Después de la espera y sus súplicas, el momento llegó. Quedando feliz y agradecida. Espera que demuestra voluntad, dedicación, entrega y compromiso. Así, se ganó su marca...
Otro viernes como los demás... demasiado martes, demasiado igual.
Ni te declaro la guerra, ni tú me firmas la paz.
El ser sumisa es una montaña rusa de emociones contradictorias, emociones que se entienden como incompatibles, pero que una persona puede causar en ti...
La sumisa se arrodilla, las manos atrás, en la espalda, la cabeza baja... Y espera sus instrucciones.
Dependencia, caricias sumisas.
Complacencia, nacidos para servir.
Dominación, yugo plancentero.
Fetichismo, placeres a ras de suelo.
Bondage, cuerdas caprichosas.
Cera, gotas de placer.
Pinzas, prisiones de pasiones.
Azotes, marcas de ilusiones.
Sumisión, sensaciones, emociones, sentimientos ligados a tus lamentos.