Nos encontramos por primera vez. Ella no me conoce y yo tampoco se de ella, pero el interes era mutuo, y el nerviosismo se hacia notar en los momentos de preguntas intimas o vergonsosas. El tiempo pasó, y planeamos volver a encontrarnos pero mas preparados y en un lugar mas discreto. Nos despedimos, y mentalmente agradesco ser alguien sensato que, a pesar de imaginar y pensar en las variadas formas en las que podria disfrutar con ella, solo dejo en el aire las indirectas sutiles de las posivilidades que nos esperan...
Nota mental: Si quiero dominarla, primero devo dominar mis instintos.