Yo creo que el bien más preciado y persona que tiene todo ser humano es la vida misma. Pero los estados, a pesar de que protegen de manera muy clara la libertad de las personas de hacer lo que deseen con sus posesiones materiales (lo que incluye destruirlas), con la vida es un cuento diferente. Muchos países consideran que sólo el estado tiene el poder de determinar quién muere (pena de muerte) y quién vive (cuando una persona quiere suicidarse, usan todos los medios disponibles para evitarlo sin importar su opinión).
Al ser la vida la posesión más preciada de todo ser humano, creo que somos nosotros mismos los que deberíamos determinar qué hacer con ella, cómo llevarla y en qué vale la pena que se vaya.
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