Me gustaría tocar un tema que muchas veces es tabú en el propio círculo de aquellos que practicamos BDSM, porque refleja, o mejor dicho deja en evidencia, la realidad que existe en algunos prejuicios que tienen los que no practican el BDSM respecto a nuestras ideas, gustos y prácticas. Se trata de los ladrones de almas , es decir, aquellos Dominantes que consumen a las sumisas física y sobre todo psicológicamente a través de la descalificación constante y demás excesos durante las sesiones. Estos hombres y mujeres son auténticos entes emocionales, no entregan nada y lo consumen todo.
Las sumisas más experimentadas sabrán bien de que hablo, cuando hablo de estos individuos tan particulares y dañinos. Soy fe la idea que lo más peligroso de esta gente, que hace abuso y desconoce completamente las reglas más básicas del BDSM, es que muchos parecieran ser Dominantes ejemplares, ya que consiguen resultados impresionantes en sumisas que no tienen realmente noción de que se están metiendo en la boca del lobo.
Para quienes tienen un poco de experiencia o para quienes tienen las ideas claras es bastante fácil darse cuenta que se han topado con Dominantes peligrosos al verlos en acción, sin embargo no es algo trivial notar estas características indeseables en estos Dominantes sin verlos actuar, dado que se caracterizan por una gran capacidad de manipulación Piensan bien lo que dicen, cuando y como, es por eso que una sumisa tiene que estar siempre atenta para determinar si su Dominante la lleva por el camino de la entrega o del abandono.
La degradación progresiva y constante de una sumisa está muy por fuera de lo que considero BDSM y supongo que muchos estarán de acuerdo con esta opinión, ya que el fin del BDSM es que ambas partes obtengan placer en los roles que eligen y no que una logre cumplir sus deseos y fantasías a costa de la otra. El castigo constante y sin sentido, las demostraciones de poder desmedidas, la falta total de interés por el bienestar de la sumisa, son los síntomas más frecuentes de estos "ladrones de almas sumisas".
Para todas esas sumisas inexpertas aconsejo informarse bien y leer un poco acerca de las practicas, de cómo deben ser las sesiones, acerca de los limites, de las responsabilidades, de los derechos y deberes de las partes, etc. antes de embarcarse en una relación D/s a ciegas.
El BDSM tiene que ser una práctica placentera para todas las partes, aunque a veces se recurra a castigos o se apliquen técnicas para causar dolor o humillación en promedio quien toma el rol pasivo debe sentirse contenido, cuidado y satisfecho, porque si no la relación D/s tarde o temprano entrará en una espiral que solo puede terminar con una sumisa hundida moralmente.
Para terminar haré una pequeña comparación y les diré que tengan en cuenta que un Dominante es como las innumerables antigüedades que hay en un museo que cuando lo visitas y por mucho que te deslumbren con su apariencia, muy pocas de ellas son realmente valiosas.
Pasiones Prohibidas ®
El Muro