Aunque te portes bien, el azote en las nalgas es parte de tu vida. Lo necesitas, lo deseas, lo requieres, lo exiges para sentirte plena, viva y libre de ser sumisa de tu amo.
A mí me gusta como imagen, a nivel conceptual, me atrae todo lo que refleja, pero, en la mente y en la fantasía se vale todo, para convertirlo a la realidad hay una serie de muros que derribar y una serie de variables que considerar.