El abrazo de las cuerdas te hace sentir protegida. Su roce ejerce un efecto calmante sobre tu piel. Sus marcas son la consecuencia de tu placer… aunque a veces se te metan por donde no deban, pero me encanta ver cómo lo hacen y te hacen gemir; Me gusta observar tus manos cuando están atadas, no estás indefensa, me tienes a mi para cuidar y protegerte, así como para darte placer y hacer lo que en mi mente se estremece y desea, me gusta atarte con las manos en tu espalda así tus pechos quedas más expuestos a lo que les pueda hacer, pellizcarlos, azotarlos, bofetearlos, mirar la cálida tonalidad rosa a roja, y tus ojos preparados para cada sensación. Proyecto propio.
El Muro