En muchas páginas, foros, blogs de temática spankos, es
norma hablar de los distintos instrumentos, que usamos en el juego, la variedad
y la imaginación hacen una gran oferta al respecto.
Los instrumentos, son fundamentales en el juego, son parte
de liturgia del juego, contribuyen a la variedad ,aumenta el morbo, pueden ser
disuasorios excitantes, producen muy distintas sensaciones, no es lo mismo el
cuero que la madera, incluso siendo del mismo material, sus efectos pueden ser
muy variables, tienen sonidos característicos, algunos son más adecuados para
usar según se desarrolle el juego, creo que en esto estaremos todos de acuerdo
y cada cual tendrá sus preferencias y sus odios a uno u otro instrumento, son
una parte más del juego.
Ahora bien, existe uno, que es especial, para empezar porque
va con nosotros allá donde vayamos, es el más directo y también el más personas, en el permite un contacto físico más
cercano, no alterado por otras materias, se adapta a cualquier situación
incluso lugar, incluso su sonido tiene un toque especial de morbo, permite
mucho la espontaneidad, no requiere de grandes preparativos, ni de búsquedas en
armarios o bolsas, lo que lo convierte en instantáneo cuando hay que
utilizarlo, puede ser muy suave incluso dulce y si es necesario volverse duro y
es el único de devuelve parte de las sensaciones de la piel spankee a la piel
spanker, supongo que imagináis que hablo de la mano, la mano del spanker es el
único instrumento, que siempre esta cuando se necesita. Una spankee siempre me
amenazaba, con extraviarme en pequeño pero eficaz cepillo de madera, que odiaba
y yo le respondía que me daba igual, “me basta la mano para que recuerdes las
cosas”……., aún conservo el cepillo.
El Muro