Nunca imaginé que una tubería rota me llevase a un encuentro indescriptible, cuál escenario salido de cualquier película pornográfica o quizá, aún mejor.
Le abrí la puerta. Era un hombre de estatura baja, moreno, piel tersa, manos grandes, espalda ancha, brazos y piernas trabajadas, hombros que sobresalían como dos montañas perfectas redondeadas. Era una escultura pese a que su rostro no era muy agraciado. Me contacto por una publicación de internet en la que yo solicitaba un plomero que me ayudará a destapar la tubería.
Se presenta respetuoso, me saluda resguardando los límites.
- Buenos días Señora xxx, vengo a diagnosticar su problema -.
Me causa una sensación extraña en la piel y el olfato. Puedo oler a una bestia salvaje resguardada en una mirada tierna. Procede a quitarse el buzo e inspeccionar la tubería mientras le observo e imagino todo tipo de situaciones con él. Fantasías, por supuesto. Le imaginaba desnudo, y pensaba en lo marcado de su pecho, la forma de su espalda y la fuerza que podría tener aquel hombre.
Se inclina y me muestra la falla. Me sugiere soluciones y me propone precios. Acordamos al siguiente día fuese a reparar el daño.
Al sigüiente día, su aroma es aún más intenso.
No es su fragancia. Es su olor natural, las hormonas que desprende un macho en celo.
Yo me presento con una blusa que hacen vislumbrar mis pezones y un leggins que dibuja mis caderas y mi culo. Acostumbré a vestir sin ropa interior y para mi, ya hace parte de la vida cotidiana, ignorando que para un ojo externo ésto puede ocasionar un morbo intenso. Él ingresa, y noto como me observa los pechos y el culo, sin decir nada, manteniendo la distancia. Ignoro su mirada, aunque me causa excitación, su nerviosismo y sus ojos en mi cuerpo, disimuladamente. Procede a trabajar mientras le observo y siento pequeñas cargas eléctricas en mi piel, cuya razón escapa de mi entendimiento pero que me atraen a él, como imán. Empieza a emitir pequeños sonidos melódicos y logra sacar una sonrisa de mi rostro. Pienso que tal vez el ambiente es tenso y debería colocar algo de música.
Concluye su trabajo rápidamente pero de forma inconclusa, me sugiere otra solución al daño al sigüiente día pero indica que debe estar acompañado de otro compañero. Por la forma en que se dirige a mí. Acepto. Se despide rozando delicadamente su mano, sobre la mía.
Al tercer día, toca a mi puerta acompañado, efectivamente de su compañero de obra. Un sujeto delgado, amable, conocedor del tema. Me siento en confianza y les abro mi puerta los invito a ingresar. Al igual que en el anterior día, portaba una blusa de tiras, ésta vez con escote, sin sostén y un pantalón ajustado. Veo que observa aún más mis pezones, hacía frío. Y en ocasiones, cuando volteo el rostro, él se queda pegado atrapado en mis montañas. Percibo esa sensación de ser observada y morboseada y me excita. Saco aún más el pecho en señal de orgullo.
Proceden a trabajar en la falla. Me explican el problema y atenta, visualizo cada movimiento.
Finalizan.
Se despide amablemente el compañero y se queda el moreno. Le ofrezco una bebida. Acepta y empezamos a conversar. Noto como me mira y lo nervioso que se encuentra. Cada tanto, humedece sus labios con su lengua y ríe de forma nerviosa. También lo estoy. Me pregunta si acaso soy casada, mi profesión, mi edad. Conversamos de la obra, de su trabajo, de sus proyectos, los míos, etc. Su rostro se torna demasiado alegre al saber que soy soltera y que no vivo con mi esposo. Noto su interés. Pensé me invitaría a salir. Pero fue aún más atrevido.....
Me pide le comparta datos de internet. Me acerco a él. Ese aroma. De nuevo. El que sentí la primera vez que lo ví. Esas hormonas que hacen juego con mi piel. Imposibles pasar desapercibidas. Se queda inmóvil mientras le enseño a compartir datos. Estábamos en el living de mi casa. Doy dos pasos atrás mientras por el contrario, él avanza dos, adelante. Siento que invade mi espacio. Le digo que además de desordenada, soy loca. Se escapa una ligera sonrisa y me dice.
- Loca?, Por qué lo dices? -.
Por qué hago locuras. Le digo.
Mi cerebro estaba por hacer corto circuito. Se acerca y me dice.
- también he hecho locuras. Una vez hice el amor en un bus -.
Eso no es locura. Le dije. Reímos.
Se acerca aún más y me halaga con palabras bonitas respecto a mi mirada, rostro y sonrisa.
-tienes una mirada penetrante -. - tu sonrisa es hermosa -. - eres preciosa -. - tú cabello salvaje -......
Le doy las gracias intentando tomar fuerte la mesa del comedor, mientras, sin dejarme reaccionar, él se acerca y me dice.
- Tus labios no se pueden ver con ese tapabocas -.
Me quita el tapabocas y siento que me ha desnudado completamente. Me siento como un corderillo frágil, indefenso. Se aproxima, me toma del cuello y sin poder mediar palabra, me da un beso con lengua. Juega con su lengua insinuandome sus habilidades. Mi cerebro entiende al instante que su lengua tiene potencial. Me lame el cuello, introduce su lengua en mi oído hasta el tímpano. Toca mis senos y sube un poco mi blusa de tiras para deleitarse con mis pezones. No comprendo en qué momento sucedió. Me dejó llevar por las sensaciones. Estoy inquieta. Gimo. Me retuerzo. Mi cuerpo está inmóvil, incapaz de reaccionar. Es demasiado extraño, excitante, loco, aterrador.
Sí, aterrador.
En ese último mensaje de mi poca consciencia, mi mente me dice, huye. Pero ignoro el cómo. No puedo resistirme a su olor de macho, a su cuerpo, a ....
Detente -. - Para -. Me toma de las piernas y me alza con esa fuerza de macho en celo. Me lleva a la cama. Me tumba. Se tumba sobre mi. Siento su pecho contra el mío. Su corazón late rápidamente, puedo sentir sus latidos casi saliendo de su cuerpo. Su corazón acelerado no puede detenerse así como su perversidad por poseerme. El ego de haberse comido a su cliente. El orgullo de montarme. Se siente un dios, la fantasía de cualquier hombre....
Me pregunta - a qué le tienes miedo ? - . - no te gusto? - mis palabras no salen de mis labios a pesar que quiero expresarlas.
Mi cabeza le dice, vete pero mi cuerpo le pide a gritos que lo consuma. Dualidad. Entro en caos, en conflicto. Cómo decirle que me encanta. Que es un moreno exquisito. Que su olor natural me volvió loca desde el primer día. Que lo necesito recorriendome. Cómo decirlo sin parecer apresurada. Manteniendo el control. Manteniendo la razón. Años que no vivía aquello. Ya no recuerdo la última vez que sentía ésta química, ésta potencia viril.
Mis sentidos no me engañaban.
Lo que vendría después lo confirmaría....
Una ligera voz en mi interior me ayuda a mucitar palabras. Le pido que se vaya. Que dejemos hasta aqui. Me pide que sólo le permita hacerme sexo oral y se irá.
Nooooo!!!!.
Mi cabeza estalla.
Sexo oral???? Queeee????? con esa lengua, con ese movimiento, uffff, mi poca fortaleza mental se iría al carajo!!!!
No, definitivamente, no.
Me pide confíe en él. Que llegará hasta donde yo quiera llegar. - No te conozco-, le digo. - nos estamos conociendo _ me dice. - me encanta tú sonrisa, tus ojos, ví tus pechos grandes y esos pezones resaltando y uff....
Mi cuerpo me pide más. Mi mente quiere detenerse. Chupa mi cuello, me lame con la punta de la lengua hasta la entrada de mi pelvis. Cómo estrategia de convencimiento. Le digo que pare. Afirma sus deseos de hacerme sexo oral.
Me resisto.
Acepto.
Baja mi pantalón. Me huele como una bestia salvaje. Saca su lengua y me recorre entera los labios, el clítoris, la entrada de la vagina. Mi humedad brota a chorros. Está allí por un tiempo largo. Desea me corra en su boca. Pero estoy demasiado extasiada y sorprendida. Es como una película.
Lo detengo. Mi clítoris está inchado. Le pido que se vaya, de nuevo. Me pide permiso para correrse. Le digo que puede hacerlo en mis pechos. Me pide permiso si es que acaso, se puede quitar la camisa.
Aciento.
Veo su pecho, sus hombros. Es definitivamente, una bestia, un animal salvaje.
Pide permiso si es que puede quitarse el pantalón. Aciento.
Sus piernas trabajadas. Su verga tieza como una roca.
Acostada boca arriba espero su leche en mis tetas. Deseo su leche en mis tetas. Él no puede correrse aún, quiere perforarme antes de hacerlo. Le impido ingresé a mí cueva. Aún no se lo ha ganado. Lucha por resistir la tentación de hacerlo. Jugamos.
Luchamos por el poder de hacerlo.
Asfixia, arañazos. Le pego una cachetada. Me dice, -que rico, dame más-
Me vuelve loca su lujuria desenfrenada. Su energía. Su potencia viril. La lucha de poder. Somos bestias. Animales iracionales.
Le permito correrse en mi pecho finalmente. Siento el calor de su leche recorrerme. Me esparce con su áspera mano, su semen en todo mi pecho. Se siente grande al dejarme llena de leche. Y yo me siento bañada en un rico néctar, caluroso, ardiente, suave.
Me pide por favor le dejé hacerme sexo oral, de nuevo. Quiero parar pero quiero seguir. Me monto encima de su cara mientras de nuevo se jala su verga como una roca. Wow. Su recuperación es rápida y su vigorosidad es incomparable. Me lame como si estuviera comiendo el mejor postre de su vida. Me hace jadear. Gemir. Restriego mi coño en su cara, en su boca. Él lame como un animal. Mientras se la jala como si se la fuera a arrancar. Me corrooooo....
Me levanta y quiere intentar perforarme de nuevo. Se lo niego. Me asfixia. Lo asfixio. Me monto encima. Lo asfixio de nuevo. Me aprieta las tetas. Le pego en la verga. Le tomo con fuerza la verga. Lo rasguño, muerdo. Hasta terminar metiendomela en el culo salvajemente. Grito. Entre placer y dolor. Que locura. Le digo que pare. No sé detiene. Me pone como quiere, en diferentes posiciones, como si fuera una muñeca de trapo. Suda como caballo, me da como taladro, fuerte, rudo, violento... Y....
Segunda corridaaaaa...
Me besa. Me abraza. Y de nuevo, la lucha salvaje. A éste punto, mis energías están débiles. Me someto a él. Introduce su verga en mi boca, me jala el cabello hacía él como una bestia, me asfixia con sus poderosas piernas. Le observo desde abajo, viendo su poder. Su vitalidad. Le observo como si me hubiera desdoblado. Cómo si estuviera en otro cuerpo y no fuera yo. Me pone sus bolas en mi boca y se masturba como bestia salvaje. De nuevo, parece que se la quiere arrancar. Me toma del pelo. Le chupo los huevos con pasión. Me encanta su olor, la suavidad de las piel de su miembro. Pulcro. Intacto. Depilado. Cuida cada centímetro de su cuerpo y eso me enciende....
Se correeee por tercera vez en mi cara... Abro la boca y pruebo su semen, aunque se encuentra tímido de llenarme la boca de leche, me encanta su sabor. Es suave. No es abundante. Lo pruebo. Quedó impregnada de su calor, su sudor, su leche......
Y él sólo....
Quiere seguirme usando.....
Y yo.... Domar a esa bestia salvaje.
Recorreme papá con tú fino tacto. El fino tacto de tus cuerdas. De tus grandes manos. De tu piel gruesa, de tú dureza. De tus carnosos labios. Amárrame hasta presionar mi alma, hasta tensar mis músculos, hasta fregarme el coño. Rozalo con presión hasta brotar mi jugos. Ata mis pies a las cuerdas hasta hacerme gemir de placer y dolor. Doblega mis piernas. Doblega mis brazos. Inclina mi cara. Aprieta mis senos hasta juntarlos como grandes melones y estira mis pezones dirigiendolos al infinito. Amarrame con un fuerte mordisco en el cuello. Con tú lengua larga como la de un tentáculo marino que atraviese el timpano de mis oídos y lama mi cerebro. Atame fuerte con los brazos cruzados y el chupo en la boca. Riegame tú nectar, deléitate con mi cuerpo. Úsame. Deja caer cada gota de tú baba por mi fina y delicada piel. Hazme sentir sucia. Putrefacta en leche, en semen. En semen y en baba. Deja mi cuerpo resbaladizo. Aceitoso. Sudoroso. NO. NO PARES. Hazme tú propiedad. Hazme tú esclava. Tú amante. Tú PUTA.
Quemame pero que pueda cicatrizar. Márcame pero no me rompas. Atame pero no me ciegues. Corrígeme pero no me abandones. Suéltame pero no me liberes. Desnúdame. Tócame. Úsame.
Y sabrás que soy sólo tuya, sólo parte de tí, tú propiedad. Que al mirarme otros hombres, podrán deleitarse y jugar pero siempre mi alma permanecerá atada a tí.
Fuíste la luz que me sacó de la oscuridad.
Promesa de mí otra mitad.
Anhelo de mis fantasías, perversiones y pasiones.
Sumisa y complaciente decías que sí a mis locuras.
Abrazabas mí alma y calentabas mí cuerpo con tú entrega.
Ansiabas mis cuerdas, ser mí prisionera,
Ansiabas ser aquel tesoro que cuidaría con recelo.
Y yo, deseaba atarte para que no escaparas,
para tenerte cerca de mí.
Mí voz fue la guía de tu éxtasis,
Fue la cuerda que ataba tú barco a mí muelle.
Aquello fue tan cercano y tan lejano a la vez.
Ahora mí voz se pierde en el vacío,
y mis cuerdas han perdido su propósito
Ahora que puedo ver el horizonte, ¡comprendo todo!
Y ya no estás…
disfruta la experiencia de ser dominada
amo himler
Ni te declaro la guerra, ni tú me firmas la paz.
Le observaba con ojos ansiosos, intrigada hacía el futuro. Vi venir una nube inmensa sobre mi cabeza, caos, desorden, miedo. Todo en forma de tormenta. No podía contener las lágrimas. Mi garganta necesitaba abrirse. Mi oídos escucharle. Mi respiración necesitaba sentir su aliento y mi pecho, elevarse.
Sólo necesitaba un soplo suyo en aquella nube. Nada me haría más feliz. Nada me calmaría más que su voz y sus abrazos.
Lo invocaba con mi pensamiento y él, acudía cada que podía.
- "Daddy, Daddy", dónde estás Daddy"? "Te necesito Daddy"!!! Gritaba mi mente.
No obtuve respuesta aquel día que mi mundo se venía abajo una vez más. Quizá debía inundar el suelo de lágrimas, simplemente....
Pero...
Al siguiente día, su voz me busco de nuevo, apareció en aquella nube dando un fuerte soplido, como siempre lo hacía, disipando todos mis miedos e inseguridades. Siempre imponente buscando a su little, como lobo protegiendo a su cría.
- que te ha pasado hija mía? Te he sentido triste. Por qué tienes ojeras?.
- Papá, yoo.....
Me sentía encerrada en una jaula pequeñita. Ante él era diminuta. Una niña vulnerable. La mujer no estaba presente ante él. Mis ojos miraban al suelo, me costaba mirarlo a la cara. Entre el sentimiento de un alma rota y el anhelo de tener frente a mi, a mí protector, había confusión.
Quería gritarle todo aquello que sentía, todas mis frustraciones, deseos, anhelos pero mi garganta estaba apretada. Mis lágrimas no salían. Sólo mi cuerpo podía expresarle. Conocía perfecto mis expresiones faciales y corporales. Podía sentir mis energías, no necesitaba le comunicara verbalmente, él ya podía leerme.
Su voz hace eco desde el momento uno. Sus palabras me invaden de seguridad y confianza. Me quedo observándolo como aquel guía y maestro que conoce lo más profundo de mi ser. Que siente mis tinieblas. Sólo él puede calmarme. Sólo él, elige con cuidado cada palabra, elevándome al cyber espacio donde sólo existe uno, soy todo para él y él es todo para mí. Me halaga con sus palabras manifestando lo orgulloso se siente de su hija por sus logros y la belleza que observa en mí. Mi confianza sigue elevándose. Aunque me siento pálida y sin energía. Quiero sentir su abrazo y sus labios en mi boca, besándome y dándome calor de padre. Continúan sus halagos, me hace sentir poderosa. Comienzo a confiar en mí.
- "Su padre la cuida, la proteje, siempre está" - dice. En sus palabras siento me recorre electricidad por el cuerpo. Quiero sumergirme en él. Entregarme y ser sólo suya. Se da cuenta. Me pide vaya por mi chupete. Es un símbolo de nuestra unión.
Mi collar.
Lo que me mantiene en calma. Lo tomo y juego con él.
Me pide me saque las bragas y juegue con el chupete en mi clítoris como si fuese su lengua.
Siento como mi cuerpo quiere cada vez más entregarse, dilatarse, abrirse.
Me pide abra más las piernas para inspeccionar mi vagina.
Tímidamente obedezco.
Me ordena tome el chupete de nuevo, y lo recorra entre mis labios y clítoris, empieza mi humedad a hacerse visible.
Necesito que me pida me introduzca algo más largo y grueso.
Necesito su verga calentárme de a poco. Lentamente, introducirla hasta abrirme completamente para él.
Cierro los ojos y me dejó seducir. Su verga tieza y gruesa me penetra con tanta delicadeza que unos ligeros gemidos salen de mi boca.
- Daddy, sólo tú sabes llenarme - .
Las paredes vaginales comienzan a dilatarse. Aspiro para obtener más oxígeno.
- Eres la niña de Papi. Quieres sentirme dentro tuyo. Sentir como te llena de leche Papi. Quieres hacerlo más rápido. Sentir mi verga más profundo. Sentir como te lleno. No quieres parar. Quieres seguir. Más, más y cada vez, más hasta el fondo, sin parar -.
Me pierdo en sus palabras a mi oído. Por un momento me uno a él. Le escucho en mi mente, me retuerzo, quiero más, quiero a Daddy. Quiero que nunca pare. Quiero ser usada por él, vejada, violada hasta quedar sin aliento. Él lo sabe. Conoce mis necesidades. Me toma del cuello agotando un poco mi oxígeno. Sabe cómo someterme. Me embiste como bestia hasta llegar a mi tope, una y otra vez, haciendo rebotar mis tetas.
- Siente la verga de papi. Siente a Papi follar a su hija. Cada vez más profundo, más adentro -.
Mis pezones se erectan, Papi marca mis pechos. Gimo cada vez más fuerte.
- Papi quiere depositar su leche en su hija, más mi vida, quieres sentir a Papi, no pares, más, más, aunque acabes, Papi te seguirá usando. Te usará aunque estés inmóvil. Papi no se corre fácilmente y dura horas. Papi quiere PREÑAR a su hija. Correrse en ella. -.
Extasiada, retorciéndome de placer al sentirlo dentro de mí. Gimo fuerte le suplico.
- Papá, PREÑAME por favor, depósita tú leche en mi interior. Por favor Papá. Más, más, usame como tú esclava sexual. No me negaré. No diré que no a nada pero lléname de tí. Papiiii....
Me corrooooo
y obtengo un intenso orgasmo!!!.
- Papi no deja tranquila a su hija, aúnque se corra, Papi tiene mucha energía para vejarla. -.
Extasiada no puedo mucitar palabra, decirle que sé detenga. Me ha dejado agotada. Pero él quiere seguir. e
Adormilada, caigo en sus brazos, a lo que él aprovecha para continuar vejándone, ésta vez abriendo mi ano. Del cansancio no me percato del dolor.
- Una vez abierto, ya no podrá cerrarse, tendrá su ano abierto para mí siempre cada vez que desee usarlo. Su cuerpo me pertenece. Mi loli, mi hija, mi mujer, mi esclava sexual, sólo mía y de nadie más!!! -
..... alcanzo a escuchar a lo lejos, sin alientos, antes de perder totalmente
....... el conocimiento......................