Descubre los deseos más ocultos de las mujeres! Aunque en la cama se muestren salvajes y sin vergüenza alguna, hay algunas fantasías sexuales que son difíciles de comunicar a la pareja. El miedo al qué pensarán de ellas o la vergüenza a parecer una persona insaciable sexualmente hace que muchas chicas oculten algunas prácticas que les gustaría probar y con las que únicamente sueñen o usen a la hora de masturbarse. En este artículo de unComo vamos a descubrirte 7 cosas que las mujeres no se atreven a pedir en la cama para que tengas tú la iniciativa y la sorprendas de la forma más erótica y placentera que existe.
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ÍndiceUna de las cosas que más excitan a una mujer es sentirse sexy y deseada por su compañero de cama, algo que, a la larga, en una pareja puede perderse por el costumbre o por el hábito. Pero deberás evitar al máximo la monotonía sexual si lo que quieres es que tu pareja disfrute al máximo contigo en la cama y, para ello, nada mejor que recordarle lo sexy que es, lo mucho que te gusta su cuerpo, etcétera.
Atrévete a regalarle un conjunto sexy o un disfraz erótico para que, ella, sienta que la deseas y que tienes ganas de estar con ella igual que el primer día. De esta forma, se sentirá muy segura en la cama contigo y se atreverá a cumplir algunas de sus fantasías como, por ejemplo, deleitarte con un baile erótico o hacerte un sensual striptease que te dejará boquiabierto. Ten claro que, una mujer deseada, es una mujer fogosa y atrevida.
En este artículo te descubrimos las 5 fantasías sexuales de las mujeres.
Dominar y ser sumisasOtra de las cosas que las mujeres no se atreven a pedir en la cama es que intercambies roles sexuales y que, un día, sea ella la dominante y otro día sea la sumisa. No hace falta que cada vez que tengáis relaciones hagáis este juego de roles pero si, de vez en cuando, os dejáis llevar por él seguro que viviréis una experiencia increíble.
A las mujeres les excita saber que tienen el absoluto control frente a un hombre y, por eso, que se pongan en el papel de dominante puede resultar de lo más estimulante para ellas: jugar con objetos como esposas, vendas o ataduras puede hacer que vuestro encuentro sea impresionante. Pero, también, resulta tentador cambiar de papel y ser dominada, por tanto, el hombre será quien lleve las riendas del encuentro y ella tan solo se dejará hacer...
Un juego la mar de excitante que tu chica seguro que está encantada de probar, ¡aunque no te lo diga!
En unComo te contamos cómo hacer de dominatrix con consejos, trucos y recomendaciones para que la experiencia sea alucinante para los dos.
Experiencias con otras mujeresEsta es una de las fantasías más comunes de las mujeres pero que no siempre tienen por qué querer que se cumplan. Tener una experiencia con otra chica puede ser algo la mar de llamativo para tu chica pero te recomendamos que nunca fuerces la situación, es probable que sea una idea que tiene en la cabeza y que le llama la atención pero que nunca termine de satisfacer su curiosidad.
El motivo de esta fantasía es que el sexo en la mujer es mucho más pausado, sensorial y estimulante que el del hombre y, por eso, puede que fantaseen con tener una amante que conciba el sexo de su misma manera y que pueda darle auténticas dosis de placer. Sin embargo, que lo desee mentalmente no quiere decir que lo quiera cumplir en la vida real, por tanto, antes de proponerle nada al respecto investiga acerca de la naturaleza de este deseo.
Tener sexo en el aguaContinuamos con otras cosas que las mujeres no se atreven a pedir en la cama y es tener sexo en el agua. Es probable que cuando estéis en la playa o la piscina sientas que tu chica está más cariñosa de lo normal o más pegada a tu cuerpo, el motivo es simple: les excita el agua. El contacto del agua con las partes íntimas femeninas puede despertar el deseo sexual y hacer que se exciten sin ni siquiera tocarlas.
Por tanto, si tienes la oportunidad, puedes sorprender a tu pareja con una noche romántica en un hotel que, ¡casualidad!, tenga una gran bañera o un jacuzzi en la habitación. Le encantará tu propuesta, ¡seguro!
Hacer un trío con otro hombre o con otra mujerTambién es probable que a tu chica se le haya pasado por la cabeza la idea excitante de hacer un trío y, puede ser, que quiera hacerlo pero no sepa muy bien cómo proponerte este encuentro. Puede que le apetezca hacer un trío con dos hombres pero, también, con dos mujeres pues, tal y como te hemos comentado antes, tener relaciones con mujeres también suele ser un deseo oculto de muchas féminas.
Puedes tantear el terreno para ver si tu pareja quiere hacer un trío o estaría dispuesta a ello y, si es así, valora si a ti también te apetece probarlo para que, si es el caso, los dos disfrutéis de una fantasía sexual cumplida.
En unComo te ayudamos a que sepas cómo decirle a tu pareja que quieres hacer un trío.
Hacerlo en lugares públicosOtra de las cosas que las mujeres no se atreven a pedir en la cama es que les excita tener relaciones en lugares públicos en los que haya peligro de ser pilladas o vistas por otras personas. Es algo muy común que las mujeres desean pues, en esta fantasía, se une el deseo sexual, la pasión más incontrolable y el morbo de que alguien pueda pillaros haciéndolo.
Muchas chicas se callan este deseo por miedo a que sus parejas las juzguen pero es una experiencia que les vuelve locas, por tanto, atrévete un día a sorprenderla metiéndole mano en un sitio público y comprueba su reacción... ¡Seguramente le encantará!
Sexo con desconocidosY por último, algo que excita muchísimo a las mujeres pero que nunca te pedirán en la cama es tener un sexo de "aquí te pillo, aquí te mato" con un desconocido. Es una fantasía erótica que suelen tener la mayoría, sobre todo cuando están en una relación sexual.
Pero, por complicado que parezca, tú también puedes satisfacerle esta necesidad. ¿Cómo? Jugando a ser desconocidos que se encuentran, casualmente, en un bar o en un punto de la ciudad y empiezan a conocerse. Interpretar que los dos sois personas totalmente distintas puede avivar ese deseo y hacer que viváis una experiencia divertida y excitante.
Cuando leemos 50 sombras de Grey, no pensamos en discapacitados; pero también los hay
Raúl Gay 16/01/2014 - 19:56h
María Sejmet de Ra
María tiene 51 años y es discapacitada. A los 16 años le detectaron artritis reumatoide y tiene afectadas todas las articulaciones del cuerpo, desde las manos a la mandíbula. Eso no le impide llevar una vida normal y azotar con fuerza a sus sumisos.
Practica BDSM
y se define como dominante y sádica. Vive su sexualidad de una forma diferente a la mayoría de la población. Le excita humillar, someter y causar dolor a sus sumisos. También ellos disfrutan al ser humillados, sometidos y se excitan con el dolor.
Llego a ella a través de su blog
. Quería escribir sobre discapacitados que hacen cosas fuera de la norma y me acordé del best-seller de la temporada, 50 sombras de Grey. Pensé: ¿habrá algún retrón o retrona al que guste este tipo de vida?
María me explica que BDSM es un acrónimo que engloba una serie de prácticas sexuales alternativas. Viene de Bondage
; Disciplina; Dominación y Sumisión; y Sadismo y Masoquismo. Quienes lo practican se meten en un rol determinado con el que se identifican. Como el sexo es cosa de 2 (como mínimo), necesitan una persona que les complemente. En el caso de María, que es sádica, necesita hombres (y a veces también mujeres) masoquistas. Siempre, me insiste, son relaciones seguras, sensatas y consensuadas. Todo está pactado de antemano y hay una palabra de seguridad en caso de que una de las partes quiera detener la sesión (el tiempo dedicado a realizar una serie de actividades BDSM específicas).
Sejmet y 2 sumisos
Si en la España de 2014 el BDSM es un tabú, una retrona practicando BDSM es un tabú al cuadrado. María utiliza muletas para caminar desde hace más de 20 años. Su Harley, las llama. Dentro de sus posibilidades hace lo que puede... y se atreve a un poco más.
Comenzó en el mundillo hace una década, después de estar 20 años con un hombre que no la satisfacía sexualmente. “Yo llegué a pensar que era lesbiana o frígida,” me dice a través de Skype. Un día conoció a un hombre a través de un chat, un periodista llamado José que le hizo descubrir su verdadera sexualidad. María no es dómina profesional, no cobra.. Tampoco ejerce como tal 24 horas al día, sólo cuando sesiona, cuando tiene encuentros de BDSM con sus sumisos. Entonces se convierte en Ama Sejmet
. Eligió este nombre en recuerdo a la diosa egipcia.
Como en otros ámbitos de la vida, la discapacidad a veces supone un freno a la hora de ejercer el BDSM... debido a la percepción del otro. Ahora Sejmet está reconocida como Dómina pero en el pasado le han dicho que no servía o que iban a utilizar sus muletas como consoladores hasta dañarla (por decirlo de forma suave). También hubo un militar con el que chateó durante un tiempo pero a la hora de dar el paso y conocerse cara a cara, se negó; argumentó que le había engañado al no hablarle de su discapacidad. Dos años después se encontraron y el militar reconoció que la discapacidad era una excusa: en realidad, tenía miedo.
Dice Sejmet que los insultos ya no le afectan; para evitar encontronazos y sorpresas ha escrito un aviso en su perfil de una red social especializada:
"Antes que nada decir que soy discapacitada, sí como lees. Si esto te horroriza, por el bien de los dos (sobre todo el mío) no hace falta que sigas leyendo. El poder de la dominación se ejerce con la mente, no con la fuerza bruta."
Sejmet y su máscara
Pero la discapacidad no es un obstáculo a la hora de sesionar. Si necesita ayuda, el sumiso se la da porque “un sumiso está para atender en todo momento a una dómina. Si se me cae un látigo, el sumiso debe recogerlo”. Cuando acude a locales liberales siempre hay alguien cerca para echarle una mano. “No me he cortado nunca en pedir ayuda. No voy de pobrecica... No lo soporto. Pero si la ayuda la necesito de verdad no dudo en pedirla”.
Termina la entrevista con una declaración de intenciones: “ Es necesario conocer a los discapacitados, tanto a los vainilla (los que practican el sexo de la forma habitual) como a los bedesemeros. A mí me han llegado a decir que soy un monstruo, que estoy tarada y debería ir a un profesional. La verdadera discapacidad es mental”.
Sejmet no es la única retrona
que practica el BDSM. Conoce a una sumisa sordomuda, a un dominante que utiliza silla de ruedas, a un sumiso ciego... Me pone en contacto con Douce_sumisa, una universitaria de 21 años que va en silla de ruedas. Por privacidad, no quiere dar su verdadero nombre. Su Amo tampoco le permite mostrar ninguna imagen suya, aunque no le se reconozca.
También por Skype, Douce_sumisa me cuenta que sufre una enfermedad genética que afecta al sistema nervioso. No camina desde la adolescencia y tiene poca fuerza en las manos. Hace algo más de un año, descubrió el BDSM a través de novelas eróticas y quiso saber más. Ella asegura que tiene mucho carácter y en su vida cotidiana no es nada sumisa.
Conoció a su actual Amo a través de su cuenta ordinaria de Twitter. Fue instantáneo: “Sus tuits eran muy interesantes, y sensatos. En esto la sensatez es primordial. Era misterioso. Yo me considero una mujer muy inteligente y valoro eso en un hombre, mucho, y sus respuestas lo eran”. Comenzaron a hablar a todas horas. Douce_sumisa no consideró necesario plantear de entrada su discapacidad: “Como no me impide estar integrada, no voy diciéndolo por ahí. No lo dije por eso, no porque tuviera miedo”. Al tiempo, antes de quedar cara a cara, se lo anunció. Reaccionó bien. “Lo que me gusta de Él también es que no tiene eso en cuenta para nada”.
Douce_sumisa no puede caminar pero tiene movilidad. Realizan las sesiones en la cama, el sofá, el suelo. Doy vueltas a la relación entre sus sexualidad y su discapacidad y finalmente pregunto: “¿Tu discapacidad influye en algo en tu relación con tu Amo?”. La respuesta llega rápido: “No”.