Para practicar impact play en los senos lo primero que debemos observar es el desarrollo mamario. Cuanto mayor sea el desarrollo mamario, menos adecuada será la zona para azotarla. Esto se debe a que al ser principalmente tejido adiposo, los senos tienen poco sostén y gran absorción del golpe. Azotar de forma incorrecta podría traer rotura de los conductos galactóforos, lesión de los ligamentos de Cooper, hematomas encapsulados o no. Al estar irrigadas por capilares, se moretonean con facilidad. Un hematoma puede infectarse, molestar, doler…eventualmente puede requerir operación.
Al dar un azote es importante tener una serie de variables en cuenta:
El tipo de golpe: los senos son zonas sensibles y es riesgoso azotarlos por todo lo ya expuesto. Nunca deben darse golpes contundentes que afecten más allá de las primeras capas de piel. Los golpes deben ser, como mucho, picantes.
El sentido de azote no debería ser nunca hacia adentro del cuerpo, sino hacia arriba, abajo o los costados. El movimiento producido no debería superar el rango de movilidad natural de la mama.
La superficie de impacto: cuanto más amplia sea, más repartida estará la fuerza de azote y por lo tanto será menor en cada punto. Lo ideal para azotar senos son instrumentos que abarquen la mayor superficie posible dentro de los límites de las zonas medianamente seguras.
La precisión del instrumento. Intentaremos elegir elementos que tengan una precisión alta para evitar azotar en zonas riesgosas cercanas, como la cara, el cuello y las axilas
El peso del instrumento y el material del que está hecho. Siempre es aconsejable probarlos en une mismo antes que en otres para tener idea de cómo pega.
La fuerza que le imprimimos al golpe y la velocidad con que lo hacemos (a mayor velocidad, mayor fuerza de impacto).