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Gringolatex H
Como su experiencia todo un día siendo sumisos 
Gringolatex Jun 7 '22
sumisaecuadorquito34 M
Hola soy de Quito tengo 36 años me gusta el bdsm y busco hombre que me use como objeto me abra los huecos entre varios hombres quiero sentirme usada 
sumisaecuadorquito34 Jun 1 '22 · Comentarios: 5
Golan_Trevize H
Pet Play para principiantes

byGolan_TrevizeSadist

El Petplay es una de las prácticas más singulares y poco estudiadas del BDSM y, en mi opinión, una de las subculturas más divertidas siempre y cuando sea bien ejecutada.

El juego con mascotas, como todos sabemos, asume que uno (o más) de los participantes se comporten como un animal obediente (o no, un poco de rebeldía siempre da una buena excusa), y el otro, como su dueño o entrenador. Sin embargo, escuché sobre otros juegos en los que el Dominante "se convirtió" en una especie de animal peligroso y se comportó en consecuencia (en inglés "Primal Hunt" o simplemente Primal Cazador en español, una especie de animal dispuesto a cazar a su "comida"), pero no estamos hablando de eso ahora.

¿Qué tipo de animales se eligen habitualmente para jugar con mascotas?

Generalmente ponis, cachorros o cerditos (¡sí, puercas, chanchos, cerdas, cochinos!). A menudo eran un gatitas; ahora, mientras escribo esto, todavía ella sigue siendo una cachorra. A menudo en las fiestas todavía veía conejitos, vacas e incluso una vez una foca, pero, como verán siempre estaré escribiendo desde el punto de vista de un hombre sádico, dominante y heterosexual, con más de 40 años y me resulta dificil comprender las elecciones personales para representar por ejemplo, ser una ardilla humana, y no tengo esa experiencia amplia como pueden tenerlos otros. Por eso invito a que sea corregido siempre y cuando sea de manera educada, y si es sugerencia es mucho mejor.

Quizás la razón principal por la que se puede disfrutar del Petplay no es solo el buen humor, sino también porque fortalece la relación entre el propietario y su propiedad. Las mascotas reales (animales, perros, gatos, etc.), dependen completamente de sus dueños. Por ejemplo, a un perro se les da de comer cuando, y solo entonces, el dueño decide que es el momento o para generar una rutina se le enseña a que hora debe comer (y por robar comida, se impone un castigo). Sus juguetes y atención médica también dependen completamente de las acciones y decisiones del propietario. En esto hay no poca similitud con D/s; Conozco parejas en las que un esclavo recibe comida solo después de que su amo ha terminado de comer. Las sumisas usan lo que se les dice que usen sus dominantes, duermen cuando (y donde) sus dominantes les dicen que duerman y, en general, obedecen las reglas que establecen sus parejas. Es la misma historia con las mascotas; la única diferencia es que los animales reales no aceptaron tal tratamiento: usted los eligió y los trajo a casa. Y en el juego de mascotas, la sumisa o masoquista (o sumiso, depende de los gustos) por supuesto, acepta ser propiedad de su dueño y, hasta cierto punto, pierde su apariencia humana cuando se adentra en este tipo de dinámica.

¿Cómo elegir un animal para el Petplay?

Suele haber tres formas.

1.- La sumisa sigue sus instintos y trata de averiguar con qué animal se asemejan más. Por ejemplo, las sumisas alegres y juguetonas tienen más probabilidades de ser cachorros o gatitos, mientras que aquellas a las que les gusta estar atadas y siguen reglas muy estrictas tienen más probabilidades de elegir ponis.

2.- El dominante elige un animal para la sumisa o masoquista. Aquí todo es claro y sencillo; Solo agregaré que un amigo mío dominante estaba encantado con los pechos de su sumisa, por lo que se convirtió en una vaca por un tiempo. Y consiguió a través de hormonas y estimuladores ordeñarla convenientemente por un tiempo (y tomando café con leche todas las mañanas... Rico!).

3.- La sumisa puede cambiar animales de una sesión a otra, especialmente si el juego de Petplay es un juego temporal; si ambos involucrados (Dom/sum) no están muy seguros de lo que quieren puede haber un cambio de cual animal pueda ser; si a ambos les encanta la variedad puede funcionar también, y generar una dinámica más "movida" para no caer en la monotonía.

¿Por qué elegir el Petplay?

Una de las razones más comunes por las que las parejas D/s eligen jugar con mascotas es la humillación y la dependencia. La restricción de movimientos e incluso la voz les hace sentir plenamente la dependencia de su dominante o en particular de su sádico. Tengo que decir en este punto, que las parejas S/m, tienen como dinámica este tipo de juegos para entrenar efectivamente a las masoquistas. Un buen entrenamiento implica horas de dedicación y de ensayos de premios y castigos, acodicionamiento conductual y sobretodo horas de dolor sean de forma física o psicológica. Collar de entrenamiento eléctrico, para que cada castigo sea efectivo, restricción de las manos con guantes de caucho para que no puedan usar las manos, solo para que sean patas. Hood, collares, cadenas, restricción efectiva para dificultar el movimiento y simular a un animal escogido; entrenamiento en el uso apropiado de las áreas de esparcimiento. Para algunas personas, la prohibición de sentarse en muebles y una poceta (inodoro para los que no entienden) separada en forma de vacenilla puede ser una fuerte humillación adicional.

La segunda razón es realmente genial. Esta es una gran oportunidad que implica el área psicológica y emocional al retornar a el hogar y "deshacerse de la carga del día a día, de los grilletes pesados de la humanidad", para permitirse ir más allá de los límites ordinarios. Es muy divertido jugar con el juguete, morder, seguir órdenes simples para obtener una deliciosa recompensa. En general, es una terapia antiestrés que al obtener sea suficiente, se libera esa misma carga del día a día, especialmente si ambos (Dom/sum o Sádico/masoquista) de este juego trabajan fuera de casa o como estamos dentro de estas cuarentenas obligatorias en algunos casos, buenas opciones durante semanas de diversión.

La tercera razón es la oportunidad de sentir mejor su sumisión, renunciando a los "derechos" humanos y, en consecuencia, desde la igualdad subconsciente de ser degradada al punto de ser un animal. Muchas sumisas se sintieron que era más fácil para ellas poner a sus dominantes en el centro de sus vidas después de jugar como mascotas. Incluso, muchos de los Dom que conozco, han ejecutado dinámicas parecidas para obtener así esclavas a partir de la deshumanización de ellas.

Y cuarto: el Petplay se puede utilizar como castigo, hasta ser colocado en una jaula con animales reales. Puede que el entrenamiento sea una vía castigo, al ser "enseñada" o con una enseñanza de rutinas diarias, para su mejor comportamiento o incluso para generar habitos.

¿Cómo jugar al Petplay?

  • Restringir el movimiento del sumiso con collar y correa.
  • Prohibir la comunicación verbal, limitarla exclusivamente a sonidos sutiles similares a los que hacen las mascotas o animales. También limitarla a sus "congeneres", otros de su misma especie;
  • Organice un entrenamiento real de "animales" - por ejemplo, enséñele a un "perro" a traer un palo, un "pony" a caminar con arnés y tal vez incluso a superar obstáculos;
  • Comer y beber sin usar las manos;
  • Jugar con juguetes especiales de las tiendas de mascotas;
  • Mantener un "animal" en una jaula o encerrada hasta que aprenda a hacer lo que deseas;
  • Asegúrese de que la mascota no suban o usen los muebles sin permiso. Me acuerdo que hace un buen tiempo, para enseñar este tipo de dinámica era efectivo un periódico enrollado, y también un rociador con algún liquido desgradable al olfato. Realmente efectivo!

¡Recuerde siempre la seguridad!

La comida animal real puede ser buena en una sesión corta, pero de ninguna manera de manera consistente (si quieres probar cuando necesitan alimentar a tu mascota). Una persona tiene un sistema digestivo diferente a los animales y todos estos alimentos secos no satisfarán sus necesidades. Hay muchas formas de "simular" alimentos de origen animal, como hacer pastel de carne con salsa de tomate, usar guisos o incluso productos horneados con forma de hueso, etc. Si está utilizando collares de entrenamiento eléctricos, ¡POR FAVOR lee las instrucciones primero, encarecidamente siempre sigue las instrucciones!!!! Han habido muchos accidentes al usar este tipo de collares de entrenamiento eléctricos, por las descargas de baja frecuencia y sin saber, provocar un infarto tanto para el Dom o para la sumisa. No te olvides de la racionalidad y la seguridad. No olvide que las jaulas es muy estrecha y apretada a nivel psicológico, largos periodos de tiempo sin movimiento (sea de manera restrictiva con collares, grilletes, esposas y más) el psiqui humano tiende a "quebrarse" y es muy dificil recuperar a quien sea cuando estás de esa manera: quebrado. El cuerpo humano necesita movimiento y libertad, por ende, a pesar que sea una buena forma de ejecutar las dinámicas, tienes que conocer a esa mascota muy bien, para no generarle daños psicológicos de manera permanente.

Al igual que con cualquier juego, la sumisa debería poder informar que algo salió mal. Con cualquier restricción de movimiento y habla, incluso la más severa. El uso de la palabra de seguridad es lo más importante en este tipo de dinámicas, ya que es diversión lo que se busca. Si estás pendiente de ejecutar este tipo de dinámica para ejercer más control o es una vía de entrenamiento para deshumanizar y degradar (o humillar) a esa sumisa para convertirla en una mascota-esclava, debes entender que son procesos lentos y de dedicación absoluta. El cuidado, la dedicación, el entrenamiento, son reciprocos de ambas vías, de Dom/sum de sum/Dom. El juego de mascotas impone al dominante una responsabilidad adicional por la comodidad psicológica del sumiso y por el hecho de que el juego sexual no interfiere con el subordinado en la vida cotidiana.

El Petplay es uno de los puntos de vista más algido sobre las relaciones que se puedan practicar en lo que nosotros llamamos BDSM como estilo de vida, D/s, S/m, M/s, TPE, etc. A veces puede ser muy sexy y a veces, está completamente lejos del sexo. Y como en cualquier práctica: todo aquí depende de los gustos, el estado de ánimo, la confianza y el estado de salud de los participantes. No olvides que la gente razonable o conceinte puede estar "jugando" o "prácticando" está dinámica por diversión y satisfacción para romper la rutina en estos días de cuarentena.

Hay muchas técnicas y métodos más para ejecutar este tipo de dinámica, pero, solo para hacer mención de aquellas que yo conozco y he dado la orden de ser ejecutadas a esas aspirantes a mascotas o esclavas, para no caer en un conflicto y entender que son muchas las formas de hacer esto. No hay un método exclusivo, es de libre albeldrío hacerlo y de mutuo acuerdo:

  • Conejo Belier Excavando: si, tienes razón... Qué adorable es ver a una coneja! Se dan cuenta? Una Conejita! con su pequeña cola esponjoza! sus orejas largas! Ahora, por un momento: vean a esa pequeña coneja, con collar y restringida, tratando de cavar con sus patas traseras, para hacer una vía de escape o su madriguera... ¿Interesante verdad? método práctico para ejercitar esas piernas y hacerlas que se cancen o como método de castigo...
  • ¿Los Perros Tienen Cosquillas?: la respuesta es que "deberías buscarla"... Restricción y cosquillas hasta conseguirla. Método efectivo si quieres dar una recompenza, o castigo. Depende de como lo tome esa mascota...
  • Gatita encuentra el mejor lugar para dormir: si, adorable... cuando empiece a montarse en los muebles o sobre tus piernas para dormir... Periódico o rociador. Efectivo para hacerle entender a esas gatitas que no deben hacer cosas que les son prohibidas (particularmente, es bastante efectivo un "periódico", o una "correa" para este tipo de entrenamiento, generar dolor)
  • Perra (o gata) aterroriza sus Juguetes: adorable! Que esa mascota juegue con sus juguetes! Y si se pasa de la raya tratando de romperlos, o dañandolos, es el castigo la mejor opción para enseñarles. También, se puede ejecutar como una rutina diaria, en determinado tiempo o hora del día para mantenerla ocupada y ansiosa a que llegue ese momento. Te imaginas si como forma de castigo le quitas o le suspendes esa rutina????
  • El juego de las escondidas: excelente manera para pasar el rato, de tí dependerá si es divertido o no. Si me encuentras, te daré un premio (una golosina, o quizás algo más). Si yo te encuentro, jugaré contigo y disfrutaremos de ese momento juntos (la puse suave!!!!!, si yo te encontrára sabes lo que te va a pasar, sabes bien que te voy a aterrorizar, y te torturaré hasta que no puedas ni mover las piernas... Ups! Sorry! me dejé llevar. Anécdota: encontrar a una mascota que se haya escondido y restringirla completamente y jugar con su cola, hasta que no pueda pararse es divertido, si es una masoquista, imagina el dolor y el placer...)

Se que son algunas de las formas de ejecutar la dinámica de Petplay, pero, se que existen muchas más y es del gusto particular de los y las participantes. Me acuerdo que hace años una Domina tenía un campo de entrenamiento (Pokerface, Los Teques, Miranda) canino, donde entregaban diploma y más por aprobar los entrenamientos (pokerface, nocturnos). Si Liz porque yo se que me lees), es donde me salió la idea de invadir la Isla de Coche, y esclavizar la población local, y convertir esa isla en un estado sádico, si, ya lo sabes, tengo al menos una década planeando eso...

P.D.: Recuerden, escribo desde mi punto de vista de hombre Sádico, Dominante, heterosexual y de más de 40 años sobre la faz de la tierra. Si tienes problemas con eso, escribeme primero antes de hacer una estupidez de comentar y vean tu idiotez en comentarios...



Golan_Trevize May 14 '22 · Valorar: 5 · Tags: bdsm, petplay
Mrgrey001 H

Todos pasamos por épocas más oscuras. Momentos en los que perdemos tanto el sentido de lo que hacemos, que nos olvidamos de reparar en alguno de los aspectos más básicos de la vida.

Aquí hemos venido a jugar, a ser felices; y sin embargo, siempre hay momentos de oscuridad, donde nos olvidamos de buscar el verdadero objetivo para vivir con el piloto automático puesto.

Así que ahí me encontraba yo, en ese punto, con más sombras que luces. Viviendo sin mucho sentido, intentando que los días pasaran rápidos, sin mucho tiempo para pensar. Evitando pensar en el trabajo, el cual ya no me hacía sentir lleno. Aplicando parches día tras día, para evitar encontrar las carencias que me rodeaban.

Un trabajo que en ese momento no me hacía feliz, una relación rota y un estado anímico bajo derivado del desorden diario que practicaba desde la pandemia, fueron hecho más que suficientes como para replantearme todo.

Primero fue el cambio en el trabajo, estaba decidido. El dinero no siempre va por delante, y este era uno de esos momentos. Ese cambio provocó un efecto dominó, un cambio en la rutina que llevo a un camino más recto, riguroso, y enfocado a la salud, física y mental. Cambiar hábitos para cambiar tu vida, volver a lo que te hacia ser feliz. 2 de 3 completados, pero entonces llegaron los pensamientos que faltaban.

En que momento había decidido renunciar a mis gustos? No entendía como había dejado de buscar alguien afín, que me comprendiese. Tras años de relaciones esporádicas, de batacazos sentimentales, de ocultar mis gustos y camuflarlos, llego el momento de replantearse todo... Llevaba mucho tiempo sin practicar bdsm, había cejado en cualquier empeño por encontrar alguien afín, con quien poder ser yo, con quien poder vivir el bdsm. Me había centrado en satisfacer al resto, en ser uno más, que liga de noche, que se va con la primera que pasa. En tener sexo normativo con alguien cuyo nombre desconozco. Pero mi yo interior sabía que eso no funcionaria, que lo que nos llenaba era el conocer, confiar, y pecar. Así que decidí que ahí se terminaría, que esperaría a que ese perfil que necesitaba, se presentase en forma de oportunidad, eso sí con grandes dosis de fantasía y siendo sabedor de la dificultad que entrañaba.

Y sin embargo, cuando menos buscaba, y cuando fui capaz de renunciar a cualquier encuentro que no aportase lo que yo necesitaba, apareció ella. Casualidades del destino, como si un ente, se encargase de tomar decisiones, fue necesario esperar hasta el momento de abrir los ojos, llegar al límite, para que esa oportunidad que uno solo fantasea apareciese.

Todo surgió en una conocida red social bdsm, ahí estaba su mensaje. 1 foto, poca descripción, menos información... no era el tipo de perfil en el que uno se fija de primeras.

- Hola, me llamo Sara. Estoy iniciándome, vi tu perfil y me ha llamado mucho la atención. Te apetece charlar un poco?

A priori, todo caminaba hacia un perfil falso. Nada más lejos de la realidad, en cuanto comenzó la conversación nunca más pudo terminar. Una sola tarde fue suficiente para mudar la charla a una conocida App. Primeras fotos, primeros audios, primeras sensaciones... Como puede aparecer algo así? Como puedes encontrar, sin querer, una mujer que se adecua a ti de una forma tan grande. Tantas cosas en común... que llegas a no creerlo.

- Que te llamó tanto la atención de mi perfil?

- Bueno, un poco todo. Me gustaste tú. Tu descripción me transmitió confianza. Tus fetiches y gustos casan con los míos. Y tu estilo de vida también, eres como yo, no paras, viajas seguido, siempre descubriendo. Eso es lo que más me llamo la atención. Es tan difícil encontrar a alguien que entienda este modo de vida...

Y no le faltaba razón. Llevaba casi 10 años viajando continuamente. Por trabajo, por ocio, por mil motivos, pero siempre en movimiento. Quizás fue uno de los motivos que me llevó a continuos batacazos, a conflictos emocionales, a sentirme condenado a estar solo... pero también a sentirme vivo. Y entonces apareció ella, con una atracción inevitable. Pequeñita, delgada, morena. Amante de los tacones. Sumisa, de las que aman estar sometidas, pero no entregarse, de las que les gusta sentirse forzadas. Una mujer de carácter, que por dentro nada más que deseaba ser sometida a la fuerza.

No se cuanta información nos intercambiamos en los siguientes días, pero en breve tiempo nos habíamos conocido, y convertido en inseparables. Hablando cada día, en diferentes momentos. Sobre la vida, sobre el trabajo, escuchándonos, dando consejos... y también con sus momentos subidos, fantasiosos y eróticos. Todo subió de tono y temperatura durante la madrugada de un lunes. Una llamada, y dos horas de continua fantasía. Su yo más privado aflorando, diciendo cosas que solo había llegado a pensar, abriéndose ante un ''desconocido'', reconociendo aquello de lo que había huido. Ella, mujer fuerte e independiente, deseando ser atada y follada, a la fuerza, sin poder negarse. Ese día la noche acabo con una de las mejores relaciones a distancia nunca realizadas. Y fue ahí donde decidí que tocaba dar el siguiente paso.

- Hola, como estas? Escucha, me gustaría verte, voy a ir a casa mañana así que no se si te parece bien, pero había pensado en hacer noche ahí y nos podemos tomar un vino...?

-La verdad me encantaría

Así que comencé a preparar el equipaje. Será capaz de que pase algo en la primera cita? La verdad que desde el primer momento estaba convencido de llevar juguetes. Ella era novata en el mundillo, y estaba deseando probar, más allá de la fachada dura que trataba de mantener. Nunca había sentido tal confianza con alguien y no lo iba a dejar pasar.

Así que llegó el día y allí me plante. Check in en el hotel, ducha, y material preparado. Me bajé al bar y allí estaba ella. Vestido azul, escotado. Cuñas azules altas. Y esos ojos de infarto que ya había visto en fotos.

El click fue instantáneo, pedimos dos vinos y comenzamos a charlar de todo. Fluía esa química que consigue nublarte el imaginario, que te pone en modo avión mientras te imaginas con esa persona. Miradas directas a los ojos que duraban una eternidad, que hablaban por si solas. Hasta que llegó el momento:

- Te apetece subir? Te puedo enseñar algún juguete?

- No sé si confió tanto en ti jiji

- Sino no estarías aquí

- Me puede más el morbo

- Pues no se a que esperamos

Montamos en el ascensor, donde ya no fuimos capaces de reprimir más el morbo. Comenzamos a besarnos como dos adolescentes, mientras palpaba cada rincón de su anatomía. Ella me intento agarrar la cara, pero siendo yo más veloz, agarré sus muñecas fuerte y las lleve a su espalda. La gire bruscamente y la apoye contra el espejo:

- Mírate! Te ves? Que ves? Ves esa cara que tienes? Te tengo como quiero, y no puedes más que chorrear. Ahora vamos a la habitación y vas a obedecer como la perra que eres. Si?

- Si, mi señor...

Llegamos al cuarto y la senté al borde de la cama:

- Si tienes algún límite es momento de que lo digas...

- No tengo señor. Como sabe me estoy inici (la interrumpo)

- Háblame de tu!

- Como sabes, me estoy iniciando. Desconozco muchas prácticas. No me gusta el dolor extremo ni la sangre. Me gusta dar guerra, y la voy a dar. Asumo el castigo que eso conlleve.

- Escoge la palabra de seguridad. La que quieras. Si estas amordazada, sacaras aire por la nariz 3 veces muy rápido

- Mmm rojo, esa será la palabra

- Muy bien. Desnúdate!

- No pienso hacerlo. Hazlo tú si quieres...

- Le tienes cariño a esa ropa? Yo te voy a atar desnuda, de ti depende si lo hacemos fácil, o tengo que arrancártela a tiras...

- Prométeme una cosa. Prométeme que vas a hacer lo que te plazca, sin juzgar si es correcto o no. Que me vas a forzar sin piedad, y que vas a hacer lo que te apetezca y te haga gozar, y no vas a parar salvo que escuches la palabra.

- Prometido!

Ella se desnudó de cintura para arriba, a sabiendas de que el resultado final sería el mismo. Pero yo había ganado la primera batalla. Me acerque lentamente, preparando las esposas en mi mano. Se fue moviendo por arriba de la cama, como un felino que se prepara para luchar, aunque sabía que no podía hacer nada por evitar su destino. Fue un pequeño forcejeo el necesario para tenerla tumbada boca abajo, con las manos en la espalda. Se movió y protestaba, intentando zafarse, pero en cuanto escucho el cierre metálico, fue consciente de su destino. Todavía asimilaba la situación, cuando un aro hueco se alojaba entre sus mandíbulas impidiendo articular palabra ni cerrar la boca. Era un cumulo de sensaciones el que se apoderaba de ella, sintiendo el frio del metal, la presión de las esposas, la mandíbula durmiéndose y la baba comenzando a recorrer su cara.

Tanto fue así que ni consciente fue de que, en cuestión de segundos, ya estaba desnuda de cintura para abajo. Cuando se quiso dar cuenta, eran las cuñas la única prenda que adornaba su cuerpo. Se movía, miraba en todas direcciones, con esa respiración agotada característica de aquel que está experimentando ese cúmulo de sensaciones. Excitación total, a la par que miedo a lo desconocido. Una situación realmente incomoda que la tenía loca.

Procedí a inspeccionarla, comprobando con mi mano derecha que la humedad de su vagina era ya más que palpable. Saqué una capucha negra, que impedía cualquier paso de luz, y se la puse. Protestó por la situación, sin obtener nada a cambio, más que otras esposas en los tobillos

- Me voy a duchar, no te vayas lejos...

De fondo, se escuchaban murmullos insonorizados. Me duche con calma mientras preparaba su primera prueba. Para ella iba a ser una noche larga, así que la quería bien limpia y preparada. Termine la ducha, y procedí con su parte. Llene una pera lavativa de agua templada, y fui a buscarla a ella. Capucha quitada, pies liberados de calzado y esposas, y procedí a llevarla hacia la ducha. Su cara se estremeció cuando vio ese aparato en mi mano. Sin darle ni una explicación, la puse de rodillas, con su cabeza apoyada sobre la bañera, e introduje el principio del conducto. Su cara cambió, aunque tras mi explicación, cuya única función era evitar que sufriese daño, se mantuvo en posición. Comenzó a notar el agua caliente fluyendo intestino arriba. Calambres recorrían su estómago, pero tenía que aguantarla en su interior. La vergüenza hacia que la aguantase el mayor tiempo posible, lo cual era bueno para mi intención de dejarla bien limpia, aunque llegado un punto, su capacidad se desvanecía y tenía que soltarlo todo. Yo aprovechaba ese tiempo entre evacuaciones para forzar su boca y obligarla a realizarme una mamada. Su cuerpo se debatía entre atender a mi pene rozándole la campanilla, y apretar el esfínter. Hasta en 4 ocasiones repetimos maniobra, momento en el cual comprobé que, tras casi una hora, su intestino estaba más que limpio. Así que solo quedaba un pequeño baño de agua fría y secarla.

La lleve hasta la cama, y decidí que por ser su primera vez, iba a ser un buen chico. Necesitaba engancharla, que nunca olvidase esa noche, que después de esas sensaciones, no quisiera nunca más volver al sexo vainilla. Así que ese día iba a ver la cara afable del bdsm. Tumbada boca abajo, comencé a jugar con su culo. El lubricante corría perineo abajo hacia su vagina, mientras estimulaba su ano, sintiendo como cada segundo que pasaba, se iba preparando. Entró un dedo, luego dos, luego tres. Sus ojos se cerraban, mezclando gusto, morbo y una pizca de incomodidad, pero empujando sus nalgas hacía mi, pidiendo que eso no cesase. Así que prepare un plug vibrador, lo introduje y lo active. Un calambre recorrió su cuerpo, bailando al ritmo del vibrador, que no paraba de moverse en secuencias que se repetían, y que tenía pila para horas.

Sin perder más tiempo, le di la vuelta. Me miraba a los ojos pidiendo que eso no terminase nunca, pero no le iba a dar el placer de controlarme con la mirada. Le quite el aro de la boca, que le dejo un rastro de saliva por toda la cara. Aproveche esa lubricación natural para follarle la boca durante un par de minutos. Estaba tan cachondo que la primera corrida se alojó por su boca, provocándole casi un atragantamiento. Ella esperaba paciente a que retirase mi miembro de su boca, y poder esparcir mi semen a lo largo de su cuello y cara, pero no sabía que mis planes eran otros. Así que en un movimiento rápido, le tape la boca haciéndole tragar todo. Antes de poder escuchar su voz, le puse otra mordaza, una de bola esta vez, que consiguió que solo pudiese emitir algún gruñido. A esto le siguió un pasamontañas, con el hueco de los ojos cosidos. Dos agujeros en la nariz y el hueco a través del cual se veía la bola roja que cerraba su boca, eran los únicos orificios de la prenda que adornaba su cara. Lo ajuste bien abajo al cuello, y por encima le puse un collar, el primero que recibía con esa connotación, y que a día de hoy conserva. Cerrado con un candado el broche, sus sentidos se veían limitados a escuchar a duras penas, y sentir, sobre todo sentir...

Me baje hacia sus piernas, no sin antes dejar dos pinzas en los pezones. El dolor que causaban se fusionaba con el estremecer que el plug en su ano causaba. No paraba de bailar al son del automatismo, sintiendo que un calambre recorría su interior cada segundo, causándole placer como nunca antes. Mientras, mi lengua se enredaba entre los dedos de sus pies, disfrutando de una pedicura de 10, y gozando de un fetiche que me acompañaba desde que tengo uso de razón. Pasaron minutos lamiendo piernas, muslos, plantas de los pies, viendo cómo se retorcía de placer. Cogí un rollo de cinta y ate sus tobillos a sus muslos, de forma que sus piernas ya no podían ser cerradas.

Ella, que ya estaba al límite, comenzó a gemir como nunca antes cuando mi lengua comenzó a recorrer cada esquina de su vagina. Cuando mi respiración caía directamente sobre su clítoris, al que mi lengua acompañaba. Atada, sin que nadie le hubiese preguntado, por la fuerza, y comida de arriba abajo. Una sensación que no aguanto más cuando un vibrador acompaño a mi boca en las obras que se estaban llevando a cabo sobre su sexo. Fue así que en cuestión de unos segundos, y tras varios espasmos, emitió una corrida, la cual confeso a posteriori que había sido la primera de su vida así, que inundo mi cara y pecho en sus fluidos.

Sin tiempo siquiera de recuperar la respiración, boca y vibrador seguían trabajando sin descanso. Detrás de la mordaza, gritos que por momentos parecían más de dolor, pero que venían de un placer inigualable nunca antes recibido. Minutos y minutos de un vibrador en el culo, uno en el coño, y una lengua haciendo estragos. Por momentos, los dedos se unían a esta fiesta provocando más y más fluidos a presión, y una mujer retorciéndose de lado a lado, cada vez que, en medio del placer, todos los miembros implicados cesaban actividad, dejándola a medio sentir, para volver a comenzar después. Paradas que suponían un infierno momentáneo, pero que implicaban un clímax digno de otra galaxia.

No sé cuántas veces llego a eyacular, pero ver a alguien de esa manera, retorcida de placer, entregada por completo... no hay mayor placer. Así que una vez que se atisbaba el final, que la excitación mía era también máxima, procedí a culminar con un encuentro frente a frente que dibujase la esencia de la noche. Pasamontañas fuera, mordaza fuera. El glande a punto de estallar, rozando la entrada de su lugar secreto. Sus caderas empujando con la intención de sentir dentro a la persona que más placer ha logrado en ti nunca. Empecé a entrar, lentamente, sintiendo el calor de sus paredes invadiéndome, y una vez dentro me recosté sobre ella. Comenzó un bombeo agresivo, acompañado de mis ojos mirándola de forma fija como hacíamos horas antes con una copa de vino en la mano. Mi mano derecha sobre su garganta y la izquierda agarrándole el pelo, mientras nos fundíamos en besos interminables, que solo se interrumpían por mi lengua lamiendo toda su cara, mordiendo cada rincón de su cuello. Una corrida con un final exhausto, tumbados uno al lado de otro. Ella, inamovible, todavía atada, luchando por recuperar las fuerzas.

Ya desatada, y totalmente sometida, me pidió permiso para abrazarme. Fue un rato grande de cuidarse, de mimarse, de mirar por el bienestar de la persona que se había entregado a ti por completo, entregando incluso su seguridad e integridad. A veces, solo unas caricias hacen más que mil palabras. Fue vivir todo aquello que nunca antes había hecho, renunciar al sexo rápido, vacío, sin sentimiento... no se trata de buscar una relación, lo nuestro no lo era. Se trata de que te entregas por completo a alguien y ese alguien a ti, y esa confianza se ve reflejada. Se trata de la complicidad, de la química, no se reduce al amor. Esa persona, que antes dejaba que le follases la boca, ahora es tu mejor amiga, y eso has de cuidarlo. Una ducha juntos culmino esa complicidad. Ella, sumisa como nunca antes, decidió arrodillarse para darme una última mamada, exprimiendo las últimas gotas de mi ser. La noche terminó, los dos nos acostamos, abrazados, como dos amigos que se habían entregado al otro, que habían puesto de su parte para que la otra persona pudiese experimentar sus placeres, con la gran suerte de que ambos se complementaban.

No sé como terminará esto, qué nos deparará el futuro, pero lo que si supe desde el primer momento, es que era ella lo que faltaba, y que quizás me enseño ella más a mí, de lo que yo nunca le voy a enseñar a ella.

Mrgrey001 May 11 '22 · Valorar: 5 · Tags: #inicios #amo #sum
viajero80s H
hola
viajero80s May 8 '22
mesmerhypno H
Soy nuevo en esto y me interesa muchisimo la idea de ser dominante en un juego de rol (o realidad) con una hipnotizada. Si hay alguien con experiencia en esto comenta
mesmerhypno Abr 30 '22
LightYagami MODERADOR
https://www.intersw.com/como-iniciarte-en-el-bdsm
LightYagami Abr 29 '22 · Tags: bdsm, educacion bdsm
LightYagami MODERADOR
https://www.intersw.com/tipos-de-sumisos
LightYagami Abr 29 '22 · Tags: bdsm, educacion bdsm
LightYagami MODERADOR
https://psicosexoria.com/blog/glosario-de-terminos-del-bdsm-iii-sumisa/
LightYagami Abr 28 '22 · Tags: bdsm, educacion bdsm
LightYagami MODERADOR
https://psicosexoria.com/blog/bdsm-no-solo-es-bondage/
LightYagami Abr 28 '22 · Tags: bdsm, educacion bdsm
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