Te indico que permanezcas en esa posición, sexy, perfecta a mi vista, dejándome ver todo tu cuerpo, en espera de escuchar tu palpitar, me acerco a ti con una mordaza de bola, pero tú ya sabes que llevo en la mano, te la enseño y te introduzco la bola de plástico en la boca y te abrocho la correa de cuero por detrás de la cabeza, mientras acomodo tu cabello suave y sutilmente, para no dejar cabello abrochado en la hebilla, levantas levemente la cabeza al apretarte con la correa. Lo que más me gusta es la forma en que me miras, esos ojos llenos de pasión, tan claros incluso con la luz tenue. Tú sabes tan bien como yo que esto sólo es el comienzo. En seguida la saliva comienza a deslizarse por tu boca y cae a tus muslos y gotas se deslizan por tu mentón, salpican en tus tetas. Comienzan los pellizcos en esos pezones dónde ha caído tu saliva, te digo que te pongas en posición de placer. Tu mirada sigue siendo lo mejor. Sólo la pierdo de vista cuando te estremeces y cierras los ojos sutilmente, pero te he dicho que no los cierres, por lo cual te digo que no debes hacerlo por qué me encantan esos ojos, agarro el flogger y doy azotes en tus pechos y tus muslos. Tus jadeos ahogados tampoco están mal. Me encanta y me ponen a mil...
El Muro