"Golpeo a mi marido cada vez que hace algo mal. Que es casi todos los días. El sábado se desnuda y se pone delante de mí. Normalmente con un hardon que no dura mucho. Después de leer los cargos, se le instruye para abrir las piernas, agacharse, agarrar los tobillos y contar los derrames cerebrales. En ocasiones golpeo su saco de bolas, por accidente por supuesto. Si esto sucede, declaramos. Después de que sus hilos son entregados, él debe asistir a la hora de la esquina. Yo decido cuánto tiempo permanece allí. Él seguirá estando desnudo esa noche. Nuestros hijos experimentaron este estilo de vida y es un sitio común para ellos. Después de todo él es sólo un hombre."
Una esposa que sabe 18 Mar 2008 7:57am