdiciada. O... Tendremos castigo.


Asentí con la cabeza.


Su olor era fuerte y penetrante, me causaba náuseas y mi cuerpo intentaba devolverlo pero el miedo de ser castigada era más fuerte que el deseo de complacerlo. Así cerré mis ojos para imaginar que sólo bebía un jugo ácido.


- Abre los ojos perra -. - Entiende que será tú bebida diaria - No tendrás otra.


Los abro e intento cumplir sus órdenes pero nuevamente una reacción natural se apodera de mí. Intento bloquearla cerrando mis fosas nasales ya que boca y olfato se conectan. Así su olor no me causará repulsión. Había dejado el bowl casi lleno y me era difícil cumplir su cometido.
Finalmente lo logro.


- Buena perra - tendrás un premio mañana. Descansa por hoy.


Me invade el asco y el deseo de orinar y vomitar. Quiero gritarle que me preste un baño pero se que mis peticiones no serán escuchadas. Sólo hay una cajita de arena allí en el rincón. Pero mi incontinencia es tal que  derramo mi líquido amarillo en una esquina. Satisfecha, caigo profundamente dormida en el suelo, desnuda.


Al tercer día, entra mi dueño.


- mmm no hiciste en la arena?, perra - Debes aprender a cubrirlos, no quiero encontrarme con tus orines por toda la casa.


- Perdón aaaaa... mo. Le digo con mis pocas fuerzas.


- No he pedido que hables - dice.  Bebé tú líquido diario que daremos un paseo -


Un pase...o... Nooo yo... No quiero exponerme...


 Públicamente... No... Estoy preparada...


- Vamos, bebelo todo, como ayer -.


Me inclino y comienza mi lengua a recoger todo el fruto de la suciedad de su interior.


- buena perra -Las perras tienen cola y a tí, te falta una. Deberás aprender a usarla siempre.


Aciento. Si Amo. Sus órdenes comienzan a excitarme a cobrar sentido, me siento un animal a su lado. Me humedezco pese a que estoy sucia y hambrienta.

Inspecciona mi ano. Le hace un lavado e introduce una larga cola en él.


- Lista, Vamos a pasear


Pero como... Así? Desnuda? Caminando en 4? Con todos los ojos viéndome? Sucia? Con una cola en mi ano? Todos esos pensamientos me invadían una y otra y otra vez. Y como si adivinara mis temores me dice


- Sí, así como estás, preciosa. Linda perra de papi. Quiero lucirte con los canes. Que te vean


Canes? Que me vean? Quienes?. Pensaba.


Salimos por la puerta me jala del cuello, caminaba desnuda, en 4, con la cola meneandose.


- Alza tú cola perra. Bien alto -


Las personas tomaban fotos, se burlaban, mucitaban entre ellas. Entre más lo hacían, entre más me sentía humillada, más corría líquido entre mis piernas.


Él, sonreía.


No te detengas - continúa


Amo quiero ir al baño - dije.


- las perras no hablan ni piden permiso para mear - sólo, hazlo.


- dónde - aquí?


- sí cuando sientas deseo, sólo hazlo.


Pero es..


- hazlo perra. Levanta una pata y hazlo.


Levanté mi pierna izquierda y procedi a orinar.


Muchas más mentes curiosas y perversas hambrientas del amarillismo sacan fotografías de mi gran escena. No lo pueden creer. Una perra humana pública!!! Mi cuerpo está al límite del adrenalina. Se acostumbra a andar como perra y pasear de la mano de mi Dueño. A comportarse como tal, obedeciendo, sin rechistar. Sin negarme...


- Continuemos. Quiero presentarte a mis canes.

serían otros doms?. Pensé


Inquieta pero ansiosa y húmeda me contoneaba.


Llegamos a un lugar donde se escuchaban muchos ruido de perros, de bestias que parecían no haber salido en años de allí, aullidos, quejidos, azotes.


Entramos y un hombrecito pequeño, que pareciera salido de un circo abrió la puerta.


- wow que perra tan puta tienes - fue lo primero que dijo.

Era un lugar clandestino de perros y perras.


Te presento a mis dos perros alfa - dijo, volteando su mirada hacía mí.


Dos animales enormes, musculosos, con la mandíbula jadeante, daban vueltas entre sí. Gruñian y mostraban su imponente y duro miembro.


Vas a tener que aparearte con ambos - ordena mi amo.


No yo... Jamás. Con dos perros, animales reales? No. Está loco? No... Yo...


Los canes se acercaron a olerme. Olían mi trasero. Apretaba el culo para no que me sintieran.


- es una perra en celo, como ustedes, copulenla, vamos. Les hacía un ademán a los canes para que se acercaran a olerme.


No.. me niego...


Lamen mi culo y mi vagina y mis jugos empiezan a brotar. El otro empieza a lamer mi espalda y dejar su saliva en ella. Me lamen entera.


- está en celo la perra - montenla!!! Les decía mientras les pegaba cachetadas en la cara.


No.


Los canes siguen lamiendo mi ano y vagina su lengua es ancha y resbaladiza. Jugosa, me hacen gemir pero no quiero.  Siento placer y asco. No quiero. Jadeo. Me retuerzo, mis tetas se bambolean. Me empiezo a sentir como perra. Asumir mi estado animal.


- abre las piernas, deja que esa lengua se resbale por tus orificios, méalos, para atraerlos a tí. Vamos perra en celo - ríe


Mi mente está nublada.


Les orino mientras me lamen y su lengua se nota más excitada, más en movimiento, buscan tragarse mi orina. Abro las piernas y lamen mi ano.


- eso perra!!! - inclinate!!!. Cabeza contra el suelo y baja para que puedan copularte - chupale la verga al otro para estimularlo, y abrete más.


Mi cabeza está nublada.


No dudo en acatar sus órdenes. Me inclino contra el suelo, mi culo en alto y gimo como una puta en celo. Más quiero más.


Amo que me preñen!!! Amo que me perforen las bestias por favor. Le digo totalmente, insconsciente.

Ríe.


Esa es mi perrita en celo. Así quiero que estés, suplicante, siempre en celo. Siempre dispuesta a aparerte con mis canes. A dejarlos secos y sacarles el deseo perra hambrienta y lujuriosa -


Los aleja de mí. Retroceden.


No. Amo. Por favor, deja que me penetren, si quiera un poco, que me laman, quiero su lengua babosa, jugosa, grande, ningún hombre ha podido complacerme así. Quiero APAREARME AMO...


Otro día...


Dice riéndose.




Continúara....




Sucu M

Al segundo día, me propone un nuevo juego y me lleva a las afueras de la ciudad, a un lugar sobrio, de madera, me pide porte sólo un par de tacones y el fino collar de cuero que ha elaborado con sus propias manos.


- Serán tus únicas prendas - ordena.


Intrigada y a la expectativa ingreso a ese antigüo lugar donde las piezas del suelo crujen y el vacío de las paredes hace eco.

Desnuda, camino hacía el lugar central y me topo con una fina y gruesa estaca de hierro, maciza como un poste de luz que en su punta trae consigo incrustada una verga falsa de metal, gruesa y firme. Me pide, pose entre medio de aquel poste y abra las piernas de tal forma que aquella vara metálica quedé entre medio de mis muslos. De a poco, va subiendo aquel poste hasta la entrada de mi vulva abriéndose paso por mi conducto vaginal, dilatando los labios, abriéndose como una delicada flor, llegando a lo más profundo de ella. Lanzo un breve gemido al llegar al tope y siento como aquel metal helado comienza a cambiar de temperatura por mi calor interno. Con un movimiento, se asegura de que el poste quede en perfecta posición,  fijandolo con una llave.


Quedo prisionera en mi propia vagina.


Mis brazos, manos y piernas se encuentran libres pero mi carne está inmóvil. Al cabo de algunos minutos, la impotencia comienza a hacerse presente. Me doy cuenta que no puedo moverme hacía ningún lado por más que lo desee. Muevo mis caderas circularmente y lo único que obtengo es el ligero brote de mis líquidos vaginales alrededor del dildo metálico.


Él se acerca lentamente hacía mi, dibujando una pequeña sonrisa sádica en su rostro y me pregunta:


- te gusta?


- yooo...


- quieta!! - ordena. - no puedes moverte pase lo que pase u obtendrás un castigo!!! - agrega.


Quieta. Inmóvil. Sigo sus instrucciones.


Me prensa los pezones con un par de pinzas de ropa habiéndolos erectado al tope previamente y tapa mi boca con una mordaza.


- así evitaremos el escándalo - dice.


Lo miro aterrada e inquieta pensando en mi fragilidad e inmovilidad. Ésta vez no podré escapar. Soy presa de mi propia vagina. Víctima de mi propio cuerpo....


Tira de mis pezones fuerte y comienzo a gemir de dolor. Estoy libre pero no puedo moverme. Lo hace un par de veces intercambiando con secos azotes en mis nalgas. Sólo me queda sufrir y disfrutar. Aceptar mi destino. Aceptar que me veje en las formas y maneras que desee.


- ésto no es suficiente para una perra adicta como tú - dice. - necesitas más - ríe.


Toma el más grande vibrador que encuentra, lo nivela a la máxima potencia y lo pasa por todo mi cuerpo.


- abre la boca PERRA !!! - ordena.


Lo introduce en mi boca y siento como todas mis neuronas juegan y se desequilibran. Es un masaje cerebral y dental.


- chúpalo como lo chupan las PERRAS!!! - sonríe. - es la verga gruesa y perforadora de tú AMO.


Gimo y babeo. Mi cuerpo se estremece, comienzan a temblar las piernas. Mi propia baba escurre por mis tetas y abdomen.


Lo baja hacia mis pezones. Siento un cosquilleo insoportable. Se doblan un poco mis rodillas pero al hacer ésto, me penetra más profundo esa verga artificial. Se me escapa una lágrima.


- debes mantenerte quieta, te he dicho!!! Sino quieres ser atravesada hasta el cuello por esa estaca. - me advierte.


Empiezo a suplicar que me libere pero hace caso omiso.


- por qué habría de hacerlo si comienzas a disfrutarlo? - ríe.


En eso, baja con la vara vibratoria hacía mi clítoris y lo presiona fuerte al mismo tiempo que lanzo un aullido de loba herida.


- detente por favor, detente!!! - le suplico.


Toma un balde de aceite y lo esparce sobre todo mi cuerpo.


- así todo perfora mejor!!! - dice riendo.


Estoy bañada en aceite. Mi carne resbaladiza. Las pinzas de mis pezones desean soltarse, el dildo metálico entra aún más profundo en mi cavidad vaginal. Introduce en mi ano una cola de zorra y estimula mi clítoris al límite. Se hincha. Mi cuerpo no puede resistir mantenerse en pie, gimo, grito, aúllo, lloro.


- detente por favor, deten....


Todo tipo de líquidos brotan de mi cuerpo... Baba, orina, eyaculación blanca...


- mantente firme, quieta - ordena.


No puedo. Mis piernas están por quebrarse.


Se detiene en un breve acto de compasión y me da la llave.


- gracias AMO - le digo extasiada, feliz de encontrar el final de mi sufrimiento.


Pero no es tan sencillo.


Soy prisionera de mi vagina y no puedo moverme. No puedo doblar mis caderas para alcanzar el orificio dónde pueda insertar la llave y poder liberarme porque no alcanzo y el dildo metálico insertado en mi conducto vaginal me mantiene inmóvil. Tampoco puedo sujetarme de nada en el techo porque es demasiado alto. No puedo alzar una pierna porque es inútil.


Estoy a su Merced.


Me doy cuenta que ni teniendo la llave puedo liberarme.


Me frustró.


Él ríe.


- vamos, no querías liberarte? - dice riendo.


Bajo la mirada y suelto la llave.


Es inútil.


- estoy a su voluntad AMO - le digo con la mirada gacha - haré lo que usted...


No puedo terminar la frase, estoy a punto de desmayarme, cuando él se dirige hacía mí, me libera y me toma entre sus brazos muy afectuosamente...

Sucu Abr 20 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 7 · Tags: dominación, dominacion, felacion, humillación, sadismo, sadomasoquismo, felación, posteprision, prisión, poste
Sucu M

Los fantasmas me atormentaban día a día. Había aprendido que sin él, la imponente fuerza oscura acabaría con mis pocas ilusiones y me carcomería lentamente hasta desgarrar mis entrañas.


Sin saberlo, ese mismo día, conocí el amor.


Un caballero sin espada. Un caballero sin escudo, sin caballo y sin castillo. Un caballero terrenal. Un caballero sin magia y sin poderes oscuros. Un ser de luz. Un ser que irradiaba bienestar. Que me cambiaría la vida y me potenciaría como nunca antes. Me acerco a él, con un tono sutil, haciendo halago de su forma humilde de abrirse con ternura y respeto. Ya le conocía por su forma de expresarse y pensaba en que "tenía algo especial".


En el primer acercamiento, se esfuerza en adornar las palabras con tal de no parecer "del común" y conjugar los verbos perfectos. Me deleita la manera en cómo se expresa. Me seduce su ternura y su humildad.


A medida que lo voy conociendo, encuentro un alma artista y lujuriosa. Se presenta como un caballero. Me resisto a la idea de ser suya pues tengo dueño pero su fuerza viril es más potente que mi voluntad.


Un juego lleva a otro juego.


Me propone una lúdica "inocente", un juego que permita olvidarme del mundo entero, de mis responsabilidades adultas, del aburrimiento de la realidad patética, de los seres egoístas, de las amistades falsas, de los cariños posesivos. Con cierto recelo y desconfianza, acepto. Que puede pasar? Es un juego "inocente".


Se propone el reto de lamer completamente mis ideas y perforar mi mente en pocos minutos. De nuevo, dudo de su poder, pues tengo maestría en protección anti pajeros y especialización en captaciones de pseudos. Con un poco de humor lo tomo.


Me propone regalarle en ese instante una entrega "ficticia" mientras consigue alejarme del mundo real. Cierro los ojos y me concentro en su voz. Es cortéz, educado y perverso. Lentamente, como bajo efecto de hipnosis me sumerjo en las fantasías de mi propia mente bajo su guía. Me siento como una pluma que se adentra en una habitación gigante con las paredes blancas y el brillante sol reflejando el suelo. Me pide, me sienta libre, de hacer, decir y sentir lo que mi cuerpo decida. Sin límites, sin barreras. Lo que mi cuerpo decida secretar lo que mi mente desee fantasear y lo que mis sentimientos quieran fluir. Libre en esa habitación iluminada. Sola con mi cuerpo y mi mente.


Me pide me desprenda de las ropas que me aprietan y me recueste boca abajo, sobre el suelo, levantando ligeramente mis hombros, rozando apenas mis pezones contra el piso, sin tocarlo. Al mismo tiempo que, un pequeño objeto extremadamente frío de metal cubría mi sexo.


De pie, toma mis manos y cubre mis muñecas con esposas. La meta, no llegar al suelo completamente. Mis senos siempre, deben estar expuestos ante él, mis montañas no pueden cubrirse bajo ninguna circunstancia, pase lo que pase. Me parece divertido y acepto el reto.


Me toma del cabello salvaje y de las esposas y comienza a lamer mi oído, morder mi cuello, me retuerzo un poco y gimo otro tanto.


Otra regla es que, - no puedes mover tus caderas, pase lo que pase - dice.


Abre más las piernas, bien abiertas!!! - ordena.


Introduce el objeto redondo en mi vagina y lo saca inmediatamente. Lo lleva unos instantes al refri.

Está caliente tú vagina. Debes enfriarte un poco - dice.

Continúa recorriendo con su lengua mi columna hacia el coxis, subiendo de nuevo a mi cuello, lamiendo como una bestia imparable los lóbulos de mi oreja. Me invade de su saliva.


Va por aquel objeto y lo introduce de nuevo en mi vagina. Gimo fuerte. La temperatura del objeto ha bajado extremadamente y mi cuerpo intenta darle calor. Mis fluidos empiezan a correr.


Sonrríe y dice. - Muy bien. Recuerda no moverte. Ni tocar tus bellos pechos contra el suelo. Apenas pueden rozar tus pezones. Recuerda también dejar salir cada fluido que se desprenda de tí, sin vergüenza, entrégamelo todo.


Obedezco.


Comienzo a sentir el poder de sus palabras en mi oído.


Continúa lamiendome como un perro sediento. Desde la punta de los dedos hasta lo más profundo de mi oído.


- Deberás estar toda húmeda. Tanto en el exterior como en el interior. -


Lame mis pies. Me excita, y empiezo a brotar fluidos. Desliza su lengua hacia mis piernas, muslos, huele mi sexo y lame mi culo. Muerde mis nalgas y me azota cinco nalgadas secas en cada una. Gimo fuerte. Continúa lamiendome, me escupe, me babea.


- que linda PERRA tengo - dice.


Al mencionarlo. Un chip dentro de mi se activa y me niego a ser suya.


No soy tú... - le digo -


Cállate!!! Silencio!!! Concéntrate!!! - ordena - No pongas límites a tú mente. Se un animal para mí. Libérate de las cadenas. - agrega -


Si, está bien.


Después de haberme lamido entera. Me escupe y dice - deja que mi escencia penetre tu piel. Deja que navegue por tú sangre hasta tú cerebro -.


Se pone de pie y dice:


- Eres una PERRA de pedigree. Observa tú porte. Tú cabellera. Tú estilo. Tus ubres firmes y erectas. Te gusta ser una PUTA sucia. Adornaria tu cuello con un bello collar y te sacaría a pasear en medio de todos para que vean lo orgulloso que mer haces sentir. Caminarías en 4 y me lamerias los pies. Me lamerias los dedos. Olerias mi sexo. Vivieras para cumplir una única función. Tú función de PUTA sirviente. Eso es lo que te hace feliz. Dar y recibir placer. Tú arte de despierta en tú sexo. Tú creatividad es adornada por tu esclavitud mental. Quieres que te orine ahora y humillarte en suciedad. Mover la cola en señal de felicidad cada vez que me ves. Estar siempre dispuesta a complacerme. A pasearte por lugares públicos y campestres. Atarte en los árboles y violarte!!!. PERRA!!!. Te estás moviendo. Tú cuerpo se está cansando. Ponte en 4 PUTA. Cómo la PUTA que eres!!! Levanta bien el culo y escurre esos líquidos en el suelo. Pon la cabeza sobre el suelo y el culo bien parado, piernas abiertas, que te huelan los otros canes y vean como te quieres aparear con todos. Que huelan tu sexo y te laman. PERRA viciosa. Camina por la habitación, en 4, abierta, ofreciendote, PUTA!!! Ofrecete fácilmente. Que te huelan, que te quieran montar. Deja salir cada jugo que brota de ti. Orina incluso. No te reprimas. Saca la lengua, jadea, aulla como una PERRA en celo!!!!. Babea el suelo......


- por favor permítame correrme por favor - le suplico con desesperación.


- NO -


- Sólo podrás correrte en el patio como una PERRA y sólo si me llamas AMO -


- pero tengo a ...


- muy bien PERRA - dilo. Quien te pone como nadie?


- mmmm -


- camina, vamos al patio, sé una buena PERRA. Ve hacia el jardín. Al pasto. Ese es tú lugar. Ese es el lugar de una PERRA. -


Toma el vibrador más potente que tiene.


- ponte en 4, culo bien parado. Piernas abiertas lo más que puedas.


- si...


- si que?.


- si....


- si que? Dilo!!!


Prende aquel vibrador y lo presiona directamente en mi clítoris a toda potencia. Mi cuerpo se retuerce. Se mueve. Quiero ser follada por él de todas las formas y maneras. Quiero a mis agujeros llenos para siempre por y para él....


Lanzo un fuerte gemido.


Él ríe.


Eso. Que te escuchen todos PERRA!!! Que sepan quién es tú dueño real.


Gimo, más y más fuerte


Mis jugos brotan, líquidos de todo tipo cubren el suelo


- Vamos PERRA, vamos PUTA, dime... Quien te vuelve loca?.... Quién es tú dueño?... Quien... Es tu aaa....


- tú amo, tú, y sólo tú,!!!!!!!! - lo pronunció mientras lanzo un grito aterrador y de mi cuerpo cae baba, líquidos blancos, transparentes y amarillos....


Me desvanezco sobre el suelo y quedo totalmente inconsciente.


Continuará....








Sucu Abr 17 '22 · Valorar: 5 · Tags: dominacion, dominación, bdsm
Juan1234 G
Llovía afuera. Una tenue llovizna golpeaba suavemente las ventanas de la habitación.  Esta estaba iluminada por una cuantas velas y el gran fuego que ardía en la chimenea. Era muy espaciosa, con una cama muy grande que dominaba el espacio. Y en medio de la habitación, estaba ella. Una chica de unos 30 años, vestida con un vaporoso vestido rojo que dejaba ver sus largas piernas y un escote bajo que dejaba ver unos senos medianos. Sus labios estaban pintados de un rojo intenso, y sus parpadas recubiertos de un negro que resaltaba sus ojos azules. Estaba parada de espaldas a la puerta, mirando el fuego en la chimenea. Esperándolo a él. 


Finalmente la puerta de la habitación se abrió,  y ella no pudo evitar estremecerse de arriba a abajo. Se dio la vuelta lentamente,  y lo vio. Un hombre alto, corpulento y con barba incipiente. Vestia con un traje elegante, completamente negro. Tendría unos 38 años. Se acercó con paso lento, y se detuvo a escasos centímetros de la mujer. Ella tuvo que alzar la cabeza para mirarlo a los ojos, era al menos una cabeza más alta que ella. El hombre habló con voz grave y profunda.

- Me estabas esperando, bien -  Levantó su mano y la puso en la mejilla de la mujer - Estas hermosa - Empezó a pasar suavemente su pulgar por los labios de la mujer. Ella los abrió ligeramente para lamer el dedo con la punta de su lengua. - Me puse hermosa para usted, amo -  Tomó su mano y empezó a lamer el dedo de su amo con más fuerza - Por favor amo, hágame suya - Dijo entre jadeos mientras continuaba lamiendo el dedo. De repente, su amo tomó su cuello con la otra mano. El poderoso agarre dejó sin aliento a la mujer, que dejó de lamer el dedo de su amo y lo vio directamente a los ojos - Vamos con calma cerda, la noche es joven y tengo planeadas muchas cosas para ti - le dijo mientras mantenía su presa en el cuello de ella. Acercó su rostro y la beso en los labios mientras continuaba ahorcandola. Finalmente la soltó,  y la mujer cayó de rodillas en el suelo. El hombre se alejó unos pasos de ella - Ahora, pídelo de la manera correcta, como te enseñe. La mujer se mantuvo de rodillas y puso su cabeza en el suelo mientras suplicaba -Por favor amo, haga conmigo lo que quiera. Estoy a su merced. 


Continuará...


Díganme que tal les pareció y si les gustaría que continuará. Las críticas constructivas son bienvenidas.

Juan1234 Abr 5 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 2 · Tags: relatos eroticos
Sucu M
Pensaba que lo tenía claro, que era obvio que sus cálidas manos eran mi soporte, que su tierna voz era mi aliento, que su manto era mi cobijo pero dudaba, dudaba de mi lealtad, de mis sentimientos. El océano de palabras regresaba a mí intacto, lúgubre, cómo la fría agua infinita, me escabullia entre tiburones, sin saberlo. Buscaba tierra, pero me sentía cómoda nadando entre aquellas bestias salvajes, indomables, de corazón frío y sangre caliente. Aquellas bestias que sólo desean cazar un alma frágil, revolverlo entre bellas palabras, comer su carne, beber de su sangre y desechar sus restos a la carroña. Sólo sus viles propósitos importan. Acostumbraba a nadar entre tiburones. Acostumbraba a ser mordida y desangrada. Siempre sobrevivía. Herida, pero sobrevivia. Son embargo, las bacterias también se introducen en la carne y son letales. Te consumen sin saberlo, más peligrosas que un mamífero gigante. Más letales que 100 toneladas sigilosas acechándote. Aquellos seres telescópicos se introducen sin darse cuenta y pican la carne, hasta deborar el corazón y el cerebro. Hasta no dejar ni un órgano vivo. Hasta lograr la aniquilación de toda célula. Hasta asegurarse de que ninguna de ellas vuelva a renacer. Ese es su objetivo. Introducirse en tí, sin que te des cuenta con el único propósito de alimentarse de tú carne y desechar tus restos. Dónde ni los tiburones deseen tú pulpa....


 Así es el amor caníbal.

Sucu Ago 14 '22 · Valorar: 5
Páginas: «« « ... 6 7 8 9 10 ... » »»