Probar nuevas cosas en el dormitorio es muy excitante, especialmente si es algo travieso... Además, la vida sexual diversa significa los orgasmos más frecuentes e intensos.
La trilogía "50 Sombras de Grey" ha animado a muchas personas a cruzar las fronteras del confort sexual e interesarse por BDSM (es una abreviatura del inglés - bondage, disciplina, sadismo, masoquismo) y cambiar tanto la manera de la que percibimos el sexo como el tipo de juguetes eróticos que elegimos. Por eso, en esta mini guía te invitamos a dar un paseo por BDSM para los principiantes.
Al principio queremos subrayar: no existe ningún código que regulara nuestro comportamiento durante este juego que va más allá de las fronteras impuestas por el tabú – BDSM será para tus relaciones sexuales lo que quieras que sea. Sin embargo, no será posible sin el acuerdo consciente, participación y la confianza mutuos. Es porque el BDSM no es un tipo de terapia que sirve para eliminar nuestra frustración relacionada con la relación con otra persona o con algo fuera de ella tras castigar a la pareja. No es un placer sacado de castigar a alguien o ser castigado – es solo un placer que sentimos por cruzar nuestros límites – mentales o físicos – y, en el caso de las personas que dominan, por ayudar a otros en cruzarlas. La relación entre la persona dominante y la persona sumisa se basa en la responsabilidad - la seguridad y satisfacción de esta segunda dependen de las actuaciones de la primera.
Si todavía tienes dudas, tienes que saber que BDSM puede tener buena influencia sobre tu relación. Resulta que las parejas que practican BDSM no se quejan tanto de las problemas con la mutua comprensión porque no limitan sus deseos a las normas comúnmente aceptadas y están de acuerdo con la sexualidad propia y de otra gente. Por consiguiente...
NO JUZGUES
Para algunos lo máximo de BDSM será atar a alguien a la cama con esposas con felpa y ya está. Para disfrutar de los juegos BDSM, hay que ajustarlos a nuestras necesidades y practicar lo que nos guste más. Lo de querer probar algo inusual en la cama no significa que tengas que hacer todo lo que se asocia con aquel estilo de vida. La verdad es que practicar algunos elementos relacionados con BDSM es más popular que parece. Comprendemos que, a pesar de que el sexo es para la gente, no todo es adecuado para todos.
MÉTODO PASO A PASO
Aunque BDSM sea algo que desde hace mucho tiempo aparece en tus fantasías sexuales, introdúzcalo poco a poco. Prepárate a aprender usar los accesorios junto con tu pareja, a probar lo que les gusta más y... a cometer errores. Puede que en tus fantasías estés atado/a la cama, tu pareja te rocíe con la cera caliente, además otra pareja lo observe, pero vamos que no es una buena idea para la primera noche con BDSM.
Primero Hablad. Como BDSM mueve significativamente nuestros límites, debería basarse en la comunicación franca. Solo a través de hablar entenderás que quiere tu pareja y señalarás lo que tú deseas. Hablar antes de probar las cosas nuevas es un modo ideal de negociar y reconocer si vuestras visiones de BDSM son similares, lo que sin duda os permitirá evitar las situaciones incómodas. Si queréis usar los accesorios, primero discutid los principios de seguridad y aseguraos que conocéis al menos los fundamentos de usar estos juguetes para no ocasionar daño a otra persona. Podéis también comprar una guía DVD sobre el arte de atar el cuerpo y ver algunas películas inspiradoras que traten de BDSM.
NUESTRO CONSEJO: ¡Haced la lista!
La lista de los juguetes que queréis probar - cuanto más detallada, mejor - os permitiré empezar vuestra aventura con BDSM. Preparad una tabla de cuatro cabeceras: "¿qué?", "sí", "no", "a lo mejor" y una columna "comentarios".
En "¿qué?" poned las actividades o juguetes sobre las que habéis hablado. "¿No sabéis con qué comenzar?" Las actividades más populares son: juego de rol, D/s, azotes, esposas, atar el cuerpo, vendas para los ojos, arrancar el pelo, disfraces, látigos, paletas, cera caliente, vibradores, dildos, tapones anales. Aunque sean las actividades que no querríais experimentar o tendríais dudas de probarlos, ponedlas en la lista. Esto os permitirá evitar la situación en la que otra persona, al ser creativa, empezará a hacer algo que no necesariamente querríais hacer.
Cread dos ejemplares de la lista y completadla individualmente, respondiendo "sí", "no" o "a lo mejor". Usad la columna "comentarios" para precisar todos los "a lo mejor". ¡Después comprobad ambas listas!
Aunque no necesitáis ningún acuerdo especial antes de introducir BDSM, os recomendamos establecer las fronteras, que, como se sabe, son la cosa muy individual. Sería bueno también pensar sobre algún tipo de la "palabra de seguridad" que constaría la contraseña para parar la acción cuando la persona dominante cruce dicha frontera o cuando el lado dominado se sienta incómodo. Cada palabra que no aparezca nunca durante el juego sexual puede ser la "palabra de seguridad". Podemos escoger por ejemplo la palabra "plátano" o, lo que es más frecuente en el mundo de kink, usar los colores de semáforo. "Amarillo" será un señal para la persona dominante para que se calme o reduzca la intensidad de mimos mientras que "rojo" parará la acción. "Verde", utilizado de vez en cuando, puede servir como la confirmación de que nos gusta lo que hace la pareja. Este tipo de código establecido servirá como ayuda aunque no queráis ir más allá de las guías basadas en usar las vendas para los ojos o esposas, porque significa un confort mental de la persona dominada que sabe que será capaz de parar la acción en cualquier momento.
NUESTRO CONSEJO: ¿Mejor ser dominado, dominante o ambos?
Comprueba si te sientes mejor como un lado dominante o sumiso. Para mucha gente esta división no es fija. Las parejas a veces cambian los papeles según las ganas o estado de ánimo.
¡Ojo!: Antes de empezar la sesión de BDSM, no olvidéis del juego sexual o los besos. Un calentamiento apropiado y excitación que aquel fomenta causan que nuevos elementos se introduzcan de manera más natural.
LOS ACCESORIOS BDSM PARA LOS PRINCIPIANTES
Empezar la aventura con los accesorios BDSM es muy fácil. Sin embargo, tenemos en cuenta que los principiantes pueden tener muchos problemas con elegirlos. Al mismo tiempo subrayamos que los accesorios modernos de este tipo no se limitan solo a los hechos de piel y otros de metal – los amantes de elegancia por cierto apreciarán los accesorios hechos de otros materiales. Recomendamos a las personas que empiezan con BDSM que elijan las combinaciones preparados antes que contienen los accesorios que son fáciles para usar y elegantes. Si quieres ir más allá, elija los cinturones para sumisos o la cinta especial. Son mejores que los productos disponibles en los talleres porque están fabricados de los materiales agradables al cuerpo que no causan las fracciones.
NUESTRO CONSEJO: Prueba la atadura mental
Si tienes dudas en cuanto a atar o ser atado de manera física, prueba la atadura mental. Durante este juego la "pareja atada" es solo un orden que exige quedarse inmóvil en una posición determinada. Es muy excitante, especialmente para las personas a las que les gusta romper las reglas porque saben que van a ser castigados.
Es un accesorio que no se refiere solo a BDSM. Lo podemos sustituir con éxito con corbata o chal. Sin embargo, las vendas para los ojos son más elegantes y no solo son más fáciles para usar sino que también enriquecen la vida sexual.
NUESTRO GUIÓN:
La versión cortés- ¡adivine qué es! Permite que tu pareja te mime con los objetos de diferentes temperaturas o superficies. Tu objetivo es adivinar de qué objeto se trata. Los golimbros pueden emplear en este juego la comida.
La versión picante– propón a la persona con los ojos vendados una serie de azotes. Cambia el ritmo e intensidad de los golpes - esto permitiré conectar la excitación con un poquito de inseguridad.
ATADURA
Atar el cuerpo es un arte empleado con frecuencia en BDSM, pero el Shibari profesional exige un poco de trabajo y compromiso. Recomendamos a las personas a las que no les gusta esperar y perder tiempo que usen las esposas o los cinturones preparados antes que permiten atar las piernas y los manos (en forma de estrella de mar) a tu pareja a la cama, atar las manos sobre la cabeza o atar los tobillos.
Cuando leemos 50 sombras de Grey, no pensamos en discapacitados; pero también los hay
Raúl Gay 16/01/2014 - 19:56h
María Sejmet de Ra
María tiene 51 años y es discapacitada. A los 16 años le detectaron artritis reumatoide y tiene afectadas todas las articulaciones del cuerpo, desde las manos a la mandíbula. Eso no le impide llevar una vida normal y azotar con fuerza a sus sumisos.
Practica BDSM
y se define como dominante y sádica. Vive su sexualidad de una forma diferente a la mayoría de la población. Le excita humillar, someter y causar dolor a sus sumisos. También ellos disfrutan al ser humillados, sometidos y se excitan con el dolor.
Llego a ella a través de su blog
. Quería escribir sobre discapacitados que hacen cosas fuera de la norma y me acordé del best-seller de la temporada, 50 sombras de Grey. Pensé: ¿habrá algún retrón o retrona al que guste este tipo de vida?
María me explica que BDSM es un acrónimo que engloba una serie de prácticas sexuales alternativas. Viene de Bondage
; Disciplina; Dominación y Sumisión; y Sadismo y Masoquismo. Quienes lo practican se meten en un rol determinado con el que se identifican. Como el sexo es cosa de 2 (como mínimo), necesitan una persona que les complemente. En el caso de María, que es sádica, necesita hombres (y a veces también mujeres) masoquistas. Siempre, me insiste, son relaciones seguras, sensatas y consensuadas. Todo está pactado de antemano y hay una palabra de seguridad en caso de que una de las partes quiera detener la sesión (el tiempo dedicado a realizar una serie de actividades BDSM específicas).
Sejmet y 2 sumisos
Si en la España de 2014 el BDSM es un tabú, una retrona practicando BDSM es un tabú al cuadrado. María utiliza muletas para caminar desde hace más de 20 años. Su Harley, las llama. Dentro de sus posibilidades hace lo que puede... y se atreve a un poco más.
Comenzó en el mundillo hace una década, después de estar 20 años con un hombre que no la satisfacía sexualmente. “Yo llegué a pensar que era lesbiana o frígida,” me dice a través de Skype. Un día conoció a un hombre a través de un chat, un periodista llamado José que le hizo descubrir su verdadera sexualidad. María no es dómina profesional, no cobra.. Tampoco ejerce como tal 24 horas al día, sólo cuando sesiona, cuando tiene encuentros de BDSM con sus sumisos. Entonces se convierte en Ama Sejmet
. Eligió este nombre en recuerdo a la diosa egipcia.
Como en otros ámbitos de la vida, la discapacidad a veces supone un freno a la hora de ejercer el BDSM... debido a la percepción del otro. Ahora Sejmet está reconocida como Dómina pero en el pasado le han dicho que no servía o que iban a utilizar sus muletas como consoladores hasta dañarla (por decirlo de forma suave). También hubo un militar con el que chateó durante un tiempo pero a la hora de dar el paso y conocerse cara a cara, se negó; argumentó que le había engañado al no hablarle de su discapacidad. Dos años después se encontraron y el militar reconoció que la discapacidad era una excusa: en realidad, tenía miedo.
Dice Sejmet que los insultos ya no le afectan; para evitar encontronazos y sorpresas ha escrito un aviso en su perfil de una red social especializada:
"Antes que nada decir que soy discapacitada, sí como lees. Si esto te horroriza, por el bien de los dos (sobre todo el mío) no hace falta que sigas leyendo. El poder de la dominación se ejerce con la mente, no con la fuerza bruta."
Sejmet y su máscara
Pero la discapacidad no es un obstáculo a la hora de sesionar. Si necesita ayuda, el sumiso se la da porque “un sumiso está para atender en todo momento a una dómina. Si se me cae un látigo, el sumiso debe recogerlo”. Cuando acude a locales liberales siempre hay alguien cerca para echarle una mano. “No me he cortado nunca en pedir ayuda. No voy de pobrecica... No lo soporto. Pero si la ayuda la necesito de verdad no dudo en pedirla”.
Termina la entrevista con una declaración de intenciones: “ Es necesario conocer a los discapacitados, tanto a los vainilla (los que practican el sexo de la forma habitual) como a los bedesemeros. A mí me han llegado a decir que soy un monstruo, que estoy tarada y debería ir a un profesional. La verdadera discapacidad es mental”.
Sejmet no es la única retrona
que practica el BDSM. Conoce a una sumisa sordomuda, a un dominante que utiliza silla de ruedas, a un sumiso ciego... Me pone en contacto con Douce_sumisa, una universitaria de 21 años que va en silla de ruedas. Por privacidad, no quiere dar su verdadero nombre. Su Amo tampoco le permite mostrar ninguna imagen suya, aunque no le se reconozca.
También por Skype, Douce_sumisa me cuenta que sufre una enfermedad genética que afecta al sistema nervioso. No camina desde la adolescencia y tiene poca fuerza en las manos. Hace algo más de un año, descubrió el BDSM a través de novelas eróticas y quiso saber más. Ella asegura que tiene mucho carácter y en su vida cotidiana no es nada sumisa.
Conoció a su actual Amo a través de su cuenta ordinaria de Twitter. Fue instantáneo: “Sus tuits eran muy interesantes, y sensatos. En esto la sensatez es primordial. Era misterioso. Yo me considero una mujer muy inteligente y valoro eso en un hombre, mucho, y sus respuestas lo eran”. Comenzaron a hablar a todas horas. Douce_sumisa no consideró necesario plantear de entrada su discapacidad: “Como no me impide estar integrada, no voy diciéndolo por ahí. No lo dije por eso, no porque tuviera miedo”. Al tiempo, antes de quedar cara a cara, se lo anunció. Reaccionó bien. “Lo que me gusta de Él también es que no tiene eso en cuenta para nada”.
Douce_sumisa no puede caminar pero tiene movilidad. Realizan las sesiones en la cama, el sofá, el suelo. Doy vueltas a la relación entre sus sexualidad y su discapacidad y finalmente pregunto: “¿Tu discapacidad influye en algo en tu relación con tu Amo?”. La respuesta llega rápido: “No”.
Hoy aprovechando que es Miércoles y toca vídeo, voy a escribir sobre vídeos, o mas bien sobre lo que no sale en ningún vídeo. La información audiovisual tiene una ventaja sobre el resto de información, entra por los ojos y por los oídos, es clara, evidente, lo estas viendo y oyendo y en este aspecto los vídeos de spanking, el porno en general, es lo que es, muestra lo que muestra.
Es por decirlo de alguna modo, contundente, a veces impactante, otras que no siempre excitante y sobre todo, no es necesario pensar, solo ver y oír. Pero tiene un fallo, su propia contundencia, hace que sea una información sesgada, una verdad a medias, si os fijáis la mayoría de los videos, son excitantes cierto, pero lo son sobre todo porque mucho de nosotros conocemos, los pormenores de este juego, por experiencia propia o por haberlo hablado y leído, a alguien ajeno es muy difícil que llegue a entender algo y puede ver algo mas allá de la típica escena y si le pidiéramos un resumen de lo que ha visto razonable, o bien nos diría que de razonable nada o bien nos diría, que ha visto un vídeo de una practica sexual, entre un/a sadic@ (se excita produciendo dolor) y un/a masoquista (se excita sintiendo dolor), difícilmente a través de un vídeo se pueda ver mas allá de esto, si no conoces el juego.
Y es que la inmensa mayoría, recurren a plasmar un juego de rol, es la salida fácil, sin comerse mucho la cabeza y ademas en caso de intentar mostrar alguna cosa mas, que un momento muy determinado de este juego, se necesitaría de un presupuesto mucho mas elevado, de actores y directores de calidad y aun asi, dudo mucho que se pudiera transmitir esa otra realidad, mas allá de ese momento. A Dagmar Rasmussen una danesa, conocida en los ambientes del d/s mundial se le atribuye una frase: ” Amo mas la siutacion antes del castigo, que todo lo que pasara después, pero claramente menos, que los minutos entre una y otra situación”. Es una frase corta, pero claro, de algo difícil de mostrar, pero que estoy seguro que much@s de nosotros entendemos y sobre hemos sentido y la verdad veo imposible, mostrar lo que expresa esta frase con un vídeo, es algo que solo se puede sentir, en carne propia, sin mas.
Hoy cuando
pensaba hace un rato en que escribir, me ha venido el recuerdo de una
conversación reciente, con una spankee, que me confesaba, que en muchas
ocasiones se le planteaba el dilema de que hacer, con respecto al juego, por
una parte me decía que muchas veces esta tentada a desobedecer al
spanker, a provocar el desarrollo del juego y a la vez también siente
la necesidad de obedecer y contentar al spanker.
Este mismo
dilema, muchas veces lo he tenido yo como spanker, por una parte, muchas veces
pienso y deseo que la spankee incumpla, que me provoque, incluso
deliberadamente, que no es lo mismo el pecado por acción, que
por omisión y por otra parte, también me hace sentir bien
sentir bien, que me obedezca, percibir como mejora aquello en lo que hemos
decidido intervenir, como avanza esa “educación”. Ciertamente es
contradictorio, por una parte necesitas de esa parte, traviesa y rebelde, que
es indispensable para jugar, pero por otra es gratificante que se cumplan esas
normas consensuadas. Pero como en todo en la vida, la clave esta en
el equilibrio, tener ambas partes sin renunciar a ninguna, usar
la imaginación, improvisar, inventar y progresar, para no dejar morir el
juego, para así poder seguir sintiendo siempre esas dos partes, tan
diferentes pero necesarias ambas, este es un juego lleno de contradicciones, de
pequeños dilemas eternos y de
una también eterna búsqueda de ese equilibrio, que nos
permita seguir sintiendo esas mariposas, sea cual sea el camino.
Fantasías de Violación Consensual
La violación es un crimen
terrible que no tiene nada que ver con el sexo y sí todo que ver con alguien
que usa el sexo como un medio de alcanzar poder personal mediante la
subyugación de otra persona. Es un juego de poder de alguien que probablemente
siente que no tiene ningún poder personal, así que usa la violación como un
medio de sentirse poderoso. Es un acto horrible, devastador para la víctima,
sea varón o mujer. Curiosamente, la violación sigue siendo una fantasía común
entre las mujeres. No estoy diciendo que las mujeres que piensan o fantasean
sobre la violación deseen de verdad experimentar una violación real. En general
estas mujeres prefieren ser dominadas, sentirse desvalidas, y de alguna manera
este escenario les libera de toda responsabilidad por disfrutar de los actos
sexuales a que son “obligadas”. Pero lo desean de un modo seguro. Con alguien
que saben que no les hará daño de verdad.
Estas fantasías tienen un
papel en el BDSM. Muchos lo consideran uno de los aspectos más oscuros del
BDSM. Mucha gente representa estas fantasías de violación consensuada con sus
compañeros, y yo me he visto envuelta en discusiones sobre ellas. Un grupo de
gente con el que lo he discutido prefirió llamar a estas fantasías “raptos”,
porque la palabra “violación” tiene una bien merecida reputación de violencia.
Para algunas personas la
representación de una fantasía de violación es una manera de recuperar el
propio poder que perdieron a causa de una violación o abuso en el pasado (no es
un tratamiento que yo recomendaría, pero sí puedo entenderlo). Para otros el
desvalimiento y el “predominio” del varón sobre la mujer en tales escenas es la
fuente principal de excitación, mientras que saben siempre que en realidad
están a salvo de cualquier daño real. Puede ser una escena muy liberadora.
También es algo muy delicado, y nada que deba hacerse sin una cuidadosa
planificación y mucha discusión previa. Es un “juego de rol”, como los de
profesor / alumna, papi / hija, o jefe / empleada; pero una escena de violación
tiene características específicas propias. Por ejemplo, para que parezca real
las personas que intervienen deben interpretar sus papeles correctamente,
mientras que a la vez vigilan atentamente en busca de signos de que la escena
va mal. Para la “víctima”, es fácil que se desencadene un ataque de pánico al
emerger algún antiguo abuso reprimido. Si hay episodios de abuso en el pasado
de la persona sumisa, es extremadamente importante que se discutan en profundidad
antes de intentar siquiera una escena semejante. Intente encontrar cualquier
posible “disparador” y evítelos en la escena.
Una fantasía de violación bien
hecha puede ser una escena muy intensa para todos los participantes. Incluye
efectos psicológicos además de físicos; los participantes deben ser conscientes
de estos efectos. Es una buena idea que ambos investiguen algo los efectos
psicológicos de la violación; esto puede hacer más fácil al dominante la
detección de cualquier posible disparador, o el darse cuenta de que la escena
va mal antes de llegar al punto de producir daño real. Recuerden, estas escenas
son peligrosas psicológica y emocionalmente, además de físicamente. Creo que
nunca deben hacerse sin palabra de seguridad. Es demasiado fácil que se pierda
el control y la persona sumisa debe tener una manera de detenerla si surge la
necesidad. Si se está discutiendo una escena de violación y el dominante no
ofrece una palabra de seguridad, en mi opinión la sumisa debería pedirla. Si no
se le da, no debería consentir en la escena. Recuérdese que todas las escenas
(excepto el castigo) se hacen por mutuo placer, y para alcanzar el placer los
participantes deben sentirse seguros y tan relajados como sea posible. La
palabra de seguridad ayuda a conseguir ambas cosas.
Una escena de violación
requiere cuidadosa planificación y desarrollo. Creo que no debería hacerse
pronto en una relación, porque sencillamente los participantes no se conocen
tan bien cuando la relación es aún incipiente. Los cuidados después de la
escena son muy importantes. La persona sumisa puede haber entrado en un
auténtico estado mental de “víctima” (dominado por el miedo) y tener problemas
para reajustarse cuando la escena ha terminado. Es imperativo que la persona
dominante haga sentir a la sumisa que está segura, que le quiere y le cuida.
Cosas como abrazos, masajes, algunos mimitos u otras acciones calmantes pueden
ayudar a la transición del juego de la violación al funcionamiento normal.
Después de la escena es también imperativo que los participantes discutan la
escena; qué ha ocurrido, qué ha ido mal, qué les ha gustado, qué no les ha
gustado y todo lo que salga. Lo más
probable es que estas conversaciones se repitan.
Así como la principal
diferencia entre violencia doméstica y BDSM es la elección informada de
consentir en las actividades, lo mismo se aplica aquí. Un opción informada de
consentir en la realización de estas fantasías es lo que evita que sean una
violación real. Una víctima de violación no ha tenido elección. Una persona
sumisa que participa en una fantasía de violación ha elegido hacerlo.
Author:Raven Shadowborne ©
1998
¿Qué es un collar?, ¿Cuál es su sentido? Me he hecho estas preguntas a menudo; intentaré responderlas aquí.
Los collares pueden tener multitud de formas: cualquier banda que se ajuste al cuello es un collar. Los collares clásicos están hechos de cuero o metal, y tienen anillo(s) que penden de ellos. También hay collares hechos específicamente para ser exhibidos: estos poseen normalmente un diseño más elaborado y no están pensados para ser usados en una sesión real (aunque algunos puedan serlo.
Como quiera que llevar un collar clásico sería excesivamente engorroso en la vida cotidiana, algunas / os sumisas/os llevan colgantes de distintos tipos: un collar de perlas, una banda, una gargantilla, o cualquier cadena que se ajuste al cuello. También haysumisas/os que llevan una cadena en el tobillo como collar simbólico, y también algún tatuaje. Como se puede ver, la elección es muy variada, limitada solo por vuestra imaginación y lo que tú y tu dominante consideréis apropiado.
Personalmente, considero el collar como un honor tanto para el/la sumiso/a como para su dominante. Es un honor para el/la sumiso/a que su dominante le permita llevar su collar, y para el/la dominante, que el/la sumiso/a acepte llevarlo. El collar es propiedad del dominante que lo coloca y si, por alguna razón, es retirado, debería ser devuelto al/la dominante, aunque esto no deja de ser una cuestión de elección personal.
Las razones por la que se lleva puesto un collar son muy diversas: para mostrar tu condición de sumiso/a, para demostrar que eres poseida/o, para recordarle al sumiso/a su estatus, y para mostrar de forma visible el compromiso entre el/la dominante y el/la sumiso/a. Llevar tu collar puesto, no importa que forma tenga, debe tomarse con seriedad y orgullo. Mientras lleves el collar de tu dominante, tu conducta dirá tanto de el/ella como de ti mismo/a. El collar de alguna manera dice quien es tu dominante, y puede ser algo tan simple como su primera inicial o su símbolo personal.
Un/a sumiso/a con collar es normalmente intocable a menos que su dominante de permiso expreso. He presenciado reuniones de dominantes en las que el sumiso/a del grupo podía ser castigado por cualquiera de los dominantes, si su dominante no estaba presente cuando el/la sumiso/a cometió la infracción. Supongo que debe haber también grupos en los que el sumiso/a puede ser usado/a sexualmente por cualquier dominante, aunque personalmente no he conocido ningún grupo así. La mayoría de las relaciones con las que me he encontrado son relaciones de pareja entre un/a dominante y su sumisa/o, en las que el/la sumiso/a con collar es intocable por los demás sin el consentimiento del/la dominante.
La mayoría de las parejas establecen un contrato entre las partes en el que se detallan las responsabilidades de cada una, antes proceder a colocar el collar. Estos contratos pueden ser tan extensos o tan breves como la pareja lo desee. El desarrollo del acto en sí de la colocación del collar es una elección personal. Puede ser una ceremonia pomposa y solemne, similar a una boda con invitados y demás, o solo estar presentes los miembros de la pareja a solas, diciéndose las palabras que para ellos son significativas de su compromiso. La ceremonia es un acto personal que debe reflejar el vínculo que el collar simboliza.
Con la llegada de Internet, mucha gente esta entrando en contacto con este estilo de vida a través de este medio. Desgraciadamente, mucha de la información disponible en la red no es exactamente muy precisa. Para algunos el collar no es mas que una joya, sin mayor significado o importancia, y fácilmente retirable. Pero para la mayoría de nosotros el collar es un símbolo importante en nuestro estilo de vida. Algunas personas comparan el collar con un anillo de bodas, como símbolo del compromiso que los miembros de la pareja tienen el uno con el otro. Aceptar un collar no debería por tanto hacerse sin pensarlo, a la ligera. Antes de colocar el collar las partes debe discutirse ampliamente cómo entienden cada una de ellas la relación. Estas discusiones (normalmente denominadas “negociaciones”) deben incluir lo que el collar significa para cada una de las partes, qué faltas podrían dar lugar a que el collar fuese retirado, y cómo se va a llevar a cabo la ceremonia de aceptación del collar. Algunas personas opinan que el/la dominante debe ser siempre quien ofrezca su collar, para otras en cambio el/la sumiso/a puede suplicar que le sea concedido el honor de llevarlo. A lo largo de las discusiones / negociaciones con un posible dominante/sumiso/a, deberá también quedar claro cual será la mejor manera de abordar el tema de la colocación del collar. Por ejemplo, para aquellos que prefieren una entrega del control más completa, como en las relaciones Amo/a/esclava/o, el esclavo/a suplicará poder llevar el collar. De nuevo, y como en tantos otros casos, se trata de una cuestión personal que debe ajustarse siempre a lo que más convenga a vuestra relación.
Author:Raven Shadowborne ©
Hablar de BDSM, es hablar de una infinidad de prácticas para realizar en la alcoba, es hablar de un universo tan amplio y diverso que a veces es muy fácil perderse cuando iniciamos. Ya sea que iniciemos por que traemos estos gustos desde pequeños o lo adquiriéramos de mayores, lo más importante al iniciar es aprender y no olvidar el sentido común.
Cuando te inicias en el BDSM la mayoría de las veces nos sentimos raros, pensamos que podemos estar enfermos o que estamos locos. Porque ¿a quién en su “sano juicio” le gustaría que le peguen o, “peor aun”, pegarle a alguien? Todo esto sumado a lo que nos enseña la tv nos confunde y es cuando nos enfrentamos a una etapa de soledad al creernos los únicos bichos raros.
Si tienes la suerte de encontrar información y platicar con gente que ya practica, nos comenzamos a dar cuenta que no estamos solos, que hay muchas personas con gustos parecidos a los nuestros. Entendemos que tener gustos por el BDSM no nos hace enfermos, porque de hecho la práctica del BDSM NO está catalogada como un trastorno psiquiátrico, entonces llega la aceptación de nuestros gustos.
Una vez que nos aceptamos comenzamos con la búsqueda, tanto de una contraparte para “jugar”, como de información para realizar las prácticas correctamente. Es aquí en donde hay que tener mucho cuidado y ser prudentes. Lo primero que hay que aprender es que las prácticas BDSM tienen que ser sensatas, seguras y consensuadas y que es responsabilidad de cada uno cuidarse en todos los sentidos, esto independiente al rol con el que te identifiques.
Hay que aprender también que las prácticas BDSM tienen sus reglas y las reglas en este caso no siempre están para romperse, porque si las rompes literalmente se te puede ir la vida en ello. Si bien es cierto que todas las practicas BDSM conllevan un riesgo asumido, también es verdad que esos riesgos pueden minimizarse si se hace de forma adecuada, por eso es tan importante nutrirse con lecturas y es altamente recomendado asistir a talleres para aprender
Hay que entender que el BDSM no son solo golpes, detrás de todas las relaciones BDSM hay comunicación, confianza, cariño y en muchas ocasiones amor.
Si comienzas la búsqueda de una pareja ocasional o fija, vete despacio. Conoce a la persona antes de sesionar con ella. Platiquen, pregúntense qué quieren, qué buscan, qué pueden ofrecer. Sé sincero: si la persona que estas conociendo quiere una relación de pareja y tu no, es importante decirlo.
Una vez que conozcan qué quieren y que están dispuestos a ofrecer, hay que sentarse y hacer acuerdos reales, olvídense de la fantasía. Y por favor no olvides poner límites. Los límites ayudan a tener una sesión más segura.
Por último: Profundiza, No te quedes con lo primero que leas, pregunta aprende, comprende y disfruta todo el proceso; como en cualquier práctica sexual el objetivo del BDSM siempre debería de ser la búsqueda del placer.
Y algo sumamente importante que no debes de olvidar cuando inicias en el BDSM: es que todo lo que hagas te debe de provocar además de placer, bienestar.
Nunca hagas algo que realmente no deseas ni siquiera por complacer. Se trata de pasarla bien y que te sientas feliz contigo mismo.
(Editado - Adrenaline)
¿Bondage o Shibari o Kinbaku?
Cuerdas y más cuerdas: Recorriendo el vasto mundo del
Bondage como concepto universal de ataduras eróticas, he pasado por el
shibari-kinbaku, platicado con puristas del kinbaku y con liberales
occidentales del Bondage.
Es un mundo tan simple o tan abstracto como se le desea ver
y no todos se consideran practicantes de BDSM; muchos de ellos se autodenominan Rigger, Bondager, Bondagee, Top, Bottom, Nawashi y Dorei,
entre otros.
¿Pero cuál es la diferencia entre Bondage y Kinbaku (omito
la palabra Shibari, ya que ésta sólo significa ataduras en japonés y no hace
referencia a la atadura erótica o de sometimiento y/o predicamento)?
Podría decirse que inicialmente se trata de cultura, ya que
el Kinbaku implica una conexión de dos almas mediante una cuerda. ¿Pero no hay
conexión en occidente? Por supuesto que la hay. ¿Pero en occidente el Bondage
también se usa para sexo, en oriente no? Claro que sí. Las atmósferas y
concepciones de la sexualidad, erotismo y tortura erótica son muy diferentes y,
aunque en todo el mundo se puedan recrear las mismas ataduras, podría decirse
que en el “Bondage oriental” se perfecciona más la técnica, aunque no implica
que sea mejor o peor.
Los puristas del Kinbaku hacen mención que sólo siendo
discípulo de un Nawashi y viviendo años en Japón podrás aprender Kinbaku.
Actualmente los occidentales atan como orientales y los
orientales como occidentales, incluso muchos Nawashis japoneses dicen que hacen
Bondage, lo cual crea aún más confusión.
Si bien la cultura japonesa ha podido mantener sus
tradiciones e historia, otros países por diferentes guerras y conquistas no.
Esto no demerita que otras culturas, como la azteca, maya, inca, indios
americanos, egipcios y otras culturas más, hayan tenido su tradición de sometimiento
con el uso de las cuerdas tal y como se realizaba en el antiguo Japón con los
samuráis.
¿Entonces cómo se llama lo que hacemos con las cuerdas?
Llámalo Bondage, Shibari o Kinbaku; el fin es el mismo.
En la actualidad todo se ha globalizado y muchos Nawashis
hacen ataduras muy estéticas buscando algo más que las típicas escenas del
Bondage oriental, así como muchos Riggers buscan realizar ataduras orientales.