1. Me amaré a mi misma sobre todas las cosas,
incluso sobre mi Amo.
2.
Seré Sumisa, no SUMENSA ni SUTONTA.
3.
No me transformaré en sumisa por necesidad de
seguridad y afecto. Tampoco confundiré BDSM con relación de abuso o
codependencia.
4.
Sé decir NO.
5.
Leo y pregunto del tema. No me quedo con lo
primero que me dicen sobre el BDSM. Me creo mi propio criterio.
6.
Seré responsable de la salud de mi cuerpo. Me
cuido de las enfermedades y exijo condón si así lo deseo.
7.
Yo decido con quién, cuándo y dónde jugar. NO
permito el acoso. Puedo decir claramente que no me interesa un juego con
alguien.
8.
Si algo me asusta o mi instinto me dice que hay
algo mal, ME ALEJO.
9.
Soy capaz de negociar y renegociar mis límites.
Mi seguridad está ante todo.
10.
No me dejo chantajear si alguien me dice “si
fuera sumisa, lo harías”. Tampoco hago cosas que no quiero y me hacen sentir
mal sólo por dar gusto.
11.
No permitiré que NADIE me diga cosas que me
hagan sentir mal; si me gusta la humillación es como parte del “juego”, no para
que aplasten mi autoestima.
12.
No buscaré un Am@ para justificar mi “putería”
ni para buscar que alguien me castigue por disfrutar de mi cuerpo teniendo
sexo. Tengo la madurez suficiente para asumir mi sexualidad y cómo quiero
expresarla.
13.
No teñiré las sesiones de romanticismo, cuando
sé que son sólo eso, SESIONES. Si permito una buena sesión, no tengo porqué
involucrar el corazón a menos que así lo haya acordado con el Am@. Soy lo
suficientemente madura para entender que no hay “Amos Azules”.
14.
Conoceré al Am@ antes de sesionar con él.
15.
Tomaré todas las precauciones necesarias antes
de una sesión: pediré referencias del Am@, le avisaré a un amigo dónde estaré.
Negociaré previamente los límites. Estableceré mi palabra de seguridad.
16.
No me aíslo de mi mundo, ni dejo de hablarle a
la gente sólo porque un “Am@” me lo pide. Si lo hago es porque yo así lo he
decidido. Entiendo que el que me aíslen en contra de mi voluntad no es sensato,
ni seguro.
17.
No permito que me tomen ningún tipo de imagen si
apenas conozco a la persona. Soy consciente que si alguien me toma fotos o
videos, éstos pueden aparecer en internet o en otros medios; en todo caso
procuro tener una imagen del “Am@” en una circunstancia similar para que, en
caso de que me quiera chantajear, no pueda hacerlo.
18.
Entiendo que no por ser sumisa debo de hablarle
de usted a cuanto dominante se me ponga enfrente. Sé que los protocolos forman
parte de los acuerdos entre el Am@ y la sumisa cuando ya tienen una relación.
19.
No tendré miedo de mostrar enojo o sentimientos
propios. Si mi Am@ es real, me incitará a expresarme y decir lo que siento, no
me ridiculizará ni me dirá que no puedo hacerlo por ser sumisa.
20.
Entiendo que ser sumisa no es igual a ser
masoquista. No soportaré dolor en contra de mi voluntad, ni siquiera como
castigo.
Probar nuevas cosas en el dormitorio es muy excitante, especialmente si es algo travieso... Además, la vida sexual diversa significa los orgasmos más frecuentes e intensos.
La trilogía "50 Sombras de Grey" ha animado a muchas personas a cruzar las fronteras del confort sexual e interesarse por BDSM (es una abreviatura del inglés - bondage, disciplina, sadismo, masoquismo) y cambiar tanto la manera de la que percibimos el sexo como el tipo de juguetes eróticos que elegimos. Por eso, en esta mini guía te invitamos a dar un paseo por BDSM para los principiantes.
Al principio queremos subrayar: no existe ningún código que regulara nuestro comportamiento durante este juego que va más allá de las fronteras impuestas por el tabú – BDSM será para tus relaciones sexuales lo que quieras que sea. Sin embargo, no será posible sin el acuerdo consciente, participación y la confianza mutuos. Es porque el BDSM no es un tipo de terapia que sirve para eliminar nuestra frustración relacionada con la relación con otra persona o con algo fuera de ella tras castigar a la pareja. No es un placer sacado de castigar a alguien o ser castigado – es solo un placer que sentimos por cruzar nuestros límites – mentales o físicos – y, en el caso de las personas que dominan, por ayudar a otros en cruzarlas. La relación entre la persona dominante y la persona sumisa se basa en la responsabilidad - la seguridad y satisfacción de esta segunda dependen de las actuaciones de la primera.
Si todavía tienes dudas, tienes que saber que BDSM puede tener buena influencia sobre tu relación. Resulta que las parejas que practican BDSM no se quejan tanto de las problemas con la mutua comprensión porque no limitan sus deseos a las normas comúnmente aceptadas y están de acuerdo con la sexualidad propia y de otra gente. Por consiguiente...
NO JUZGUES
Para algunos lo máximo de BDSM será atar a alguien a la cama con esposas con felpa y ya está. Para disfrutar de los juegos BDSM, hay que ajustarlos a nuestras necesidades y practicar lo que nos guste más. Lo de querer probar algo inusual en la cama no significa que tengas que hacer todo lo que se asocia con aquel estilo de vida. La verdad es que practicar algunos elementos relacionados con BDSM es más popular que parece. Comprendemos que, a pesar de que el sexo es para la gente, no todo es adecuado para todos.
MÉTODO PASO A PASO
Aunque BDSM sea algo que desde hace mucho tiempo aparece en tus fantasías sexuales, introdúzcalo poco a poco. Prepárate a aprender usar los accesorios junto con tu pareja, a probar lo que les gusta más y... a cometer errores. Puede que en tus fantasías estés atado/a la cama, tu pareja te rocíe con la cera caliente, además otra pareja lo observe, pero vamos que no es una buena idea para la primera noche con BDSM.
Primero Hablad. Como BDSM mueve significativamente nuestros límites, debería basarse en la comunicación franca. Solo a través de hablar entenderás que quiere tu pareja y señalarás lo que tú deseas. Hablar antes de probar las cosas nuevas es un modo ideal de negociar y reconocer si vuestras visiones de BDSM son similares, lo que sin duda os permitirá evitar las situaciones incómodas. Si queréis usar los accesorios, primero discutid los principios de seguridad y aseguraos que conocéis al menos los fundamentos de usar estos juguetes para no ocasionar daño a otra persona. Podéis también comprar una guía DVD sobre el arte de atar el cuerpo y ver algunas películas inspiradoras que traten de BDSM.
NUESTRO CONSEJO: ¡Haced la lista!
La lista de los juguetes que queréis probar - cuanto más detallada, mejor - os permitiré empezar vuestra aventura con BDSM. Preparad una tabla de cuatro cabeceras: "¿qué?", "sí", "no", "a lo mejor" y una columna "comentarios".
En "¿qué?" poned las actividades o juguetes sobre las que habéis hablado. "¿No sabéis con qué comenzar?" Las actividades más populares son: juego de rol, D/s, azotes, esposas, atar el cuerpo, vendas para los ojos, arrancar el pelo, disfraces, látigos, paletas, cera caliente, vibradores, dildos, tapones anales. Aunque sean las actividades que no querríais experimentar o tendríais dudas de probarlos, ponedlas en la lista. Esto os permitirá evitar la situación en la que otra persona, al ser creativa, empezará a hacer algo que no necesariamente querríais hacer.
Cread dos ejemplares de la lista y completadla individualmente, respondiendo "sí", "no" o "a lo mejor". Usad la columna "comentarios" para precisar todos los "a lo mejor". ¡Después comprobad ambas listas!
Aunque no necesitáis ningún acuerdo especial antes de introducir BDSM, os recomendamos establecer las fronteras, que, como se sabe, son la cosa muy individual. Sería bueno también pensar sobre algún tipo de la "palabra de seguridad" que constaría la contraseña para parar la acción cuando la persona dominante cruce dicha frontera o cuando el lado dominado se sienta incómodo. Cada palabra que no aparezca nunca durante el juego sexual puede ser la "palabra de seguridad". Podemos escoger por ejemplo la palabra "plátano" o, lo que es más frecuente en el mundo de kink, usar los colores de semáforo. "Amarillo" será un señal para la persona dominante para que se calme o reduzca la intensidad de mimos mientras que "rojo" parará la acción. "Verde", utilizado de vez en cuando, puede servir como la confirmación de que nos gusta lo que hace la pareja. Este tipo de código establecido servirá como ayuda aunque no queráis ir más allá de las guías basadas en usar las vendas para los ojos o esposas, porque significa un confort mental de la persona dominada que sabe que será capaz de parar la acción en cualquier momento.
NUESTRO CONSEJO: ¿Mejor ser dominado, dominante o ambos?
Comprueba si te sientes mejor como un lado dominante o sumiso. Para mucha gente esta división no es fija. Las parejas a veces cambian los papeles según las ganas o estado de ánimo.
¡Ojo!: Antes de empezar la sesión de BDSM, no olvidéis del juego sexual o los besos. Un calentamiento apropiado y excitación que aquel fomenta causan que nuevos elementos se introduzcan de manera más natural.
LOS ACCESORIOS BDSM PARA LOS PRINCIPIANTES
Empezar la aventura con los accesorios BDSM es muy fácil. Sin embargo, tenemos en cuenta que los principiantes pueden tener muchos problemas con elegirlos. Al mismo tiempo subrayamos que los accesorios modernos de este tipo no se limitan solo a los hechos de piel y otros de metal – los amantes de elegancia por cierto apreciarán los accesorios hechos de otros materiales. Recomendamos a las personas que empiezan con BDSM que elijan las combinaciones preparados antes que contienen los accesorios que son fáciles para usar y elegantes. Si quieres ir más allá, elija los cinturones para sumisos o la cinta especial. Son mejores que los productos disponibles en los talleres porque están fabricados de los materiales agradables al cuerpo que no causan las fracciones.
NUESTRO CONSEJO: Prueba la atadura mental
Si tienes dudas en cuanto a atar o ser atado de manera física, prueba la atadura mental. Durante este juego la "pareja atada" es solo un orden que exige quedarse inmóvil en una posición determinada. Es muy excitante, especialmente para las personas a las que les gusta romper las reglas porque saben que van a ser castigados.
Es un accesorio que no se refiere solo a BDSM. Lo podemos sustituir con éxito con corbata o chal. Sin embargo, las vendas para los ojos son más elegantes y no solo son más fáciles para usar sino que también enriquecen la vida sexual.
NUESTRO GUIÓN:
La versión cortés- ¡adivine qué es! Permite que tu pareja te mime con los objetos de diferentes temperaturas o superficies. Tu objetivo es adivinar de qué objeto se trata. Los golimbros pueden emplear en este juego la comida.
La versión picante– propón a la persona con los ojos vendados una serie de azotes. Cambia el ritmo e intensidad de los golpes - esto permitiré conectar la excitación con un poquito de inseguridad.
ATADURA
Atar el cuerpo es un arte empleado con frecuencia en BDSM, pero el Shibari profesional exige un poco de trabajo y compromiso. Recomendamos a las personas a las que no les gusta esperar y perder tiempo que usen las esposas o los cinturones preparados antes que permiten atar las piernas y los manos (en forma de estrella de mar) a tu pareja a la cama, atar las manos sobre la cabeza o atar los tobillos.
Hablar de BDSM, es hablar de una infinidad de prácticas para realizar en la alcoba, es hablar de un universo tan amplio y diverso que a veces es muy fácil perderse cuando iniciamos. Ya sea que iniciemos por que traemos estos gustos desde pequeños o lo adquiriéramos de mayores, lo más importante al iniciar es aprender y no olvidar el sentido común.
Cuando te inicias en el BDSM la mayoría de las veces nos sentimos raros, pensamos que podemos estar enfermos o que estamos locos. Porque ¿a quién en su “sano juicio” le gustaría que le peguen o, “peor aun”, pegarle a alguien? Todo esto sumado a lo que nos enseña la tv nos confunde y es cuando nos enfrentamos a una etapa de soledad al creernos los únicos bichos raros.
Si tienes la suerte de encontrar información y platicar con gente que ya practica, nos comenzamos a dar cuenta que no estamos solos, que hay muchas personas con gustos parecidos a los nuestros. Entendemos que tener gustos por el BDSM no nos hace enfermos, porque de hecho la práctica del BDSM NO está catalogada como un trastorno psiquiátrico, entonces llega la aceptación de nuestros gustos.
Una vez que nos aceptamos comenzamos con la búsqueda, tanto de una contraparte para “jugar”, como de información para realizar las prácticas correctamente. Es aquí en donde hay que tener mucho cuidado y ser prudentes. Lo primero que hay que aprender es que las prácticas BDSM tienen que ser sensatas, seguras y consensuadas y que es responsabilidad de cada uno cuidarse en todos los sentidos, esto independiente al rol con el que te identifiques.
Hay que aprender también que las prácticas BDSM tienen sus reglas y las reglas en este caso no siempre están para romperse, porque si las rompes literalmente se te puede ir la vida en ello. Si bien es cierto que todas las practicas BDSM conllevan un riesgo asumido, también es verdad que esos riesgos pueden minimizarse si se hace de forma adecuada, por eso es tan importante nutrirse con lecturas y es altamente recomendado asistir a talleres para aprender
Hay que entender que el BDSM no son solo golpes, detrás de todas las relaciones BDSM hay comunicación, confianza, cariño y en muchas ocasiones amor.
Si comienzas la búsqueda de una pareja ocasional o fija, vete despacio. Conoce a la persona antes de sesionar con ella. Platiquen, pregúntense qué quieren, qué buscan, qué pueden ofrecer. Sé sincero: si la persona que estas conociendo quiere una relación de pareja y tu no, es importante decirlo.
Una vez que conozcan qué quieren y que están dispuestos a ofrecer, hay que sentarse y hacer acuerdos reales, olvídense de la fantasía. Y por favor no olvides poner límites. Los límites ayudan a tener una sesión más segura.
Por último: Profundiza, No te quedes con lo primero que leas, pregunta aprende, comprende y disfruta todo el proceso; como en cualquier práctica sexual el objetivo del BDSM siempre debería de ser la búsqueda del placer.
Y algo sumamente importante que no debes de olvidar cuando inicias en el BDSM: es que todo lo que hagas te debe de provocar además de placer, bienestar.
Nunca hagas algo que realmente no deseas ni siquiera por complacer. Se trata de pasarla bien y que te sientas feliz contigo mismo.
(Editado - Adrenaline)
Un gran tabú dentro del BDSM es el referente a la cuestión
de los tributos y la Dominación financiera. Para muchos el que la persona
Dominante controle o reciba el dinero de un sumiso es prostitución, sin embargo
es una realidad que a muchos sumisos les excita que su Dominante controle sus
finanzas y, mientras todo sea consensuado y sensato, esta práctica puede
acoplarse a cualquier relación independientemente si se trata de una relación
Ama-sumiso o Amo-sumisa.
Me parece importante hacer algunas distinciones entre el
tributo como un regalo para quien domina- que sirve como un medio para agradar
al Dominante y rendirte adoración y que al realizar el pago o dar el regalo no
provoca una excitación sexual-, el tributo como pago de un servicio– en este
caso a las Dominas profesionales, que no lleva otro objetivo que pagar el
tiempo, conocimientos y servicios ofrecidos por ellas- y el tributo como parte
de la Dominación Financiera que puede estar incluido en una dinámica mucho más
compleja que un simple pago.
La Dominación financiera tiene como principal base la
excitación del sumiso al ser controlado o “abusado” económicamente por el/la
Dominante.
En la Dominación financiera en mayor o menor grado pueden
presentarse los siguientes comportamientos:
La persona sumisa informa al Dominante cuáles son sus
ingresos y gastos, puede incluir la entrega de estados de cuenta, recibos de
nómina, etc.
El Dominante lleva el control de los gastos y decide en qué
puede o no gastar el sumiso
El sumiso entrega el control de las cuentas financieras al
Dominante, dejando a su consideración en qué gastar el efectivo y cuánto dinero
le corresponda para sobrevivir
El sumiso da una extensión de su tarjeta de crédito a su
Dominante para que pueda hacer uso libremente de ella
La Dominante exige regalos o una pensión-tributo regular al
sumiso y éste lo da porque le excita
El sumiso pone a nombre del Dominante cualquier propiedad o
inmueble
En todos los casos anteriores el sumiso se excita con sus
propios comportamientos y con los del Dominante.
Buscando frases y citas que pudieran describir, sensaciones
que produce nuestro juego me encontré con esta, que me hizo pensar y que creo
que le viene que ni pintada a nuestro juego y a sus posibles confusiones.
Cuando empiezas a jugar con alguien a esto, se hace siempre
una manera voluntaria por ambas partes, a través de una serie de coincidencias
en gustos ,la mayoría de las veces es un proceso progresivo de conocimiento
mutuo y siempre de manera autodidactica, por información que tengas, por muchos
que hayas leído, hablado y compartido, cada persona es un mundo, cada cual
tiene su percepción del juego, de lo que quiere y se inicia partiendo desde
cero, pero siempre hay un denominador común, una de las partes implicada acepta
un rol de autoridad en la otra y delega en esa persona, pequeñas parcelas de
control, no nos engañemos eso es la teoría, en la realidad el control siempre
lo tiene la persona que lo cede, es ella quien decide esto te doy y esto no. En
esos principio la prudencia por ambas
partes es lo lógico, pero a medida que se avanza, se tiende a fluir, cuando se
empieza a confiar de verdad esas parcelas tienden a aumentar se bajan las
guardias y es entonces cuando creo que hay que ser más cuidadoso y hacer
distinción clara, de donde llega el juego y donde empieza la realidad, la responsabilidad
de parte de quien recibe esa autorización es muy grande, incluso cuando el
control puede parecer que es absoluto, no deja de ser más que un juego y eso
debe ser sagrado.
Conozco algún caso, donde en algún momento dado, se traspasó
esa frontera del juego y se mezcló con la realidad, con resultados
devastadores, en cuanto a dependencia de ese control, en cuanto a perdida
absoluta de personalidad y autoestima, hasta el límite de crearse una relación
de tipo adictivo sin más, de la cual a esa persona le costó años salir. Que
alguien confié en ti, como para darte autoridad, es algo muy bonito, pero a la
vez una gran responsabilidad, que hay que tener en cuenta, llegado un momento
si te aprovechas de eso, puedes llegar a tener el poder para destruir a esa
persona, así que creo que vale mucho la pena no confundir esa autoridad y ese
control que te ceden en poder.
A continuación veremos las diferentes personalidades de los Dominantes que integran el estilo de vida BDSM. Hay que tomar en cuenta que no todos encajan perfectamente con cada una de estas clases, y tal vez compartiremos cualidades de cada uno.
El Macho/Hembra Alfa:
Esta persona tiene una absoluta confianza en sí misma, y cuando no es así intenta por todos los medios que no sea visible. Es un/a seductor/a nato y no tiene reparos en utilizar todo su carisma para conseguir atraer a quien se proponga, fundamentalmente para saciar un capricho fugaz que pocas veces fructifica en algo a medio/largo plazo. Usualmente no reconoce sus defectos, y si lo hace es para mostrarse menos egocéntrico de lo que realmente es, a fin de ganarse la confianza de los demás. Se cree con derecho a considerarse el/la mejor y bajo esa premisa hará lo que crea necesario para mantener sometida a otra persona a sus pies, con lo que muy fácilmente sus maneras y argucias caen en actos deshonrosos o de ética muy discutible. Aunque exteriormente haga ver que le hacen gracia las actitudes rebeldes y contestatarias en realidad le irritan especialmente, ya que necesita aglutinar todo el protagonismo sobre sí mismo/a. Sin embargo no se conforma con cualquier persona sumisa pasiva y apocada; a su lado necesita a alguien de similar inteligencia a la suya y lo suficientemente atractiva físicamente como para resultar la envidia de otros Dominantes. Una persona que se cree una ganadora siempre desea el mejor premio y con frecuencia cambia de sumisa/o cuando tiene a la vista a alguien mejor. Por contrapartida suelen ser los más atrayentes, intensos y cuidan al máximo su imagen.
El Dom perezoso:
Este tipo de Dominante sería feliz si encontrase una máquina para azotar que le librase del esfuerzo de hacerlo personalmente. En casa suele ser desordenado y poco aseado, y disfruta especialmente teniendo a un/a sumiso/a doméstica para ese tipo de labores. No es riguroso con su aspecto físico y tampoco con el de los demás, porque disfruta de la apatía y de la calma como pocos. Aunque tiene a gala ser un hedonista refinado también terminará por manifestarse como alguien relajado en sus costumbres y con tendencia a la inactividad. Es poco proclive a imponer normas severas o rutinas diarias porque le supone tener que supervisar que se cumplan. En contrapartida suele ser alguien bastante afectuoso y tolerante, de alto nivel cultural y don de gentes.
El practicante ocasional:
Habitualmente es alguien casado/a, aunque no necesariamente, e infrecuentemente proclive a mantener relaciones vinculantes con la persona sumisa. Prefiere tener encuentros una vez a la semana, o un par de veces al mes, y para cada uno estudiará concienzudamente las técnicas que requiera la sesión que tenga en mente. Tiene más interés en considerarse el mejor practicante de algo en concreto que de mantener un estrecho vínculo con cualquier persona sumisa. Son los denominados ‘Dominantes del maletín’, que proponen en un tiempo récord realizar una sesión y viajan a cualquier lugar para llevarlas a cabo. Con ellos resulta realmente difícil resultar lastimado, ya que saben lo que hacen dentro de la actividad elegida, pero no ofrecen mayor profundidad. Suelen delegar en la parte sumisa la responsabilidad de buscar a terceras personas y enfatizan especialmente el asunto de compartir gastos cuando la “relación” se prolonga en el tiempo. Desaparecen casi como por encanto cuando la parte sumisa comienza a dar señales de frustración emocional o cuando encuentran a alguien geográficamente más próximo.
DaddyDom MommyDommes
Suelen ser personas de edad madura, muy amables y afectuosas, interesadas en personas muy jóvenes que asuman el rol de hijas o hijos, como una extensión de un incesto positivista. Suelen mimar, proteger, enseñar con paciencia e incluso malcriar a las personas a su cargo, pero de alguna manera se ven afectados por los complejos de Electra/Edipo de la otra persona y terminan por ser fácilmente manipulables. Contrariamente a los anteriores tipos de Dominantes no encuentran algo así como hiriente, dado que asumen que el amor/odio es intrínseco al tipo de relaciones que prefieren y habitualmente saben protegerse emotivamente. Son los Mentores/Protectores por excelencia, pero en demasiadas ocasiones sus ganas de sobreproteger puede conducirles a que la otra persona se sienta obligada a ofrecer algo a cambio, y a que ellos/as no lo rechacen con la firmeza necesaria. Prefieren relaciones donde la sinceridad y la confianza sean primordiales, y con el paso del tiempo, cuando la relación ya no existe, se convierten en el mejor consejero. Por desgracia también son proclives a las multirelaciones, a formar “familias” puramente sexuales y a practicar un BDSM de baja intensidad.
El Master La Mistress (Am@)
Este tipo de Dominante suele esperar algo más de quien se le somete, comparándolo con los anteriores. Prefiere una relación en la que el/la esclav@ acepte sus normas y sus preferencias, con escaso margen para modificarlas. Literalmente desea a alguien que haga cualquier cosa, y que pase por cualquier cosa, por él/ella. Podría sentirse igual de feliz con una sirvienta doméstica como con una persona sumisa altamente bien entrenada, dado que lo que más le interesa es la especialización, en lugar de alguien ‘bueno para todo’. Acepta sin titubeos asumir cualquier tipo de responsabilidad y es muy posesivo con las personas a su cargo, pero nadie más tomará decisiones. Se caracteriza por preferir relaciones estrictas y sólo aceptará lo mejor de la persona sumisa, a la cual terminará por conocer mejor que ella misma. Suele ser alguien muy curioso (especialmente con el pasado de los demás), carece de complejos y tienen tendencia al perfeccionismo. Este tipo de persona mira más allá del aspecto físico porque el aspecto mental le atrae más que cualquier otra cosa. Ha investigado con profundidad el BDSM y sabe qué hacer con la mayoría de “juguetes”, y cuando encuentra novedades no duda en probarlas en sí mism@ para conocer con exactitud el efecto que causan, antes de probar con otras personas. Suele dedicarse a aconsejar o a enseñar de manera altruista, pero con quien se encuentra más a gusto es con personas ya iniciadas. Anteponen la honorabilidad de sus actos por encima del hedonismo o el narcisismo. Suelen practicar el BDSM de más alta intensidad.
L@s Sádic@s
Poco se puede explicar sobre este tipo de Dominantes. Para estas personas el dolor es la base de sus juegos en el BDSM. Dentro de esta tipología pueden encuadrarse tanto los de sadismo moderado como extremo. Igual establecen relaciones simplemente ocasionales como altamente vinculantes con alguien en concreto. Cuando se trata de alguien con experiencia son meticulosos hasta lo indecible por saber qué umbrales de dolor acepta la otra persona, y en el caso de sádicos mentales suelen ser personas muy inteligentes y observadoras. Generalmente poseen altas dosis de autocontrol, lo que les convierte en un “torturador” exquisito y refinado. En algunas ocasiones pueden resultar personas algo tortuosas y frías.
Dioses Menores
Son personas que exigen ser tratados como un dios en su casa y adorados como tales. Muchos de ellos son ritualistas y tienen actividades muy claramente definidas, en gran parte basadas en la gratificación de su ego. Incluso el sexo con estas personas es unidireccional: La deidad recibe la adoración, y el deber de quien se somete es complacer, sin pensar en sí mism@. Son personas muy afines a crear complejos y detallados escenarios decorados según la temática que elijan: gótica, vampírica, mitológica, oriental, etc y sus aficiones vainillas también están enfocadas a esas temáticas. Suelen ser personas muy imaginativas, misántropas, en ocasiones solitarias, que no pasan desapercibidas en el mundo convencional ni por su imagen ni por sus actitudes.
Osos
Son los hombres Dominantes de las comunidades homosexuales involucrados en el movimiento ‘leather’ (cuero), con lo que no son exclusivos del BDSM; también se encuentran en el mundo motero, por ejemplo. Fetichistas del cuero suelen tender a acentuar una imagen de hipermasculinidad, acompañada de mucho vello. Dominan a los hombres con tendencias femeninas, con los que sacian sus elevados apetitos sexuales, aunque algunos son bisexuales.
Me encanta esa dualidad. La del angelito que nunca ha roto un plato, del “yo no he sido”, del “no es mi culpa”, de la dulzura, del “hoy quiero ser buena” y “hoy voy a cumplir” y el cómo esas alas de ángel, se pueden transformar en rabo de diablita en unos pocos instantes; ella puede pasar a pedir guerra, a provocar, a buscar los limites, jugando a pasarlos sin que te des cuenta o haciendo lo posible para que lo notes.
Es sumisa en algunos momentos y rebelde y salvaje en otros, realmente te desconcierta a veces, sobre todo cuando el juego es tensar la cuerda al límite, pero sin dejar que se rompa, definitivamente ese es un juego arriesgado que se puede prolongar en el tiempo. Te dicen sin decirlo, estoy harta de ser responsable, quiero jugar a no serlo y tú vas a ser el que imponga la calma de nuevo, ¿aceptas?.
Esa capacidad de pasar de ángel a demonio en un instante es, quizás, lo que hizo, que llamara de forma cariñosa a alguien muy especial para mí “Campanita”, pero, ¿porqué campanita? Bueno, “Campanita” la de Disney es la eterna adolescente, exactamente igual que todas las spankees, ellas llevan dentro suyo una muy traviesa e impetuosa adolescente. Campanita es la compañera de Peter Pan, pero acaba traicionándolo por razón de sus celos, en cierto modo las spankees también lo son, son ese angelito que termina siendo traicionado por el diablo justo después de haber aceptando normas que saben que nunca van a cumplir.
Nada de lloriqueos y excusas. Si sos sumisa/o esclava/o bienvenido eres.