Aquí encontraras escritos, descripción de cuidados para determinadas practicas, explicaciones, algo de mi forma de pensar y ver el BDSM.
Puede que ha...
Cuando una mujer sospecha que tiene tendencias sumisas, la primera pregunta que se hace es si realmente posee vocación sumisa o si solo se trata de una fantasía pasajera.
Una persona es sumisa cuando cumple al menos estos cuatro requisitos:
1) Se siente sumisa.
2) Desea ser sumisa.
3) Está dispuesta a esforzarse en su sumisión.
4) No hay impedimentos que le impidan finalmente ser sumisa.
Sentirse sumisa
El primer desafío es identificar si realmente se es sumisa. Muchas mujeres atraviesan un periodo de confusión sobre lo que quieren y cómo definirlo. Dos cuestiones fundamentales suelen surgir:
- ¿Es un sentimiento pasajero o algo profundo y arraigado?
- ¿Sus inclinaciones son puramente sumisas, dominantes o una combinación de ambas?
Generalmente, una mujer comienza a sentirse sumisa cuando experimenta deseos, emociones y necesidades sumisas de forma recurrente. El primer indicio suele ser la aparición de fantasías sumisas. La lectura de relatos BDSM puede ser útil en este proceso de autoconocimiento, siempre recordando que las fantasías no definen necesariamente una inclinación real.
Lo que verdaderamente distingue a una sumisa es su "esencia sumisa": el deseo profundo de alcanzar su propia felicidad a través del bienestar de su Amo. La paradoja de la sumisión radica en que cuanto más se aleja de su propia satisfacción inmediata para entregarse al placer de su Amo, más felicidad encuentra en su entrega. Asimismo, muchas sumisas experimentan una sensación de libertad más intensa cuanto mayor es su entrega y sumisión.
A primera vista, esto parece contradecir el Principio del Placer, que postula que todo ser vivo busca su propia satisfacción. Sin embargo, la sumisión también debe proporcionar placer y satisfacción a la sumisa; de lo contrario, carece de sentido.
El secreto de esta aparente contradicción radica en el ritmo y el nivel de entrega. Cada sumisa tiene un límite hasta el cual su entrega le resulta placentera. No todas desean llegar al nivel de una esclava, y algunos Amos cometen el error de intentar forzar a sus sumisas a superar límites que no les resultan naturales o posibles. La impaciencia e inmadurez de algunos Amos pueden llevar a exigir demasiado y demasiado pronto.
Si una mujer tiene inclinaciones sumisas, sentirá el deseo de procurar la felicidad de su Amo. No obstante, es irreal exigirle desde el principio que la satisfacción de su Amo prevalezca completamente sobre su propia búsqueda de placer inmediato. Lo que sí se puede esperar es que realice su entrega a su propio ritmo, bajo la guía de un Amo inteligente que la ayude a encontrar placer en la entrega hasta el nivel que le resulte adecuado.
La felicidad de una sumisa no surge por arte de magia. Su entrega debe ser valorada y apreciada por su Amo, quien debe proporcionarle apoyo, estímulo y un comportamiento ético basado en el respeto, la dedicación y la honestidad. Muchos Amos olvidan que su primera responsabilidad es hacer que su sumisa sea feliz en su sumisión, lo que a su vez refuerza su deseo de darle mayor placer y satisfacción.
Querer ser sumisa
Es posible que una mujer tenga deseos sumisos pero que no quiera llevarlos a la práctica. Las razones pueden ser diversas: miedo, falta de necesidad imperiosa, o conflictos personales y emocionales.
Esforzarse en ser sumisa
La sumisión, al igual que la dominación, requiere esfuerzo y renuncias. No todas las mujeres están dispuestas a asumir los desafíos y riesgos físicos y emocionales que implica.
No tener impedimentos para ser sumisa
Incluso si una mujer siente, desea y se esfuerza por ser sumisa, puede haber factores externos que lo dificulten. Algunas razones pueden ser la falta de un Amo adecuado, restricciones familiares o circunstancias personales que impidan la práctica de la sumisión.
En definitiva, la fantasía no basta. Para ser sumisa se requiere sentirlo, desearlo, esforzarse y no tener obstáculos que impidan su realización.
¿Realmente soy sumisa o todo lo contrario?
Muchos Amos suelen decir: "Mi sumisa no sabe lo que quiere". Sin embargo, esta confusión es parte de un proceso natural. Al principio, muchas mujeres tienen dificultades para identificar sus verdaderas inclinaciones. Es tarea de un Amo guiarla en esta exploración sin presionarla ni forzarla.
En ocasiones, una mujer descubre que en realidad no tiene necesidades BDSM, y un Amo honesto debe ser capaz de señalarlo con claridad. El hecho es que todos tenemos cierta flexibilidad en nuestras tendencias, y definir con precisión el grado de sumisión puede llevar tiempo.
Si una mujer tiene fantasías puramente sumisas, lo más probable es que su inclinación dominante sea la sumisión, aunque posea un carácter fuerte. La personalidad no define la tendencia, y es perfectamente posible ser una persona de carácter firme y, al mismo tiempo, encontrar placer en la sumisión.
Además, la sumisión no se despierta con cualquier persona o en cualquier contexto. Puede surgir en momentos y situaciones específicas, mientras que una actitud dominante fuera de contexto puede resultar más molesta que excitante.
El escritor Jay Wiseman, en su libro BDSM, propone un método sencillo pero efectivo para identificar tendencias: prestar atención a las fantasías que surgen justo antes del orgasmo durante la masturbación.
En esencia, ser sumisa se reduce a reflejar esta actitud en la presencia del Amo: pensamientos, acciones y obediencia sumisa, junto con la felicidad de entregarse y aumentar el bienestar de su Amo. Una sumisa que no encuentra placer en su sumisión es simplemente una mujer que representa un papel, pero no es verdaderamente sumisa.¿Cómo una sumisa llega a serlo realmente?
Cuando una mujer sospecha que tiene tendencias sumisas, la primera pregunta que se hace es si realmente posee vocación sumisa o si solo se trat...Ver más
Elegir un Amo es una decisión importante que debe tomarse con criterio y seguridad. Aquí tienes algunas claves para encontrar el adecuado y construir una relación BDSM sólida.
1. Conócete y aprende
Antes de buscar un Amo, define qué tipo de relación deseas y hasta dónde quieres llegar. Infórmate bien y no bases tus expectativas en la ficción. Tu sumisión debe ser auténtica y alineada con tus deseos y capacidades.
2. ¿A quién elegir?
El Amo perfecto no existe, pero sí el adecuado para ti. Prioriza valores como respeto, honestidad y equilibrio emocional. Evita dominantes prepotentes o inestables. Un buen Amo debe inspirar confianza y cuidar tu bienestar.
3. ¿Dónde buscar?
No publiques anuncios apresurados. Observa la comunidad BDSM en foros, blogs y redes. Analiza cómo se expresan los dominantes y su forma de entender la sumisión. Evita aquellos que presionen por fotos o encuentros inmediatos.
4. Primer contacto y cita
Las conversaciones iniciales deben ser respetuosas y sin presiones. La primera cita debe realizarse en un lugar público, sin expectativas de sesión. Si un dominante insiste en lo contrario, descártalo.
5. Seguridad ante todo
Nunca realices tu primera sesión en casa de un desconocido. Opta por un hotel o un sitio neutral. Informa a alguien de confianza sobre tu paradero. La seguridad física y emocional es primordial.
6. Construcción de la relación
Toda relación BDSM requiere comunicación y respeto mutuo. Define expectativas, límites y objetivos desde el principio. Un buen Amo trabajará contigo para fortalecer el vínculo y potenciar tu crecimiento como sumisa y persona.
7. Sumisión y felicidad
Ser sumisa no es solo un rol, sino un estado de entrega genuino y placentero. Una sumisa que no encuentra satisfacción en su entrega no está disfrutando realmente de su sumisión.
8. Diferencias entre sumisa y esclava
La esclavitud implica un nivel de entrega sin límites, basado en confianza absoluta. No todas las sumisas desean o pueden llegar a este nivel, y ningún Amo digno debe exigirlo sin que sea un deseo genuino de la sumisa.
9. Amor y BDSM
El BDSM y el amor no son excluyentes. La confianza y complicidad fortalecen la relación. Un Amo seguro no teme enamorarse de su sumisa y entiende que el afecto no debilita la dominación.
10. Si tienes pareja
Si buscas un Amo fuera de tu relación, hazlo con discreción y elige con cuidado. Un buen Amo respetará tu situación y no generará conflictos innecesarios. Considera explorar el BDSM con tu pareja antes de buscarlo fuera.
Reflexión final
Elige con inteligencia. Un buen Amo se gana con tiempo, confianza y respeto mutuo. Prioriza tu seguridad y bienestar por encima de cualquier idealización sobre la sumisión.Consejos para elegir a tu Amo en la red
Elegir un Amo es una decisión importante que debe tomarse con criterio y seguridad. Aquí tienes algunas claves para encontrar el adecuado y const...Ver más
Se trata de una excelente película romántica que narra el idilio sadomasoquista entre una secretaria y su jefe.
Lee Holloway (Maggie Gyllenhaal) ha sido dada de alta recientemente de una institución mental, donde fue internada debido a su tendencia a la autolesión. Ante cualquier frustración, Lee se inflige metódicamente cortes en la piel en la soledad de su habitación, transformando de algún modo su dolor interno en un dolor físico "de más fácil cicatrización", pues siempre tiene a mano yodo y tiritas para su piel, pero no encuentra "tiritas" para su alma doliente y su autoestima.
Para rehacer su vida, Lee, una mecanógrafa competente, empieza a buscar trabajo y entra a trabajar en el bufete del misterioso abogado E. Edward Grey (interpretado formidablemente por James Spader), al que curiosamente todas las secretarias abandonan casi inmediatamente.
Muy pronto Lee comprende por qué el Sr. Grey emplea secretarias con tanta frecuencia. El Sr. Grey disfruta humillando a sus empleadas, haciendo exigencias irracionales e ignorando cualquier intento por parte de ellas de establecer una relación más aceptable.
Para sorpresa del Sr. Grey, Lee acepta estas condiciones a medida que descubre lo agradable que le resulta este trato. Cuando comete los primeros errores como dactilógrafa, recibe la primera sanción: una buena zurra aplicada por el propio jefe, que le deja las nalgas enrojecidas y el ánimo extrañamente convulsionado. Es, en los términos de esta relación SM, el equivalente al "flechazo", y viene con una inocultable carga de erotismo. Las nalgadas, las regañinas constantes por errores de ortografía, entre muchos otros sutiles tormentos, no sólo no la desalientan, sino que incrementan el entusiasmo con el que Lee acepta esta sumisión.
Así, Lee ha comenzado una nueva y feliz vida en la que ya no depende de un cuchillo afilado, sino de un hombre que le parece fascinante y por el que es capaz de "adoptar la posición" cuantas veces se lo exija.
Como suele ocurrir en los comportamientos neuróticos, a pesar de haber conseguido la secretaria ideal que por fin se pliega a su arbitrario comportamiento, el Sr. Grey empieza a pensar que todo aquello no le satisface, que todo ello es amoral e inaceptable, e intenta frenar sus propios impulsos por considerarlos vergonzosos.
Por otra parte, la entrega de Lee pone en entredicho la distancia que él prefiere guardar con su secretaria, ya que la atracción es mutua y esto es algo que él no se puede permitir, pues corre el riesgo de perder el control que tanto le ha costado obtener.
Por todo ello, repentinamente su jefe comienza a ignorarla. De esa manera, el paraíso y la estabilidad de Lee comienzan a derrumbarse.
Ella trata de reconquistarlo de mil maneras, pero debido a sus negativas, la presión de la familia de Lee y del otrora novio de ésta (Jeremy Davies), que intentará arrastrarla de nuevo al mundo convencional que nosotros llamamos "vainilla", Lee se deja convencer llegando incluso a vestirse de novia para la celebración de la boda con su antiguo novio.
Pero se da cuenta a tiempo de que nunca será feliz en un mundo que no sabe satisfacer sus más íntimas y profundas necesidades. Por ello, y aún vestida de novia, volverá a la oficina donde tan feliz era, y allí aguardará durante días sin moverse la llegada de la persona a la que verdaderamente siente que pertenece.
En este cuento de hadas, donde nada demasiado terrible puede suceder, y menos cuando las acciones de los personajes van acompañadas de la música de Angelo Badalamenti y las canciones de Leonard Cohen, Cake y Esquivel, no resultará sorprendente que las cosas terminen bien para todos.
¿Por qué es un film especialmente interesante desde el punto de vista BDSM?
Para mí, y desde la óptica BDSM, el film tiene unas características que lo hacen especialmente atractivo. Veamos...
**I. La manera respetuosa con que el film trata las tendencias BDSM**
Esta es una de las pocas cintas de contenido BDSM (o de sólo S/M, que suele ser lo más frecuente) en el que se trata el tema de una manera positiva y con final feliz.
Probablemente una de las virtudes más importantes del film sea la falta de truculencia y de solemnidad a la hora de describir los encuentros de sus personajes. Así como evita las escenas fuertes y de mal gusto, la dirección de Steven Shainberg también tiene el tino de narrar sin deslizar prejuicios ni dobles discursos. De esta manera, el sadomasoquismo aparece como una manera más de vincularse, tan válida como cualquiera.
En este film, el tema del sadomasoquismo viene despojado de la acostumbrada lección moral. El director no hará hincapié en este aspecto. Su interés se concentra en los sentimientos y conductas de los personajes, retratados con gran cuidado y sin hipocresía. Los protagonistas encuentran el amor y la felicidad en prácticas generalmente esquivadas y temidas por la sociedad, sin que se las haga objeto de burla ni de castigos ejemplificadores. Es destacable que Shainberg haya elegido el registro de comedia para contar una historia así, cuando lo usual hubiera sido el melodrama o el thriller.
**II. El crecimiento personal de los protagonistas a través de su relación**
Lee pasa de ser un fantasma doliente a convertirse en una mujer feliz con su dominante, que sabe muy bien lo que quiere y lucha por conseguirlo. Está segura de sí misma y lucha por seducir y conseguir el amor del que será su Amo. A partir de ahí, la relación se intensifica, en un juego de faltas y correctivos, de humillaciones y escarmientos cada vez más libidinosos que ella promueve con visible obstinación; está dispuesta a todos los sacrificios con tal de asegurarse el amor del hombre que parece nacido para ser su Amo. Esta es quizá la parte más agradable de la película.
Es notable la transformación de una chica conflictiva y acomplejada a una mujer decidida. Shainberg narra el tardío despertar de una mujer a la vida, la conversión del patito feo en cisne, renueva el mito de La Cenicienta y narra una comedia romántica post-freudiana de nuevo cuño en la cual dos personas encerradas dentro de sus fantasías privadas descubren una milagrosa armonía erótica que conduce al placer y a la liberación personal.
Grey es el complemento de Lee: un sádico (aunque lleno de culpa) que disfruta humillando y castigando a sus secretarias. En otras palabras, el alma antitética que la muchacha estaba necesitando. No pasará mucho tiempo antes de que comiencen a liberar sus zonas oscuras. Grey tendrá un gesto inolvidable, que le ganará el corazón de su empleada, cuando le ordena, con una mezcla de imposición y afecto, que abandone esas peligrosas costumbres que su cuerpo herido evidencia. Ella le obedece y, en un gesto hermoso y muy simbólico, echa al río sus cuchillos, pues en adelante no va a necesitarlos. Grey y Lee se comprenden mutuamente. Y cada vez que él necesite una expresión de afecto, ella encontrará la ocasión de entregárselo.
**III. La dinámica de las relaciones es creíble**
Por último, quiero llamar la atención sobre el hecho de que muchos de los comportamientos, dudas y certezas, avances y retrocesos de los protagonistas que se describen en la cinta se ajustan como un guante y reproducen bastante fielmente los mismos problemas que suelen tener las parejas BDSM.
Porque el film trata un problema muy frecuente: las dudas sobre lo acertado de la elección de nuestro estilo de vida. Porque a cada paso que demos en el mundo "vainilla", nuestras certezas se pondrán a prueba.
A cada paso, la sociedad "normal" tratará de reabsorbernos, principalmente por medio de una educación que nos repite que "esas cosas" son malas, sucias y degradantes. Quiero citar aquí una frase de una sumisa: "Cuando se cruza una hora negra de esas, la cabeza te dice que eso no es de gente normal, que no debería gustarte, que estás loca".
Y esto es lo que le ocurre a nuestro Sr. Grey. Cuando se da cuenta de los sentimientos sádicos hacia su secretaria (a los que ella corresponde con evidentes pruebas de agrado), trata de romper la relación con ella, avergonzado de sus auténticas y profundas tendencias.
Lee, por su parte, trata de olvidar sus sentimientos masoquistas y sumisos intentando rehacer su vida con su antiguo novio, al que trata de explicar inútilmente cuáles son sus auténticas necesidades.
Por eso digo que los problemas planteados por los protagonistas están contados de manera creíble.
Sólo cuando la pareja BDSM está consolidada y constatamos que la práctica del BDSM no sólo no nos ha vuelto locos, sino que, por el contrario, cuando se practica bien, con las debidas garantías, nos hace crecer y ser más felices, es entonces, y sólo entonces, cuando esas dudas desaparecen.Película LA SECRETARIA
¿De qué trata la película?
Se trata de una excelente película romántica que narra el idilio sadomasoquista entre una secretaria y su jefe.
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Cuando una mujer sospecha que tiene tendencias sumisas, la primera pregunta que se hace es si realmente posee vocación sumisa o si solo se trata de una fantasía pasajera.
Una persona es sumisa cuando cumple al menos estos cuatro requisitos:
1) Se siente sumisa.
2) Desea ser sumisa.
3) Está dispuesta a esforzarse en su sumisión.
4) No hay impedimentos que le impidan finalmente ser sumisa.
Sentirse sumisa
El primer desafío es identificar si realmente se es sumisa. Muchas mujeres atraviesan un periodo de confusión sobre lo que quieren y cómo definirlo. Dos cuestiones fundamentales suelen surgir:
- ¿Es un sentimiento pasajero o algo profundo y arraigado?
- ¿Sus inclinaciones son puramente sumisas, dominantes o una combinación de ambas?
Generalmente, una mujer comienza a sentirse sumisa cuando experimenta deseos, emociones y necesidades sumisas de forma recurrente. El primer indicio suele ser la aparición de fantasías sumisas. La lectura de relatos BDSM puede ser útil en este proceso de autoconocimiento, siempre recordando que las fantasías no definen necesariamente una inclinación real.
Lo que verdaderamente distingue a una sumisa es su "esencia sumisa": el deseo profundo de alcanzar su propia felicidad a través del bienestar de su Amo. La paradoja de la sumisión radica en que cuanto más se aleja de su propia satisfacción inmediata para entregarse al placer de su Amo, más felicidad encuentra en su entrega. Asimismo, muchas sumisas experimentan una sensación de libertad más intensa cuanto mayor es su entrega y sumisión.
A primera vista, esto parece contradecir el Principio del Placer, que postula que todo ser vivo busca su propia satisfacción. Sin embargo, la sumisión también debe proporcionar placer y satisfacción a la sumisa; de lo contrario, carece de sentido.
El secreto de esta aparente contradicción radica en el ritmo y el nivel de entrega. Cada sumisa tiene un límite hasta el cual su entrega le resulta placentera. No todas desean llegar al nivel de una esclava, y algunos Amos cometen el error de intentar forzar a sus sumisas a superar límites que no les resultan naturales o posibles. La impaciencia e inmadurez de algunos Amos pueden llevar a exigir demasiado y demasiado pronto.
Si una mujer tiene inclinaciones sumisas, sentirá el deseo de procurar la felicidad de su Amo. No obstante, es irreal exigirle desde el principio que la satisfacción de su Amo prevalezca completamente sobre su propia búsqueda de placer inmediato. Lo que sí se puede esperar es que realice su entrega a su propio ritmo, bajo la guía de un Amo inteligente que la ayude a encontrar placer en la entrega hasta el nivel que le resulte adecuado.
La felicidad de una sumisa no surge por arte de magia. Su entrega debe ser valorada y apreciada por su Amo, quien debe proporcionarle apoyo, estímulo y un comportamiento ético basado en el respeto, la dedicación y la honestidad. Muchos Amos olvidan que su primera responsabilidad es hacer que su sumisa sea feliz en su sumisión, lo que a su vez refuerza su deseo de darle mayor placer y satisfacción.
Querer ser sumisa
Es posible que una mujer tenga deseos sumisos pero que no quiera llevarlos a la práctica. Las razones pueden ser diversas: miedo, falta de necesidad imperiosa, o conflictos personales y emocionales.
Esforzarse en ser sumisa
La sumisión, al igual que la dominación, requiere esfuerzo y renuncias. No todas las mujeres están dispuestas a asumir los desafíos y riesgos físicos y emocionales que implica.
No tener impedimentos para ser sumisa
Incluso si una mujer siente, desea y se esfuerza por ser sumisa, puede haber factores externos que lo dificulten. Algunas razones pueden ser la falta de un Amo adecuado, restricciones familiares o circunstancias personales que impidan la práctica de la sumisión.
En definitiva, la fantasía no basta. Para ser sumisa se requiere sentirlo, desearlo, esforzarse y no tener obstáculos que impidan su realización.
¿Realmente soy sumisa o todo lo contrario?
Muchos Amos suelen decir: "Mi sumisa no sabe lo que quiere". Sin embargo, esta confusión es parte de un proceso natural. Al principio, muchas mujeres tienen dificultades para identificar sus verdaderas inclinaciones. Es tarea de un Amo guiarla en esta exploración sin presionarla ni forzarla.
En ocasiones, una mujer descubre que en realidad no tiene necesidades BDSM, y un Amo honesto debe ser capaz de señalarlo con claridad. El hecho es que todos tenemos cierta flexibilidad en nuestras tendencias, y definir con precisión el grado de sumisión puede llevar tiempo.
Si una mujer tiene fantasías puramente sumisas, lo más probable es que su inclinación dominante sea la sumisión, aunque posea un carácter fuerte. La personalidad no define la tendencia, y es perfectamente posible ser una persona de carácter firme y, al mismo tiempo, encontrar placer en la sumisión.
Además, la sumisión no se despierta con cualquier persona o en cualquier contexto. Puede surgir en momentos y situaciones específicas, mientras que una actitud dominante fuera de contexto puede resultar más molesta que excitante.
El escritor Jay Wiseman, en su libro BDSM, propone un método sencillo pero efectivo para identificar tendencias: prestar atención a las fantasías que surgen justo antes del orgasmo durante la masturbación.
En esencia, ser sumisa se reduce a reflejar esta actitud en la presencia del Amo: pensamientos, acciones y obediencia sumisa, junto con la felicidad de entregarse y aumentar el bienestar de su Amo. Una sumisa que no encuentra placer en su sumisión es simplemente una mujer que representa un papel, pero no es verdaderamente sumisa.¿Cómo una sumisa llega a serlo realmente?
Cuando una mujer sospecha que tiene tendencias sumisas, la primera pregunta que se hace es si realmente posee vocación sumisa o si solo se trat...Ver más
Elegir un Amo es una decisión importante que debe tomarse con criterio y seguridad. Aquí tienes algunas claves para encontrar el adecuado y construir una relación BDSM sólida.
1. Conócete y aprende
Antes de buscar un Amo, define qué tipo de relación deseas y hasta dónde quieres llegar. Infórmate bien y no bases tus expectativas en la ficción. Tu sumisión debe ser auténtica y alineada con tus deseos y capacidades.
2. ¿A quién elegir?
El Amo perfecto no existe, pero sí el adecuado para ti. Prioriza valores como respeto, honestidad y equilibrio emocional. Evita dominantes prepotentes o inestables. Un buen Amo debe inspirar confianza y cuidar tu bienestar.
3. ¿Dónde buscar?
No publiques anuncios apresurados. Observa la comunidad BDSM en foros, blogs y redes. Analiza cómo se expresan los dominantes y su forma de entender la sumisión. Evita aquellos que presionen por fotos o encuentros inmediatos.
4. Primer contacto y cita
Las conversaciones iniciales deben ser respetuosas y sin presiones. La primera cita debe realizarse en un lugar público, sin expectativas de sesión. Si un dominante insiste en lo contrario, descártalo.
5. Seguridad ante todo
Nunca realices tu primera sesión en casa de un desconocido. Opta por un hotel o un sitio neutral. Informa a alguien de confianza sobre tu paradero. La seguridad física y emocional es primordial.
6. Construcción de la relación
Toda relación BDSM requiere comunicación y respeto mutuo. Define expectativas, límites y objetivos desde el principio. Un buen Amo trabajará contigo para fortalecer el vínculo y potenciar tu crecimiento como sumisa y persona.
7. Sumisión y felicidad
Ser sumisa no es solo un rol, sino un estado de entrega genuino y placentero. Una sumisa que no encuentra satisfacción en su entrega no está disfrutando realmente de su sumisión.
8. Diferencias entre sumisa y esclava
La esclavitud implica un nivel de entrega sin límites, basado en confianza absoluta. No todas las sumisas desean o pueden llegar a este nivel, y ningún Amo digno debe exigirlo sin que sea un deseo genuino de la sumisa.
9. Amor y BDSM
El BDSM y el amor no son excluyentes. La confianza y complicidad fortalecen la relación. Un Amo seguro no teme enamorarse de su sumisa y entiende que el afecto no debilita la dominación.
10. Si tienes pareja
Si buscas un Amo fuera de tu relación, hazlo con discreción y elige con cuidado. Un buen Amo respetará tu situación y no generará conflictos innecesarios. Considera explorar el BDSM con tu pareja antes de buscarlo fuera.
Reflexión final
Elige con inteligencia. Un buen Amo se gana con tiempo, confianza y respeto mutuo. Prioriza tu seguridad y bienestar por encima de cualquier idealización sobre la sumisión.Consejos para elegir a tu Amo en la red
Elegir un Amo es una decisión importante que debe tomarse con criterio y seguridad. Aquí tienes algunas claves para encontrar el adecuado y const...Ver más
¿De qué trata la película?
Se trata de una excelente película romántica que narra el idilio sadomasoquista entre una secretaria y su jefe.
Lee Holloway (Maggie Gyllenhaal) ha sido dada de alta recientemente de una institución mental, donde fue internada debido a su tendencia a la autolesión. Ante cualquier frustración, Lee se inflige metódicamente cortes en la piel en la soledad de su habitación, transformando de algún modo su dolor interno en un dolor físico "de más fácil cicatrización", pues siempre tiene a mano yodo y tiritas para su piel, pero no encuentra "tiritas" para su alma doliente y su autoestima.
Para rehacer su vida, Lee, una mecanógrafa competente, empieza a buscar trabajo y entra a trabajar en el bufete del misterioso abogado E. Edward Grey (interpretado formidablemente por James Spader), al que curiosamente todas las secretarias abandonan casi inmediatamente.
Muy pronto Lee comprende por qué el Sr. Grey emplea secretarias con tanta frecuencia. El Sr. Grey disfruta humillando a sus empleadas, haciendo exigencias irracionales e ignorando cualquier intento por parte de ellas de establecer una relación más aceptable.
Para sorpresa del Sr. Grey, Lee acepta estas condiciones a medida que descubre lo agradable que le resulta este trato. Cuando comete los primeros errores como dactilógrafa, recibe la primera sanción: una buena zurra aplicada por el propio jefe, que le deja las nalgas enrojecidas y el ánimo extrañamente convulsionado. Es, en los términos de esta relación SM, el equivalente al "flechazo", y viene con una inocultable carga de erotismo. Las nalgadas, las regañinas constantes por errores de ortografía, entre muchos otros sutiles tormentos, no sólo no la desalientan, sino que incrementan el entusiasmo con el que Lee acepta esta sumisión.
Así, Lee ha comenzado una nueva y feliz vida en la que ya no depende de un cuchillo afilado, sino de un hombre que le parece fascinante y por el que es capaz de "adoptar la posición" cuantas veces se lo exija.
Como suele ocurrir en los comportamientos neuróticos, a pesar de haber conseguido la secretaria ideal que por fin se pliega a su arbitrario comportamiento, el Sr. Grey empieza a pensar que todo aquello no le satisface, que todo ello es amoral e inaceptable, e intenta frenar sus propios impulsos por considerarlos vergonzosos.
Por otra parte, la entrega de Lee pone en entredicho la distancia que él prefiere guardar con su secretaria, ya que la atracción es mutua y esto es algo que él no se puede permitir, pues corre el riesgo de perder el control que tanto le ha costado obtener.
Por todo ello, repentinamente su jefe comienza a ignorarla. De esa manera, el paraíso y la estabilidad de Lee comienzan a derrumbarse.
Ella trata de reconquistarlo de mil maneras, pero debido a sus negativas, la presión de la familia de Lee y del otrora novio de ésta (Jeremy Davies), que intentará arrastrarla de nuevo al mundo convencional que nosotros llamamos "vainilla", Lee se deja convencer llegando incluso a vestirse de novia para la celebración de la boda con su antiguo novio.
Pero se da cuenta a tiempo de que nunca será feliz en un mundo que no sabe satisfacer sus más íntimas y profundas necesidades. Por ello, y aún vestida de novia, volverá a la oficina donde tan feliz era, y allí aguardará durante días sin moverse la llegada de la persona a la que verdaderamente siente que pertenece.
En este cuento de hadas, donde nada demasiado terrible puede suceder, y menos cuando las acciones de los personajes van acompañadas de la música de Angelo Badalamenti y las canciones de Leonard Cohen, Cake y Esquivel, no resultará sorprendente que las cosas terminen bien para todos.
¿Por qué es un film especialmente interesante desde el punto de vista BDSM?
Para mí, y desde la óptica BDSM, el film tiene unas características que lo hacen especialmente atractivo. Veamos...
**I. La manera respetuosa con que el film trata las tendencias BDSM**
Esta es una de las pocas cintas de contenido BDSM (o de sólo S/M, que suele ser lo más frecuente) en el que se trata el tema de una manera positiva y con final feliz.
Probablemente una de las virtudes más importantes del film sea la falta de truculencia y de solemnidad a la hora de describir los encuentros de sus personajes. Así como evita las escenas fuertes y de mal gusto, la dirección de Steven Shainberg también tiene el tino de narrar sin deslizar prejuicios ni dobles discursos. De esta manera, el sadomasoquismo aparece como una manera más de vincularse, tan válida como cualquiera.
En este film, el tema del sadomasoquismo viene despojado de la acostumbrada lección moral. El director no hará hincapié en este aspecto. Su interés se concentra en los sentimientos y conductas de los personajes, retratados con gran cuidado y sin hipocresía. Los protagonistas encuentran el amor y la felicidad en prácticas generalmente esquivadas y temidas por la sociedad, sin que se las haga objeto de burla ni de castigos ejemplificadores. Es destacable que Shainberg haya elegido el registro de comedia para contar una historia así, cuando lo usual hubiera sido el melodrama o el thriller.
**II. El crecimiento personal de los protagonistas a través de su relación**
Lee pasa de ser un fantasma doliente a convertirse en una mujer feliz con su dominante, que sabe muy bien lo que quiere y lucha por conseguirlo. Está segura de sí misma y lucha por seducir y conseguir el amor del que será su Amo. A partir de ahí, la relación se intensifica, en un juego de faltas y correctivos, de humillaciones y escarmientos cada vez más libidinosos que ella promueve con visible obstinación; está dispuesta a todos los sacrificios con tal de asegurarse el amor del hombre que parece nacido para ser su Amo. Esta es quizá la parte más agradable de la película.
Es notable la transformación de una chica conflictiva y acomplejada a una mujer decidida. Shainberg narra el tardío despertar de una mujer a la vida, la conversión del patito feo en cisne, renueva el mito de La Cenicienta y narra una comedia romántica post-freudiana de nuevo cuño en la cual dos personas encerradas dentro de sus fantasías privadas descubren una milagrosa armonía erótica que conduce al placer y a la liberación personal.
Grey es el complemento de Lee: un sádico (aunque lleno de culpa) que disfruta humillando y castigando a sus secretarias. En otras palabras, el alma antitética que la muchacha estaba necesitando. No pasará mucho tiempo antes de que comiencen a liberar sus zonas oscuras. Grey tendrá un gesto inolvidable, que le ganará el corazón de su empleada, cuando le ordena, con una mezcla de imposición y afecto, que abandone esas peligrosas costumbres que su cuerpo herido evidencia. Ella le obedece y, en un gesto hermoso y muy simbólico, echa al río sus cuchillos, pues en adelante no va a necesitarlos. Grey y Lee se comprenden mutuamente. Y cada vez que él necesite una expresión de afecto, ella encontrará la ocasión de entregárselo.
**III. La dinámica de las relaciones es creíble**
Por último, quiero llamar la atención sobre el hecho de que muchos de los comportamientos, dudas y certezas, avances y retrocesos de los protagonistas que se describen en la cinta se ajustan como un guante y reproducen bastante fielmente los mismos problemas que suelen tener las parejas BDSM.
Porque el film trata un problema muy frecuente: las dudas sobre lo acertado de la elección de nuestro estilo de vida. Porque a cada paso que demos en el mundo "vainilla", nuestras certezas se pondrán a prueba.
A cada paso, la sociedad "normal" tratará de reabsorbernos, principalmente por medio de una educación que nos repite que "esas cosas" son malas, sucias y degradantes. Quiero citar aquí una frase de una sumisa: "Cuando se cruza una hora negra de esas, la cabeza te dice que eso no es de gente normal, que no debería gustarte, que estás loca".
Y esto es lo que le ocurre a nuestro Sr. Grey. Cuando se da cuenta de los sentimientos sádicos hacia su secretaria (a los que ella corresponde con evidentes pruebas de agrado), trata de romper la relación con ella, avergonzado de sus auténticas y profundas tendencias.
Lee, por su parte, trata de olvidar sus sentimientos masoquistas y sumisos intentando rehacer su vida con su antiguo novio, al que trata de explicar inútilmente cuáles son sus auténticas necesidades.
Por eso digo que los problemas planteados por los protagonistas están contados de manera creíble.
Sólo cuando la pareja BDSM está consolidada y constatamos que la práctica del BDSM no sólo no nos ha vuelto locos, sino que, por el contrario, cuando se practica bien, con las debidas garantías, nos hace crecer y ser más felices, es entonces, y sólo entonces, cuando esas dudas desaparecen.Película LA SECRETARIA
¿De qué trata la película?
Se trata de una excelente película romántica que narra el idilio sadomasoquista entre una secretaria y su jefe.
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