Luna, la de la mirada penetrante y la sonrisa tímida, la que calla los pensamientos perversos de días y de noche se hacen realidad, mientras ahoga los gritos de placer en aquel cuarto. Muchos la cuestionan por ser tan calmada y callada, es de esas mujeres que te embriagan con la mirada y que basta una sola palabra para querer saber más de ella. No cualquiera a tenido la dicha de poder sumergirse en su mundo, no cualquiera es digno de luna.