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Resultados de la búsqueda del tag: "mordaza"
Saru H

¿Para qué se usa la privación/restricción del habla en el BDSM?


No hay una única finalidad ni motivo. Pero creo que una de las finalidades principales es el control y el efecto que se ejerce sobre la persona bottom y su acción ante esto. El BDSM tiene mucho de controlar aspectos básicos del día a día, desde el tiempo y el espacio, a las funciones fisiológicas mas elementales, por ejemplo pedir permiso para ir a orinar, en dado caso disciplina ????. 


Quitarle al sumisx la posibilidad de hablar la vuelve aún más sumisx, más vulnerable. Hablar es algo natural, incluso necesario. No poder hablar es peor incluso que no poder ver. Le quita subjetividad a la persona en el rol sumiso. No puede opinar. No puede decir lo que piensa. A nadie le importa lo que diga, ni lo que piense. Se vuelve pasiva. Incluso se deshumaniza. 


En las sesiones está deseando poder decir incluso un gemido un grito de placer pero en su mente está la orden de su Amo y si no se cumple se realizará el castigo, por su comportamiento, a esto se le puede añadir un toque más o variante en donde se le indique que la única forma en que se comunique es por sonidos limitados o bien de animales por ejemplo del Pet play (maullidos, ladridos, etc) eso dependiendo de la imaginación.


Para la persona  dominante es muy placentero (y también muy divertido) ver como la persona sumisa se contiene para no hablar, hace fuerza para no hablar, luchar con su naturaleza para expresarse, o directamente emite sonidos guturales tratando de decir algo que nadie entiende, en mi caso, que mi gatita este maullando al sentir placer pero sin otro tipo de sonido, es muy visual y placentero.


También puede haber privación o restricciones a la posibilidad de quejarse, gritar, suplicar, etc, siendo muy bueno cuándo esta por acabar o sentiendo placer y no poder sacar ese gemido retenido, asi pedir autorización antes de acabar. Todas restricciones relacionadas con el habla muy utilizadas.


 La privación del habla, nunca nunca puede significar la más mínima restricción a la posibilidad de usar la palabra de seguridad. Esto debe quedar clarísimo a la persona en el rol sumiso. Ahora si se usa algún objeto, mordaza, máscara o incluso ropa que tape el habla, debe haber una forma alternativa a la palabra de seguridad: por ejemplo  abrir la mano 3 veces seguida, mover el pie derecho constantemente, gritar o gruñir 3 veces  o lo que sea que se les ocurra.

Maestrolatigo H

LA VENDA: La venda es un símbolo de confianza y de entrega ciega. Es el respeto y el control del amo sobre las acciones de la esclava, ya que es dueño absoluto en ese momento y  es responsable de su sumisa, en sus manos está la ciega confianza de su esclava, que espera sin saber qué va a hacerla.

EL LATIGO, LA FUSTA: Son los instrumentos que más veneración despiertan en la sometida, vehículos del castigo y el gozo, símbolos de autoridad y dominio del amo. Un dominio consentido por la sumisa, que en el ritual de iniciación entrega por su propia mano a su dueño estos instrumentos, y con ellos su completa sumisión a sus deseos.



LA CADENA, LA CUERDA: Las ataduras simbolizan la total sumisión, quien se deja atar, se pone por completo en manos del amo. A veces en la iniciación se suele atar las manos de la sumisa con ataduras simples, o con una cadena fina, que puede ser rota con facilidad, al igual que basta la palabra de la sumisa pidiendo ser desatada para finalizar una sesión. Se entrega por voluntad propia, y es libre de marcharse. Algunos usan la  fina cadena de plata para atar las manos de la sierva en su rito de iniciación. No es el grosor la que retiene la sumisa junto al amo, sino la pureza de la entrega, noble como la plata.

LA MASCARA: Despojada de lo más elemental de su identidad, su rostro, la sometida se siente como un objeto a merced de los deseos del amo.  Para la sierva, la máscara oculta emociones, miedos, sentimientos... para mostrar al sumiso que su entrega está por encima de sus emociones. Tiene que dar lo mejor, para ser digno de su aprobación.



LA MORDAZA, LA PALABRA: El uso de la mordaza requiere confianza entre amo y esclava. Si bien escuchar sus dudas, sus miedos, sus anhelos... A veces el silencio de la sumisa no indica que se sea un excelente amo...también se calla por devoción y respeto. Un buen amo ha de saber oír a su esclava, hasta cuando calla.

LAS BOTAS: Estar literalmente a los pies del amo, ser tan solo digna de besar sus pies... Suelo recordar a mi sumisa que no es preciso el uso de botas para pisotear su rebeldía y su orgullo. Próximo y con los pies en el suelo, cercano a su sierva para atenderla y enseñarle el camino.

EL COLLAR: La sumisa porta el collar como símbolo de pertenencia a su señor,  indica que es su posesión exclusiva. Para el amo, el que una esclava lleve su collar implica una serie de obligaciones hacia ella, como amo y como dueño. La sometida acepta servir al amo, quien guía y enseña a su esclava, además de abrir ante ella nuevos horizontes. Cuando se acepta un collar, se fijan una serie de metas, unos límites que marcan el desarrollo de la relación. Un collar puede abrirse y cerrarse, puede quebrarse si una de las partes no cumple lo pactado y esperado por la otra mitad. Los horizontes de la relación pueden expandirse, tanto por deseo de la sumisa, como por iniciativa del amo.