Hoy aprovechando que es Miércoles y toca vídeo, voy a escribir sobre vídeos, o mas bien sobre lo que no sale en ningún vídeo. La información audiovisual tiene una ventaja sobre el resto de información, entra por los ojos y por los oídos, es clara, evidente, lo estas viendo y oyendo y en este aspecto los vídeos de spanking, el porno en general, es lo que es, muestra lo que muestra.
Es por decirlo de alguna modo, contundente, a veces impactante, otras que no siempre excitante y sobre todo, no es necesario pensar, solo ver y oír. Pero tiene un fallo, su propia contundencia, hace que sea una información sesgada, una verdad a medias, si os fijáis la mayoría de los videos, son excitantes cierto, pero lo son sobre todo porque mucho de nosotros conocemos, los pormenores de este juego, por experiencia propia o por haberlo hablado y leído, a alguien ajeno es muy difícil que llegue a entender algo y puede ver algo mas allá de la típica escena y si le pidiéramos un resumen de lo que ha visto razonable, o bien nos diría que de razonable nada o bien nos diría, que ha visto un vídeo de una practica sexual, entre un/a sadic@ (se excita produciendo dolor) y un/a masoquista (se excita sintiendo dolor), difícilmente a través de un vídeo se pueda ver mas allá de esto, si no conoces el juego.
Y es que la inmensa mayoría, recurren a plasmar un juego de rol, es la salida fácil, sin comerse mucho la cabeza y ademas en caso de intentar mostrar alguna cosa mas, que un momento muy determinado de este juego, se necesitaría de un presupuesto mucho mas elevado, de actores y directores de calidad y aun asi, dudo mucho que se pudiera transmitir esa otra realidad, mas allá de ese momento. A Dagmar Rasmussen una danesa, conocida en los ambientes del d/s mundial se le atribuye una frase: ” Amo mas la siutacion antes del castigo, que todo lo que pasara después, pero claramente menos, que los minutos entre una y otra situación”. Es una frase corta, pero claro, de algo difícil de mostrar, pero que estoy seguro que much@s de nosotros entendemos y sobre hemos sentido y la verdad veo imposible, mostrar lo que expresa esta frase con un vídeo, es algo que solo se puede sentir, en carne propia, sin mas.
Hoy cuando
pensaba hace un rato en que escribir, me ha venido el recuerdo de una
conversación reciente, con una spankee, que me confesaba, que en muchas
ocasiones se le planteaba el dilema de que hacer, con respecto al juego, por
una parte me decía que muchas veces esta tentada a desobedecer al
spanker, a provocar el desarrollo del juego y a la vez también siente
la necesidad de obedecer y contentar al spanker.
Este mismo
dilema, muchas veces lo he tenido yo como spanker, por una parte, muchas veces
pienso y deseo que la spankee incumpla, que me provoque, incluso
deliberadamente, que no es lo mismo el pecado por acción, que
por omisión y por otra parte, también me hace sentir bien
sentir bien, que me obedezca, percibir como mejora aquello en lo que hemos
decidido intervenir, como avanza esa “educación”. Ciertamente es
contradictorio, por una parte necesitas de esa parte, traviesa y rebelde, que
es indispensable para jugar, pero por otra es gratificante que se cumplan esas
normas consensuadas. Pero como en todo en la vida, la clave esta en
el equilibrio, tener ambas partes sin renunciar a ninguna, usar
la imaginación, improvisar, inventar y progresar, para no dejar morir el
juego, para así poder seguir sintiendo siempre esas dos partes, tan
diferentes pero necesarias ambas, este es un juego lleno de contradicciones, de
pequeños dilemas eternos y de
una también eterna búsqueda de ese equilibrio, que nos
permita seguir sintiendo esas mariposas, sea cual sea el camino.
Hablar de BDSM, es hablar de una infinidad de prácticas para realizar en la alcoba, es hablar de un universo tan amplio y diverso que a veces es muy fácil perderse cuando iniciamos. Ya sea que iniciemos por que traemos estos gustos desde pequeños o lo adquiriéramos de mayores, lo más importante al iniciar es aprender y no olvidar el sentido común.
Cuando te inicias en el BDSM la mayoría de las veces nos sentimos raros, pensamos que podemos estar enfermos o que estamos locos. Porque ¿a quién en su “sano juicio” le gustaría que le peguen o, “peor aun”, pegarle a alguien? Todo esto sumado a lo que nos enseña la tv nos confunde y es cuando nos enfrentamos a una etapa de soledad al creernos los únicos bichos raros.
Si tienes la suerte de encontrar información y platicar con gente que ya practica, nos comenzamos a dar cuenta que no estamos solos, que hay muchas personas con gustos parecidos a los nuestros. Entendemos que tener gustos por el BDSM no nos hace enfermos, porque de hecho la práctica del BDSM NO está catalogada como un trastorno psiquiátrico, entonces llega la aceptación de nuestros gustos.
Una vez que nos aceptamos comenzamos con la búsqueda, tanto de una contraparte para “jugar”, como de información para realizar las prácticas correctamente. Es aquí en donde hay que tener mucho cuidado y ser prudentes. Lo primero que hay que aprender es que las prácticas BDSM tienen que ser sensatas, seguras y consensuadas y que es responsabilidad de cada uno cuidarse en todos los sentidos, esto independiente al rol con el que te identifiques.
Hay que aprender también que las prácticas BDSM tienen sus reglas y las reglas en este caso no siempre están para romperse, porque si las rompes literalmente se te puede ir la vida en ello. Si bien es cierto que todas las practicas BDSM conllevan un riesgo asumido, también es verdad que esos riesgos pueden minimizarse si se hace de forma adecuada, por eso es tan importante nutrirse con lecturas y es altamente recomendado asistir a talleres para aprender
Hay que entender que el BDSM no son solo golpes, detrás de todas las relaciones BDSM hay comunicación, confianza, cariño y en muchas ocasiones amor.
Si comienzas la búsqueda de una pareja ocasional o fija, vete despacio. Conoce a la persona antes de sesionar con ella. Platiquen, pregúntense qué quieren, qué buscan, qué pueden ofrecer. Sé sincero: si la persona que estas conociendo quiere una relación de pareja y tu no, es importante decirlo.
Una vez que conozcan qué quieren y que están dispuestos a ofrecer, hay que sentarse y hacer acuerdos reales, olvídense de la fantasía. Y por favor no olvides poner límites. Los límites ayudan a tener una sesión más segura.
Por último: Profundiza, No te quedes con lo primero que leas, pregunta aprende, comprende y disfruta todo el proceso; como en cualquier práctica sexual el objetivo del BDSM siempre debería de ser la búsqueda del placer.
Y algo sumamente importante que no debes de olvidar cuando inicias en el BDSM: es que todo lo que hagas te debe de provocar además de placer, bienestar.
Nunca hagas algo que realmente no deseas ni siquiera por complacer. Se trata de pasarla bien y que te sientas feliz contigo mismo.
(Editado - Adrenaline)
¿Bondage o Shibari o Kinbaku?
Cuerdas y más cuerdas: Recorriendo el vasto mundo del
Bondage como concepto universal de ataduras eróticas, he pasado por el
shibari-kinbaku, platicado con puristas del kinbaku y con liberales
occidentales del Bondage.
Es un mundo tan simple o tan abstracto como se le desea ver
y no todos se consideran practicantes de BDSM; muchos de ellos se autodenominan Rigger, Bondager, Bondagee, Top, Bottom, Nawashi y Dorei,
entre otros.
¿Pero cuál es la diferencia entre Bondage y Kinbaku (omito
la palabra Shibari, ya que ésta sólo significa ataduras en japonés y no hace
referencia a la atadura erótica o de sometimiento y/o predicamento)?
Podría decirse que inicialmente se trata de cultura, ya que
el Kinbaku implica una conexión de dos almas mediante una cuerda. ¿Pero no hay
conexión en occidente? Por supuesto que la hay. ¿Pero en occidente el Bondage
también se usa para sexo, en oriente no? Claro que sí. Las atmósferas y
concepciones de la sexualidad, erotismo y tortura erótica son muy diferentes y,
aunque en todo el mundo se puedan recrear las mismas ataduras, podría decirse
que en el “Bondage oriental” se perfecciona más la técnica, aunque no implica
que sea mejor o peor.
Los puristas del Kinbaku hacen mención que sólo siendo
discípulo de un Nawashi y viviendo años en Japón podrás aprender Kinbaku.
Actualmente los occidentales atan como orientales y los
orientales como occidentales, incluso muchos Nawashis japoneses dicen que hacen
Bondage, lo cual crea aún más confusión.
Si bien la cultura japonesa ha podido mantener sus
tradiciones e historia, otros países por diferentes guerras y conquistas no.
Esto no demerita que otras culturas, como la azteca, maya, inca, indios
americanos, egipcios y otras culturas más, hayan tenido su tradición de sometimiento
con el uso de las cuerdas tal y como se realizaba en el antiguo Japón con los
samuráis.
¿Entonces cómo se llama lo que hacemos con las cuerdas?
Llámalo Bondage, Shibari o Kinbaku; el fin es el mismo.
En la actualidad todo se ha globalizado y muchos Nawashis
hacen ataduras muy estéticas buscando algo más que las típicas escenas del
Bondage oriental, así como muchos Riggers buscan realizar ataduras orientales.
Un gran tabú dentro del BDSM es el referente a la cuestión
de los tributos y la Dominación financiera. Para muchos el que la persona
Dominante controle o reciba el dinero de un sumiso es prostitución, sin embargo
es una realidad que a muchos sumisos les excita que su Dominante controle sus
finanzas y, mientras todo sea consensuado y sensato, esta práctica puede
acoplarse a cualquier relación independientemente si se trata de una relación
Ama-sumiso o Amo-sumisa.
Me parece importante hacer algunas distinciones entre el
tributo como un regalo para quien domina- que sirve como un medio para agradar
al Dominante y rendirte adoración y que al realizar el pago o dar el regalo no
provoca una excitación sexual-, el tributo como pago de un servicio– en este
caso a las Dominas profesionales, que no lleva otro objetivo que pagar el
tiempo, conocimientos y servicios ofrecidos por ellas- y el tributo como parte
de la Dominación Financiera que puede estar incluido en una dinámica mucho más
compleja que un simple pago.
La Dominación financiera tiene como principal base la
excitación del sumiso al ser controlado o “abusado” económicamente por el/la
Dominante.
En la Dominación financiera en mayor o menor grado pueden
presentarse los siguientes comportamientos:
La persona sumisa informa al Dominante cuáles son sus
ingresos y gastos, puede incluir la entrega de estados de cuenta, recibos de
nómina, etc.
El Dominante lleva el control de los gastos y decide en qué
puede o no gastar el sumiso
El sumiso entrega el control de las cuentas financieras al
Dominante, dejando a su consideración en qué gastar el efectivo y cuánto dinero
le corresponda para sobrevivir
El sumiso da una extensión de su tarjeta de crédito a su
Dominante para que pueda hacer uso libremente de ella
La Dominante exige regalos o una pensión-tributo regular al
sumiso y éste lo da porque le excita
El sumiso pone a nombre del Dominante cualquier propiedad o
inmueble
En todos los casos anteriores el sumiso se excita con sus
propios comportamientos y con los del Dominante.