Las prácticas de BDSM se han vuelto más comunes de lo normal en los últimos años. Esta alternativa al sexo tradicional no sólo se trata de una práctica para liberar orgasmos, sino que para muchos se ha convertido en un estilo de vida. Pero existe un inconveniente que la mayoría de los practicantes del BDSM muchas veces les toca experimentar: encontrar una pareja para vivir la experiencia. El BDSM aún se encuentra rodeado de tabúes y es por eso que hablar libremente del tema y encontrar a alguien que quiera lo mismo que tú puede resultarte un poco difícil.
Afortunadamente, hay más sumisos y dominantes de los que te imaginas. Incluso en Costa Rica el BDSM está comenzando a crecer y existen portales web en donde los interesados pueden conocer a otros practicantes. Encontrar a tu pareja ideal para el BDSM en internet puede sonar riesgoso, pero por ahora es uno de los métodos más utilizados para y esto, y si tomas las precauciones necesarias, te aseguramos que encontrarás al sumiso/dominante que tanto buscas.
En nuestro artículo traemos para ti una serie de tips para que puedas encontrar a alguien tan travieso como tú sin riesgos ni complicaciones. Recuerda que el BDSM es una práctica que puede cambiar tu vida por completo, pero lo principal es que te sientas bien.
Define lo que quieres
Lo primero que debes hacer es definir quién eres y qué quieres. Por su puesto, es indispensable estar 100% seguro de que te gusta el BDSM y que estás dispuesto a experimentarlo, de lo contrario corres el riesgo de pasarla muy mal o puedes hacer perder el tiempo a personas que realmente están interesados.
Si apenas estás comenzando, debes determinar tu rol en el juego: ¿eres sumiso o dominante? Piensa muy bien qué es lo que te gusta y por qué comenzaste a interesarte en este mundo. Además, si eres un principiante es importante que la persona con la que vayas a compartir la experiencia esté al tanto de la situación.
Por otro lado, también es imprescindible que establezcas qué tipo de relación buscas, si sólo deseas “una noche de pasión” o si más bien te gustaría encontrar al sumiso o al dominante de tu vida.
Forma parte de una comunidad online
Encuentra una comunidad de BDSM en tu región y crea tu perfil. Cada comunidad es distinta, pero en la mayoría debes tener un nickname, una o varias fotos tuyas, colocar algunos datos importantes sobre ti y hablar sobre tus preferencias.
Estos son algunos consejos para que tu perfil sea un éxito:
• Sé sincero. Coloca fotos en donde te veas tal como eres, proporciona tu edad real y no digas que tienes experiencia si no es cierto. Te aseguramos que la sinceridad será beneficiosa más para ti que para cualquiera, te ayudará a protegerte y a encontrar a tu compañero ideal.
• Especifica muy bien lo que buscas. Redacta un mensaje conciso sobre tus preferencias, tu rol y qué tipo de relación quieres.
• Presta atención a tu nickname. No optes por nombres exagerados que caigan en lo ridículo, como “MegaDominator3000”.
• ¡Cuida tus datos! No coloques tu dirección exacta, correo electrónico o nombre real. Tampoco debes suministrar esta información mediante los chats.
Busca a alguien adecuado para ti
Si ya tu perfil está optimizado, es probable que sólo te contacten personas que realmente se interesen por ti y que cumplan con los requisitos que estableciste. Por lo que si eres tú quien hará la búsqueda de su sumiso o amo, deberás respetar los perfiles de la misma forma que a ti te gustaría. Lee muy bien las condiciones de cada uno y sólo contacta con él/ella si tú eres lo que busca.
También es importante estar al tanto de tus probabilidades reales y buscar a tu pareja de acuerdo a ellas. Debes tomar en cuenta factores como tu edad, aspecto físico, peso, altura, ciudad, etc. Si eres, por ejemplo, un hombre de 45 años en busca de sumisa, lo más probable es que debas apostar por mujeres de 30 a 45 años. En cambio, si eres un dominante de 27, tu sumisa ideal de seguro ronda entre los 18 a los 30.
Encuentra la mejor forma de hablarle a él/ella
El proceso en el que un sumiso y dominante logran llegar a un acuerdo se conoce como “negociación”. No obstante, este procedimiento no se diferencia demasiado de la etapa de establecimiento de una pareja “normal”. Así que sabrás la importancia de ser siempre respetuoso y hablar delicadamente.
Es un error común pensar que por tratarse de personas con mente abierta sean también amantes de lo vulgar. Pero no es así, por lo menos no en su totalidad. Busca conversaciones interesantes basándote siempre en el respeto. Da una buena imagen y destácate con el primer mensaje que envíes.
Pauta una reunión con mucha cautela
Cuando ya hayas encontrado a tu futuro sumiso/amo pueden planificar una salida para conocerse en persona. Eso sí, hay que tener muchísimo cuidado:
• Asegúrate de que realmente se trata de alguien que te interese conocer.
• Pídele algunos datos para saber la veracidad de lo que dice. No deben ser datos personales, sino información sobre en qué escuela estudió o qué parques suele visitar.
• Reúnete en un lugar seguro y, sobretodo, lleno de gente.
• Siempre avísale a alguien de confianza a dónde y con quién te encontrarás.
• Nunca olvides tu teléfono celular.
• Ve y regresa por cuenta propia. Espera un tiempo antes de subirte a su auto.
• Ten varias citas antes de hacer cualquier otra cosa.
• Tómate tu tiempo para el proceso de negociación. Hasta que los dos no estén completamente de acuerdo, no des el siguiente paso.
• ¡Sigue tus instintos! Descarta a cualquiera que te dé un mal presentimiento.
¿Estás listo? ¡Comienza a disfrutar!
La química hará de las suyas si la persona con la que te hayas citado es la correcta. Si luego de varios encuentros y largas charlas sobre lo que cada uno quiere todo marcha bien y te sientes muy seguro, puedes pasar al próximo nivel. ¡Lánzate a encontrar a tu pareja para el BDSM y vive esta experiencia al máximo!
¿Te atrae?, ¿lo sientes?, ¿te gusta?, ¿te
sientes cómodo con estas fantasías?, ¿tienes ganas de desarrollarlas y experimentarlas?
Pues adelante, pero sin precipitarte y sin
dejarte llevar por impulsos momentáneos. Vas a disfrutar intensamente, pero
tómate tu tiempo y actúa reflexivamente. Avanza gradualmente, tantea. Busca
información en internet, lee –tanto textos de ficción como de no ficción-,
visualiza imágenes o películas, fantasea y explora tus propias reacciones para
ir descubriendo lo que más te gusta, lo que te atrae pero a la vez temes, lo
que decididamente rechazas, dónde situarías tus límites, cual sería tu rol,
etc. Una vez lo tengas mínimamente claro puedes empezar a relacionarte.
No hay escuelas de BDSM pero sí grupos y
personas experimentadas dispuestas a ayudar a los novatos, aunque al fin y al
cabo la iniciación al BDSM es en buena medida un proceso de autoaprendizaje y
de autoconocimiento. Los foros de internet, los chats, los grupos o las
comunidades virtuales son un medio idóneo para las primeras tomas de contacto.
La costumbre es entrar en ellos adoptando un seudónimo o nickname, algo
habitual en todos los chats. En el mundo BDSM la mayoría de la gente suele
identificarse por su nick (sin ir más lejos, este texto lo firmo con el mío).
Introdúcete, observa comportamientos, pregunta
sin temor pero educadamente, asiste a charlas y tertulias virtuales, habla con
las personas o grupos que te inspiren más confianza, pasa de las habladurías
que por desgracia abundan y cuando te sientas mínimamente afianzado trata de
interactuar con otras personas, experimentar sensaciones y familiarizarte con
ellas. Luego ya verás si estás dispuesto a adentrarte en el BDSM de verdad. No
te comprometas a nada ni con nadie hasta que no estés seguro de lo que quieres
y sobre todo se honesto y evita generar falsas expectativas, en los demás y
contigo mismo.
Si en los chats te identificas como sumiso o
sumisa novato/a, enseguida te lloverán propuestas de gente que querrá ser tu
Amo y pasar a la acción. Este tipo de gente que tiene prisa no es recomendable
para una primera experiencia, ni siquiera en internet (es bastante común que
este tipo de gente empiece diciéndote, de buenas a primeras, que te arrodilles
por el simple hecho de ser ellos dominantes y tu sumiso/a). Es mejor prestar
atención a la gente que se muestre dispuesta a enseñarte. Desconfía asimismo de
las personas que en nombre del BDSM te impongan cosas que te desborden o que
hagan que te sientas forzada, así como de las personas excesivamente celosas,
manipuladoras, tramposas o poco respetuosas, que en internet las hay como en
todas partes.
Ser dominante no implica ser desconsiderado o
grosero, si no todo lo contrario, igual que ser sumiso o sumisa no te obliga a
servir a todos los dominantes que se crucen en tu camino.
Si finalmente te decides a adentrarte en el BDSM
real una buena forma de empezar es participar en alguna quedada, cena o
encuentro, como los que organizan los grupos de internet. También existen clubs
y locales especializados donde a menudo se organizan fiestas, tertulias o
actividades. Los podrás localizar con relativa facilidad preguntando en los
foros, grupos o a personas bien relacionadas. En estos locales también podrás
encontrar muebles, utensilios y cosas para disfrutar del BDSM puesto que
generalmente disponen de una sala de juego o mazmorra. El 24 de julio, con
motivo del día internacional del BDSM, se suelen convocar bastantes eventos en
todas las ciudades donde existen grupos mínimamente organizados. Esta puede ser
una buena ocasión para una primera toma de contacto y empezar a conocer gente
cara a cara.
Si tienes una relación estable y deseas
desarrollar estas fantasías con tu pareja, asegúrate bien de que realmente le
gusta. Es difícil atraer hacia el BDSM a personas que no lo sienten. Si
recurres a los servicios de profesionales ten en cuenta que nada te garantiza
que tengan un conocimiento del BDSM superior al que pueda proporcionarte, sin
mediar interés económico, una persona experimentada.
Si vas a quedar a solas con alguien, que la
primera cita sea sólo para tomar café y en un lugar público y concurrido. No
des tu número de teléfono a quien no esté dispuesto a revelarte el suyo.
Rechaza, al principio, las citas a ciegas o las propuestas que te exijan más de
lo que tú estés dispuesto a dar. No sigas adelante si te sientes presionado.
Infórmate acerca de las precauciones aconsejables ante una cita (la alarma
silenciosa, por ejemplo). Si acudes a ella seguro y relajado, podrás
disfrutarla mucho más.
A medida que te vayas adentrando en el tema ve
formando tu propio ajuar acorde con tus gustos y fantasías. Si eres dominante,
procura llegar a los primeros encuentros o sesiones teniéndolos bien
planificados. Asimismo, procura ampliar y perfeccionar progresivamente tu
conocimiento de las técnicas. Cuando ya acumules experiencia, atiende a los
principiantes como te atendieron a ti cuando te iniciabas o como te gustaría
que lo hubieran hecho.
esa soy yo.
Haz tu entrega por etapas. A medida que vayas conociendo a tu Amo vas profundizando en tu sumisión. De hacer la primera sesión hasta llegar a ser su esclava (si tienes deseo, vocación y aptitudes para ello).
A nosotros se nos azota, o se nos humilla porque así lo aceptamos, o porque lo queremos y nos gusta, pero NUNCA se nos maltrata. Un mal Amo confunde ambas cosas, y NO es lo mismo. No consientas ser maltratada. El maltrato NO es BDSM.
Si un Amo te maltrata más cuanto más sumisa te muestres, es signo evidente de que se trata de una personalidad enferma.
Dejarte humillar o jugar con tus emociones en una escena puntual, como un juego puede ser hasta positivo, siempre que tu Amo sea muy cuidadoso con lo que tiene entre manos y termine con lo que se ha venido en llamar el “afer care“ (cuidado emocional posterior). Pero la humillación constante, como forma de vida, es algo repulsivo y abyecto. Es el auténtico lado oscuro del BDSM. La humillación pasajera dentro de una escena consensuada puede estar bien. La humillación continua como forma de vida es una enfermedad y NO es BDSM..
No te preocupes demasiado si tu Amo comete pequeñas transgresiones de las normas y los límites de manera esporádica, siempre que él te pida disculpas y confiese que se ha equivocado. Si ese comportamiento anómalo se convierte en habitual termina la relación , no es ni debería ser, el amo de nadie.
Sumisa soy, y sumisa son mis horas de su deseo.
Pues vanas son las horas de mi vida
En que usted no requiere mis servicios.
No me atrevo a llamar lenta la espera
Cuando miro el reloj mientras le aguardo.
Es lo más grande
que hay en mí pues
vivo de su recuerdo.
Sientiendo continuamente
la sombra de lo que para mi es
su preciada presencia
Noto su mano en mi cabeza
la complacencia de su fuerza
estrellada en mi debilidad
me hace sentirme diferente.
Ama mi entrega
es poca,.... lo se...........
pero usted lo es TODO
Mi AMA, DUEÑA y SEÑORA
Existe algún limite con respecto a la sumisión de una persona virtualmente, que son como reglas no escritas pero que se sabe?
Pero es entonces que me surge esa duda, de qué trata la sumisión virtual que se habla comúnmente?