Esclava de mis pensamientos lujuriosos, lluviosa de deseo desperté ansiosa y expectante al nuevo día...
Era un día soleado, caluroso. Decidida a salir a la calle sin sostén, me puse una blusa con escote pronunciado, al mirarme al espejo, mi blusa tomaba la forma de mis senos y al caminar, tambaleaban de lado a lado, libres. ¡¡¡Nooo!!!, demasiado para mi psiquis, no podría soportar la humillación.
Así que busque el sostén más voluptuoso para resaltar mi escote, me vestí con la blusa y un jean rojo ajustado a la cintura, sin bragas. El día era muy caluroso, desee tener falda en ese momento para sentir la frescura del aire ventilando mi vagina pero no me es posible estando en la ciudad.
Salí con la misma expectativa del día anterior. Al dar algunos pasos, el roce de las costuras del jean comenzaban a hacer lo suyo. Sólo a unas cuadras de mi casa, ya empezaba a mojar mi intimidad. Llegue al taller donde repararian mi bicicleta. Toque al timbre y me abrio aquel hombre de apariencia descuidada, barba blanca, pelo corto y de aproximadamente unos 60 años de edad. Me fijé en que mi escote no pasó desapercibido ya que fue lo primero que observó de mi, aquel hombre. Conversamos poco y me dijo que aún faltaba incorporar el porta caramañola, así que se agacho casi a la altura de mi pelvis y me pidió sostuviera la bici. Me puse algo nerviosa al intuir que podía oler mis jugos, mi humedad, mi excitación, mis feromonas... esas anhelantes de carne fresca, de ser poseída... pero sólo respondió, alzando su mirada y sonriendo...
Le agradecí con sonrisa tímida y me sugirio probar la bici antes de irme para comprobar que su trabajo estaba bien hecho. No había considerado subirme y no era mi plan hacerlo, pues ésta acción podría causarme mayor humedad. Sin embargo, lo hice.
Monte mi bici como si fuera una verga, rozando la silla con expresión de placer, y el culo abierto, expuesto (también ansioso de ser follado). Me perdí un segundo en éstos pensamientos y volví a la realidad. Comencé a pedalear y recorrer las calles, sentía las miradas en mi culo, que al no llevar bragas, se hundía la costura del jean en medio del ano.
Llegando a casa, estaba completamente húmeda, humillada en mis propios jugos. Fui al baño, baje mi jean mojado, lo oli un poco, oli mi placer, un olor suave, atrapante y orine. Seque mi humedad, respire y mire mi celular. Era un mensaje tuyo, un mensaje guía para contenerme y magnificar mi placer. Me indicabas que podía pellizcar mis pezones y labios mayores de la vulva para tranquilizar mis deseos de tocarme y contenerme hasta la noche, cuando estuviera sola, desnuda. Fueron excitantes tus palabras y al mismo tiempo, una tortura, cada día quería más de ti.
Terminé de sacarme la ropa y me duche con agua tibia para tranquilizar mi mente pervertida. El jabón resbalaba con suavidad en mi piel y al llegar mis dedos a mi vulva y entrada de mi vagina la sentí húmeda y caliente. No fue suficiente haberla secado o lavado, parece que cobraba vida propia y quería más. No logré secarla completamente. Así que me entregué a su terquedad y la deje así. Al abrir mis piernas, noté que salían pequeñas burbujas en la entrada de mi vagina y hacian ruido, me hablaba. Pero recordé que debía contenerme, que debía aprender a aceptar ser el objeto de placer de su dueño. Respire. Suspire.
Me vestí entonces con un pantalón suelto para evitar rozar mi vagina y tranquilizarme un poco y como lo indicaste, me quedé sin sostén en casa para acostumbrarme a la sensación. Quizá de esa forma, mis pensamientos lujuriosos me dejarían en paz, al menos un rato. Pero no fue así. El pantalón suelto hizo que más aire entrara a mi vagina y que al abrir las piernas deseara ser chorreada de semen e intercambiar fluidos. Pero recordé, que debía contenerme lo más que pudiera pues entre más me contuviera, más puta, más zorra, más deseosa. Así que fui al baño, me seque, pellizque mis pezones y mis labios mayores para tranquilizarme. Subí mi pantalón. Respire.
Pero a los pocos minutos, de nuevo estaba húmeda y ya no podía aguantar hasta la hora de dormir o estar desnuda. De modo que me recoste boca abajo, deslice mi mano hacía mi vagina, húmeda, caliente y palpitante... leí tus palabras... "Despertar en la mañana, sentirse sucia , pero completa , sentir el cansancio de sus piernas , el temblor de ellas , como si el placer al cual fue sometida fue inmenso . Saber esta para complacer , su único objetivo es complacer . Salir con una falda , en la noche , una mano en los cachetes de su cola , una falda corta pero suelta , si el viento es memorable se puede ver parte de su sexo , su clítoris al presente , y solo seguir caminando , obligada a dar mamadas a su dueño en el parque , sabiendo otros estan pasando cerca pero no distinguen la forma de lo que sucede , ser tomada y usar sus agujeros luego , exibir su singular humedad , levantarse y seguir caminando , sentir como cae el chorro de semen por entre sus piernas al dar cada paso" e ida en el éxtasis... Me corrí en un orgasmo profundo e intenso....
Quisiera poder usar bragas de vez en cuando para no sentirme tan húmeda y puta todo el tiempo....
Soy una novata en esta página, pero no así en el mundo del spanking. Me gustaría darle un consejo a aquellas chicas que se inicien en este mundo. El spanking es sobre todo un juego de rol en el que se interpretan dos papeles mu definidos:
El spanker opersona que gusta de azotar
y el spankee o persona que disfruta siendo azotada
Para establecer esos roles hay que interactuar, conocer a tu interlocutor y establecer unos límites muy claros. No soporto en estos chats, foros, etc... a los que yo denomino "pajilleos aficionados" , gente que no respeta el rol, que lo único que quieren es fotos, videos, o skype instantaneos para menearsela...
No hay nada más excitante que establecer un vínculo a través de una historia, unos roles, y a partir de ahi el contacto cibernético e incluso físico surje por si solo...
La insinuación, la conversación son casi siempre mas excitantes y mas eroticas que mostrarlo todo abiertamente...
soy spankee desde hace muchos años y si un spanker me encandila me entrego totalmente...y es un placer que os recomiendo a todas...
Adivinen que? Sin intención de pseudónominarme
Tengo buenas noticias para Uds., yo me considero una de esas que creen que no existen yo soy una Mujer Alfa y Sumisa, y estoy extremadamente orgullosa de eso.
Ciertamente se pueden reír de todo esto, pero yo soy sumisa porque elegí serlo, no cometan el error de pensar que elegí ser sumisa por algún Dominante. Yo elijo libremente ceder el control al que sea mi Dom, pero aquel que yo elija, debe ser mas allá de cualquier cosa probar que merece mi sumisión, que merece mi respeto, y sobre todo que merece mi amor.
Ahora para esos que se sienten miedo o amenazados por la palabra Amor, tengo otra palabra para Uds., Maduren! Si piensan por un segundo, que una sumisa que elige libremente someterte a ti, a tu estructura, tu disciplina, a todo, y que no se enamorara de ti, debes pensar ciertamente que el Sol y el Universo gira alrededor de ti. Cualquier Dom que vale sabe sin ningún tipo de duda, que no importa si la sumisa eligió ser sumisa solo por el, si fue através de su naturaleza, igual esto es algo que inevitablemente pasara.
En mi caso, el Dom que elija sabrá que recibe el regalo de mi sumisión, mi mente, mi cuerpo, mis sentimientos y emociones son una parte muy difícil de dar para mi, pero para El, trataría lo mas que pueda, y daría esto de manera libre.
Yo no me someto a un Dom solo por lo que es. Un Dom para mi, tiene que ser un tipo especial de Dominante.
Y como una Sumisa Alfa, yo mantendré un estándar alto en cuanto a mis expectativas hacia El, mas alto que cualquier otra sumisa lo haría, si yo voy a entregar mi todo, también espero que El me de su todo.
Una comunicación honesta, es lo que espero. Algunas cosas que mi Dom diga me lastimaran, algunas cosas de las que yo diga lo lastimaran a El, Y si lo digo de una manera honesta, sin ningún tipo de mala intención o a propósito, esto adiciona fuerza y seguridad a la relación, solo porque algo es difícil de decir, no espero que El se salga por miedo a una conversación difícil.
No acepto, por un segundo que una relación D/s o una relación A/s no sea equitativa para las personas que están envueltas en ella, Porque si es una buena relación el Dom complementara a la sumisa y viceversa. Y de verdad, si somos honestos, el Dom no es Dominante sin la sumisa, y la sub no será definitivamente una sumisa sin su Dom.
Tanto el Dominante como la sumisa se complementen uno al otro.
Ahora las cosas se ponen interesantes cuanto una Mujer Alfa y Sumisa es adicionada a la ecuación.
Una Mujer Alfa es una mujer segura de si misma, Fuera de su relación D/s es fuerte, ella espera respeto, espera que las cosas se hagan de cierta manera, ella sabe que algunos hombres se sientan intimidados con ella, sabe como manejar a los grupos, sabe como ser el centro de atención, Esta mujer se siente cómoda siendo el líder de organización y no tiene problemas en guiar a su equipo o personas que sienta digno de su protección. La Mujer Alfa y Sumisa esta cerca de ser perfeccionista en todo lo que hace, y espera que otros sigan su ejemplo, cuando da lo hace de manera libre, pero no espera ser apuñalada por la espalda con algo que ella accedió a dar libremente.
Cuando una Sumisa Alfa contacta su Dom lo hace por una variedad de razones, la mayoría de las veces cuando ella lo hace es porque necesita algo. Aunque ella pueda hacerlo por si misma, no le gusta admitir que necesita de El, porque no es fácil para ella mostrar sus emociones, si se siente amenazada, se esconderá en si misma, que su Dom prácticamente no podrá entrar hasta que ella se sienta lo suficientemente cómoda de dejarlo y de trabajar juntos para arreglar su mundo.
Las necesidades de una Sumisa Alfa son complicadas, sin embargo la recompensa para su Dom es mas dulce ya que el hecho de que la ha elegido a ella, que al final de cuentas no es mujer que se satisface de una manera fácil.
La Sumisa Alfa, cuando encuentra y desarrolla la confianza hacia su Dom, peleara con cualquiera que lo amenace. Cuando lo consigue, el se convierte el aspecto mas importante en su vida, ella dependerá de el, ella se abrirá a el y hará cualquier cosa que el desee para ella, Pero quita su confianza en la relación, o quita su necesidad de una comunicación abierta y comenzara a cuestionarse a si misma y su valor.
Doms, si Uds. creen haber encontrado a una Sumisa Alfa, quédense ahí. Ella quiere complacerte, ella quiere someterse a ti. Ella necesita saber que mereces todo de ella, ella necesita saber que no dudaras de tu convicción de una relación D/s con ella. Será un esfuerzo para ambas partes, ella no necesitara o querrá a otro. Prepárate para ella, cuando ella quiera y así lo decida, te dará su todo.
Sumisas Alfas, - no dejen que ningún Dominante te diga jamás que no eres una sumisa real solo porque tienes fuertes convicciones, ideales y expectativas. La verdad es que, muchos de esos Dom no saben como manejarte, les asusta, le parecemos que somos mucho trabajo y esfuerzo.
''Los dominantes no se dan cuenta que cuando dedican tiempo y esfuerzo tendrán una fuerte sumisa, capaz de cualquier cosa, y que busca y deseara ser suya, probablemente de por vida''...
El inicio de nuestra relación fue, tal vez para muchos (que yo considero pseudos), "poco convencional", Octavio no me puso un dedo encima, no jugó spanking conmigo o vela o bondage durante casi todo el primer mes de nuestra relación, el mes siguiente empecé a sentirme más cómoda con él, pero siguió sin ver mi cuerpo desnudo pues el pacto era que tendríamos una relación de Dd/lg, yo tenía 7 años y él no me tocaría más allá que para castigar las travesuras, malacrianzas y desobediencias de una niña pequeña. Él respetó ese acuerdo hasta el día en que yo estuve totalmente segura de que estaba lista para pasar ese umbral. Para llegar a ese día pasaron casi 4 meses y, dar el paso hacia una relación D/s, en la que yo me acepté como sumisa "adulta", puedo decir que fue lo más difícil, pero también lo más excitante que he hecho durante este hermoso camino que ayer cumplió ya 1 año.
Pero, ¿Porqué les cuento esto? Bueno, para explicar el sentido del título de ésta entrada es necesario también que conozcan las más maravillosas características de lo que, a mi criterio, es un Dominante de verdad.
1. Un/a Dominante de verdad sabe que una sumisa/o es más que un juguete para su placer sexual o sádico; entiende que es más importante la seguridad y el placer de su sumisa/o pues solo a través del disfrute de ésta/e él/ella logrará el propio.
2. Un/a Dominante de verdad sabe ser paciente y controlar sus propios deseos y emociones, respeta los límites de la persona que jugará con el/ella y le guiará para que, por sí sola, los quebrante. (Finalmente ¿quién se está jugando el pellejo?; ¿Octavio que me azota o yo que recibo el azote?; ¿él puede salir gravemente lastimado si yo en medio de mi pánico hago algo peligroso? NO!, él no, pero yo sí.)
3. Un/a Dominante de verdad es honesto desde el principio con su sumisa/o en relación a los afectos que puedan desarrollarse durante la convivencia. No es lo mismo que el/la Dominante le diga a su sumisa/o que no se enamorará de ella/él porque tiene pareja, le ama y no terminará con esta persona por su sumisa/o a que le diga que no aceptará que la o el sumisa/o se enamore porque entonces dejaría de obedecerle o de ser una relación D/s; los afectos no son incompatibles con el BDSM, yo puedo ser novio/a, esposo/a, amigo/a de mi dominante o sumisa/o y sé que durante la hora de sesión el respeto y la obediencia estarán ahí para con lo establecido, pero fuera de ellos vuelvo a ser un ser humano que comparte su vida con ese otro.
4. Un/a dominante NO buscará sumisa/o de carácter sumiso, las personas que nos desarrollamos en el rol sumiso tenemos un carácter fuerte y decidido, sabemos quienes somos y qué queremos y ponemos límites tanto a nuestro Amo/a como a quienes se acercan a nosotros/as a intentar manipular nuestras relaciones.
5. Un/a dominante de verdad no se sentirá cohibido frente a un sumiso/a que no tiene miedo de decir lo que siente, piensa, quiere y necesita, al contrario, se esforzará por suplir esas necesidades sin dejarse manipular, y resalto el tema de la manipulación porque cuidado y más bien terminan siendo Dominantes violeta, esos que con el cuento de que la complazco o lo complazco para que no se aleje se dejan manipular y pierden el norte y la perspectiva de cuál es su trabajo: ser guías y enseñar.
6. Un/a Dominante real no utilizará el poder que cree tener para insultar el trabajo o la calidad humana del Dominante de un/a sumisa/o y mucho menos lo hará con el/ella o frente a el/ella (sumi), tampoco rebasará los límites que la/el sumisa/o ponga en su trato con otros dominantes, no hará comentarios obscenos, mandará fotografías gráficas de sus órganos genitales o incitará constantemente a ésta/e a tener relaciones íntimas, por respeto, primeramente a la o el sumisa/o y a su dominante. (Esto, a menos claro que sea un tema que no incomoda a alguna de las partes)
7. Un/a Dominante de verdad sabe que el título de Amo o Ama es algo que la sumisa o él sumiso le otorga, no lo obtiene por estar jugando con otra persona, lo obtiene una vez ésta lo verbaliza y lo acepta.
8. Un/a Dominante de verdad entiende que el BDSM es un estilo de vida, que es parte de su esencia y que así como no puede quitarse y ponerse su orientación sexual para ir a trabajar, por ejemplo, tampoco deja de ser Dominante cuándo se mueve en el mundo vainilla, por ende la relación con su sumisa/o no se desarrolla únicamente en el dormitorio, el calabozo, la mazmorra o donde sea que se practiquen las sesiones, la relación, el vínculo, el cariño, la complicidad, la obediencia y demás se construyen a través del trato cotidiano, el desarrollo dentro de ámbitos sociales y la conciencia de que para ser un/a Dominante de verdad primero debe conocer a fondo a esta persona y solo jugando jamás lo logrará.
9. Un/a dominante de verdad no deja de hablarle a un/a sumisa/o con Dominante o Amo; entiende que antes de su rol es una persona, adulta y con libre albedrío que puede conversar con quien lo desee a menos que haya pactado lo contrario con su compañero/a de juegos.
10. Un/a dominante de verdad no se sentirá intimidado porque su sumisa/o hable con otros/as Dominantes o sumisas/os ya que tiene seguridad de la persona que está a su lado y en lugar de sentirse o mostrarse inseguro/a alimentará en su Sumisa/o la confianza para contarle tanto cuándo las conversaciones que mantiene con otras personas le parecen impropias o incómodas o cuando le resultan divertidas y amenas.
Y así, cómo les he enumerado todo esto y antes de despedirme quiero compartir con todos y todas ustedes mi dicha, como ya les comenté ayer cumplí un año con Octavio, y le he otorgado el título de Amo, por elección y partiendo de mi derecho y libertad y él es, a mi criterio, un Amo de verdad.
Octavio, un brindis por nosotros y que se vengan muchos años más!!!
Lu!!
Me atrajo su belleza desde un principio y quise retratarla, verdad a medias, pues aunque me encantaría captar sus atributos con mis trazos, era más una excusa para acercarme.
No me costó trabajo convencerla, la idea le interesó desde el principio y al mostrarle uno de mis trabajos la intensión quedó sellada.
¿Cómo me dibujarías? -me dijo.
Pensaba en un busto, me gusta dibujar cabello, ¿te parece bien? -le dije.
Pensaba más en un desnudo. -me dijo coqueta.
Me impactó su afirmación, obio quería verla desnuda, incluso más, quería recorrer toda su piel y probar todas sus dulzuras, pero pensé que me llevaría más tiempo.
Claro, un desnudo será, recomponiéndome de la sorpresa y optando por mi lado más profesional.
Pactamos el lugar: mí estudio, una hora y nos despedimos. Fué difícil contener mi emoción y mi expectativa, deseaba mucho a esa mujer, pero me enfoque en preparar mis materiales y hacer un buen trabajo.
El momento había llegado, trataba de mantenerme sereno cuando sonó la puerta, caminé hacia ella y tomé unos segundos para entrar en mi profesionalismo. Abrí la puerta y vaya sorpresa.
No Lucía como siempre, traía el cabello suelto, arreglado, perfectamente maquillada, sus gruesos labios rojos, con un vestido negro ajustado y escotado, tacones altos, un bello collar de adornos entrelazados y anillos en sus dedos.
Wow, estás deslumbrante, parece que vas a una cena de gala. -Le dije.
Es la primera vez que me van a retratar, quería verme bien. -me dijo coqueta mientras volvía su cabeza después de dejar su bolso en una mesita.
Emm, ¿recuerdas que es un desnudo cierto? -le dije mientras me cosquilleaba mi pene al pensar que estaría desnuda.
¿Claro, quieres que me desnude ahora? -Lo dijo con naturalidad, pero noté malicia en su mirada.
Esta chica quiere provocarme, dije para mis adentros, ¿quién quería seducir a quién en primer lugar?.
Por favor, -le dije, he hice un gesto con un ademán, mientras me sentaba y colocaba mi tabla con las hojas sobre mi regazo. agradecí poder sentarme pues ya mi erección era irremediable.
Ella empezó a desabrochar su vestido mientras movía su cadera, sabía que la estaba viendo, que tenía mis ojos clavados en ella, pude ver que le gustaba, quería darme un espectáculo.
Bajó sus tirantes lento por sus hombros y con sus manos iba deslizando su vestido por esa bella figura, esforzándose un poco para que la tela pasara por sus anchas caderas de mujer, que tanto me gustan.
Quedó con su ropa interior negra, yo respiraba agitado, una gran escena contemplaban mis ojos, se lo que viene y lo espero ansioso. Desabrocha su brasier, lo sostiene un momento. Me mira, quiere ver mi reacción, sabe que deseo sus pechos, mi gran debilidad.
Mueve sus manos y deja caer el sostén al suelo, dejando ver toda la magnitud de sus tetas, que se balancean lentamente hasta acomodarse en su posición, perfectas, coronados por unos grandes pezones parados y unas anchas aureolas rosadas que se camuflan con su piel blanca.
Yo casi me salgo de mí, un escalofrío me recorrió y luego un calor se empezó a extender de mi pecho a todo mi cuerpo, mi respiración agitada y la excitación me estaban volviendo loco, quería saltar sobre ella, pero tuve que usar toda mi voluntad para evitarlo, debo hacer mi trabajo.
Vi como ella gozaba torturándome, sabía que estaba loco por ella, lo estaba disfrutando, pude distinguir sus pezones erectos y su respiración agitada aunque lo disimulaba.
Finalmente bajó su calzón y se quitó los zapatos, quedó desnuda, con la excepción de la joyería que traía puesta, se veía como una princesa persa. No pude ver su intimidad, la estaba ocultando apropósito, se recostó en un sillón que tenía preparado y me sonrió, esa era mi señal.
Tuve que reaccionar de mi estupefacción, tomé mis lápiz la miré rápidamente y empecé a esgrimir mis trazos. Hice un boceto rápido y pasé a los detalles, me era difícil hacer las líneas correctamente, mi excitación me daba problemas al dibujar.
Ella me veía trabajar, clavaba sus ojos en mí, sabía que recorría todo su cuerpo con mi mirada, que la estudiaba, la medía y la recreaba, cada curva, cada detalle, la suavidad de su piel, la textura de sus pezones, la humedad de sus labios, la intensidad de sus ojos.
Le pregunté que si podía sentir como recorría su cuerpo con mis líneas, si sentía mi tacto de artista, ella se estremeció y me dijo que quería sentirlo. Le dije que usara sus manos, que me sintiera a través de su su tacto.
Con mi voz la iba guiando, mientras seguía trabajando en mi dibujo, ahora tenía control de ambas, una se iba formando con mi lápiz y la otra se iba recorriendo con mis órdenes.
Le dije que tocara lento su cuello con las puntas de sus dedos, que fuera bajando por su pecho, que se acariciara los pechos, pero no los pezones, aún necesitaba algo más de tiempo para terminar mi trabajo. La dirigía a tocar su abdomen, sus caderas, el interior de sus muslos, ese tacto suave y estimulante.
Ella estaba muy excitada, podía ver como daba pequeños gemidos de excitación, claramente quería más, quería darse placer mientras era observada, mientras era inmortalizada. Pero yo la reprendía cada vez que dirigía su mano a sus pezones o a su entrepierna. Me encantó el poder que estaba ejerciendo sobre ella.
Pude ver como su humedad se extendía de su entrepierna, y humedecía las sábanas sobre el sillón.
Déjame tocarme por favor, ya no aguanto, por favor. -dijo con voz ahogada y suplicante.
Si te dejo hacerlo arruinarás la obra, ¿qué harás para compensarlo? -Le dije amenazante.
Haré lo que sea, por favor, ya no aguanto, aaahh.
Le dije que me llamara Amo y que la dejaría darse placer.
¡Sí Amo! ¡Sí Amo!, decía mientras rápidamente se acariciaba su húmeda y necesitada vagina. Noté como su excitación creció enormemente al llamarme Amo. Esa idea le gustó en exceso, disfrutaba ser comandada.
Finalmente pude ver su vagina, blanca, bien afeitada y cuidada, hinchada y húmeda por la excitación, pude ver como bajaba el líquido por sus nalgas y se abría como una flor al estar madura, un manjar que aguardaba por mí.
Ella empezó a acariciar su vagina con pasión, llegando rápidamente a un intenso orgasmo, me encantó como sus piernas temblaban, su cadera se balanceaba y su cuerpo se estremecía, sus gemidos eran una melodía para mí, su rostro reflejaba sus sensaciones, sus palabras se volvían ininteligibles al perder control de su cuerpo. Hasta que poco a poco fue pasando.
Yo pude resistir con dificultad porque estaba muy concentrado en acabar el dibujo, pero mis ansias estaban por reventar.
Hice mi último trazo, me levante de un tirón. Y me dirigí eufórico a saciar mi lujuria. Ella no se había recuperado aún pero me le abalancé encima, la tomé de la cadera con una mano y con la otra sujeté su cabeza por detrás y le estampé un beso, ella se sorprendió pero no opuso resistencia.
El tacto era maravilloso, tenía una piel tersa, suave, como seda. Sentir la humedad de sus labios, ese néctar que había deseado tanto tiempo, chupé sus labios, lamí su lengua y exploré toda su boca, bebí de su saliva, delicia exquisita, no podía detenerme. Sentía su aliento y su respiración, ese contacto, esa cercanía por fin, era lo que deseaba desesperadamente.
Empecé a besarla por la barbilla, por el cuello, dando pequeñas mordidas y lengüetazos, quería probarla toda, saborear toda su esencia. Finalmente llegué a sus tetas, la locura se apoderó se mí.
Introduje su pezón en mi boca y empecé a succionar con fuerza mientras que mi mano masajeaba su otra teta. Sabía que estaba siendo rudo, esa no era la manera de darle placer a sus pechos, pero no me importaba, estaba en un frenesí de excitación. Ella solo gemía y me rodeaba con sus brazos.
Me incorporé y saqué mi pene duro como el acero de mi pantalón y tomándola del pelo acerqué su cabeza a mi verga. Ella lo tomó sin rechistar y se lo metió en la boca, yo me deleite, su humedad y su succión apretando mi pene palpitante y dando sensaciones maravillosas en mí, no tuvo que hacer mucho para que liberase toda mi carga en ella, mi semen, mi semilla. Fuera de molestarse lo saboreó y se lo tragó.
Eso me puso a mil, ¿de dónde salió esta mujer? -Me pregunté. No he acabado aún, le dije, le pedí que siguiera chupado y ella accedió, mi pene se incorporó de prisa.
Vi como ella se tocaba mientras sus labios mamaban a la perfección mi glande. Que puta eres le dije, mientras que ella afirmó con un sonido sin sacarse mi pene de la boca.
Ese gesto y esa afirmación activaron una reacción en mí, la tomé del cabello, la levanté y la llevé y la puse contra la pared. Mi cara muy cerca se la suya, viéndola directo a los ojos.
Vi en sus ojos un poco de miedo pero más que nada exitación, algunas de esas emociones y el trato un poco rudo era nuevo para ella, pero su expresión me daba pie a continuar.
Con una de mis manos acariciaba su vagina asegurándome de darle placer mientras le decía: te quiero, quiero que seas para mí, quiero que seas mi hembra, mi musa, mi puta, no se de dónde saliste, pero no quiero que te vayas.
-No quiero irme, quiero que me uses, quiero que me penetres por favor, por favor Amo. -me rogó, entre jadeos mutuos. Mis sentidos y mi pene reaccionaban cada vez que me llamaba Amo, una emoción y una energía surgía de mí, me daba poder.
Tomé unos de sus muslos y lo
levanté, para darme acceso total a su vagina que chorreaba humedad por sus
piernas, la energía sexual estaba a mil. Introduje mi pene y empecé a
penetrarla, ella gimió de placer y excitación, deseaba tenerme en su interior,
ser poseída, llenada, amada, segí mis embestidas con ritmo, con fuerza. Estas
entre mi pene y la pared. -le dije.
Sí, lo sé, lo sé, afirmó, no pares por favor Amo.
Nuestros cuerpos comulgaban, se saciaban, se golpeaban, se estremecía, rosaban, en una interacción caliente, húmeda, a veces pegajosa, entre alientos y líquidos sabrosos.
Cambiamos de posición, la puse de cuatro, la penetraba con fuerza y mí pelvis golpeaba contra sus grandes y gordas nalgas, sus gemidos de hembra en celo me volvían loco. Luego cambiamos, ella arriba, movía sus caderas con una destreza asombrosa, yo veía rebotar sus perfectas tetas, mientras las acariciaba y jalaba sus pezones, vi como su perfecto peinado y su maquillaje iban sucumbiendo a nuestro desenfreno, hasta que no aguanté más y solté mi semen en su abdomen.
Ella pensó en incorporarse al verme acabar, pero le dije: no he acabado contigo perrita. La empujé para que cayera de espalda a la cama, abrí sus piernas y me dispuse a darle una chupada excepcional. Su vagina estaba tan humeda y lubricada que empapada mi cara, puse a trabajar mi lengua con todos los trucos que sabía, hice mío su clítoris mientras que estimulaba su vulva con mis dedos.
Pronto sus piernas empezaron a temblar y su espalda se arqueaba cada vez más seguido.
Mmmm aaah, sí por favor, me voy a venir, me vengo, por favoooor!!!
Hasta que se vino en un tremendo y sabroso orgasmo, yo la sostuve con mis manos, quise que se sintiera poseída, protegida, quería que supiera que ese placer que estaba sintiendo era por mi causa, me encantaba sentirla, ver su éxtasis y su placer, hasta que fue pasando, me miró atraída, jadeante, cansada, complacida, mientras aún sentía las réplicas en sus entrañas.
Te quiero, te quiero para mí, que seas mía, no puedo vivir sin tenerte otra vez. -Le dije.
Ella me miró, puso su mano en mi mejilla, y me dijo: quiero estar contigo, quiero que me pintes, que me dirijas, que me estremezcas de placer, dije que eras mi Amo y me ha gustado, ahora soy tuya, no me dejes.
Nos besamos y sin darnos cuenta, sería el inicio de muchas aventuras en un mundo nuevo y maravilloso.
En cuanto al dibujo, bueno sería uno de muchos.
Al momento de conocer un Dominante las primeras conversaciones suelen hacerse por medio de chat en páginas web . Su manera de expresarse te dirán mucho sobre cómo es él, su inteligencia, cultura, manera de ser y pensar.
En las primeras conversaciones NO aceptes palabras soeces de nadie. La desinformación de algunos dominantes es tal, que creen que a las sumisas les gusta que se les humille sin más.
Hazle entender que puede que en el futuro te guste ser humillada, pero que ahora eso está fuera de lugar.
Te pedirán que les des tu número de teléfono, fotos, que pongas la web-cam, que le enseñes tus pechos y otras barbaridades. A una persona que hace este tipo de peticiones se le descarta desde el primer momento como posible Amo sin temor a perderte nada interesante.
Estos Pseudos Dominantes no sólo demuestran un desconocimiento total de los protocolos, sino que además una evidente falta de educación.
Es costumbre en la comunidad BDSM que las sumisas traten a los dominantes de Señor y de Usted .Hacerlo es signo de buena educación sumisa y no de un ofrecimiento o que la sumisa esté buscando otro Dominante Si la misma ya tiene collar y pertenece a un Dominante.
Este tratamiento se mantiene mientras el comportamiento del dominante sea caballeroso y educado, retirándoselo si el las trata de manera desconsiderada.
No llamaba, no escribía, estaba ausente. Ausente por su vergüenza de dejar en celo a una fiera.
Esa noche, abrí la ventana, impregne mi cuerpo con el más exquisito perfume y dormí completamente desnuda resongando como burro por la irá de su indiferencia. Al siguiente día, a primera hora, veo un mensaje de texto de él. Lo siento ansioso, se disculpa. Pide a gritos volverme a ver, se nota a leguas su deseo salvaje de tenerme entre sus musculosos brazos. Me invade de mensajes excitantes. Que desea lamer cada centímetro de mi piel, chuparme los pezones como un bb, (como quien se deleita con la semilla de una fruta), que desea perforar mis agujeros, que me corra a chorros en su boca. Que quiere mantenerse allí y no salir hasta recibir el nectar de mi flor, etc
Impresionada por su deseo irrefrenable por poseerme, aprovecho la situación y le demuestro desinterés. No quiero que perciba que con cada palabra me recuerda su sexo salvaje. Quiero dominarlo, doblegarle, obsesionarlo, hacerlo mi esclavo. Me retuerce las ideas el pensar en domar esa bestia. No quiero su poder sobre mi. No quiero ser su corderilla. Me niego a ser su perra. Lo quiero arrodillado ante mi. Sediento de mi. Que gotee al pensar en mi. Decirle perro y que se arrodille ante mi. Más eso no será nada fácil. Claro, que también, no me gustan las presas, fáciles. Su narcisismo es su escudo. Mantengo el control de mi libido como mi padre me enseñó. Recurro a él para usar algún truquillo que permita mantenerlo a mis pies. Mi padre es sabio y me conoce bien.
Su deseo por mí es su perdición.
Ninguna hembra lo quiere sodomizar. Está acostumbrado a ser el alfa de la manada. El rey de la selva. Pero yo sé bien que es sólo un escudo dónde esconder lo puta que es. Lo excitado que se pone al tratarlo como perro. Humillado. Lo más bajo. Arañarlo, azotarlo, jalarle su miembro y golpearle con rudeza.
- A éste toro hay que domarlo - Pensé.
Le propongo un encuentro el fin de semana pero desea verme de inmediato. Me pide fotografías y se las niego. Me envía fotografías y le digo que deseo a mi macho frente a mi, no en imágenes o no le volveré a hablar. Que deseo me impregne de su aroma y su lengua como un perro baboso, que me chupe los pezones como un cabrito mamador, que no me penetre hasta que me corra en su boca.
- Obediente - me dice él.
- Así mismo -, le afirmó. - Cómo un perro callejero!!! -
Sus deseos, nublan su razón.
- Iré a tú departamento en cuanto pueda - dice.
Sonrío para mis adentros, como una Succubu satisfecha de haber atraído a su presa.
Al cabo de algunas horas, me escribe. Está abajo de mi puerta esperándome. Lo dejo unos minutos como un sabueso en la interperie mientras me perfumo con la misma fragancia de aquella noche y busco algún outfit ligero. Uso una blusa suelta de color rosa y un leggins ajustado a mi trasero. No uso ropa interior. No es necesaria.
Un toro salvaje está ardiendo por romperme las vestiduras.
Bajo por él. Intenta acercarse para darme un beso como saludo pero me alejo y le rechazo. Siento al violador encima. Le sonrió y reímos. Esa mirada cómplice de lo que sabemos va a pasar pero nadie puede afirmar con certeza.
Subimos por la escalera me agarra por la espalda, levanta mi blusa, me da un beso atravesando su lengua al interior de mi boca y me aprieta los pechos. Le digo al oído, - ese era el saludo que quería, muy bien -.
Se siente en el aire respirar feromonas. Puedo oler su testosterona. Él puede oler mis estrógenos. Nos desnudamos con la mirada sin quitarnos una sola prenda.
Apenas abro la puerta de mi departamento, me acorrala contra la pared y me levanta con tanto ímpetu que me sentí como una pluma entre sus brazos. Me agarra de las nalgas y me lanza un apasionado beso con lengua. Me tira impulsa de espalda y queda mi trasero expuesto. Lame mi cuello, mis axilas, mis brazos, mi espalda, mi cintura, mi coxis.
- Eres un buen perro - le digo sonriendo y lanzando unos breves gemidos.
Parece que la idea de ser sodomizado le irrita.
Así que baja con fuerza mis leggins, se desnuda y me azota un par de nalgadas con su verga gruesa. Y otro par más con sus manos grotescas y ásperas.
Gimo.
Intento cambiar de posición y montar a esa bestia embrutecida pero me toma del brazo y me acuesta boca arriba, abriéndome las piernas para sumergir su lengua en mi vulva y vagina.
- Espera - dice.
Permanezco acostada boca arriba con las piernas abiertas a lo alto, preguntándome qué ocurrencia tendrá ahora.
Él va por su pantalón y saca de su bolsillo un caramelo que brinda la sensación de frío. Lo mete a su boca, me abre y pone su boca en medio de mi entre pierna. Lame como si no hubiera un mañana. Empiezo a sentir como me quema el caramelo. Arde mi sistema reproductor.
Quiero... se detenga
....
pero soy masoquista. Disfruto del ardor, así como del placer que me proporciona su lengua. No puedo pedirle que se detenga pero tampoco deseo que continúe. Mis gemidos de sufrimiento sólo lo hacen más sádico. Continúa. Siento con cada lamida como si me estuviera quemando con una llama la carne de la vulva y vagina y aún así no puedo detenerme. Soy masoquista... Me quema, me arde, me irrita, que sensación tan abrasiva... Gimo, me retuerzo...
Le paro (con las pocas fuerzas que tengo) y le jalo del pelo.
Entiende el mensaje.
Se tira encima mío y me da otro beso apasionado. Su aliento es fresco y dulce, es adictivo y quiero besarlo.
Pensé que a mí ya se me había ocurrido la idea del caramelo pero para darle goce y él se me había adelantado.
Sentí rabia y frustración.
Para compensarlo, lo tiré a la cama e intenté montarlo pero logra bajar mi cabeza a su miembro. Aún en esa posición lograba doblegarme a sus deseos.
Me jalo del pelo.
Le tomé de sus brazos y lo mire como una fiera en celo a los ojos. Pensé que si no podía domarlo hoy, tendría que ser a mi manera su satisfacción. Lo succione como la mejor puta del mundo. Lo babosee. Lamí su verga como si fuera el manjar más exquisito del universo. Él lo sentía. No quería me detuviera. Cerraba los ojos. Se mordía los labios. Me toma del cabello y me dice - hasta la garganta -. Hago mi mejor esfuerzo pero llegó a mi tope. Arcada tras arcada. Saliva. Mucha saliva. Mucha baba escurre de mi boca hacia su miembro. Está extasiado. Su mirada incendiaria sólo refleja el inicio de una embestida poderosa.
Me recuesta de nuevo contra la cama boca arriba, me lame, le lamo, me lame, le lamo. Me lame la oreja, el cuello la boca. Paso la lengua por su cara, por su cuello, por sus mejillas y él hace lo mismo con más fuerza. Le muerdo. Es una lucha de perros, quién doma a quien. Una lucha de lamidas. Intento escapar de la prisión de su lengua y sus brazos musculosos pero me es imposible. Tiene la fuerza del rey de la selva pero
en celo, más encima!. Puedes imaginarlo?
Me intenta penetrar y le agarro su miembro con fuerza, lo aprieto. Parece que no siente dolor. No mucita una sola palabra. Me toma de las muñecas, alza mis brazos y me penetra. Pese a su testosterona a fuego, se calma y lo hace de forma lenta. No quiere lastimarme. Es el furor del momento. Quiere lo disfrute. Lo hace lento. Pero entre la abrasión del caramelo frío que a producido en mi vagina, su verga gruesa y dura como roca y su mirada de asesino en serie salido de la más sanguinaria película de caníbales, mi mente estaba asustada y mi vagina, seca.
Al sentir como lentamente su miembro se abría paso entre mi agujero. Me empezaba a excitar de nuevo. Comenzó a moverse lento, luego un poco más rápido. Movía sus caderas como un master. Más y más rápido. Gemía y eso lo encendía más. Me acerque a su oido y le dije - más, más rápido, penetrame, penetrame por favor, más,. Más más PREÑAME!!!, Más más, más .....
Cómo si se tratase de activar un chip, sus ojos se tornaron rojos, ya no estaba dentro de sí, ya no era él. Ya no era un ser humano. Ya no razonaba. Sólo era una bestia indomable. Que poder tenía sobre él, pensaba. Me toma del cuello. Me asfixia. Y me perfora como quien abre un agujero enorme con un taladro. No me penetra, me taladra. Y lo hace con ímpetu. Jamás había sentido tanto deseo y odio en un sólo acto sexual. Lo hizo hasta atravesarme de la vagina a la garganta... Lo hizo hasta dejarme en claro quien manda. Lo hizo para demostrarme que no era un "perro domesticable".
Saca su miembro y lanza chorros y chorros de leche en mis tetas. Sonríe de satisfacción. Me impregna de su leche. La esparce con sus manos. Es caliente, suave, como crema. Yo quedo inmóvil mientras él ríe.
Me propone ducharnos juntos. Es tierno, me besa dulcemente. Me recorre con la esponja, me toma suavemente de las mejillas, del cuello y me besa. Mi cara se transforma entre el vapor de agua y sus besos. La sensualidad de las gotas de agua deslizándose por su piel y la mía.
Me dice que tengo cara de perra y toca mi clítoris. Sonríe.
Aún estás húmeda - dice. Me sonrojo y me besa. Lo muerdo e intento asfixiarlo. Quiero domarlo. No me resisto a la idea de doblegarme ante él. A él le divierte. Me neutraliza tomándome del cuello.
- Con una sola mano te puedo someter - dice riendo.
Me enoja e intento darle un fuerte golpe en los huevos pero me neutraliza nuevamente alzando su pierna izquierda y tomandome del cuello junto a la pared.
- hazlo de nuevo - dice sonriendo - inténtalo, vamos, hazlo! -
Cruza sus brazos en su espalda y dice - hazme lo que quieras -
Sabía que era más fuerte. Tenía que ser más inteligente.
Le di un beso a lo que él respondió con la misma pasión. Tomo la toalla y seco mi cuerpo caliente, irritado y frustrado.
Su satisfacción era evidente.
Y la mía, también..
Quice domarlo con el cuerpo pero él ya era mi sumiso en su deseo por poseerme. Estaba bajo mi control pero él no lo sabía. Yo, era su deseo. Pero él creería lo contrario....
Continuará....