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Little_Darkness's Blog

Tomado del muro del caballero Dorian Quiroz..


Pseudo Querido amigo autonombrado "AMO" que normalmente te mueves por redes sociales o que descubriste que eres dominante al ver que esto se ha puesto de moda por tanta novela amorosa llena de sexo semi duro y lagrimones, y viste una oportunidad para "cambiar" tu estilo de vida y de sexualidad ya que antes tus sueños eran otros como el swinger u otras formas de juntarte con gente sexualmente hablando. Hoy te quiero pedir encarecidamente que dejes de meterte en lo que no sabes, no entres en "esto" solo porque tienes las fantasías de nalgear a alguien o hacerla tu "perra", te comento que una sumisa debe ser formada, debe ser tutoreada, debe ser encaminada. Las sumisas no son pendejas, putas, zorras, perras o están a tu servicio solo porque tienes en tu nombre un nickname de Amo del averno, castigador, duro, feo, o Dominante, perverso, grosero, experimentado, lujurioso o porque en la foto de tu perfil le tengas a Don Christian o más aun algún instrumento BDSM como flogger, esposas o fotos de mujeres atadas y a los pies de alguien. Lamentablemente habrá algunas que por su inexperiencia o por buscar algo parecido a ti caeran de rodillas para darte el lugar que piensas te corresponde. Tal vez para ti es muy nuevo todo este mundo y quieres correr en vez de gatear, te aconsejo que primero antes de querer ser Grey seas lo que eres y te encuentres a ti mismo, no importa si eres empresario, albañil, comerciante, dentista, doctor, desempleado, soltero, viudo, casado, divorciado, cura, eunuco, gay, bisex, hetero, indefinido, pansexual, etc etc etc Entiende que puedes dañar gente, que hay sumisas super sensibles que mientras tu crees que eres tan buen dominante y te haces el pendejo pajero patán inalcanzable, ellas sufren, se desgastan y terminan rindiendose con el BDSM llegando a sentirse inadecuadas, aborrecidas y hasta clinicamente deprimidas. Un consejo gratis, aprende a ser Amo enseñando, es decir, siendo tutor, o sea guiando, informando, normando y formando. Aguantate un poquito las ganas de tener sexo con ellas por tu placer y empieza a ponerte a su altura, mirándola a los ojos, haciéndole entender que ella como sumisa es lo más importante dentro de una relación D/s. entiéndela, respeta sus límites, habla mucho con ella, quiérela, valórala y siente empatía. No abras grupos en redes sociales o lugares para conocer gente o enseñar si no sabes un carajo de lo que se trata, peor aún cobres por según tú impartir conocimiento o cumplir sueños, no brother, eso tarde o temprano te dejará al descubierto porque si el universo conspira las incautas que cayeron contigo algún dia conoceran alguien que las orienten como debe ser y será más difícil para esa persona sanar lo que tu por pendejo quebraste, y capaz y te ponen al descubierto como ya he visto que pasado. No me malentiendas, yo no nací sabiendo ni soy el super Amo ni tampoco el mejor de todos, yo todos los días sigo aprendiendo, me sigo dando por completo cuando tengo sumisa y si llegaría a tener varías respetandolas en su individualidad y posición. Ha habido veces que por dar todo de mi me he encontrado roto y recogiendo los pèdazos del suelo. No seré el mejor, eso lo sé de lejos, pero si tuve gente a mi lado que me enseño y aprendi por mi mismo también que antes de dominar el cuerpo primero se domina la mente, que antes de atar a una mujer debes soltar sus demonios, que antes de nalguear tienes que acariciar sus errores, que antes de sesionar tienes que conocer y entender. Por eso escribo esto, no para hacerme el sabiondo o el inalcanzable o el que vive en su burbujita, NO, al contrario quiero hoy pensar como tú piensas y decirte que si te importa un poco que el BDSM crezca y tu crecer como Dominante, hazlo bien o hazte un lado para que no la sigas cagando. Mil disculpas por algunas palabras de grueso calibre, pero es mejor ser uno mismo que andar siendo lo que uno pretende y nunca será. ©Copyright DIB.


Y aplica a ambos roles porque tambien hay pseudo sumis que. solo vienen al BDSM en busca de sexo con nalgadas  no es solo eso!

La sumisión es el regalo de mi entrega y obediencia que debes tener a tu maestro o amo. Ambos términos significarán lo mismo para tí.

No intentaré manipular a mi maestro y amo. No le presionaré y realizaré mis acciones con el máximo interés, ya que reflejan sus habilidades como profesor y amo. No desconcertaré intencionadamente a mi amo.


Tengo el honor de ser sumisa y me siento orgullosa de qué soy y a quién pertenezco, y nunca tendré ideas negativas sobre mi misma.


Mantendré mi mente abierta e intentaré nuevas cosas con la intención de ampliar mis límites. Continuaré creciendo como sumiso y como humano.


No permitiré que me dañen o abusen de mí. Daré mi "regalo de sumisión" solamente a aquellos que puedan aceptarlo de forma responsable. Sé que ser sumisa no es ser un "felpudo".


Continuaré educándome porque la seguridad de los sumisos es siempre una preocupación.


Seré respetuosa con otros sumisos y aprendices de sumiso y les ayudaré en lo que pueda a seguir una trayectoria correcta.


Seré honesta con mi amo, y le comunicaré con honradez mis necesidades, deseos, límites, y experiencias. Entiendo que la comunicación abierta permitirá que nuestra experiencia sea más placentera y evitará que mi amo me cause algún daño físico o emocional.


"No ocultaré cuáles son las sensaciones de mi mente y de mi y le expondré claramente a mi amo cuáles son los pensamientos o las sensaciones que no comparto.


Nunca guardaré rencor hacia mi amo, sino tan sólo aceptar mi responsabilidad. Mi entrenamiento no se diseña para crear el amo perfecto, sino que por el contrario para transformarme en la sumisa esclavo ideal. Este pensamiento será el primero en mi mente.


El convertirme en una buena sumisa es una aspiración desafiante y requiere práctica y perseverancia. Todo lo que hago en el contexto de la relación significa estar al servicio de Mi amo. Mi amo espera que lo sirva de cualquier forma y manera y según él desee.


Debo aprender a demostrar dominio de mí misma y moderación. Es imposible estar atenta a sus deseos si me distraen otras actividades que no incluyen a mi amo. Recordaré siempre que soy la evidencia visible del entrenamiento de mi amo.


Quitar mis ropas en presencia de mi amo no es un acto sexual, sino simbólico. Mi desnudez representa retirar todas las barreras que lo separarían de su sumisa. Indica mi deseo de no ocultarle nada y de no guardar ningún secreto. Es un recordatorio constante de quién soy. Mi desnudez en su presencia es un privilegio que me permite deshacerme de la coraza impuesta por el mundo exterior y que me sumerja en el mundo que él me ha ofrecido.


No determinaré ningún aspecto de mi sexualidad. Como con el resto de las facetas de mi vida, mi impulso, mi creatividad y mi disfrute sexual son solamente para el disfrute de mi amo. Debo recordar que, a los ojos de mi amo, el servicio sexual no es más o menos importante que cualesquiera otra tarea que me asigna. El realizarlo incorrectamente, o la falta de entusiasmo es una muestra de desacato y es tan castigable como cualquier otro acto de desobediencia.


Debo recordar que mi satisfacción sexual es una recompensa por mi buen comportamiento. Mi placer personal no es un factor determinante en las relaciones sexuales con mi amo. Aceptaré la responsabilidad de una mala escena o de una mala relación. No echaré toda la culpa a mi amo de estas circunstancias, ni le criticaré ante otros porque esté enfadada o celosa. Intentaré que las cosas se resuelvan tal y como estaba previsto y me esforzaré en intentarlo y estar dispuesta para ello.


Seré respetuosa con mi amo, incluso cuando esté en desacuerdo con él, porque sé que todo lo que hace lo hace con la mejor intención e interés hacia mí. Siempre recordaré que mi amo no me ha quitado la libertad. Que yo he elegido la vida que quiero vivir y le expresaré mi gratitud por el regalo que me ha concedido de dejármela vivir a su lado, admitiéndome como su sumisa


Si tu inquietud es saber si ya te he olvidado, te responderé con sinceridad: No, aún no he podido olvidarte y quizás nunca lo haga, es verdad que en su momento fuiste alguien muy importante para mi, conocerte fue una de las mejores cosas que me pasaron en la vida, pero irme de tu lado también fue una de ellas. Fuiste alguien muy importante en mi pasado y es por eso que aún te recuerdo, pero ahora eres solo eso, un simple recuerdo.Ahora ya sabes la respuesta, no te he olvidado, pero si he dejado de amarte, ya no te extraño y mucho menos te necesito, después de todo me di cuenta que también podía ser feliz sin ti...





Las reglas básicas del sadomasoquismo son consecuencia de los principios básicos del mismo.
1.Negociación. La participación en una sesión sadomasoquista debe ser negociada de antemano. Antes de que dos o más personas jueguen, deben tomarse todo el tiempo que sea necesario para dialogar seriamente de modo que puedan acordar con claridad quién hará qué, dentro de qué límites y durante cuánto tiempo. El mejor momento para negociar es antes del juego, preferiblemente mientras los dos jugadores están vestidos y ninguno está interpretando su rol. Cuando dos personas están juntas y solas, y una de ellas está desnuda y atada y la otra está de pie ante ella, con pinzas y otros elementos de tortura erótica, no es el momento de tener un intercambio serio de expectativas. Esta negociación garantiza un consenso informado que incluye una comprensión de los límites, cuánta experiencia tienen los participantes, cuánto durará la sesión, medidas de seguridad que se tomarán y qué actos específicos ocurrirán o no.
2.Confianza. Las personas deben participar en juegos sadomasoquistas únicamente con aquellos que conocen bien, en quienes tienen una gran confianza y con quienes tienen una buena relación. Es conveniente señalar también que la principal característica de un dominante de calidad es que vale la pena confiar en él. Por ello, es importante siempre pensar con la cabeza y evitar caer en la trampa del exceso de confianza ya que, participar en el sadomasoquismo con extraños o con gente a la que no se conoce bien, especialmente en privado, puede ser desastroso.
Asimismo, las personas participantes deberían pasar tiempo juntas después de una sesión para discutir lo sucedido y sus sentimientos al respecto. Una señal de una buena sesión es que las personas involucradas querrían hacerlo de nuevo. Teniendo en cuenta que la primera sesión con una nueva pareja es la más probable que salga mal, es mucho más importante que una primera sesión no acabe mal que no que acabe realmente bien. Como criterio general, un buen final donde acabar una primera sesión es aquel en el que ambas personas sienten que podrían haber ido más lejos.
3.Honestidad. Al fin y al cabo, el sadomasoquismo es algo que haces con alguien, no algo que haces a alguien. Por tanto, está prohibido extorsionar o manipular el consentimiento. No debe utilizarse la presión desleal para obtenerlo. Sólo se puede aceptar el consentimiento dado libremente. Un ejemplo de consenso obtenido de forma desleal es que el dominante diga al sumiso que puede optar por no obedecer, pero que si lo hace, la relación se acaba de inmediato. El enfoque "si realmente me amas, practicarías sadomasoquismo conmigo" también es reprensible, quizá especialmente si se intenta persuadir a la otra persona de ser sumisa. Si quien dice esa frase realmente ama a la otra persona, no la trataría de una manera tan injusta y ojalá la persona chantajeada sea lo suficientemente inteligente como para darse cuenta.
Un sumiso tiene el deber moral de ofrecerse al dominante de buena fe. No debería intentar controlar la sesión poniendo límite innecesarios; debería intentar aceptar de forma genuina los deseos de su dominante, a no ser que tenga un problema o una preocupación específicos. Ahora bien, mientras el dominante siempre debe aceptar cualquier rechazo, incluso uno injustificado, también puede decidir jugar de nuevo con un sumiso problemático. Un dominante siempre tiene el deber moral de actuar con preocupación por el bienestar del sumiso. Nunca debe preguntar o pedir algo del sumiso que podría, de alguna manera, dañarle seriamente.
4.Paciencia. La paciencia es una virtud fundamental en el sadomasoquismo. Conocer bien a alguien requiere tiempo, y estar dispuesto a invertir todo el tiempo necesario para conocer bien a una persona requiere mucha paciencia. Pero la paciencia no sólo es necesaria a la hora de conocer a una persona con el fin de averiguar si es un compañero compatible para el juego sadomasoquista. La paciencia es necesaria y fundamental en el mismo juego. Es conveniente empezar más despacio que despacio, y construir más lento que lento, ya que casi nunca una persona se verá metida en problemas graves por ir demasiado despacio. Por ello es recomendable no introducir demasiadas prácticas nuevas en una sola sesión, siendo preferible introducir sólo una cosa nueva durante una sesión.
La paciencia también es fundamental para estudiar las reacciones de la otra persona, ya que cómo reaccionará alguien a la atadura erótica es una cosa, pero cómo reaccionará a la sumisión erótica es una segunda reacción diferente y, aún más, cómo lo hará al dolor erótico es una tercera.
La paciencia también es necesaria para aprender a utilizar los distintos instrumentos que se pueden usar en el sadomasoquismo y siempre es conveniente tener presente que si se quiere ser bueno utilizando dichos instrumentos, primero es conveniente ser bueno utilizando las manos.
5.Prudencia. La prudencia es otra virtud fundamental en el sadomasoquismo. Conjuntamente con la paciencia, son claves para lograr un ejercicio responsable del sadomasoquismo. Y, aunque son necesarias tanto en el dominante como en el sumiso, no hay que olvidar que la responsabilidad principal de saber qué puede hacerse con seguridad reside en el dominante. La prudencia supone tener claro que más duro o más rápido o más complicado o más caro o lo más habitual no es necesariamente mejor.
La prudencia implica tener presente que hay tres aspectos en toda actividad sadomasoquista: la actividad en sí misma (lo que se hace), la técnica (cómo se hace) y la persona que lo hace, y que puede gustar, o no, cada componente por separado. Las personas prudentes tienen claro que si tiene que salir mal, normalmente sale mal cuando están aisladas, por lo que toman las medidas oportunas para minimizar los daños en el caso de que surja algún problema. Por otra parte, los jugadores prudentes nunca mezclan sentimientos de odio y venganza con los juegos sadomasoquistas y además nunca se meten a practicar sadomasoquismo cuando al menos uno de los participantes ha bebido demasiado o está cansado, emocionalmente trastornado o bajo los efectos de cualquier tipo de droga.
El dominante prudente lo experimenta en sí mismo antes de hacérselo a alguien. El dominante prudente tiene siempre presente que cuanto más puede relajarse mental y físicamente un sumiso, más lejos puede llegar y que cuanto más excitado está el sumiso, pudiendo éste llegar a convertirse en un auténtico ido, más dolor puede soportar debido al efecto de las endorfinas.
El dominante prudente sabe que nunca debe atar a un sumiso en una posición que requiera de su ayuda para liberarse ni tampoco atar ninguna parte del cuerpo tan apretadamente que empiece a perder sensibilidad o a hormiguear, al mismo tiempo que sabe que debe permanecer siempre al lado de una persona atada tan cerca como se estaría de un niño al cargo del cual se está.
Fuente: Compartido en un grupo de Gmail de autor desconocido.

La espera como siempre el sitio acordado, entre las sombras de la habitación de un hotel ya que ambos tienen vidas separadas de ese oscuro mundo llamado amantes, él es un exitoso hombre de negocios, casado y con una hermosa hija adolescente. Ella por su parte también tiene un trabajo y una reputación que cuidar, ya que tiene un esposo y tres hijas que jamás entenderían porque su madre fue capaz de engañar a papá, sobretodo de la manera particular que ellos tienen de entregarse ese placer que el paso de los años y la rutina les robó.
Un cigarro y un vaso de whisky acortan la espera, entiende que hay cosas que pudieron haberla detenido pero él ama la puntualidad. El comunicador de la habitación suena y de la recepción le indican que la mujer a quien espera llegó y que se dirige a los ascensores. La espera en la puerta y al ver que su figura se acerca con pasos sigilosos pero seguros, se para en medio del pasillo y le dice: “Moría por verte”. Ella con su mirada al piso responde: “He esperado este día con ansias, no sabe cuán difícil se me ha hecho soportar la angustia de esperar a tenerlo en mis brazos”. Se detiene frente a él pero sin levantar la vista y con las manos a los lados espera un gesto de ternura; él toma su barbilla y levanta su rostro, la mira a los ojos pero ella huye de esa penetrante mirada, no por miedo, sino porque no recibe el permiso de aquel hombre para mirarlo. Le dice: “No tienes que esperar a que te permita mirarme, puedes hacerlo. Además, me encanta la luz que se enciende en tus ojos cada vez que estamos juntos”, besa sus labios de manera suave y la lleva de la mano a la habitación.
Al cerrarse la puerta, la toma de la cintura con esa fuerza que a ella tanto la enloquece y apega su frágil cuerpo al de él; como un loco la besa sin dar tiempo casi a respirar, sabe que tiene que ser cuidadoso con la ropa ya que no puede haber sospechas de que estuvo con alguien más, delicadamente la desviste haciendo que ella se desespere porque él sabe cómo tocarla, sabe cómo encender su pasión y hacer que su cordura se rinda a la lujuria de esas manos que la excitan al recorrerla. Ya sin nada más que hacer, se entrega por completo a la voluntad de aquel hombre dominante y se dispone a ser usada como un juguete sexual pero no en las manos de un niño sino en las manos de un experto amante que es capaz de solo un par de minutos hacerla sentir que vuela a aquel lugar donde está guardado el absoluto placer reservado para ella.
La lleva a la cama en donde aún sin quitarle la ropa interior y como un animal en celo se lanza sobre ella para recorrer con su boca cada espacio de su cuerpo, ella nota como su pantaleta se pega a su entrepierna por esos fluidos cálidos que su vagina hace escurrir; cada caricia que ese hombre le regala es como si un metal caliente marcara su piel, no queda espacio de piel sin recorrer, los besos y las caricias forman en ella un sinfín de gemidos que se hacen ensordecedores. Separa sus piernas para que sus manos se paseen libremente por esa humeda vagina y probar con sus dedos el delicioso sabor que le regalan esos fluidos. Él se quita la corbata para atar las muñecas de ella, se quita el cinturón y golpea los cueros con fuerza, ella se estremece; le gusta esa sensación pero más le gusta como el cuero del cinturón de su hombre golpea sus muslos y sus senos. Desliza el cuero del cinturón desde las caderas a los tobillos; ella se retuerce esperando el primer azote, se desespera; anhela esa muestra de cariño de aquel ser que la lleva al extasis. Él la hace sufrir en la tensa espera y sus labios exclaman: "¡Amo, por favor, azoteme!". Puede percibir el deseo de su Amo y vuelve a exclamar: "Le suplico que lo haga!". Con una maliciosa sonrisa en el rostro azota sus piernas cruzando de lado a lado, dejando una marca que se enrojece al frente de esos firmes muslos. La observa con detenimiento porque lágrimas rodaron de los delicados ojos de su amante. "Mi Amo no se detenga" -le dice, "es parte de ese bendito placer que me entrega, no son lágrimas de dolor, sino de placer mi señor" -le dice.
La coloca de rodillas con el torso abajo, dejando sus nalgas expuestas y preparadas para recibir certeros azotes de aquel cinturón hábilmente usado por el dueño de su lujuria. Cada golpe es una muestra del amor que ese hombre le tiene y ella al recibirlos gustosa demuestra la entrega total y la confianza depositada en aquel que la complace y sabe que no la dañará. Con sus nalgas flageladas y marcadas ahora siente como la mano grande y gruesa de su Amo sigue las curvas de ese delicioso culo, no para castigarla sino para acariciarla y sentir las marcas que dejaron su cinturón. Por sus piernas destila ese delicioso liquido que sale de su vagina, él lame los muslos de su amante sumisa mientras ella se retuerce de placer y se pierde en ese limbo infinito de lascivia y perversión.
Con una precisión milimétrica con su lengua mueve a un lado el diminuto calzón de su hembra, poco a poco recorre toda esa vulva con labios hinchados e inundada por ese torrente de fluidos pero esta vez no contenidos en la ropa interior sino desviados y saboreados por ese pervertido Amo que tan bien sabe dominarla. Cada vez que ese exquisito clítoris es envuelto por la lengua de su amo sus gemidos se hacen más intensos y se vuelven intermitentes porque es como si el aire se vaciara por completo de sus pulmones. De pronto algo que ella no espera, la habilidosa lengua de su hombre sube desde la entrada de su vagina hasta su ano, aquellas manos grandes separan sus nalgas y con la misma intensidad que en el clítoris esa lengua se mueve y la hace gemir extasiada, siente como la saliva tibia moja su apretado agujero y éste poco a poco se dilata y se abre al tacto de esa cálida lengua. Muchas veces ha sido transportada a la gloria de esa forma pero esta vez es distinto, esa sensación que no sabe describir hace que su vientre se spriete, es como si calambres fuertes la invadieran en la pelvis, casi sin respiración y con la última fuerza de su ser exclama: "¡Metame su verga por el culo mi Amo!". Siente algo de vergüenza pero desaparece al sentir como la cremallera del pantalón baja y ese grueso e imponente falo se resbala entre sus nalgas. Acomodado en la entrada de aquel anudado agujero empuja con suavidad, se toma de las imponentes caderas de su amante y la embiste con delicadeza, ella siente que lágrimas de dolor salen de sus ojos y son acompañadas de gemidos un poco indescifrables. Lentamente ese pequeño ano se amolda a la grosura del miembro de su hombre, la embiste con suavidad tomado firmemente de sus caderas hasta hacer de sus movimientos mas rápidos y cortos; el placer se hace indescritptible en ella hasta el punto de ser elevada una vez en la lujuria y el desenfreno de un extenso orgasmo que por primera vez siente en ese desvirgado agujero.
Cae exhausta, casi sin aire pero dispuesta a seguir dando placer a aquel que puso un collar en su cuello y la tomó como su propiedad, aunque no pueden estar juntos por sus vidas paralelas que viven con su familias, ella le pertenece, eso su propiedad y está dispuesta a dar su último aliento con tal que él se satisfaga. La despoja de su sensual calzón y ya completamente desnuda ante los ojos de su Amo, se arrodilla en el piso y con sus manos extendidas acepta todo lo que la mente perversa de aquel hombre maquine con tal de sarisfacer la sed de su lascivia porque sus apetitos sexuales se descontrolaron y no puede ninguno de los dos detenerse.
Simplemente con una mirada ella sabe que tiene que tiene que acercarse como gata en celo hasta el y meter su miembro en la boca y chuparlo como nunca antes lo ha hecho, le gusta sentir como su dueño la toma del cabello y enreda sus dedos en ellos para que lo haga más rápido. No importan los calambres ni queélu saliva caiga por su barbilla y siga por sus senos, ahora solo importa que el Amo quede satisfecho y orgulloso de su sumisa.
Los ojos del Amo se cierran y gemidos cortos salen de sus labios, acompañados de un temblor en sus piernas que se vuelve intenso, desenreda los dedos del cabello de su amante sumisa y me dice que lo haga despacio, quiere disfrutar al máximo la sensación de explotar en la boca de su amante sumisa. Retorcido de placer y con un gemido intenso estalla en esa delicada pero apeticida boca, la toma con sus manos de la cabeza y hunde su miembro hasta el fondo de la garganta de ella, siente como el aire otra vez de sus pulmones pero no quiere liberarse sino sentir que salió hasta la última gota del semen de su Amo y embriagarse al beberlo completo. No separa su boca del miembro de su hombre hasta sentir y ver que se va poniendo flácido poco a poco, semen escurre de su boca el que se mezcla con su tibia saliva, se ayuda con los dedos para no perder ni una sola gota de tan delicioso líquido obsequiado por su amo para su placer.
Se coloca de pie con la ayuda de ese hombre y van juntos a cama, donde él la abraza y parece que sus huesos se rompen al ser estrechada con tanta fuerza, pasan las horas y ninguno de los dos quiere moverse porque tendrán que esperar una semana más para verse y solo quieren aprovechar el tiempo o simplemente ya no dar rienda suelta a la lujuria a escondidas en un cuarto de hotel