Aunque la castidad es tanto masculina como femenina. En la Edad Media los cinturones de castidad femeninos eran un cinturón o braga de hierro, cerrable con llave, que supuestamente se obligaría a usar a algunas mujeres para evitar las infidelidades o deslices sexuales, y el objeto ganó popularidad en Inglaterra en el siglo XIX.
Esta es la opinión más habitual, aunque equivocada. El cinturón de castidad no podían usarse más que durante unas horas, a lo más un par de días. De otra forma, la mujer que lo llevase hubiera muerto víctima de infecciones, abrasiones y laceraciones provocadas por el contacto con el metal.
En realidad, el cinturón de castidad era utilizado por las mujeres como defensa contra la violación, en época de acuartelamiento de soldados, durante viajes y en estancias nocturnas en posadas. Su uso era mas frecuente en enfermeras y religiosas que atendían heridos en los frentes de batalla para evitar las violaciones.
De cualquier modo, el cinturón de castidad femenino es en realidad una invención muy posterior a la Edad Media, como mínimo del Renacimiento. En la actualidad siguen existiendo en forma de juguetes eróticos y ahora existen, además, cinturones de castidad masculinos que impiden a los hombres tener erecciones.
Ventajas de la castidad masculina
Mantiene la excitación del hombre y lo hace más ansioso por servir a su Amo/a.
No se trata únicamente de evitar la eyaculación, sino de la la combinación de la estimulación del deseo y la negación de su culminación por medio del orgasmo. Es de sobra conocido que la devoción y dedicación de los hombres disminuye después de haber eyaculado, tanto en una relación de pareja corriente como en una de dominación. Por tanto un sumiso que eyacule frecuentemente se convierte en un servidor descuidado y poco atento.
Sin embargo, un sumiso al que se mantiene excitado y se le prohíbe el orgasmo, estará mucho más deseoso de servir a su Amo/a. casi todo el mundo coincide en que la excitación incrementa el fervor del esclavo por servir y, lo que es clave, la devoción por hacerlo de la forma en que más pueda complacer a su dueño/a.
Resumiendo: la adoración del esclavo por su Amo/a se intensifica a causa de la excitación/abstinencia. Por lo que la castidad, se convierte en una herramienta básica a la hora de dominación.
Dominación femenina
¿Porqué las Amas son tan fans de poner cinturones de castidad a sus sumisos?
La mayoría de las mujeres alcanzan mayoritariamente el orgasmo mediante la excitación del clítoris, por ese motivo poner un cinturón de castidad a un sumiso no les supone ningún problema para su sexualidad. El esclavo tiene manos, labios y lengua para complacer a su Ama, siempre que ella quiera, por lo que el pene del sumiso pierde importancia relativa para la sexualidad femenina.
Y puesto que el Ama no necesita necesariamente del pene del sumiso, un cinturón de castidad no es obstáculo para que Ama obtenga placer. Además la dominación femenina implica que la sexualidad del sumiso tiene como objetivo fundamental el placer de su Ama, así que le toca joderse.
Por ejemplo muchas Amas adiestran a sus sumisos para que perfeccionen su capacidad de complacerlas oralmente o de otras maneras, dejando un poco de lado la penetración, porque no supone un componente esencial.
Otro motivo es que el negarle al sumiso el acceso a la vagina de su Ama, así como el poder eyacular, demuestra el poder del Ama sobre el sumiso. Lo mismo ocurre en las relaciones BDSM gays cuando un Amo controla las eyaculaciones de su esclavo.
Por eso el control de la eyaculación resulta una prueba palpable que pone de manifiesto el poder del Dominante sobre el sumiso. Y más en el caso de los hombres, que tienen una gran fijación por su pene y su eyaculación.
La eyaculación del sumisoLa eyaculación del sumiso se suele producir mediante la masturbación, normalmente realizada por él mismo, aunque hay algunos/as dominantes a los que les gusta “ordeñar” a su sumiso personalmente, quizá porque les parece que es una buena manera de demostrar su dominio. De todas formas, hay una práctica casi generalizada entre las parejas de Dominante/sumiso: el sumiso tiene absolutamente prohibida la masturbación sin permiso explícito de su Dominante.Además, es frecuente que los Dominantes obliguen al sumiso a eyacular de una forma que le resulte humillante y ponga de manifiesto su posición subordinada, lo que, además, puede resultar divertido para su dueño/a.
Como hacer que al sumiso le resulte humillante la eyaculaciónEl sumiso debe masturbarse delante de su Ama/o y no estando sólo.Obligarle a hacerlo en una postura humillante (por ejemplo en el suelo a cuatro patas), o con determinada vestimenta.Obligarle a masturbarse mientras el Dominante se dedica a cualquier otra cosa, sin prestarle mucha atención.Hacerle eyacular en sus propias manos y obligarle a mantener el semen en sus manos un rato, antes de obligarle a tragarlo. Obligarle a esperar tiene dos objetivos: el primero, que se enfríe el semen para que sea más desagradable comérselo; y el segundo, que el sumiso pase un tiempo quieto y concentrado en lo que sabe que va a tener que hacer poco después.porPlaneta BDSM
La negociación es el proceso de planear una escena SM
o, en algunos casos, una relación entera. En este apartado nos centraremos en
crear un espacio sano y salvo en donde vuestra imaginación pueda volar durante
unas horas. Las relaciones y los contratos SM se discuten en todos los
apartados de este libro.
Hay un montón de detalles que discutir: cuándo y dónde
tendrá lugar la escena, que roles se adoptarán, que límites (por ejemplo que
actividades concretas se practicarán o no se practicarán), que palabra de
seguridad se empleará (una contraseña que se utilice para acabar con lo que
está sucediendo), si habrá o no sexo genital, qué tipo de control de natalidad
emplear, quien aportará los instrumentos para un sexo seguro, si pasareis o no
la noche juntos después, quien se encargará de la limpieza, quien será
responsable de la cuenta de la cena, de los taxis, de la habitación de hotel o
de cualquier otro gasto.
Ciertas negociaciones pueden llevar días, semanas o
incluso meses, y no es necesario que tengan lugar cara a cara. A algunas
personas les parece más excitante o conveniente establecer los acuerdos por
correspondencia, enviando a su pareja un cuestionario que deberá rellenar, o
concertando una entrevista telefónica. Si uno de vosotros mantiene una relación
con alguien que no intervendrá en la escena, normalmente es buena idea incluir
a esa persona en las negociaciones, para asegurarse de que cuando el juego haya
concluido y ambos sigais vuestros caminos por separado no será un infierno.
La negociacion también puede ser rápida, según el
entorno en el que os encontreis y lo bien que conozcais a la otra persona o lo
bien que sintoniceis ambos. Por ejemplo, si estais en una fiesta SM y quereis
besar los tacones altos de una apabullante dominatrix a quien habeis visto
muchas veces hincar los zapatos en la cara de los chicos malos, tardarás menos
en negociar esa escena que lo que me cuesta a mí escribirlo.
La negociación no se acaba una vez empieza la escena.
Obtener el consentimiento es una tarea constante a lo largo de toda la escena.
Ambos podeis acordar incluir una actividad de la que no habiais hablado de
antemano. A veces se cambia de opinión. Si una escena marcha realmente bien y
existe una buena armonía, tal vez un sumiso esté ansioso por probar cosas
nuevas que antes no le resultaban atractivas. O una escena puede descubrir
viejos sentimientos de tristeza, rabia o terror que son necesarios tratar.
Dentro de la escena, el lenguaje corporal puede ser un
modo eficaz de comunicarse, siempre que vuestra pareja sea lo bastante hábil
para interpretarlo. Un dominante listo dará al sumiso ciertas ayudas. «¿De
veras te gusta esto o no? Bueno, si te gusta, es mejor que levantes ese culo en
el aire. Quiero ver como se levanta de la cama y lo pide. No esperes que yo
haga todo el trabajo. Si quieres que te de lo que necesitas, pon el culo en
pompa.»
Un sumiso astuto dará con el modo de transmitir
reacciones negativas o nuevas necesidades a su dominante sin quebrantar el rol.
(…) “Suplico el permiso del amo para hablar, senor. Si permitís a vuestra
indigna esclava serviros recibiendo diez minutos más de ese tortuoso gato de
nueve colas, os estaría eternamente agradecida, señor”. Si no puedes soportar
esto y sientes que tu rol no te permite hablar con franqueza a tu pareja,
utiliza contraseñas, tómate un respiro y dile como te sientes. No lo dejes
pasar. Un buen dominante quiere un cuadro completo de la reacción física y
psicológica del sumiso.
Se denomina figging a un juego erotico o sexual,que
consiste en jugar con un tallo de raiz de jengibre, preparado para la zona
genital.
Ya se sabe que el jengibre es estimulante y
afrodisíaco, pero también hay gente que lo usa como juguete sexual. Aunque
todavía hay controversia en cuanto a sus orígenes y razones de ser, algunas
fuentes la situan en la Época Victoriana (S. XIX) cuando se utilizaría en
algunos correcionales durante los azotes en las nalgas. Poniendo jengibre en el
ano de la víctima se conseguía que no tensara los glúteos, y de esta forma los
azotes eran más dolorosos :) A partir de ahí deriva en una práctica sexual
consentida.
El Figging se usa como una forma de humillación y
castigo, pero en dosis pequeñas puede servir para intensificar o retrasar los
orgasmos.
Preparación:
No es fácil encontrar raiz de jengibre fresca, su
forma se parece a la de una mano con varios dedos. Por desgracia, muchos
supermercados precortan dichos dedos para empaquetarlos según les conviene.
Intenta evitar el uso de estos dedos precortados. Si no encuentras raiz de
jengibre fresca en supermercados, siempre puedes echar un vistazo en alguna tienda
oriental de comestibles. Si consigues una, guarda la mano entera en un lugar
fresco y seco hasta que estés listo para usarlo. Tampoco dejes pasar mucho
tiempo o se envejece.
Hay Dominantes que prefieren prepararlo ellos, y hay
otoros que prefieren ver como el sumiso lo prepara. En cualquier caso, en el
momento de usar el jengibre, cortas uno de los dedos y lo pelas con un cuchillo
pelador de vegetales, sin que quede nada de piel. Desde el momento en que
empezamos a pelarlo comienza a oxidarse e ir perdiendo propiedades. Asegúrate
de que no queda piel, y también de que has alisado todas las protuberancias.
El jengibre es fibroso, y puede necesitar cierto
tiempo para prepararlo, también tiene un aroma particular, que en sí mismo
puede ser un factor de anticipación, por lo que no te apresures y disfruta de
la preparación del mismo.
Un truco consiste en rebajarlo un poco hacia el final
del dedo, para que el esfinter se cierre ahí y lo retenga, a modo de buttplug.
Ten cuidado con esto pues también debilitas el dedo al hacerlo más delgado.
Una vez que haya completado este paso con cuidado,
enjuaga el dedo en abundante agua fría. Asegúrate de que la punta del dedo es
suficientemente redondeada.
Lo más común es usarlo en el ano. El tiempo en que
tarda en hacer efecto variará según la persona, e incluso la sensación que
produce, que para algunos puede ser un leve picor, mientras para otros puede
ser un ardor muy intenso. En lo que coincide mucha gente es en que produce una
gran excitación y provoca deseo de ser penetrado.
Ahora que ya estás listo para empezar a jugar: no
utilices lubricante con un dedo de jengibre. El lubricante actúa como un
sellador y evita que el jengibre libere su jugo. En lugar de lubricante puedes
usar agua fría para mantener el dedo húmedo.
Inserta lentamente el dedo de jengibre en el ano del
pasivo. No te apresures. Tómate tu tiempo. El jengibre mojado es resbaladizo y
debería deslizarse con cuidado. Cuando por fin se abre el ano y entra el
jengibre, deslízalo hasta el anillo y deja que el pasivo cierre el culo
alrededor. Lo bueno del jengibre es que necesita un poco de tiempo para
producir sus efectos. Una vez que empieza, se desarrolla de manera constante.
Mientras que estás esperando que empiece
la diversión, ves a lavarte las manos. Mucho cuidado con tocarte los ojos, o
los ojos de la otra persona, por accidente teniendo las manos manchadas de
jengibre!
Ahora siéntate, ponte cómodo y disfruta del trabajo.
O, como lo hicieron los victorianos, inicia la paliza. Dependiendo de la
fortaleza del pasivo, la potencia del jengibre y la actitud mental que proyecta
le dará una variedad de reacciones. Si bien algunos pasivos afirman sentirse
decepcionados, la gran mayoría coincide en que los efectos son más de lo que se
imaginaban.
Para aumentar el efecto, júntale las nalgas del
pasivo y mantenerlas juntas durante un
minuto o dos. Esto provoca un gran aumento en la sensación de ardor y si se
hace de vez en cuando, lo mantiene alerta. También puedes ordenarle que las
apriete él. Los efectos del jengibre durarán aproximadamente veinte minutos más
o menos – después de lo cual, los efectos disminuyen rápidamente.
Lo bueno de jengibre es que no importa cuán intenso es
el efecto sobre el pasivo, ya que no le hará daño a él/ella y, además, es de
corta duración. Una vez que cesa la sensación, retira el jengibre. El jengibre
natural tiene una propiedad que le sitúa muy por encima de cualquier sucedáneo
de jengibre.
Por eso se dice, que el jugo de la raíz tiene la
capacidad de causar increíbles deseos sexuales. Algun@s subs han empezado a
llorar, rogando para que algo se insertara en su ano y tener un orgasmo. La
reacción del jugo de jengibre es diez
veces si entra en contacto con el
clítoris. Corta un trozo pequeño de jengibre y asegúrate de que tiene un lado
plano. Coloca este lado directamente sobre el clítoris y mantenlo en esa
posición.
Precauciones: algunas personas pueden ser alérgicas al
jengibre, en cuyo caso es evidente que no pueden jugar a esto. Aségurate
de no ser uno de los pocos alérgicos.
Disfruta de la experiencia, jugando seguro y sensato.
por PlanetaBDSM