¿Alguna vez han notado que hay ciertas
rivalidades, rencillas, recelos y prejuicios entre grupos de humanos?
Por ejemplo dentro de un país una región
mira a otra con cierta condescendencia, propiciando imágenes o estereotipos
negativos, y así mismo un país lo hace con otro de diferente cultura y
desarrollo. Y podríamos llevar ese ejemplo a casi cada grupo o incluso a cada
individuo que intenta mirarse con respecto a otro.
Y eso también se ha aplicado más
últimamente en el BDSM.
Se notan los comentarios, las hostilidades,
las segundas intenciones o sentidos ocultos en una frase, y claro, luego
bruscamente escuchamos algo así como "tu no eres como nosotros".
Me llama la atención el hecho de que siendo
practicantes y siempre aprendices del BDSM, en el cual se supone haya
diversidad, respeto y tolerancia, se vea tan a menudo la falta de comprensión,
consideración y hasta sentido común.
En varias webs he visto batallas campales y
peleas solapadas por comentarios que no deberían generar mayor cosa, si estamos
o no de acuerdo con algo deberíamos mostrar nuestro punto de vista, pero
aceptando el de los demás, aceptando siempre que al final nadie tiene la verdad
absoluta y que por ello no hay que matar a nadie.
Me pregunto ¿ganamos algo descalificando a
otro para demostrar lo muy experimentados que podemos ser?
Nadie es dueño de la verdad absoluta y
nadie está errado totalmente. El saber escuchar, el saber decir, el saber
comprender, ese es un verdadero arte de humanidad.
La tolerancia no es aguantarse lo que los
demás digan, sino aceptar que cada quien tiene su cuota de verdad y de error.
La tolerancia es respeto y no aguante. Está por encima de roles y estilos de
vida, no es solo cuestión de aceptarlo por estar dentro de una comunidad BDSM,
tiene que ver con ese YO que existe por encima de su sexualidad, tiene que ver
finalmente con ese ser que vemos cada día al espejo.
La humildad es la virtud que consiste en
conocer las propias limitaciones y debilidades y actuar de acuerdo a tal conocimiento.
El prejuicio es una actitud negativa. El
problema es que es algo que tenemos incorporado y que realizamos casi
inconscientemente, porque se nos ha establecido así, y porque siempre hemos
vivido en un entorno donde el prejuicio es moneda corriente.
Pero ¿cómo podríamos solventar esas cosas,
lograr esa aceptación de la diversidad de la cual formamos parte?
¿Qué podemos hacer para que al menos en
nuestra comunidad BDSM podamos escucharnos sin ofendernos o agredirnos?
¿Qué podemos hacer para no necesitar pasar
por encima del otro?
¿Qué podemos hacer para no necesitar
denigrar al otro por no pensar igual que nosotros?
¿Qué podemos hacer para no etiquetar al
otro?
Hace unos días leía un post en el que
alguien pidió opiniones sobre un planteamiento y al principio cada quien dijo
lo que consideraba, lo cual ayuda a
permitirnos conocer diferentes puntos de vista. Pero de repente
empezaron comentarios muy cargados de “superioridad de la verdad verdadera”,
siguieron comentarios de ida y vuelta, lo cual no solo hizo perder el sentido
sino que mato el interés en el verdadero tema.
Tristemente y en mayor escala se pueden ver
post en los que alguien dice algo que va contra la percepción que otro tiene y
la respuesta que aparece es para denigrar faltando el respeto o tildando de no
conocedor sin importar nada mas.
Y ojo que este tipo de cosas se ven en
todas las webs relacionadas al BDSM y fuera de él también. Comentarios en los
que si no es como dice el manual, pues es falso porque aunque se trate de roles
y personalidades, la verdad ya está escrita y punto!
Ahora bien lo que existe es cierta puesta
en valor por miembros de la comunidad entre los que son experimentados y los
que no, para la mayoría de la "vieja guardia" el protocolo debe ser
seguido y respetado, es decir hay distintas maneras de entender el BDSM en
función de donde te posiciones.
Si por esta disparidad de criterios hay
personas que se consideran a otro nivel, que sus practicas son más extremas y
por tanto ellos pertenecen a una casta superior, yo diría solamente que son
esclavos de su propio Ego.
Este es un mundo bello y apasionante, es un
aprendizaje continuo sin necesidad de llegar a medir grados de pureza, que yo
entienda no somos potros de pura sangre.
Me parece suponer que pertenecemos a una
generación intermedia, no estoy hablando de generación cronológica, sino de
generación BDSMera, no es que esto me plantee una duda existencial ni mucho
menos, pero yo me autodefino como un amante de los protocolos y medianamente
participe de la New Guard y después me encuentro haciendo o diciendo cosas que
me harían merecedor de arder en la hoguera para los ¨BDSMeros de verdad¨.
La era de la comunicación sin dudas
modificó por completo las relaciones interpersonales, conocimos practicas y
practicantes con mayor experiencia, los llegamos hasta a idolatrar por la
veracidad de sus ideales y forma de vivir este estilo de vida.
Y no es que sea malo que existan referentes
para aprender, comprender, comunidades que nos muestren lo que es el verdadero
BDSM fuera de las webs, lo desalentador es que existan seres que piensen que
deba hacerse tal y como lo han planteado, sí, hay protocolos que debemos
conocer al pie de la letra, sin embargo cada cabeza es un mundo y el BDSM cada
quien lo vive según su criterio, tiempo y posibilidades.
Prejuzgar tiene mucho que ver con la
intolerancia. O una cosa lleva a la otra. Si nos ponemos a pensar, ¿cuántas
veces quizás el prejuicio nos privó de conocer a una persona que podría haber
aportado mucho a nuestras vidas?.
Es que juzgar antes de conocer es ser
intolerante, y es negar la diversidad.
Es cerrarse ante la posibilidad de la
existencia de otros grupos sociales, o de otras ideas morales, o de otras
etnias raciales, o de otras preferencias sexuales, casi siempre de lo que nos agarramos
para prejuzgar suele ser tan superficial que a veces es hasta vergonzoso
reconocerlo.
No hagamos a los demás lo que no nos gusta
que nos hagan.
Si no nos gusta que nos critiquen sin
motivo, no hagamos lo mismo.
Cada uno tiene derecho a ser como quiere
mientras que no haga daño a los demás.
Respetar las distintas opiniones y las
diferentes maneras de enfrentar la vida, es la clave fundamental.
Aprendemos más de las diferencias que de
las igualdades.
Nadie es mejor persona por vestirse, hablar
o actuar de tal o cual manera.
No caigamos en el error de creer que
estamos capacitados para actuar como jueces frente a las personas.
Como seres humanos, todos somos distintos y
todos somos capaces a nuestra manera.
Al BDSM no le hacen daño tres novelas
eróticas que se hicieron virales, al BDSM le hace daño el D/S místico, el D/S
románticon y empalagoso, las frases escritas sin ser analizadas previamente, el
ser egocéntricos, el yo soy mas que tu, el yo soy autentico y tu no, el yo
tengo la experiencia suficiente para acorralarte en un debate y dejarte por los
suelos, el BDSM se vive de tal manera porque yo lo digo, el yo vivo el BDSM y
tu no! ®
Sátiro Demencia
El Muro