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Sucu M

Cómo lobos en celo, se fueron abriendo paso entre la oscura selva, salivando, mostrando los salvajes colmillos, sacando sus garras, impregnadolas en la húmeda tierra. Su mirada intensa, roja, penetrante, corriendo sin mirar atrás, seguros de atacar a su presa, seguros de enfrentar una guerra a MUERTE!!!. Sólo habían dos opciones: perder o ganar. No había otra opción. Una competencia exclusiva a fuego, a sangre. Con toda la furia y cada paso marcaban su poder, su fuerza interior, con cada paso demostraban su grandeza, con cada mirada reflejaban su pasión. Combatientes dignos. Todos combatientes talentosos. Lobos hambrientos. Lobos celosos. 


Llega el momento...


Se juntan en mitad del bosque entre el sonido de las hojas de los árboles y la lluvia que se aproxima tormentosa....


Se miran a los ojos, sudorosos por la corrida. Cada uno desafíante, imponente, musculoso. Sacan sus colmillos. Uno de ellos, él mayor de todos, tiene poderes psíquicos, puede leer la mente de los otros y anticiparse a sus movimientos lo que le da una ventaja en el combate. Otro, es ingenuo, confía en sus rivales, prefiere el diálogo, antes que el conflicto, es el más débil y sabe que tiene la batalla perdida, por lo que recurre a la sensatez, sin untarse las patas de greda. Otro de ellos utiliza sus visiones. Puede recurrir a evocar los sueños de sus rivales y transformarles en lo que desee quiere, vean, o transformar su cuerpo físico sí así lo desea.  Otro, es el protector innato: la mezcla perfecta entre dulzura y dominio. Con el poder de usar, desde la ternura más profunda, limpia y transparente enamorando a cualquiera hasta la fuerza de un lobo hambriento salvaje capaz de matar al que sea por obtener su presa, arrancandoles el corazón de un sólo mordisco de ser necesario. 


Poderosos, imgeniosos, todos tenían poderes psíquicos y todos deseaban lo mismo....


Se miraban astutos, suspicaces, anteponiéndose al primer paso. El mayor de todos creía estar 1000 pasos por encima, les ganaba en experiencia y con sus poderes psíquicos podía intuir cualquier acción qué atentara contra su integridad. El lobo más delgado, pensaba que podía ganar, ideando una conversación tibia entre todos, y así no tendría que enfrentarse a ninguno. El lobo orironauta pensaba que podía ganar al despertar las pesadillas inconscientes de aquellos lobos hambrientos y acomodarlas a su conveniencia para transformar las historias de las pesadillas y así generar un caos interno en cada uno del cuál les fuese difícil escapar. Un torbellino de pesadillas sería suficiente. Y, finalmente, el lobo más equilibrado. El lobo dulce y salvaje pensaba que podía ganar sí demostraba la sabiduría del equilibrio entre ambas características de igual intensidad pero con la misma serenidad y confianza.


Inquietos, pensaban en el objetivo, se aferraban en poseer a la presa, encadenarla, devorarla. Todos la amaban, la habían buscado hace mucho y ninguno estaba dispuesto a perder la guerra....


Se preparan, todos están dispuestos a morir si es necesario, todos están dispuestos a entregar su alma ahí en esa selva oscura y húmeda corriendo el riesgo de ser devorados por la hienas...


Sacan sus garras, se empinan en dos patas, muestran su pecho. Todos se observan. Ninguno quiere iniciar la guerra. Ninguno toma la iniciativa...


El lobo mayor lanza un rugido estrepitoso, resuena a 100 kilómetros, demostrando su experiencia, muestra sus colmillos, intenta robarse a la presa... Pero... el lobo equilibrado, se avalanza delante de ella, rugiendole aún más fuerte, protegiéndola, e impidiendo el paso de aquel lobo que ha tomado las riendas. Los otros dos, quedan observando. El lobo mayor usa sus poderes psíquicos, e intenta atraer a la presa, con promesas de libertad, cuidados y sexo. Pero el lobo equilibrado se interpone en medio y le hace ver la ilusión de la realidad. Con una mordida en el cuello hace reaccionar a su presa, para que no caiga en la fantasía de la ilusión de poder, en la telepatía. Le muestra que es una fantasía. Que no es realidad, lo que le muestra el lobo mayor. Mientras se encuentra nublada y confundida, el lobo menor aprovecha la situación para convencerle de que con él no será una presa pero mientras lo hace....


En una acción inesperada el lobo onironauta, decide atacar introduciéndose en los fantasmas de sus rivales, cuando... 


Llega una manada de hienas flacas y pálidas acompañadas de una manada de aves carroñeras, ríen por el festín que están por darse....


Es justo en ese momento que el lobo onironauta tiene un sueño lúcido

Y


Con un leve rugido pronuncia ...


- La guerra no conducira a nada con la presa muerta!!! - les dice.


- el verdadero peligro a llegado - les afirma angustiado.


- las hienas y las aves carroñeras no vienen a protegerla, vienen a acabar con ella!!! - insiste.


- Déjenla!!! Les dice fuerte


Es tiempo de enfrentar al verdadero rival. Hay que unirse!!! -


Los cuatro eran tan poderosos juntos que ni porque 5 millones de aves carroñeras e hienas juntas al unisono los atacaran, podrían destruirlos, jamás.


.... Continuará............

Sucu Feb 13 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 7 · Tags: #saliva
McAlberth H

Me atrajo su belleza desde un principio y quise retratarla, verdad a medias, pues aunque me encantaría captar sus atributos con mis trazos, era más una excusa para acercarme.

 

No me costó trabajo convencerla, la idea le interesó desde el principio y al mostrarle uno de mis trabajos la intensión quedó sellada.

 

¿Cómo me dibujarías? -me dijo.

 

Pensaba en un busto, me gusta dibujar cabello, ¿te parece bien? -le dije.

 

Pensaba más en un desnudo. -me dijo coqueta.

 

Me impactó su afirmación, obio quería verla desnuda, incluso más, quería recorrer toda su piel y probar todas sus dulzuras, pero pensé que me llevaría más tiempo.

 

Claro, un desnudo será, recomponiéndome de la sorpresa y optando por mi lado más profesional.

 

Pactamos el lugar: mí estudio, una hora y nos despedimos. Fué difícil contener mi emoción y mi expectativa, deseaba mucho a esa mujer, pero me enfoque en preparar mis materiales y hacer un buen trabajo.

 

El momento había llegado, trataba de mantenerme sereno cuando sonó la puerta, caminé hacia ella y tomé unos segundos para entrar en mi profesionalismo. Abrí la puerta y vaya sorpresa.

 

No Lucía como siempre, traía el cabello suelto, arreglado, perfectamente maquillada, sus gruesos labios rojos, con un vestido negro ajustado y escotado, tacones altos, un bello collar de adornos entrelazados y anillos en sus dedos.

 

Wow, estás deslumbrante, parece que vas a una cena de gala. -Le dije.

 

Es la primera vez que me van a retratar, quería verme bien. -me dijo coqueta mientras volvía su cabeza después de dejar su bolso en una mesita.

 

Emm, ¿recuerdas que es un desnudo cierto? -le dije mientras me cosquilleaba mi pene al pensar que estaría desnuda.

 

¿Claro, quieres que me desnude ahora? -Lo dijo con naturalidad, pero noté malicia en su mirada. 

 

Esta chica quiere provocarme, dije para mis adentros, ¿quién quería seducir a quién en primer lugar?.

 

Por favor, -le dije, he hice un gesto con un ademán, mientras me sentaba y colocaba mi tabla con las hojas sobre mi regazo. agradecí poder sentarme pues ya mi erección era irremediable.

 

Ella empezó a desabrochar su vestido mientras movía su cadera, sabía que la estaba viendo, que tenía mis ojos clavados en ella, pude ver que le gustaba, quería darme un espectáculo.

 

Bajó sus tirantes lento por sus hombros y con sus manos iba deslizando su vestido por esa bella figura, esforzándose un poco para que la tela pasara por sus anchas caderas de mujer, que tanto me gustan.

 

Quedó con su ropa interior negra, yo respiraba agitado, una gran escena contemplaban mis ojos, se lo que viene y lo espero ansioso. Desabrocha su brasier, lo sostiene un momento. Me mira, quiere ver mi reacción, sabe que deseo sus pechos, mi gran debilidad.

 

Mueve sus manos y deja caer el sostén al suelo, dejando ver toda la magnitud de sus tetas, que se balancean lentamente hasta acomodarse en su posición, perfectas, coronados por unos grandes pezones parados y unas anchas aureolas rosadas que se camuflan con su piel blanca.

 

Yo casi me salgo de mí, un escalofrío me recorrió y luego un calor se empezó a extender de mi pecho a todo mi cuerpo, mi respiración agitada y la excitación me estaban volviendo loco, quería saltar sobre ella, pero tuve que usar toda mi voluntad para evitarlo, debo hacer mi trabajo.

 

Vi como ella gozaba torturándome, sabía que estaba loco por ella, lo estaba disfrutando, pude distinguir sus pezones erectos y su respiración agitada aunque lo disimulaba.

 

Finalmente bajó su calzón y se quitó los zapatos, quedó desnuda, con la excepción de la joyería que traía puesta, se veía como una princesa persa. No pude ver su intimidad, la estaba ocultando apropósito, se recostó en un sillón que tenía preparado y me sonrió, esa era mi señal.

 

Tuve que reaccionar de mi estupefacción, tomé mis lápiz la miré rápidamente y empecé a esgrimir mis trazos. Hice un boceto rápido y pasé a los detalles, me era difícil hacer las líneas correctamente, mi excitación me daba problemas al dibujar.

 

Ella me veía trabajar, clavaba sus ojos en mí, sabía que recorría todo su cuerpo con mi mirada, que la estudiaba, la medía y la recreaba, cada curva, cada detalle, la suavidad de su piel, la textura de sus pezones, la humedad de sus labios, la intensidad de sus ojos.

 

Le pregunté que si podía sentir como recorría su cuerpo con mis líneas, si sentía mi tacto de artista, ella se estremeció y me dijo que quería sentirlo. Le dije que usara sus manos, que me sintiera a través de su su tacto.

 

Con mi voz la iba guiando, mientras seguía trabajando en mi dibujo, ahora tenía control de ambas, una se iba formando con mi lápiz y la otra se iba recorriendo con mis órdenes.

 

Le dije que tocara lento su cuello con las puntas de sus dedos, que fuera bajando por su pecho, que se acariciara los pechos, pero no los pezones, aún necesitaba algo más de tiempo para terminar mi trabajo. La dirigía a tocar su abdomen, sus caderas, el interior de sus muslos, ese tacto suave y estimulante.

 

Ella estaba muy excitada, podía ver como daba pequeños gemidos de excitación, claramente quería más, quería darse placer mientras era observada, mientras era inmortalizada. Pero yo la reprendía cada vez que dirigía su mano a sus pezones o a su entrepierna. Me encantó el poder que estaba ejerciendo sobre ella.

 

Pude ver como su humedad se extendía de su entrepierna, y humedecía las sábanas sobre el sillón.

 

Déjame tocarme por favor, ya no aguanto, por favor. -dijo con voz ahogada y suplicante.

 

Si te dejo hacerlo arruinarás la obra, ¿qué harás para compensarlo? -Le dije amenazante.

 

Haré lo que sea, por favor, ya no aguanto, aaahh.

 

Le dije que me llamara Amo y que la dejaría darse placer.

 

¡Sí Amo! ¡Sí Amo!, decía mientras rápidamente se acariciaba su húmeda y necesitada vagina. Noté como su excitación creció enormemente al llamarme Amo. Esa idea le gustó en exceso, disfrutaba ser comandada.

 

Finalmente pude ver su vagina, blanca, bien afeitada y cuidada, hinchada y húmeda por la excitación, pude ver como bajaba el líquido por sus nalgas y se abría como una flor al estar madura, un manjar que aguardaba por mí.

 

Ella empezó a acariciar su vagina con pasión, llegando rápidamente a un intenso orgasmo, me encantó como sus piernas temblaban, su cadera se balanceaba y su cuerpo se estremecía, sus gemidos eran una melodía para mí, su rostro reflejaba sus sensaciones, sus palabras se volvían ininteligibles al perder control de su cuerpo. Hasta que poco a poco fue pasando.

 

Yo pude resistir con dificultad porque estaba muy concentrado en acabar el dibujo, pero mis ansias estaban por reventar.

 

Hice mi último trazo, me levante de un tirón. Y me dirigí eufórico a saciar mi lujuria. Ella no se había recuperado aún pero me le abalancé encima, la tomé de la cadera con una mano y con la otra sujeté su cabeza por detrás y le estampé un beso, ella se sorprendió pero no opuso resistencia.

 

El tacto era maravilloso, tenía una piel tersa, suave, como seda. Sentir la humedad de sus labios, ese néctar que había deseado tanto tiempo, chupé sus labios, lamí su lengua y exploré toda su boca, bebí de su saliva, delicia exquisita, no podía detenerme. Sentía su aliento y su respiración, ese contacto, esa cercanía por fin, era lo que deseaba desesperadamente.

 

Empecé a besarla por la barbilla, por el cuello, dando pequeñas mordidas y lengüetazos, quería probarla toda, saborear toda su esencia. Finalmente llegué a sus tetas, la locura se apoderó se mí.

 

Introduje su pezón en mi boca y empecé a succionar con fuerza mientras que mi mano masajeaba su otra teta. Sabía que estaba siendo rudo, esa no era la manera de darle placer a sus pechos, pero no me importaba, estaba en un frenesí de excitación. Ella solo gemía y me rodeaba con sus brazos.

 

Me incorporé y saqué mi pene duro como el acero de mi pantalón y tomándola del pelo acerqué su cabeza a mi verga. Ella lo tomó sin rechistar y se lo metió en la boca, yo me deleite, su humedad y su succión apretando mi pene palpitante y dando sensaciones maravillosas en mí, no tuvo que hacer mucho para que liberase toda mi carga en ella, mi semen, mi semilla. Fuera de molestarse lo saboreó y se lo tragó.

 

Eso me puso a mil, ¿de dónde salió esta mujer? -Me pregunté. No he acabado aún, le dije, le pedí que siguiera chupado y ella accedió, mi pene se incorporó de prisa.

 

Vi como ella se tocaba mientras sus labios mamaban a la perfección mi glande. Que puta eres le dije, mientras que ella afirmó con un sonido sin sacarse mi pene de la boca.

 

Ese gesto y esa afirmación activaron una reacción en mí, la tomé del cabello, la levanté y la llevé y la puse contra la pared. Mi cara muy cerca se la suya, viéndola directo a los ojos.

 

Vi en sus ojos un poco de miedo pero más que nada exitación, algunas de esas emociones y el trato un poco rudo era nuevo para ella, pero su expresión me daba pie a continuar.

 

Con una de mis manos acariciaba su vagina asegurándome de darle placer mientras le decía: te quiero, quiero que seas para mí, quiero que seas mi hembra, mi musa, mi puta, no se de dónde saliste, pero no quiero que te vayas.

 

-No quiero irme,  quiero que me uses, quiero que me penetres por favor, por favor Amo. -me rogó, entre jadeos mutuos. Mis sentidos y mi pene reaccionaban cada vez que me llamaba Amo, una emoción y una energía surgía de mí, me daba poder.

 

Tomé unos de sus muslos y lo levanté, para darme acceso total a su vagina que chorreaba humedad por sus piernas, la energía sexual estaba a mil. Introduje mi pene y empecé a penetrarla, ella gimió de placer y excitación, deseaba tenerme en su interior, ser poseída, llenada, amada, segí mis embestidas con ritmo, con fuerza. Estas entre mi pene y la pared. -le dije.

Sí, lo sé, lo sé, afirmó, no pares por favor Amo.

 

Nuestros cuerpos comulgaban, se saciaban, se golpeaban, se estremecía, rosaban, en una interacción caliente, húmeda, a veces pegajosa, entre alientos y líquidos sabrosos.

 

Cambiamos de posición, la puse de cuatro, la penetraba con fuerza y mí pelvis golpeaba contra sus grandes y gordas nalgas, sus gemidos de hembra en celo me volvían loco. Luego cambiamos, ella arriba, movía sus caderas con una destreza asombrosa, yo veía rebotar sus perfectas tetas, mientras las acariciaba y jalaba sus pezones, vi como su perfecto peinado y su maquillaje iban sucumbiendo a nuestro desenfreno, hasta que no aguanté más y solté mi semen en su abdomen.

 

Ella pensó en incorporarse al verme acabar, pero le dije: no he acabado contigo perrita. La empujé para que cayera de espalda a la cama, abrí sus piernas y me dispuse a darle una chupada excepcional. Su vagina estaba tan humeda y lubricada que empapada mi cara, puse a trabajar mi lengua con todos los trucos que sabía, hice mío su clítoris mientras que estimulaba su vulva con mis dedos.

 

Pronto sus piernas empezaron a temblar y su espalda se arqueaba cada vez más seguido.

 

Mmmm aaah, sí por favor, me voy a venir, me vengo, por favoooor!!!

 

Hasta que se vino en un tremendo y sabroso orgasmo, yo la sostuve con mis manos, quise que se sintiera poseída, protegida, quería que supiera que ese placer que estaba sintiendo era por mi causa, me encantaba sentirla, ver su éxtasis y su placer, hasta que fue pasando, me miró atraída, jadeante, cansada, complacida, mientras aún sentía las réplicas en sus entrañas.

 

Te quiero, te quiero para mí, que seas mía, no puedo vivir sin tenerte otra vez. -Le dije.

 

Ella me miró, puso su mano en mi mejilla, y me dijo: quiero estar contigo, quiero que me pintes, que me dirijas, que me estremezcas de placer, dije que eras mi Amo y me ha gustado, ahora soy tuya, no me dejes.

 

Nos besamos y sin darnos cuenta, sería el inicio de muchas aventuras en un mundo nuevo y maravilloso.

 

En cuanto al dibujo, bueno sería uno de muchos.


McAlberth Feb 8 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 4
Sucu M

Nunca imaginé que una tubería rota me llevase a un encuentro indescriptible, cuál escenario salido de cualquier película pornográfica o quizá, aún mejor.


Le abrí la puerta. Era un hombre de estatura baja, moreno, piel tersa, manos grandes, espalda ancha, brazos y piernas trabajadas, hombros que sobresalían como dos montañas perfectas redondeadas. Era una escultura pese a que su rostro no era muy agraciado. Me contacto por una publicación de internet en la que yo solicitaba un plomero que me ayudará a destapar la tubería. 


Se presenta respetuoso, me saluda resguardando los límites. 

- Buenos días Señora xxx, vengo a diagnosticar su problema -. 


Me causa una sensación extraña en la piel y el olfato. Puedo oler a una bestia salvaje resguardada en una mirada tierna. Procede a quitarse el buzo e inspeccionar la tubería mientras le observo e imagino todo tipo de situaciones con él. Fantasías, por supuesto. Le imaginaba desnudo, y pensaba en lo marcado de su pecho, la forma de su espalda y la fuerza que podría tener aquel hombre.


Se inclina y me muestra la falla. Me sugiere soluciones y me propone precios. Acordamos al siguiente día fuese a reparar el daño.


Al sigüiente día, su aroma es aún más intenso. 


No es su fragancia. Es su olor natural, las hormonas que desprende un macho en celo. 


Yo me presento con una blusa que hacen vislumbrar mis pezones y un leggins que dibuja mis caderas y mi culo. Acostumbré a vestir sin ropa interior y para mi, ya hace parte de la vida cotidiana, ignorando que para un ojo externo ésto puede ocasionar un morbo intenso. Él ingresa, y noto como me observa los pechos y el culo, sin decir nada, manteniendo la distancia. Ignoro su mirada, aunque me causa excitación, su nerviosismo y sus ojos en mi cuerpo, disimuladamente. Procede a trabajar mientras le observo y siento pequeñas cargas eléctricas en mi piel, cuya razón escapa de mi entendimiento pero que me atraen a él, como imán. Empieza a emitir pequeños sonidos melódicos y logra sacar una sonrisa de mi rostro. Pienso que tal vez el ambiente es tenso y debería colocar algo de música.


Concluye su trabajo rápidamente pero de forma inconclusa, me sugiere otra solución al daño al sigüiente día pero indica que debe estar acompañado de otro compañero. Por la forma en que se dirige a mí. Acepto. Se despide rozando delicadamente su mano, sobre la mía.


Al tercer día, toca a mi puerta acompañado, efectivamente de su compañero de obra. Un sujeto delgado, amable, conocedor del tema. Me siento en confianza y les abro mi puerta los invito a ingresar. Al igual que en el anterior día, portaba una blusa de tiras, ésta vez con escote, sin sostén y un pantalón ajustado. Veo que observa aún más mis pezones, hacía frío. Y en ocasiones, cuando volteo el rostro, él se queda pegado atrapado en mis montañas. Percibo esa sensación de ser observada y morboseada y me excita. Saco aún más el pecho en señal de orgullo. 


Proceden a trabajar en la falla. Me explican el problema y atenta, visualizo cada movimiento.


Finalizan.


Se despide amablemente el compañero y se queda el moreno. Le ofrezco una bebida. Acepta y empezamos a conversar. Noto como me mira y lo nervioso que se encuentra. Cada tanto, humedece sus labios con su lengua y ríe de forma nerviosa. También lo estoy. Me pregunta si acaso soy casada, mi profesión, mi edad. Conversamos de la obra, de su trabajo, de sus proyectos, los míos, etc. Su rostro se torna demasiado alegre al saber que soy soltera y que no vivo con mi esposo. Noto su interés. Pensé me invitaría a salir. Pero fue aún más atrevido.....


Me pide le comparta datos de internet. Me acerco a él. Ese aroma. De nuevo. El que sentí la primera vez que lo ví. Esas hormonas que hacen juego con mi piel. Imposibles pasar desapercibidas. Se queda inmóvil mientras le enseño a compartir datos. Estábamos en el living de mi casa. Doy dos pasos atrás mientras por el contrario, él avanza dos, adelante. Siento que invade mi espacio. Le digo que además de desordenada, soy loca. Se escapa una ligera sonrisa y me dice.


 - Loca?, Por qué lo dices? -.


 Por qué hago locuras. Le digo. 


Mi cerebro estaba por hacer corto circuito. Se acerca y me dice. 


- también he hecho locuras. Una vez hice el amor en un bus -. 

Eso no es locura. Le dije. Reímos. 


Se acerca aún más y me halaga con palabras bonitas respecto a mi mirada, rostro y sonrisa.


-tienes una mirada penetrante -. - tu sonrisa es hermosa -. - eres preciosa -. - tú cabello salvaje -......



 Le doy las gracias intentando tomar fuerte la mesa del comedor, mientras, sin dejarme reaccionar, él se acerca y me dice.


 - Tus labios no se pueden ver  con ese tapabocas -.


 Me quita el tapabocas y siento que me ha desnudado completamente. Me siento como un corderillo frágil, indefenso. Se aproxima, me toma del cuello y sin poder mediar palabra, me da un beso con lengua. Juega con su lengua insinuandome sus habilidades. Mi cerebro entiende al instante que su lengua tiene potencial. Me lame el cuello, introduce su lengua en mi oído hasta el tímpano. Toca mis senos y sube un poco mi blusa de tiras para deleitarse con mis pezones. No comprendo en qué momento sucedió. Me dejó llevar por las sensaciones. Estoy inquieta. Gimo. Me retuerzo. Mi cuerpo está inmóvil, incapaz de reaccionar. Es demasiado extraño, excitante, loco, aterrador. 


Sí, aterrador. 


En ese último mensaje de mi poca consciencia, mi mente me dice, huye. Pero ignoro el cómo. No puedo resistirme a su olor de macho, a su cuerpo, a .... 



 Detente -. - Para -. Me toma de las piernas y me alza con esa fuerza de macho en celo. Me lleva a la cama. Me tumba. Se tumba sobre mi. Siento su pecho contra el mío. Su corazón late rápidamente, puedo sentir sus latidos casi saliendo de su cuerpo. Su corazón acelerado no puede detenerse así como su perversidad por poseerme. El ego de haberse comido a su cliente. El orgullo de montarme. Se siente un dios, la fantasía de cualquier hombre....


Me pregunta - a qué le tienes miedo ? - . - no te gusto? - mis palabras no salen de mis labios a pesar que quiero expresarlas. 


Mi cabeza le dice, vete pero mi cuerpo le pide a gritos que lo consuma. Dualidad. Entro en caos, en conflicto. Cómo decirle que me encanta. Que es un moreno exquisito. Que su olor natural me volvió loca desde el primer día. Que lo necesito recorriendome. Cómo decirlo sin parecer apresurada. Manteniendo el control. Manteniendo la razón. Años que no vivía aquello. Ya no recuerdo la última vez que sentía ésta química, ésta potencia viril.


Mis sentidos no me engañaban.


Lo que vendría después lo confirmaría....


Una ligera voz en mi interior me ayuda a mucitar palabras. Le pido que se vaya. Que dejemos hasta aqui. Me pide que sólo le permita hacerme sexo oral y se irá. 


Nooooo!!!!. 


Mi cabeza estalla. 


Sexo oral???? Queeee????? con esa lengua, con ese movimiento, uffff, mi poca fortaleza mental se iría al carajo!!!!


 No, definitivamente, no.


 Me pide confíe en él. Que llegará hasta donde yo quiera llegar. - No te conozco-, le digo. - nos estamos conociendo _ me dice. - me encanta tú sonrisa, tus ojos, ví tus pechos grandes y esos pezones resaltando y uff....


Mi cuerpo me pide más. Mi mente quiere detenerse. Chupa mi cuello, me lame con la punta de la lengua hasta la entrada de mi pelvis. Cómo estrategia de convencimiento. Le digo que pare. Afirma sus deseos de hacerme sexo oral. 


Me resisto.


 Acepto.


 Baja mi pantalón. Me huele como una bestia salvaje. Saca su lengua y me recorre entera los labios, el clítoris, la entrada de la vagina. Mi humedad brota a chorros. Está allí por un tiempo largo. Desea me corra en su boca. Pero estoy demasiado extasiada y sorprendida. Es como una película. 


Lo detengo. Mi clítoris está inchado. Le pido que se vaya, de nuevo. Me pide permiso para correrse. Le digo que puede hacerlo en mis pechos. Me pide permiso si es que acaso, se puede quitar la camisa. 


Aciento.


 Veo su pecho, sus hombros. Es definitivamente, una bestia, un animal salvaje. 


Pide permiso si es que puede quitarse el pantalón. Aciento. 


Sus piernas trabajadas. Su verga tieza como una roca. 


Acostada boca arriba espero su leche en mis tetas. Deseo su leche en mis tetas. Él no puede correrse aún, quiere perforarme antes de hacerlo. Le impido ingresé a mí cueva. Aún no se lo ha ganado. Lucha por resistir la tentación de hacerlo. Jugamos.


 Luchamos por el poder de hacerlo. 


Asfixia, arañazos. Le pego una cachetada. Me dice, -que rico, dame más-


 Me vuelve loca su lujuria desenfrenada. Su energía. Su potencia viril. La lucha de poder. Somos bestias. Animales iracionales. 


Le permito correrse en mi pecho finalmente. Siento el calor de su leche recorrerme. Me esparce con su áspera mano, su semen en todo mi pecho. Se siente grande al dejarme llena de leche. Y yo me siento bañada en un rico néctar, caluroso, ardiente, suave.


Me pide por favor le dejé hacerme sexo oral, de nuevo. Quiero parar pero quiero seguir. Me monto encima de su cara mientras de nuevo se jala su verga como una roca. Wow. Su recuperación es rápida y su vigorosidad es incomparable. Me lame como si estuviera comiendo el mejor postre de su vida. Me hace jadear. Gemir. Restriego mi coño en su cara, en su boca. Él lame como un animal. Mientras se la jala como si se la fuera a arrancar. Me corrooooo....


Me levanta y quiere intentar perforarme de nuevo. Se lo niego. Me asfixia. Lo asfixio. Me monto encima. Lo asfixio de nuevo. Me aprieta las tetas. Le pego en la verga. Le tomo con fuerza la verga. Lo rasguño, muerdo. Hasta terminar metiendomela en el culo salvajemente. Grito. Entre placer y dolor. Que locura. Le digo que pare. No sé detiene. Me pone como quiere, en diferentes posiciones, como si fuera una muñeca de trapo. Suda como caballo, me da como taladro, fuerte, rudo, violento... Y.... 


Segunda corridaaaaa...


Me besa. Me abraza. Y de nuevo, la lucha salvaje. A éste punto, mis energías están débiles. Me someto a él. Introduce su verga en mi boca, me jala el cabello hacía él como una bestia, me asfixia con sus poderosas piernas. Le observo desde abajo, viendo su poder. Su vitalidad. Le observo como si me hubiera desdoblado. Cómo si estuviera en otro cuerpo y no fuera yo. Me pone sus bolas en mi boca y se masturba como bestia salvaje. De nuevo, parece que se la quiere arrancar. Me toma del pelo. Le chupo los huevos con pasión. Me encanta su olor, la suavidad de las piel de su miembro. Pulcro. Intacto. Depilado. Cuida cada centímetro de su cuerpo y eso me enciende....


 Se correeee por tercera vez en mi cara... Abro la boca y pruebo su semen, aunque se encuentra tímido de llenarme la boca de leche, me encanta su sabor. Es suave. No es abundante. Lo pruebo. Quedó impregnada de su calor, su sudor, su leche......


Y él sólo....


Quiere seguirme usando.....


Y yo.... Domar a esa bestia salvaje.

Sucu Feb 8 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 4
Sucu M

Recorreme papá con tú fino tacto. El fino tacto de tus cuerdas. De tus grandes manos. De tu piel gruesa, de tú dureza. De tus carnosos labios. Amárrame hasta presionar mi alma, hasta tensar mis músculos, hasta fregarme el coño. Rozalo con presión hasta brotar mi jugos. Ata mis pies a las cuerdas hasta hacerme gemir de placer y dolor. Doblega mis piernas. Doblega mis brazos. Inclina mi cara. Aprieta mis senos hasta juntarlos como grandes melones y estira mis pezones dirigiendolos al infinito. Amarrame con un fuerte mordisco en el cuello. Con tú lengua larga como la de un tentáculo marino que atraviese el timpano de mis oídos y lama mi cerebro. Atame fuerte con los brazos cruzados y el chupo en la boca. Riegame tú nectar, deléitate con mi cuerpo. Úsame. Deja caer cada gota de tú baba por mi fina y delicada piel. Hazme sentir sucia. Putrefacta en leche, en semen. En semen y en baba. Deja mi cuerpo resbaladizo. Aceitoso. Sudoroso. NO. NO PARES. Hazme tú propiedad. Hazme tú esclava. Tú amante. Tú PUTA.  


Quemame pero que pueda cicatrizar. Márcame pero no me rompas. Atame pero no me ciegues. Corrígeme pero no me abandones. Suéltame pero no me liberes. Desnúdame. Tócame. Úsame. 


Y sabrás que soy sólo tuya, sólo parte de tí, tú propiedad. Que al mirarme otros hombres, podrán deleitarse y jugar pero siempre mi alma permanecerá atada a tí.


Sucu Feb 6 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 3 · Tags: #daddy, #dominación, #dominacion
McAlberth H

Fuíste la luz que me sacó de la oscuridad.

Promesa de mí otra mitad.

Anhelo de mis fantasías, perversiones y pasiones.

Sumisa y complaciente decías que sí a mis locuras.

Abrazabas mí alma y calentabas mí cuerpo con tú entrega.

Ansiabas mis cuerdas, ser mí prisionera,

Ansiabas ser aquel tesoro que cuidaría con recelo.

Y yo, deseaba atarte para que no escaparas,

para tenerte cerca de mí.

Mí voz fue la guía de tu éxtasis,

Fue la cuerda que ataba tú barco a mí muelle.

Aquello fue tan cercano y tan lejano a la vez.

Ahora mí voz se pierde en el vacío,

y mis cuerdas han perdido su propósito

Ahora que puedo ver el horizonte, ¡comprendo todo!

Y ya no estás…

McAlberth Feb 5 '22 · Valorar: 5 · Comentarios: 3
Himler H
hola soy amo   de stgo  con experiencia , busco una  aprendiz o sumisa  con experiencia  para  enseñar adiestrar , no me importa el fisico  solo las ganas e interes en aprender y disfrutar 

disfruta la experiencia de ser dominada 

amo himler

Himler Feb 3 '22
Beto48 H
Alguna sumisa o aprendis de Paraguay para ser formada y educada?
Beto48 Feb 1 '22
BuenPastor H
Después de la espera y sus súplicas, el momento llegó. Quedando feliz y agradecida. Espera que demuestra voluntad, dedicación, entrega y compromiso. Así, se ganó su marca...
BuenPastor Ene 31 '22 · Valorar: 4 · Tags: #dominación, #dominacion, #sumisa, #sumision, #sumisión, #marca
Zortd H
Se busca una baby que le interese 24/7.
Zortd Ene 28 '22
BuenPastor H
Otro viernes como los demás... demasiado martes, demasiado igual.

Ni te declaro la guerra, ni tú me firmas la paz.



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