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Adrenaline's Blog



¿Qué es un collar?, ¿Cuál es su sentido? Me he hecho estas preguntas a menudo; intentaré responderlas aquí.

 

Los collares pueden tener multitud de formas: cualquier banda que se ajuste al cuello es un collar. Los collares clásicos están hechos de cuero o metal, y tienen anillo(s) que penden de ellos. También hay collares hechos específicamente para ser exhibidos: estos poseen normalmente un diseño más elaborado y no están pensados para ser usados en una sesión real (aunque algunos puedan serlo.

 

Como quiera que llevar un collar clásico sería excesivamente engorroso en la vida cotidiana, algunas / os sumisas/os llevan colgantes de distintos tipos: un collar de perlas, una banda, una gargantilla, o cualquier cadena que se ajuste al cuello. También haysumisas/os que llevan una cadena en el tobillo como collar simbólico, y también algún tatuaje. Como se puede ver, la elección es muy variada, limitada solo por vuestra imaginación y lo que tú y tu dominante consideréis apropiado.

 

Personalmente, considero el collar como un honor tanto para el/la sumiso/a como para su dominante. Es un honor para el/la sumiso/a que su dominante le permita llevar su collar, y para el/la dominante, que el/la sumiso/a acepte llevarlo. El collar es propiedad del dominante que lo coloca y si, por alguna razón, es retirado, debería ser devuelto al/la dominante, aunque esto no deja de ser una cuestión de elección personal.

 

Las razones por la que se lleva puesto un collar son muy diversas: para mostrar tu condición de sumiso/a, para demostrar que eres poseida/o, para recordarle al sumiso/a su estatus, y para mostrar de forma visible el compromiso entre el/la dominante y el/la sumiso/a. Llevar tu collar puesto, no importa que forma tenga, debe tomarse con seriedad y orgullo. Mientras lleves el collar de tu dominante, tu conducta dirá tanto de el/ella como de ti mismo/a. El collar de alguna manera dice quien es tu dominante, y puede ser algo tan simple como su primera inicial o su símbolo personal.

 

Un/a sumiso/a con collar es normalmente intocable a menos que su dominante de permiso expreso. He presenciado reuniones de dominantes en las que el sumiso/a del grupo podía ser castigado por cualquiera de los dominantes, si su dominante no estaba presente cuando el/la sumiso/a cometió la infracción. Supongo que debe haber también grupos en los que el sumiso/a puede ser usado/a sexualmente por cualquier dominante, aunque personalmente no he conocido ningún grupo así. La mayoría de las relaciones con las que me he encontrado son relaciones de pareja entre un/a dominante y su sumisa/o, en las que el/la sumiso/a con collar es intocable por los demás sin el consentimiento del/la dominante.

 

La mayoría de las parejas establecen un contrato entre las partes en el que se detallan las responsabilidades de cada una, antes proceder a colocar el collar. Estos contratos pueden ser tan extensos o tan breves como la pareja lo desee. El desarrollo del acto en sí de la colocación del collar es una elección personal. Puede ser una ceremonia pomposa y solemne, similar a una boda con invitados y demás, o solo estar presentes los miembros de la pareja a solas, diciéndose las palabras que para ellos son significativas de su compromiso. La ceremonia es un acto personal que debe reflejar el vínculo que el collar simboliza.

 

Con la llegada de Internet, mucha gente esta entrando en contacto con este estilo de vida a través de este medio. Desgraciadamente, mucha de la información disponible en la red no es exactamente muy precisa. Para algunos el collar no es mas que una joya, sin mayor significado o importancia, y fácilmente retirable. Pero para la mayoría de nosotros el collar es un símbolo importante en nuestro estilo de vida. Algunas personas comparan el collar con un anillo de bodas, como símbolo del compromiso que los miembros de la pareja tienen el uno con el otro. Aceptar un collar no debería por tanto hacerse sin pensarlo, a la ligera. Antes de colocar el collar las partes debe discutirse ampliamente cómo entienden cada una de ellas la relación. Estas discusiones (normalmente denominadas “negociaciones”) deben incluir lo que el collar significa para cada una de las partes, qué faltas podrían dar lugar a que el collar fuese retirado, y cómo se va a llevar a cabo la ceremonia de aceptación del collar. Algunas personas opinan que el/la dominante debe ser siempre quien ofrezca su collar, para otras en cambio el/la sumiso/a puede suplicar que le sea concedido el honor de llevarlo. A lo largo de las discusiones / negociaciones con un posible dominante/sumiso/a, deberá también quedar claro cual será la mejor manera de abordar el tema de la colocación del collar. Por ejemplo, para aquellos que prefieren una entrega del control más completa, como en las relaciones Amo/a/esclava/o, el esclavo/a suplicará poder llevar el collar. De nuevo, y como en tantos otros casos, se trata de una cuestión personal que debe ajustarse siempre a lo que más convenga a vuestra relación.

Author:Raven Shadowborne ©

 



Palabras de Seguridad

 

A continuación se detallan algunas de las preguntas más frecuentes que me han hecho sobre el uso de palabras de seguridad. Vaya por delante que no todo el mundo usa palabras de seguridad. Como en muchos otros aspectos del BDSM, es una cuestión de elección personal. En cualquier caso, el tema de las palabras de seguridad debe discutirse ANTES de la primera sesión. Además, conviene tener en cuenta que la mejor palabra de seguridad es siempre el instinto: si algo te dice o te hace pensar que hay gato encerrado, no sigas adelante, con o sin sin palabra de seguridad. Las palabras de seguridad también cambian con el paso del tiempo, a medida que se consolida la relación. Deben discutirse con cierta frecuencia y, en su caso, revisarse para adecuarse a las nuevas necesidades de la pareja.


 

P: ¿Qué es una palabra de seguridad?

 

R: Es una palabra o serie de palabras decididas entre el/la dominante y el/la sumiso/a para ser utilizadas, en caso de necesidad durante una sesión, por cualquiera de las partes para finalizarla. La fórmula que más he visto es: rojo (parar), amarillo (frena, precaución), verde (adelante). Tan simple como un semáforo.

 

P: ¿Cómo escojo las palabras de seguridad?

 

R: La palabra que escojas debería indicar claramente al/la dominante que algo no va bien en la sesión. Por ello, probablemente, la palabra “NO” no sea una buena elección. Llevadas por la excitación del momento, algunas personas puede decir que no cuando en relidad quieren decir que si. La elección de la palabra es una cuestión a tratar siempre entre las dos partes de la relación. Basta con asegurarse de que sea una palabra fácil de recordar y que no sea de uso corriente durante las sesiones, para que funcione.

 

P: ¿Qué pasa si estoy amordazado/a y no puedo hablar?

 

R: En esos casos es buena idea tener también establecida lo que se llama una "acción de seguridad". Si el sumiso/a va a estar amordazado/a, debe definirse un gesto o una acción que pueda usarse como señal para parar la sesión. Las acciones más corrientes que conozco consisten en que el/la sumiso/a tenga algún objeto en la mano para que lo deje caer si desea parar; unas llaves, una campanilla, una pelota o cualquier otra cosa que haga ruido y que atraiga la atención del/la dominante.

 

P: ¿Cúal es el mejor momento para fijar las palabras de seguridad?

 

R: Preferiblemente antes de que se produzca la primera sesión, durante el proceso de negociación que debe darse entre las partes que desean entablar unarelación de D/s.

 

P: ¿Es cierto que una palabra de seguridad supone una limitación o pérdida del control por parte del/la dominante?

 

R: Si y no, depende del punto de vista. En mi opinión, el/la dominante es quien posee el control de la sesión, quien decide lo que sucede en ella y la dirección que va tomando la sesión. Una palabra de seguridad es simplemente una forma de expresar que se ha alcanzado un límíte o que algo va francamente mal. Muchas de las actividades y prácticas que se llevan a cabo en una relación de D/s conllevan una serie de riesgos y nadie es perfecto, de manera que la posibilidad de que se inflinja daño físico es real. Las palabras de seguridad son una buena manera de prevenir ese riesgo. (En la valoración de una relación como "segura y mutuamente consentida", la existencia de palabras de seguridad es uno de los elementos importantes).

 

P: ¿Qué ocurre si dejo de utilizar palabras de seguridad en mi relación?

 

R: Normalmente, en una relación de D/s duradera, el uso de palabras de seguridad suele desaparecer poco a poco con el tiempo, porque la persona dominante conoce tan bien a la otra persona, que sabe cúales son sus límites y qué ritmo debe imprimir a las sesiones para no ir demasiado deprisa. Igualmente, una multitud de pequeños detalles permiten saber lo que pasa en todo momento entre ambos, haciendo que se sientan tan cómodos que ya no sea necesario utilizar la palabra de seguridad. Si es éste tu caso, ¡enhorabuena! Tienes suerte de tener una relación que funcione así de bien.

 

P: ¿Cuándo debo usar la palabra de seguridad?

 

R: Esos detalles deberías hablarlos y discutirlos con tu pareja durante el proceso de negociación previo a la relación. Las palabras de seguridad se usan con más frecuencia en aquellos momentos en los que se está alcanzado el límite, bien síquico o físico, y no aguantas más.

 

También hay personas que usan la palabra de seguridad en otras situaciones. Hay quien la usa como una especie de “tiempo muerto” en la sesión. Por ejemplo, una sumisa con la que conversé una vez y que estaba iniciándose en la D/s, me comentó que su dominante quería que ella usase su palabra de seguridad en cualquier situación en la que se encontrase verdaderamente incómoda, como un tiempo muerto para discutir la situación entre los dos, aunque él tuviese la última palabra. El mejor ejemplo que me dió estaba relacionado con un castigo que tuvo que sufrir una vez. Ella, sinceramente, no entendía cúal había sido su falta, así que invocó la palabra de seguridad para discutirlo con su dominante. Este uso de la palabra de seguridad me parece extremadamente beneficioso, tanto para la evolución y aprendizaje del/la sumiso/a, como para incrementar la confianza mutua entre las partes.

 

P: ¿Puede un/a dominante ignorar una palabra de seguridad en alguna ocasión?

 

R: La respuesta a esta pregunta es sencilla y rotunda: NO. La palabra de seguridad tiene su razón de ser. Si es usada, lo será con motivo y no debe ser ignorada.

 

P: ¿Qué ocurre si tengo la sensación de que mi sumisa/o está abusando de la palabra de seguridad?

 

R: Si crees que tu sumisa/o está usando la palabra de seguridad de forma abusiva, deberias sentarte con el/ella y hablar del tema juntos. Puede que algo le esté molestando seriamente, haciéndole/la sentirse incomodo/a o inseguro/a.

 

P: ¿Podría un/a dominante castigar alguna vez a su sumiso/a por usar la palabra de seguridad?

 

R: La respuesta lógica a esta pregunta es NO. Castigar a un sumiso/a por haber usado la palabra de seguridad honestamente, de acuerdo con las condiciones establecidas para su uso, es algo que merma la confianza. El/la sumiso/a confia en que el/la dominante respetará lo pactado. Castigarle/a por usarla le hará sentir que la palabra de seguridad carece de sentido. Por lo tanto, generará desconfianza y sensación de inseguridad, perjudicando la relación. Sin embargo, si se ha usado la palabra de seguridad sin motivo, podría aplicarse un castigo. Pero, por supuesto, eso depende de cada relación.

 

P: Me siento culpable cuando uso la palabra de seguridad ¿he decepcionado a mi dominante?

 

R: La respuesta a esta pregunta es NO. No has decepcionado a tu dominante, aunque sentirse ligeramente culpable es una reacción perfectamente normal. Un/a sumiso/a intenta honesta y duramente satisfacer y dar placer a sudominante, de todas las maneras en las que se le pide que lo haga. Muchos consideran que parar así una sesión va a disgustar al/la dominante. Cuando se pronuncia la palabra de seguridad, el/la dominante debe actuar en consecuencia e interrumpir la sesión, para apoyar y cuidar al/la sumiso/a, haciéndole saber que no ha ocurrido nada malo.

 

P: Mi dominante y yo hemos decidido conscientemente eliminar la palabra de seguridad, ¿es normal?

 

R: No seré yo quien diga lo que es normal o deja de serlo, pero conozco casos como ese. Mucha gente se refiere a esta situación con la expresión “quebrantar a una/un sumisa/o”, otros lo denominan “explorar los límites”. En la mayoría de los casos de los que he tenido conocimiento, el/la sumiso/a era novato/a y no conocía sus propios límites. Este tipo de sesión se realiza para ayudar a que la/el sumisa/o encuentre sus límites. También he oido que, a veces, este tipo de sesiones se realizan adrede para que el/la dominante consiga que la/el sumisa/o pronuncie la palabra de seguridad. En estos casos, la intención del/la dominante puede ser muy variada. Puede que el/ella esté comprobando si el/la sumisa/o usará la palabra, quizás con la intención de comprobar si se han ampliado los límites del/la sumiso/a. Otras personas hacen esto, con consentimiento previo, buscando una sesión más fuerte. Como puedes ver, como casi siempre en el D/s, no hay respuestas del tipo "correcto/incorrecto" a esta pregunta. Es una decisión personal, y cada relación es diferente.

 

Recuerda que el propósito de la palabra de seguridad es crear más confianza entre las partes que componen la relación. Ninguna relación de D/s funciona sin que exista una confianza mutua. No abuses de la palabra de seguridad, porque eso destruirá la confianza en la relación. El/la dominante confia en que no abusaras de esa palabra, y el/la sumiso/a confia en que el/la dominante la respetará. Asi que úsala con sabiduría y mantendrás viva la confianza. En algunas relaciones no se usan palabras de seguridad. Eso no significa necesariamente que sea una relación insegura. Las palabras de seguridad tampoco te dan una garantía absoluta y nunca pueden sustituir a la comunicación entre las partes.

 

Un/a sumiso/a debe poder comunicarse con su dominante durante la sesión para expresarle que algo está fallando. Por ejemplo, que unas esposas están demasiado apretadas o cosas así. Este tipo de comunicación ayuda a prevenir que una sesión acabe antes de lo que verdaderamente les hubiese gustado a las dos partes.

 

La palabra de seguridad es, asimismo, una forma de comunicarle a tu dominante dónde están tus límites. Mediante su uso en cualquiera de sus sentidos, el/la dominante también puede comunicarte lo mismo, sus límites. No usar la palabra de seguridad cuando realmente es necesario hacerlo rompe la comunicación. Usarla cuando no es necesario, también perjudica la comunicación y la confianza.

Author:Raven Shadowborne