No soy un hombre que necesite presentaciones rebuscadas ni adornos innecesarios. Mi historia no se cuenta en pocas líneas, pero sí se resume en algo simple: he vivido, he aprendido y he elegido conscientemente quién soy.
Desde principios de los 80, cuando el BDSM apenas era un susurro en círculos cerrados y la información llegaba con cuentagotas, ya recorría este camino. No por moda ni por rebeldía, sino porque en mi naturaleza siempre ha estado la necesidad de explorar, entender y dominar. He visto evolucionar este mundo, he conocido sus luces y sombras, y con los años he pulido mi propia visión, alejada de las etiquetas vacías y las poses superficiales.
Me defino por lo que hago, por lo que he construido y por las marcas que he dejado en aquellos que han cruzado mi senda. No busco aprobación ni encajo en la complacencia. Soy firme, directo y consciente de mi poder, pero también de mi responsabilidad. Porque ser Dominante no es solo mandar, es sostener, guiar y desafiar, sin perder de vista lo que realmente importa.
Aunque valoro la presencia física, mi espacio natural se ha ido volcando hacia una forma más profunda y compleja de dominio: la CiberDominación. No necesito tocar para poseer. Dominar la mente, influir sobre las emociones, moldear comportamientos y despertar obediencia real a través de la palabra, el tiempo y el vínculo que se construye... eso es lo que me define.
Ejercer como Amo, tutor, adiestrador o guía a distancia no es una limitación: es una especialidad. No todos pueden sostener una sumisión real sin contacto físico; yo sí. Porque sé construir estructuras mentales que perduran más allá del cuerpo. Y para quien se entrega de verdad, el control se vuelve absoluto aunque la distancia los separe.
Mi mundo no es para los débiles de espíritu ni para quienes buscan juegos efímeros. Aquí hay profundidad, entrega y verdad. Para algunos, puedo ser demasiado intenso. Para otros, demasiado exigente. Para quienes realmente entienden, soy exactamente lo que ven: sin máscaras, sin falsas cortesías, sin necesidad de explicaciones innecesarias.
Con los años he aprendido que no todos están preparados para el compromiso que implica la verdadera entrega. Por eso, advierto con claridad: no me interesa perder el tiempo con quienes ven la sumisión como un capricho pasajero o una fantasía sin raíces. Un proceso de formación es serio, exigente y transformador. No tolero la indecisión, las huidas repentinas ni las excusas infantiles. Si buscas aprender, te abriré las puertas. Si solo buscas entretenerte, ni lo intentes. Aquí no hay lugar para la mediocridad ni la falta de respeto por el camino que otros hemos labrado con esfuerzo y dedicación.
Si llegaste hasta aquí y aún tienes algo que decirme, hazlo con convicción. De lo contrario, sigue tu camino.
Mi perfil ha sido definido de forma rotunda por test especializados: 100% Dominante, 100% Amo, 100% Sádico. No hay juego ni ambigüedad en mi forma de vivir esto. Lo que ofrezco es una estructura clara, exigente, y profundamente marcada por la experiencia.
== Resultados de bdsmtest.org: ==
100% Dominante
100% Amos/Amas
100% Rigger
100% Sádico
96% Voyeur
88% Propietario
84% Degradador
81% Experimentalista
69% Domador de rebeldes
66% Primal (Cazador)
62% No monógamo
61% Exhibicionista
13% Papá/Mamá
0% Ageplayer
0% Switch
0% Vanillia
https://bdsmtest.org/r/cwURGkhX
Tutoría para sumisas.
Dominante con experiencia como Tutor, ofrece formación seria y personalizada a mujeres con vocación sumisa.
Sin vínculo afectivo ni sexual: solo guía, disciplina y crecimiento.
Preferentemente mujeres maduras.
Interesadas, por privado.
"El ballbusting" o "Reventar pelotas" y sus riesgos
Riesgos del Ballbusting en el BDSM
Descripción de la Práctica
El ballbusting, también conocido coloquialmente como "reventar pelotas", es una práctica dentro del BDSM que consiste en infligir dolor sobre los testículos de una persona, generalmente un hombre, (en una mujer como que difícil), mediante golpes, presión, pisotones, estrujamiento o impacto con objetos. Se trata de una forma extrema de CBT (cock and ball torture), es decir, tortura genital masculina, que forma parte del sadomasoquismo consensuado cuando se practica de forma segura, con límites claros y consentimiento informado.
Las motivaciones para practicar ballbusting varían ampliamente. Para algunos sumisos, el dolor extremo en los genitales representa una forma intensa de entrega, humillación y control, reforzando la dinámica de poder entre Ama/o y sumiso. En otros casos, se asocia a fetiches específicos como la feminización, la adoración de la dominatrix, el castigo corporal o la anulación simbólica del rol masculino. Desde el lado del dominante, puede estar ligado al sadismo sexual, yo al menos lo percibo así, al placer por infligir sufrimiento, al juego con la virilidad o al dominio absoluto sobre una parte del cuerpo considerada esencial y única en la identidad masculina.
Las técnicas utilizadas incluyen:
Golpes directos con el puño, la rodilla o el pie
Pisotones con calzado o botas
Compresión con cuerdas, pinzas, o dispositivos de aplastamiento
Tracción o tirones del escroto
Uso de pesas colgantes
Inserción de agujas o elementos punzantes en el escroto o pene
Electroestimulación sobre los testículos
Aunque algunos hombres entrenan su cuerpo para soportar dolor genital intenso, la mayoría de estas prácticas implican un altísimo riesgo físico y psicológico. La popularidad del ballbusting en ciertos círculos no debe confundirse con inocuidad. En muchos casos, los daños no son inmediatamente visibles pero pueden tener consecuencias a largo plazo, especialmente cuando se practican sin conocimiento anatómico, sin supervisión médica o fuera de un contexto BDSM seguro, sano y consensuado, (el típico S.S.C. de siempre).
Riesgos Físicos del Ballbusting
Ruptura Testicular
Los testículos están protegidos por la túnica albugínea, una membrana resistente. Sin embargo, un impacto directo con una fuerza de aproximadamente 50 kg puede causar una ruptura testicular, lo que requiere atención médica inmediata. (Fuente: verywellhealth.com)
Torsión Testicular
La torsión testicular ocurre cuando un testículo gira y enrolla el cordón espermático que suministra sangre al escroto. El flujo sanguíneo reducido genera hinchazón y dolor repentino, por lo general intenso. Si no se trata rápidamente, puede provocar la pérdida del testículo y afectar la fertilidad. (Fuente: mayoclinic.org)
Pérdida de Circulación
El uso de dispositivos como anillos o ataduras puede restringir el flujo sanguíneo, llevando a daño tisular o necrosis si se mantienen por períodos prolongados. Esto puede resultar en la pérdida del tejido testicular y afectar la función reproductiva.
Infertilidad
Traumas repetidos pueden dañar los testículos y afectar la producción de esperma, aumentando el riesgo de infertilidad. Estudios han demostrado que lesiones contusas en los testículos pueden ocasionar diferentes lesiones a nivel del tejido testicular y de las estructuras anexas, asociándose a esterilidad masculina a través de trastornos de la espermatogénesis, mecanismos autoinmunes o por lesión de los conductos postesticulares. (Fuente: repositorio.binasss.sa.cr)
Infecciones y Lesiones
Prácticas como la inserción de objetos en la uretra pueden causar infecciones urinarias, sangrado y, en casos graves, condiciones como gangrena. Estas complicaciones pueden requerir intervenciones médicas urgentes y pueden tener consecuencias a largo plazo para la salud urogenital.
Riesgos Psicológicos
Además de los riesgos físicos, el ballbusting puede tener impactos psicológicos negativos, especialmente si se realiza sin consentimiento claro o en contextos de coerción. El dolor intenso y la humillación pueden desencadenar traumas emocionales o psicológicos en algunas personas. Es fundamental que cualquier actividad de este tipo se realice con pleno consentimiento, comunicación abierta y medidas de seguridad adecuadas para minimizar los peligros involucrados.
Conclusión
El ballbusting es una práctica que, aunque puede formar parte de la exploración sexual consensuada, conlleva riesgos significativos que no deben subestimarse. Los daños físicos pueden ser irreversibles, y los efectos psicológicos, profundos. Es crucial que cualquier aproximación a esta práctica se haga con pleno conocimiento de las consecuencias, y siempre dentro de los parámetros de SSC (Seguro, Sano y Consensuado) o RACK (Risk-Aware Consensual Kink), priorizando el bienestar y la integridad del participante sumiso.
Como me jode la utilización de tanto anglicismo, como si el castellano no fuera más rico y culto
SaludosSobre el Ballbusting o más castizamente "Reventar pelotas"
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