Desperté con dificultad. Mis ojos se abrían lentamente y cerraban de nuevo como si sostuviera un par de mancuernas en ellos, respiraba de forma intermitente y lograba escuchar a lo lejos el sonido de cadenas metálicas. Fue entonces, que fui consciente de mi situación. Del lugar en el que me encontraba y de la posición en la que estaba.
Desnuda. Gire la cabeza y mis brazos yacían colgados a un tubo de acero, rodeada de una fina cuerda que recorría mi cuello, pecho y terminaba enredada entre mis labios vaginales para finalizar en mis pies. Tenía alrrededor de mis muñecas esposas que me impedían el movimiento. Estaba sentada sobre un tubo de vidrio y tres cabezas gruesas amarradas al tubo. Desconocía su función.
Bordeaba mi cuello, un collar con una pequeña argollita en el centro en forma de corazón con cachos, de los cuales colgaban dos pinzas.
Miraba a mi alrrededor y sólo observaba oscuridad. Un lugar frío y una sensación de hormigueo e impresión me recorría la espalda.
No comprendía nada.
No comprendía cómo había llegado hasta ese lugar. Que hacia allí y que harían conmigo. Quien estaría detrás de toda ésta macabra planificación.
Observé una ligera luz al final de aquel lugar y escuche unos pequeños pasos.
- Mi pequeña liitle girl por fin juntos - .
- Da... -
- shhh, caya - . Dijo aquella voz. - Voy a estallar tus sentidos. A extasiar tus agujeros. A envolverte en fuego. A encenderte. Tranquila, estás en buenas manos.
Apenas lograba ver una sonrisa pícara en aquella voz que me envolvía en su canto.
Empezaba a entrar en un trance inexplicable.
Miedo y éxtasis al tiempo.
Miles de pensamientos invadian mi mente. Me invadian sin cesar. Que hago aquí?. Quién es aquel hombre?. Por qué estoy desnuda?. Por qué me trata con tanto afecto?. Por qué me siento segura aún encerrada y encadenada?. Por qué mis pezones se erectan al escucharlo y mi vagina brota humedad?. Por qué mi ano se resiste mientras mi vagina pide más?. Por qué mi boca se abre y sólo puede expresar ligeros sonidos? Por qué no quiero gritar y pedir ayuda? Por qué me siento en casa?
Se acerca, me huele y comienza a regar por mi cuerpo un liquido pegajoso y aceitoso. Lubrica toda mi piel, desde mi cabello hasta la punta de mis pies. Me riega todo cuánto puede hasta que mi piel queda brillante y pegajosa, comienzo a sentir calor. Lubricada entera externamente, me dice, - es momento de lubricarte internamente - .
Retira el tubo de vidrio con el cual mi vulva roza, baja mis brazos y me inclina en posición de 4 patas. Abre mis piernas y entre medio coloca un largo palo de madera que encadena a mis pies y evitan cierre mis piernas.
Inserta en mi vagina y posteriormente en mi ano un espéculo para asegurarse abrirlos completamente e introducir aquel líquido pegajoso. Me invade un inmenso sudor por todo el cuerpo y terror. El sonrríe mientras con suavidad abre cada agujero y riega aquel líquido ahora de color blanco. Estoy inmóvil. Mi ano se contrae por reflejo. - relájate pequeña - dice con suavidad. - poco a poco tus agujeros irán abriéndose a más y serán mi gran depósito de semen, deben entrenarse bien - .
De nuevo, entro en aquel trance y me dejo abrir sin mayor resistencia.
- lista. Lubricada por dentro - dice.
Saca aquel instrumento con suavidad y sale aquel líquido sobrante por mi vagina y ano.
Él ríe.
Me avergüenzo.
- PUTA lechosa -
Activa un chip en mi cerebro.
Y mis jugos se mezclan con aquel líquido. Gimo.
- Empieza a suplicar pequeña lechosa -
Mi respiración se agita. Mi espalda se curva. Me retuerzo en el suelo. Mi cuerpo habla. Mi vagina pide ser llenada. Mi ano y boca al unísono. Me resisto. No mucito palabra.
Ajusta las pinzas en mis pezones. Toma una larga cadena y la ajusta en aquel corazón plateado del collar que rodea mi cuello y me ata a la chapa de la puerta. Me inclina al suelo, eleva mis brazos y ata mis manos a las patas de la cama. Mis pies siguen sin poder cerrarse. Estoy entera lubricada por dentro y por fuera. Sudando frío y retorciéndome en el suelo.
No puedo moverme.
De repente, escucho un ruido intenso. Siento miedo. Se acerca cada vez a mí. Es un vibrador potente. Toca mis pezones. Grito. Con terror imagino lo que puede llegar a hacer en mi clítoris o ano si aquel roce es ya de por sí, aversivo.
Sudo. Pero me mantengo. No suplicó.
Él ríe.
Mientras pasa lentamente aquel instrumento por mi espalda hasta llegar a mi ano. Siento frío nuevamente. Mi ano se contrae. Baja hacía la entrada de mi vagina y lo apaga. Siento aliv... Lo enciende!!! Directo en mi clítoris!!!... Roza tres segundos y lo introduce lo más profundo que puede en mi vagina. Me retuerzo, gimo, pero no suplico. Sigo firme. Sigo aguantando. Lo apaga. Toma dos más. Uno lo introduce en mi boca, otro, se dirige a mi ano. Sale una lágrima de mis ojos. No pued...
- Zaz -
Enciende los tres al tiempo.
Mi culo, vagina y boca vibran al unísono. Mi cuerpo tiembla. Tres vergas vibrantes. Mis dientes sienten la potencia, todo mi cuerpo vibra. Mi cerebro vibra. Quiero que se detenga pero no puedo hablar. No puedo moverme.
Alarga unos minutos más mi agonía y detiene el vibrador de mi boca. Le gritó.
- rojo!!! -
- por fa... -.
Él sonríe y dice, - ahora sí que estás lista para ser usada - .
- Como muestra de bondad. Te daré mi verga -.
La introduce en mi boca y me siento como una niña hambrienta y en calma. Cómo cuando le das un regalo a un bebé y le calmas. Deseo tener su verga en mi boca. Quiero mamarle su verga por horas y horas...
- la tendrás por un buen tiempo hasta que me corra en tú garganta, pequeño depósito de semen - .
Feliz, gozosa la mamo y mamo hasta desvanecerme y quedar completamente inconsciente.
Finalmente la puerta de la habitación se abrió, y ella no pudo evitar estremecerse de arriba a abajo. Se dio la vuelta lentamente, y lo vio. Un hombre alto, corpulento y con barba incipiente. Vestia con un traje elegante, completamente negro. Tendría unos 38 años. Se acercó con paso lento, y se detuvo a escasos centímetros de la mujer. Ella tuvo que alzar la cabeza para mirarlo a los ojos, era al menos una cabeza más alta que ella. El hombre habló con voz grave y profunda.
- Me estabas esperando, bien - Levantó su mano y la puso en la mejilla de la mujer - Estas hermosa - Empezó a pasar suavemente su pulgar por los labios de la mujer. Ella los abrió ligeramente para lamer el dedo con la punta de su lengua. - Me puse hermosa para usted, amo - Tomó su mano y empezó a lamer el dedo de su amo con más fuerza - Por favor amo, hágame suya - Dijo entre jadeos mientras continuaba lamiendo el dedo. De repente, su amo tomó su cuello con la otra mano. El poderoso agarre dejó sin aliento a la mujer, que dejó de lamer el dedo de su amo y lo vio directamente a los ojos - Vamos con calma cerda, la noche es joven y tengo planeadas muchas cosas para ti - le dijo mientras mantenía su presa en el cuello de ella. Acercó su rostro y la beso en los labios mientras continuaba ahorcandola. Finalmente la soltó, y la mujer cayó de rodillas en el suelo. El hombre se alejó unos pasos de ella - Ahora, pídelo de la manera correcta, como te enseñe. La mujer se mantuvo de rodillas y puso su cabeza en el suelo mientras suplicaba -Por favor amo, haga conmigo lo que quiera. Estoy a su merced.
Continuará...
Díganme que tal les pareció y si les gustaría que continuará. Las críticas constructivas son bienvenidas.
To really love a woman
To understand her
You gotta know her deep inside
Hear every thought
See every dream
And give her wings
When she wants to fly
Then when you find
Yourself layin' helpless in her arms
You know you really love a woman
Fuíste la luz que me sacó de la oscuridad.
Promesa de mí otra mitad.
Anhelo de mis fantasías, perversiones y pasiones.
Sumisa y complaciente decías que sí a mis locuras.
Abrazabas mí alma y calentabas mí cuerpo con tú entrega.
Ansiabas mis cuerdas, ser mí prisionera,
Ansiabas ser aquel tesoro que cuidaría con recelo.
Y yo, deseaba atarte para que no escaparas,
para tenerte cerca de mí.
Mí voz fue la guía de tu éxtasis,
Fue la cuerda que ataba tú barco a mí muelle.
Aquello fue tan cercano y tan lejano a la vez.
Ahora mí voz se pierde en el vacío,
y mis cuerdas han perdido su propósito
Ahora que puedo ver el horizonte, ¡comprendo todo!
Y ya no estás…
Aquel día que el frío invadía la carne de aquella presa herida y la muerte se acercaba a pasos estrepitosos invocándola hacía el sueño etéreo... sus latidos lentos y su mirada emblanquecida... Con su último aliento... Abrió su hocico e imitó un ligero gemido de dolor... sus lágrimas brotaron de sus ojos... Estaba pérdida, a puertas de permanecer eternamente en otro mundo... Navegando en la oscuridad, sin ningún deseo de recuperar la vida....
Había perdido la esperanza... Y estaba perdiendo la vida...
El lobo equilibrado, no soportaba la idea de perderla. Así que, la llena de cuidados. Regurgita el alimento que caza, calma su hambre de su propia boca, bebe ligeras gotas de agua que deja caer en la seca lengua de su presa, le canta al oído, le cuenta historias de lobas indomables, fantásticas, poderosas, la defiende de la oscuridad, de los peligros de las bestias carroñeras que sólo esperan sustraer su carne putrefacta y hedionda, la cobija con su calor, con su pelo, día a día, noche tras noche.
Ella empieza a tomar fuerzas pero aún se encuentra demasiado débil. El lobo equilibrado vislumbra una pequeña luz amarilla que sobre sale de su presa. Es un ligero destello que se refleja en el agua. Recuerda la leyenda de las lobas indomables que tenían el poder de curarse así mismas cuando olían y saboreaban las acciones de protección. De alguna forma, en su ADN se activaba la autosanación. Cuando el lobo equilibrado recordó aquella leyenda, pensó que su presa tenía también un poder que ella misma ni siquiera había descubierto. Su "don" estaba muerto. Yacía en ella, esperando ser activado. El lobo equilibrado se preguntaba sí con sus mimos y cuidados, ella estaría a salvo y de alguna forma se daría cuenta de su poder.
Pero ella estaba incompleta, aquel guía de vida la había herido sin intención y sólo los 4 lobos juntos podrían fortalecerla. Cada poder que poseían aquellos, era su fuerza. Tenía sólo uno y le hacían falta tres. Se debilitaba....
Continuará....