Usted que perturba todo en mi, ya no sea mas mi dueño
no obligue a mi piel a sentir algo que ya no le da
usted negó caricias, besos, perversión
Estoy como loba ardiente solo esperando al macho alfa para poder hacer el juego de la atracción para que el con furia desenfrenada muerda con intensidad así someterme en el maltrato para la copulación
Aulló del deseo y la rabia de ser ardiente sin tener sus lamidos, sus palabras obscenas, su boca grosera, traviesa, osada para comer todo mi sexo mi ser
Haciéndome vagabunda de la noche sin quererlo, quitándome la piel de mujer inocente, para ser la mas sublime puta de las lobas en su festín de orgía que al entrar en sus confines sabe envolver e hipnotizarla para que pierda la razón ya con solo eso entregarle, los derechos, los revés, sin medir un sin fin de desenfrenos sexuales
Quitándome la piel, esa de santa que no tiene nada pero que desea gritar, tomeme, abuseme, deje marcas en ella para llevarlas luciendolas como el grito de fuy tomada el lobo ya me ha comido
Loba apetitosa mostrando su tesoro húmedo para que la bestia tome el manjar deseado así aullar de nuevo mostrando el idilio libidinoso, así desenfrenando toda moralidad, cayendo en la mayor desembocadura de la unión hembra y macho, en una terminación animal del deseo dos unidos al aullido del clímax total
Usted que perturba todo en mi, ya no sea mas mi dueño no obligue a mi piel a sentir algo ardiente que usted ya no le da...
El Muro