Que se debe saber sobre mí ..? |
Dentro de las relaciones sexuales existen una infinidad de prácticas que nos ayudan a explorar nuestro cuerpo y alimentan nuestro deseo. Experimentar forma parte de la excitación. Lo desconocido o lo poco convencional activa, en muchas ocasiones, nuestra curiosidad y la motivación de mantener relaciones eróticas más allá de lo habitual. Cada vez hay más personas que se asoman a un tipo de conductas eróticas que se salen fuera de lo habitual, como el BDSM.Cuando hablamos del BDSM, parece mucho fácil comprender a la persona que adquiere el rol dominante, puesto que, por experiencias ajenas a las eróticas, solemos disfrutar cuando nos sentimos poderosos. Sin embargo, entender al rol sumiso, y cómo, esas situaciones pueden excitar sexualmente a alguien es más complicado.La línea del placer y el dolor es muy delgada, fisiológicamente hablando. Lo que las separa, básicamente, es la interpretación que otorgamos a esas sensaciones orgánicas. El miedo, producido por las humillaciones y las actitudes de dominación, provoca un subidón de adrenalina automático, la cual es la responsable de la excitación sexual. El dolor produce endorfinas, las cuales están presentes también en el orgasmo. Sin embargo, el dolor en sí no produce placer erótico, pero si este está acompañado de la dopamina, que se genera por la atracción sexual, se convierten en una mezcla explosiva que puede provocar un placer súbito.Sumisión: Se caracteriza por la obediencia, dejando que se actúe sobre el propio cuerpo.Sadismo: El placer nace causando dolor, humillación o incomodidad a otra persona que acepta esta situación. El Sádico cuida en todo momento a la persona a la que está ejerciendo estas prácticas. No debemos confundirlo con el sadismo criminal o malintencionado que se ejerce para crear situaciones desagradables.Masoquismo. El placer se adquiere a través del dolor, humillación o incomodidad.El BDSM no puede entenderse si no se tiene en cuenta que el placer ha de ser mutuo y respetuoso. Es por ello, que siempre se fija un acuerdo con determinadas reglas de juego. |