Se necesita todo un libro para dedicarle a los pseudo sumisos o falsos sumisos y es que si bien se encuentra cada personaje fake masculino también las hay, féminas.
Pero éste va dedicado especialmente al pseudo sumiso masculino y por qué?, se preguntarán. Porque he notado diferencias extremas en ambos y porque en su mayoría culturalmente siguen existiendo diferencias abismales entre ambos géneros.
Sexualmente, también salen a la luz.
El macho continúa pensando con su "segunda cabeza", sus testículos y es bastante notorio, cuando se expresan. Así como en el rol de dominación, los falsos sumisos, llevan la conversación a un tono sexual, indicando como único objetivo, la penetración anal. Que vaya es un goce pero no es ello BDSM sino una práctica kynky o sexual alternativa. Aunque si lo analizamos más profundamente, ya ni siquiera se considera una práctica kynky puesto que cada día es más natural y de hecho lo es (puesto que el punto G masculino se encuentra en el ano), realizarlo. Además de lo naturalizado en nuestra comunidad.
Que es lo extraño?, que una mujer la realice?. De nuevo, patrones culturales que no cambian. El sentido del sumiso cuando se centra en el pegging sigue estando en su poder y satisfacción individual, si lo analizamos concretamente, la sumisión en el pegging es sólo, auto placer o satisfacción sexual individual. Que tipo de recompenza o servicio (servicio = sumisión, les suena?) recibe la Domina en éste tipo de prácticas? (Además del obvio).
Si lo vemos de éste modo, el sumiso, hombre, macho, sigue manteniendo el poder, llevando a la Domina al placer que él desea. Lo cuál no es sumisión. Es falsa sumisión. O manipulación de la Domina para obtención del propio placer sexual del sumiso.
Eso por hablar sólo de un tema puntual y el más común que se ven en tiempos de sumisión masculina. Un objeto cuya única manera de ofrecerse es mostrando sus orificios porque no tienen nada más. Porque no pueden ofrecer más. Porque no los destaca nada más. Porque siguen pensando con la cabeza de abajo. Porque al igual que en las relaciones vainilla, ignoran lo que es una verdadera relación BDSM. Porque desconocen el significado de las palabras: lealtad, transparencia, paciencia, entrega, sabiduría. Y de nuevo no es un ataque al macho, no lo mal interpreten, pero basta ya de las convenciones sociales donde para ustedes lo único kynky es ser sodomisado al tener que vestirse de mujer o ser penetrado como si ya el hecho de ser mujer, fuese de por sí una humillación.
Está bien quien lo hace por placer, pero analicen las razones del por qué se considera una práctica kynky, de humillación, o mal vista socialmente. Sería más sano, normalizarla y agregar mil componentes a la humillación masculina que de hecho, existen actualmente (cómo por ejemplo, la castidad, el pet play, el exhibicionismo, etc).
El pegging por si sólo no deja de ser más que una práctica kynky pero NO es BDSM
Abro debate...