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  • Diorr H
    La lluvia

    Ella se abre entre las sábanas, su cuerpo respira y la lluvia cae sobre la tarde que poco a poco se va retirando discretamente como el tiempo que pasa sin atropellos, sin apuro, sin sentimientos. El tiempo y su cuerpo sobre la cama. Vaya elementos de esta tarde, vaya pensamientos que se discurren por la mente. El cuerpo en el tiempo, hubo otras tardes inquietas, otras tardes que tenían su cuerpo sobre la cama, pero en otro estado, en otras manos, en otras bocas, en otras pieles. Aquellas tardes febriles de sol ardiente y de pieles exuberantes que se enredaban entre pasiones bajo el deseo de arrancarse la piel y devorarse unos a otros. ¿Y por dónde empezar a morderse? ¿por dónde es más sensible la piel y el dolor que es como una ráfaga de emociones que encienden el vientre, la mente, el recuerdo de las marcas? Bajo la tarde que oscurece, ella desearía que esa oscuridad sea esa boca golosa que se acerca en silencio donde menos lo espera y una mordida intensa se aloje en su cuerpo, en su alma. Su cuerpo sabe, su cuerpo endurece sus pezones e indican de donde viene aquel recuerdo, y sus dedos sostienen sus senos como reconociéndose en las oscuridad. Y si son sus manos que presionan con fuerza, que toman y juegan con esos senos con voracidad, con curiosidad, con fuerza y siempre terminando en esos pezones que sienten el calor de ese aliento de fuego, esa boca abierta y esa lengua que la rodea, la mueve y luego esa mordida que la estira hasta el éxtasis. Es la lluvia piensa, es la lluvia que como dice la canción, humede a los amantes. Y claro, ella está toda húmeda bajo las sábanas, su boca salivada desearía otra boca mordiendo sus labios, su cuello, sus hombros, sus senos, su vientre, sus otros labios que abiertos y jugosos esperan la lengua traviesa, los labios que succionan el clítoris, los dedos inquietos que la penetran cuando ya toda mojada cede ante todo y todos los dedos en su vagina la abren mientras jadea sin cesar, mientras se toca ella misma los senos, mientras la noche cae, la lluvia cae, el pudor cae, el mundo entero cae sobre su vientre y se dispersan todas las raíces de su cuerpo, todas sensibles, toda la piel respirando el deseo que es su mundo y su boca mordiera esa piel, la sujetara sin soltarla, como la sujetan de los cabellos para tomarla a su antojo, para llevarla a la noche, a la oscuridad donde los animales se acarician, se desean, se muerden, se montan, se abren, se divierten… es tarde y la lluvia, todo lo deja mojado… siempre llueve en mis recuerdos, siempre tengo el sabor lejano de esa piel, siempre pienso que algún momento el tiempo será circular y lloverá otra vez, y será otra piel, y será otra boca, y será otra vida, y será otra pasión….
    La lluvia

    Ella se abre entre las sábanas, su cuerpo respira y la lluvia cae sobre la tarde que poco a poco se va retirando discretamente como el tiempo que pasa sin atropellos, sin apuro, sin sentimientos. El tiempo y su cuerpo sobre la cama. Vaya elementos de esta tarde, vaya pensami...Ver más
    Jul 30 '18
    3 7
    7 usuarios les gusta esto.
    Diorr H
    Nov 10 '18
    Gracias Novata... te gustaría seguir leyendo más historias?
    krist M
    Mar 24 '21
    Hola, soy Kristen lady, ciudadana estadounidense. ¿Podemos ser amigos? envíeme un correo electrónico ([email protected]) para que pueda responderle pronto, de acuerdo
    kuierotragar20 H
    Mar 25 '21
    Quendelicia
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