Hay una delgada línea entre lo que haces y lo que deseas hacer. Cuando y de qué modo traspasas esa línea es lo que verdaderamente importa. Cuando tu "Yo" interno se ha cansado de esconderse y decide romper las cadenas del confinamiento. Es en ese justo momento cuando nos damos cuenta que hemos estado perdiendo el tiempo durante toda nuestra vida, es en ese justo momento cuando decidimos ser nosotros mismos, y enseñar al mundo quien eres, hacerte notar y dejar huella en un corazón que necesita que llegues a su vida y que hagas un hueco enorme dentro de él.