De aquella niña inocente con faldita pulcra, calzones limpios, zapatos de charol brillantes, corbatín, camisa blanca sin una sola mancha de botones negros, cabellos rizos entrelazados entorno a una elegante coleta de terciopelo y labios rojos intensos, gruesos, carnudos, perfectamente delineados, a una PERRA fina o una cerda sucia dependiendo sus deseos.
Quien lo imaginaría, una niña pulcra fina secuestrada por aquel hombre pervertido quien sólo anhelaba implantarle semillas de aberraciones, ideas florecientes de toda clase de vejaciones diferentes.
Él deseaba volverme adicta a él?
No.
Él lo que deseaba era hacerme suya: su objeto de placer; su muñeca de juego; su perra en celo.
Secuestrarme sería su primer paso. Ya lo había planeado.
Sabía que no sería tarea fácil pues mi resistencia rompería barrotes si así lo quisiera. Sin embargo, sus dotes no contemplaban el plano físico. Sus dotes psíquicos podrían debilitar cualquier resistencia.
Después de haberme observado sigiloso cómo un lobo hambriento y sagaz!!!, sabía que acercarse directamente a mí, sólo me ahuyentaría cómo una presa temerosa. Así que preparo todo en su cabañita...
Cadenas de plata de 10 metros, una jaula enorme de fierro en cuyo interior, yacía un plato de comida y un plato de agua, en uno de los extremos preparó dos tobilleras de cuero ajustables y hacía el otro extremo dos muñequeras de cuero. Las cuatro, se unían con las pesadas cadenas. Hacía arriba un orificio donde colgaba una mordaza con una pelotita de goma y un balde de acero que se movía conforme se jalaba una cuerda.
Habiendo preparado sus herramientas con fina cautela y detalle se acerca a mí con halagos y suaves palabras. Sabe que eso no doblegara mi barrera pues son muchos los que se han valido de tan baja hazaña e intenta usar el poder del magnetismo de la curiosidad.
Sabe que ese, es letal.
Inicia hablándome de la finca y del comportamiento de los animales. Muestro resistencia y emociones de asco e indiferencia pero su sonrisa se observa más pronunciada al notar que pese al tema no es de mi interés, eso me hace una presa más apetecible. Sabe que podría llegar a ser una buena PERRA; Leal y esclava. Ignorando sus intenciones, me voy sumergiendo entorno a sus historias. Parece sabio y amable. Es tierno.
Se emociona al hablarme sobre sus animales, especialmente tres:
un perro, Un cerdo y una vaca.
Me habla sobre los trucos que les ha enseñado y la forma en como los ha entrenado para tener un alto nivel de producción y ganancias económicas en su finca. Me habla de sus curiosidades. Me cuenta que los perros tienen diferentes personalidades y se comportan de maneras distintas dependiendo el nivel de jerarquía dentro del canís familiar; que se les debe entrenar para obedecer a su dueño a quién ven como un líder y que cada uno puede ser sumiso o alfa dependiendo su genética y contexto. Los perros alfa muestran su dominancia imponiéndose sobre el perro sumiso, demostrando fuerza y poder inicialmente en el juego y posteriormente en la búsqueda de territorio y apareamiento. Aquello es aplicable para machos y hembras. Me menciona que la forma de reconocimiento y "lectura" entre perros es a través del olfato y el gusto y por ello disfrutan el acto de lamer, siendo su lengua suave al contacto y muy húmeda. Usan su lengua en forma de lectura frente a las experiencias de otros canes, alimentación, estado de salud y reproductiva. Es la forma que saben usar para obtener gran cantidad de información de otros cuerpos. Pero se sienten más atraídos hacía algunos olores que por otros... Me causaba sensación y especial interés el detalle de lo que me relataba y sentía curiosidad por saber más....
Se hacía tarde y había pasado mucho tiempo escuchándolo. Así que, me invita a su cabaña al día siguiente para mostrarme sus animales y ver qué tanta "afinidad" tendría con ellos. Menciona que no es necesario ir con vestimenta fina pues podría ensuciarme. No estoy segura de aceptar su invitación pues recién lo conozco pero mi deseo de curiosidad me empuja al abismo.
Acepto.
Al día siguiente porto un vestido largo y botas de plástico.
El hombre me lleva por un camino apedreado cubierto de maleza al que se abre paso con un grueso machete.
Al llegar al sitio, observo una cabaña de madera gigante con varios espacios vacíos.
No le presto mucha importancia y sólo menciona que necesita espacio para sus "juegos" (dice en voz baja) "muebles" - corrige. Al fondo, siento un olor a campo y animales. Piso algo blando, miro al suelo y observó que es el fango dónde el cerdo se baña, al lado en un corral, veo un enorme animal de unos 300 kg de peso, se muestra afectuoso, y se acerca a mí a lo que retrocedo impactada por su gran tamaño.
No te preocupes - me calma el hombre. Es un cerdo noble - re afirma.
Continuamos caminando y veo una vaca en otro extremo del corral en medio del pasto, atada por el cuello y el hocico. El hombre se acerca a ella, le acaricia la cabeza, se sienta en un pequeño butaco y comienza a acariciar sus ubres. Aquello me pareció extraño pero no mencioné nada. Absolutamente en silencio. El hombre me decía que ello le ayudaba a calmar el dolor de sus ubres cuando estaban hinchadas y llenas de leche. Estuvo allí por unos minutos a lo que aquella vaca hacía gestos de placer.
Se detiene y toma mi mano para que la toque pero me resisto. Me dice que no pasará nada, que sólo debo "consentirla" un poco y que a ella le agrada ello.Me acerco y tomo sus ubres llenas de leche, hinchadas con mis pequeñas manos y siento algo húmedo y blando que gotea ligeramente. Me agrada la sensación y al parecer a ella también pues muge un poco.
Buena niña - dice el hombre.
Vamos. Quiero enseñarte algo más.
Continuamos y al fondo veo cinco perros machos. Me asusto y retrocedo por los ladridos. El hombre me calma y me dice que no me harán daño. Todos se encuentran dentro de un cerco de púas en un campo abierto. Sólo quieren conocerte - dice el hombre. Ven. Me toma de la mano afectuosamente y abre la cerca. Uno de ellos se acerca primero. El más alto y grande, se ve bastante musculoso y fuerte. Me intimida un poco. El hombre no suelta mi mano. El perro empieza a lamer mis rodillas y oler mi entre pierna a lo que las cierro instintivamente y coloco mi mano por encima de mi faldita. Rio nerviosamente. El hombre insiste en que todo estará bien y en qué recuerde la forma en que ellos "conocen" otros cuerpos y leen sus historias. Me dice que aquello es normal y que no le tenga miedo. El perro parece estar muy interesado en mi "historia" pues acerca su nariz a mi parte íntima. Mis calzones blancos se humedecen y siento como mis pezones se erectan. El hombre me pregunta cómo me siento y le digo que me siento extraña. Insiste en que esté tranquila sin soltar mi mano. Y los demás perros se acercan a olfatearme. Uno de ellos intenta rasgar mi vestido a lo que el hombre le grita - shhh quieto - . El perro inmediatamente se detiene frente a su orden. - recuerden sólo conocerla - mis calzones están húmedos entre tantas narices sobre mí y aunque siento los deseos de salir corriendo de aquel lugar, mi cuerpo yace inmóvil y curioso. No responde. El hombre me pregunta si estaré más cómoda paseando por el campo sin calzones, sólo con mi vestido. Me sonrojo y no sé que decirle. Me pregunta de nuevo y mete su mano entre mi vestido. No respondo nada. Estoy nublada y atonita frente a las sensaciones de mi cuerpo sin que mi mente sea capaz de pensar. El hombre baja mis calzones y mi humedad brota de mi entre pierna. Los deja en el pastizal y los canes se acercan a lamer y oler. Me siento libre y a la vez, expuesta. Quiero salir corriendo pero no puedo. - poco a poco tus prendas comenzarán a molestarte aquí - me dice el hombre. - y ya no serán necesarias - . Agrega. Me sonrojo y nuevamente no sé que responderle. - el campo es un lugar que otorga libertad a todos mis animales, incluyendote - sonríe.
Los perros huelen mi libertad y se acercan aún más insistentes. Sienten un olor muy atractivo que les llama a gritos. - estás en celo? - pregunta el hombre. Queee... Nooo... Yoooo.... Sólo balbuceo y me sonrojo. El hombre ríe y agrega - Si no estás en celo porque se acercan tanto y te huelen -. Si, pero tú dijiste que... - tranquila - sé lo qué dije. Se acerca lentamente a mí rostro, me acaricia las mejillas y me toca los labios. - Mmm, esos labios carnosos, suaves, jugosos - Introduce su dedo más grueso mientras los acaricia en el borde y mi saliva escurre hacia el piso. Los perros se acercan a lamer la saliva que corre en el piso. El hombre les hace un gesto. Y ellos levantan mi vestido y lamen insistentemente mi intimidad. Mi vulva y mi clítoris jugoso no para de chorrear. - A todas las PERRAS les gusta deleitarse con la lengua de su macho - dice el hombre sin sacar su dedo de mi lengua. Lo introduce más profundo y luego otro y otro. - mientras chupan el miembro de su macho - agregan. Mi cuerpo entra en trance. Me siento débil, mis piernas se doblarán en cualquier momento. Gimo al unísono de las narices, las lenguas, su dedo, - que buena mamadora y PERRA eres!!!! - sale un chorro de orina y los canes continúan lamiendo urgidos, están deleitados conmigo. Sólo quieren que les brinde chorros de cada agujero quieren lamer todo!!! Mis rodillas se doblan y caigo al suelo en posición de 4. - perfecto - dice el hombre. - ahora es suya - les grita el hombre. Levanta mi falda, me acaricia el cabello y les pide continúen lamiéndome hasta hacerme correr y aún así no detenerse. Cómo si sus órdenes fueran leí los canes continuaban lamiéndome, mi ano, mi vagina, mis labios, mi vulva, mi pubis, salían chorros y quejidos de mi boca inundada en saliva por sus dedos inundandome. Me corría una y otra vez, no podía parar. Una y otra vez entre chorros y saliva caía desplomada en el suelo totalmente inconsciente.
La fuerza, no había sido necesaria.
El secuestro. (Segunda parte)
Hola, busco de un amo que cuide y proteja de su sumisa en Panamá.
En mi perfil estan mis resultados del test de BDSM
Recorreme papá con tú fino tacto. El fino tacto de tus cuerdas. De tus grandes manos. De tu piel gruesa, de tú dureza. De tus carnosos labios. Amárrame hasta presionar mi alma, hasta tensar mis músculos, hasta fregarme el coño. Rozalo con presión hasta brotar mi jugos. Ata mis pies a las cuerdas hasta hacerme gemir de placer y dolor. Doblega mis piernas. Doblega mis brazos. Inclina mi cara. Aprieta mis senos hasta juntarlos como grandes melones y estira mis pezones dirigiendolos al infinito. Amarrame con un fuerte mordisco en el cuello. Con tú lengua larga como la de un tentáculo marino que atraviese el timpano de mis oídos y lama mi cerebro. Atame fuerte con los brazos cruzados y el chupo en la boca. Riegame tú nectar, deléitate con mi cuerpo. Úsame. Deja caer cada gota de tú baba por mi fina y delicada piel. Hazme sentir sucia. Putrefacta en leche, en semen. En semen y en baba. Deja mi cuerpo resbaladizo. Aceitoso. Sudoroso. NO. NO PARES. Hazme tú propiedad. Hazme tú esclava. Tú amante. Tú PUTA.
Quemame pero que pueda cicatrizar. Márcame pero no me rompas. Atame pero no me ciegues. Corrígeme pero no me abandones. Suéltame pero no me liberes. Desnúdame. Tócame. Úsame.
Y sabrás que soy sólo tuya, sólo parte de tí, tú propiedad. Que al mirarme otros hombres, podrán deleitarse y jugar pero siempre mi alma permanecerá atada a tí.
Le observaba con ojos ansiosos, intrigada hacía el futuro. Vi venir una nube inmensa sobre mi cabeza, caos, desorden, miedo. Todo en forma de tormenta. No podía contener las lágrimas. Mi garganta necesitaba abrirse. Mi oídos escucharle. Mi respiración necesitaba sentir su aliento y mi pecho, elevarse.
Sólo necesitaba un soplo suyo en aquella nube. Nada me haría más feliz. Nada me calmaría más que su voz y sus abrazos.
Lo invocaba con mi pensamiento y él, acudía cada que podía.
- "Daddy, Daddy", dónde estás Daddy"? "Te necesito Daddy"!!! Gritaba mi mente.
No obtuve respuesta aquel día que mi mundo se venía abajo una vez más. Quizá debía inundar el suelo de lágrimas, simplemente....
Pero...
Al siguiente día, su voz me busco de nuevo, apareció en aquella nube dando un fuerte soplido, como siempre lo hacía, disipando todos mis miedos e inseguridades. Siempre imponente buscando a su little, como lobo protegiendo a su cría.
- que te ha pasado hija mía? Te he sentido triste. Por qué tienes ojeras?.
- Papá, yoo.....
Me sentía encerrada en una jaula pequeñita. Ante él era diminuta. Una niña vulnerable. La mujer no estaba presente ante él. Mis ojos miraban al suelo, me costaba mirarlo a la cara. Entre el sentimiento de un alma rota y el anhelo de tener frente a mi, a mí protector, había confusión.
Quería gritarle todo aquello que sentía, todas mis frustraciones, deseos, anhelos pero mi garganta estaba apretada. Mis lágrimas no salían. Sólo mi cuerpo podía expresarle. Conocía perfecto mis expresiones faciales y corporales. Podía sentir mis energías, no necesitaba le comunicara verbalmente, él ya podía leerme.
Su voz hace eco desde el momento uno. Sus palabras me invaden de seguridad y confianza. Me quedo observándolo como aquel guía y maestro que conoce lo más profundo de mi ser. Que siente mis tinieblas. Sólo él puede calmarme. Sólo él, elige con cuidado cada palabra, elevándome al cyber espacio donde sólo existe uno, soy todo para él y él es todo para mí. Me halaga con sus palabras manifestando lo orgulloso se siente de su hija por sus logros y la belleza que observa en mí. Mi confianza sigue elevándose. Aunque me siento pálida y sin energía. Quiero sentir su abrazo y sus labios en mi boca, besándome y dándome calor de padre. Continúan sus halagos, me hace sentir poderosa. Comienzo a confiar en mí.
- "Su padre la cuida, la proteje, siempre está" - dice. En sus palabras siento me recorre electricidad por el cuerpo. Quiero sumergirme en él. Entregarme y ser sólo suya. Se da cuenta. Me pide vaya por mi chupete. Es un símbolo de nuestra unión.
Mi collar.
Lo que me mantiene en calma. Lo tomo y juego con él.
Me pide me saque las bragas y juegue con el chupete en mi clítoris como si fuese su lengua.
Siento como mi cuerpo quiere cada vez más entregarse, dilatarse, abrirse.
Me pide abra más las piernas para inspeccionar mi vagina.
Tímidamente obedezco.
Me ordena tome el chupete de nuevo, y lo recorra entre mis labios y clítoris, empieza mi humedad a hacerse visible.
Necesito que me pida me introduzca algo más largo y grueso.
Necesito su verga calentárme de a poco. Lentamente, introducirla hasta abrirme completamente para él.
Cierro los ojos y me dejó seducir. Su verga tieza y gruesa me penetra con tanta delicadeza que unos ligeros gemidos salen de mi boca.
- Daddy, sólo tú sabes llenarme - .
Las paredes vaginales comienzan a dilatarse. Aspiro para obtener más oxígeno.
- Eres la niña de Papi. Quieres sentirme dentro tuyo. Sentir como te llena de leche Papi. Quieres hacerlo más rápido. Sentir mi verga más profundo. Sentir como te lleno. No quieres parar. Quieres seguir. Más, más y cada vez, más hasta el fondo, sin parar -.
Me pierdo en sus palabras a mi oído. Por un momento me uno a él. Le escucho en mi mente, me retuerzo, quiero más, quiero a Daddy. Quiero que nunca pare. Quiero ser usada por él, vejada, violada hasta quedar sin aliento. Él lo sabe. Conoce mis necesidades. Me toma del cuello agotando un poco mi oxígeno. Sabe cómo someterme. Me embiste como bestia hasta llegar a mi tope, una y otra vez, haciendo rebotar mis tetas.
- Siente la verga de papi. Siente a Papi follar a su hija. Cada vez más profundo, más adentro -.
Mis pezones se erectan, Papi marca mis pechos. Gimo cada vez más fuerte.
- Papi quiere depositar su leche en su hija, más mi vida, quieres sentir a Papi, no pares, más, más, aunque acabes, Papi te seguirá usando. Te usará aunque estés inmóvil. Papi no se corre fácilmente y dura horas. Papi quiere PREÑAR a su hija. Correrse en ella. -.
Extasiada, retorciéndome de placer al sentirlo dentro de mí. Gimo fuerte le suplico.
- Papá, PREÑAME por favor, depósita tú leche en mi interior. Por favor Papá. Más, más, usame como tú esclava sexual. No me negaré. No diré que no a nada pero lléname de tí. Papiiii....
Me corrooooo
y obtengo un intenso orgasmo!!!.
- Papi no deja tranquila a su hija, aúnque se corra, Papi tiene mucha energía para vejarla. -.
Extasiada no puedo mucitar palabra, decirle que sé detenga. Me ha dejado agotada. Pero él quiere seguir. e
Adormilada, caigo en sus brazos, a lo que él aprovecha para continuar vejándone, ésta vez abriendo mi ano. Del cansancio no me percato del dolor.
- Una vez abierto, ya no podrá cerrarse, tendrá su ano abierto para mí siempre cada vez que desee usarlo. Su cuerpo me pertenece. Mi loli, mi hija, mi mujer, mi esclava sexual, sólo mía y de nadie más!!! -
..... alcanzo a escuchar a lo lejos, sin alientos, antes de perder totalmente
....... el conocimiento......................
Su marca de lobo hambriento estaba extinguiendose en mi piel. Sus palabras no resonaban como antes. Me hundía en indiferencia y frialdad. Decidí distanciarme de mi dueño, de mi Daddy, de mi protector, de mi padre tras sensaciones de desinterés y desapego de su parte hacía mí. Necesitaba su infierno en el invierno. Necesitaba su calor en el glaciar pero también necesitaba aprender a caminar sola. A levantarme y continuar. A echar sal a las heridas y hacer brotar la fiera salvaje que llevo al interior.
Mis conflictos internos entre quien soy y quién debo ser frente a ojos enjuiciadores me carcomen como la lepra invadió ciudades enteras. Desorientada, sola, confusa vago por el bosque de cemento salvaje en medio de bestias sádicas hambrientas. Decido correr del hogar. Huir y no volver, aún enfrentando la oscuridad, el hambre, la lluvia, la soledad y los animales salvajes queriendo devorarme. Sé que llegaré a algún lugar libre de todo aquello.
Me pierdo, resisto, enfrento. Caigo, tropiezo y no veo nada. Ninguna señal de supervivencia. Tan sólo una voz interior que me repite una y otra y otra vez que soy su propiedad y como tal, no estoy sola. Me masturbo y ese pensamiento se hace más sólido. Un pensamiento seguido de una sensación de bienestar. Cómo cuando se es propiedad de alguien, se vela por el interés de su esclava. Se intenta que aquella no cometa locuras y que su iracionalidad e impulsividad no le jueguen en contra.
Al fín comprendo su rol y el mío. La conexión es de acero pese a la distancia. Me enseña siempre aunque no me hable. Sólo basta una palabra suya para despertar mi sapiosexualidad y hacer consciente mi realidad, observarla desde afuera con un ojo objetivo y tomar decisiones. Y es que cuando me sumerjo en el rol puedo observar claramente y ser consciente de lo que me sucede. Convertirme en una pequeña niña fuerte y pervertida. Aflorando mis impulsos soy libre porque puedo ser yo misma....
Pero pasa el tiempo y la sensación de un vínculo roto atormenta mi cabeza. Le extraño y temo no lograr llegar hasta él. Temo a su indiferencia y desinterés pues para mí, él es el único dueño. Elijo vagar en la soledad y enfrentar sola a mis demonios.
Durante ese tiempo, no le pienso, no le hablo, no lo veo.
Pero ... siempre lo siento... En mi piel, en mi carne, en mi lujuria, en mi sapiosexualidad. Me habla sin escribir una sola palabra. Me guía desde las tinieblas aunque no le vea. Me resisto a buscarlo de nuevo con el pensamiento. Y mantengo firme mi posición. Soy una mujer de decisiones radicales aunque también una niña caprichosa. Me resisto pero siento que me llama, que me quiere encontrar, que no soporta la idea de perder a su esclava. Que no ha entendido mi "pataleta". Mi lloriqueo. Siento que quiere respuestas.
Así que abro la única puerta que le he permitido cruzar.
Enojado me increpa. Reclama y hace show. Le explico que aquella apatía me carcome la sangre y que le necesito. Sonríe y aparece como un lobo hambriento después de mucho tiempo de abstinencia. Está en los huesos, herido, con ira y mucha hambre. Quiere violarme!!! Quiere alexionarme!!! Quiere hacerme entender que soy suya!!! y de nadie más!!!, que su aliento será siempre mi guía, que su actitud era la afirmación de su lealtad. Que me quiere como esclava no como sumisa.
Sus ojos brillantes brotan sangre. Sus labios se despegan lentamente y se observan sus colmillos, su saliva corre por la comisura de su boca. Me ata a un árbol con los brazos hacia atrás y las piernas abiertas rasgandome las vestiduras. Mi respiración se agita. Muerde mi cuello. Me deja a la interperie con mis pezones duros y mi piel erizada. Toma pequeñas ramas de los árboles y azota mis piernas, abdomen, y pechos. Gimo y grito. Me amordaza afirmando que soy su esclava. Me da largos azotes. Mi agonía recién empieza.
Cuando mi piel pasa de un color pálido a rojo me libera del árbol y me inclina hacia él. Me resisto. Me niego. Le suplico me libere, me deje ir, me suelte, pueda huir pero sólo sonríe y me inclina hacía él, de espalda, jala mi cabello y proporciona fuertes azotes en mi trasero una y otra vez.
"Eres mía!!!" - afirma
"Mi puta, mi esclava, mi zorra, mi depósito de leche"
Agitada, herida, con pocas fuerzas intento liberarme y escapar. No tengo fuerzas para gritar o suplicar ayuda.
Caigo de rodillas ante él como una presa fácil. Me indica que ahora mi entrenamiento será oral y deberé aprender a mantener la boca abierta cada vez que desee usarla. Chuparle y hacerlo bien. Tragarme hasta los huevos. Lagrimeo de lo profundo de su verga. Me dice que esconda los dientes y sólo lo babee con mis labios y lengua. Me enviste como fiera salvaje una y otra vez. Siento como su verga se endurece en mi boca y me perfora hasta el fondo. Intento dentenerlo pero lo hace más fuerte y profundo. Intercala mi boca entre mi ano, vagina y repite el proceso.
- tendrás que acostumbrarte al olor y sabor de la verga - dice
- a tus agujeros rotos de tanto coger -
Continúa envistiendome, le encanta usar mi boca. Lo hace por horas.
Hasta que...
A ese instante estoy casi inconsciente. Pero usa mi último aliento para tirar de mi cabello hasta el fondo y liberar su leche en lo profundo de mi garganta.
- tragate todo perra!!! - dice.
- ni un gota desperdicies o lo haré de nuevo -.
Por temor a ser usada de nuevo, obedezco y acepto ser su objeto.
Su agüita amarilla quiere liberar sobre mi, dejando su marca y huella imborrable. Así que la deposita de mi cabello hasta mis pies. Me baña en su orina.
Mi energía llega al límite y me desvanezco en sus brazos.
Daddy recoje agua tibia, tira un baldado, me limpia, toma una frazada, me cubre con el manto, me alza y me da un beso en los labios introduciendo su lengua para llevarme de nuevo a mi dulce hogar.
Un castigo de un Papi enojado.
Prejuicios, bajas expectativas y un mundo dominado por depredadores la confunden y la cohiben de recorrer los caminos como aquella niña indefensa que conoce los peligros pero aún así decide adentrarse a recorrer el bosque.
En ocasiones a oscuras, a veces, de día. Supone no hay diferencia o colores en un mismo mundo.
Ella se siente insegura, desconfiada, e incrédula pero aún así, se arriesga. Prohibición?, quizá. O su curiosidad es superior y sus fantasías, infinitas.
El miedo a lo desconocido nunca ha sido un obstáculo, no sería el primero.
Llegaste sigilosamente como un demonio protector. Como una sombra en las tinieblas que ilumina el andar y da cuenta de cada piedra en el camino. Ilustras mi mente con tú conocimiento y experiencia. Haz sido viajero de éstos caminos por mucho tiempo pero tú forma, me atrapa, me seduce, me intriga.
Escuchas, intuyes y recoges las semillas. Sabes donde y cómo sembrarlas exactamente. No burdo o explícito. Sutíl y sigiloso. Como un tigre que quiere devorar a su presa pero disfrutando de la cacería. Un ser sádico que goza del sufrimiento de su presa y a la vez la lame suave delicadamente, saboreando, disfrutando cada centímetro.
Y es que ella era una niña perdida en sus lúgubres deseos, sin motivación alguna, o reconocimiento de sus hazañas hasta que llegó su Daddy y la cobijo en un mar infinito de ideas con la única satisfacción de obtener un objeto pensante, con carácter y fuerte mentalmente. Sin historias falsas de relaciones mágicas que transforman vidas, sin idealizaciones, sin endiosar a ninguno. Entendiendo que cada uno es persona mortal pero que cada uno posee cualidades que los hacen únicos.
Daddy toma forma humana y con el foco de luz, alcanza su mano y le enseña a saltar entre avismos, a soportar piedrecillas y a dejarse llevar por sus sentidos. La invita a cerrar sus ojos, desnudar su alma, confiar por una vez y dejarse tocar, entera. Sin prejuicios, sin contemplaciones, sin miedos, libre. Allí en medio del bosque, en la oscuridad, le pide le complazca, le explica el por qué y para qué de cada paso y el objetivo del mismo. Transparentemente. Dispuesto a responder cada inquietud porque la desea toda, sumisa o esclava sadomasoquista. Pero segura, imponente, fuerte.
Aquella niña que vestía con trapos del cuello hasta los pies, cubriendo cada partecilla de su cuerpo, era ahora una hembra imperfecta sin temor a presentarse desnuda ante el mundo, o a dar rienda suelta a sus fantasías sádicas, humillantes masoquistas vouyeristas frente a las féminas y exhibicionistas.
De la mano con su Daddy, amada, fuerte, segura, protegida, anhela más, desea más, ruega por más...