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En casi todos los artículos de mi blog en los que aconsejo sobre cómo encontrar la sumisa o el Amo deseado y en aquellos en los que esclarezco las dudas más frecuentes, suelo describir con detalle el protocolo o más bien los pasos que suelen seguirse en el mundo BDSM cuando Dominante y sumisa se encuentran con la intención de construir una relación D/s. Aquí describiré sólo un resumen de este protocolo.
Me apresuro a aclarar que ni todas las parejas han pasado por este protocolo ni tampoco tienen por qué pasarlo. Cada pareja escoge lo que le conviene.
En primer lugar, un Dominante es ante todo un caballero. En las primeras conversaciones, una sumisa NO debería aceptar palabras soeces de nadie. Hablarle de esa manera, sin venir a cuento a una sumisa, ya descalifica a cualquier persona como Dominante. La desinformación de algunos dominantes es tal, que creen que a las sumisas les gusta que se les humille sin más en su primera conversación. Por supuesto no han oído hablar de la necesidad de un consenso previo, de un ritmo, de un contexto adecuado, etc.
También en las primeras conversaciones aconsejo hablar de manera normal sobre cualquier tema que interese a la pareja, por supuesto también de BDSM, pero NO SÓLO de BDSM. Puede haber, humor y bromas, como es natural, pero intentar crear un clima D/s ya desde el primer día puede ser prematuro. Si bien siempre hay excepciones y hay parejas que han sentido su “flechazo BDSM“ desde el primer día.
Un paso clásico del protocolo de los primeros encuentros suele ser, el reunirse para tomar juntos el primer café, preferiblemente en un lugar público en el que hablar y conocerse en persona.
A medida que transcurre la relación, se acerca el momento de la primera sesión. Yo soy partidario de que la primera sesión sea el final de un proceso progresivo de Dominación anterior, un proceso que comenzará con el Domino sutil en las pequeñas cosas, pequeñas ordenes en cuya obediencia el Dominante irá percibiendo el deseo de la sumisa someterse a él. Por el camino de estas pequeñas Dominaciones ambos irán conociéndose. El Dominante probará que sabe respetarla y sobre todo ella le dará a entender que su presencia le provoca sentimientos sumisos. Recorriendo juntos este camino, llegará un momento en el que, sin esfuerzo, de manera natural, les apetecerá hacer la primera sesión.
Lo que propongo es que la primera sesión no sea un escalón brusco en la relación, sino que se llegue a ella como parte de un proceso paulatino, natural y previsible, en su evolución como pareja Amo/sumisa.
Llegados a este punto, es aquí donde se encuentra la piedra de toque de un buen Dominante. En efecto, es lógico suponer que un Dominante que piensa establecer una relación más o menos duradera NO le importe esperar un tiempo antes de realizar la primera sesión, pues se supone que más adelante habrá tiempo para realizar todas las que la pareja quiera. En cambio otros “dominantes“ cuya única intención es lograr una aventura sexual con la excusa del BDSM, tendrán mucha prisa en llegar a ella.
Un Dominante que sabe esperar el momento oportuno para realizar la primera sesión, le hará suponer a su futura sumisa que no tienes prisa, que la respetará ahora y en el futuro y que tiene autodominio, una de las virtudes fundamentales de un Amo, pues un buen Dominante sabe que antes de Dominar a nadie, la primera persona a la que un Amo debe Dominar es a sí mismo.
Si se hacen las cosas bien y la pareja sigue el protocolo que suele ser habitual antes de la primera sesión:
1)Completar el Play-List e intercambiarlo.
2)Establecer los límites de manera clara.
3)Elegir la palabra de seguridad.
4)Que la sumisa comunique con anterioridad a su Amo, las llamadas de seguridad que piensa hacer.
5)Hablar sobre cómo va a transcurrir y qué se va a hacer en la primera sesión.
NO es imprescindible seguir este protocolo al pie de la letra, pero puede ayudar a que la primera sesión sea un éxito.